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Decid al mundo que el camino de los pecadores lo he iluminado para que puedan escapar del abismo. Vengo en busca de los perdidos, los justos están Conmigo. 3. Os enseńaré a marchar por el mundo con mansedumbre y al mismo tiempo con firmeza. Cuando se inició mi comunicación en este tiempo, quién os hubiera dicho de todas las complacencias espirituales que ibais a gozar. 4 Escudrińasteis las profecías de los tiempos pasados y comprobasteis que estaba anunciada mi nueva venida, mas cuando tuvisteis la comunicación de María, la Madre Celestial, hubo quien se preguntara: żTambién la presencia de María estaría anunciada? De cierto os digo: que si bien interpretasteis las profecías de Juan el Apóstol, encontraríais que su presencia había de ser también en este tiempo. 5 Cuántos de los que han venido a formar parte de este pueblo, ni siquiera han escudrińado las escrituras, porque la intuición de su espíritu y la fe de su corazón les han dicho desde muy adentro: "Es el Maestro". "Es la Madre". 6. Os digo en verdad que doquiera se manifieste mi Espíritu, ahí estará presente la ternura y la dulzura de María. 7. żPor qué muchos le han desconocido? Pensad que si Ella tan sólo hubiese existido como mujer y su misión se hubiese reducido a traer al mundo al cuerpo donde el Verbo se manifestó, no os la hubiese dejado cual Madre al pie mismo de la cruz, ni mis discípulos la hubiesen reconocido como a su propia Madre, después de que el Maestro partió. En este tiempo, en que la mitad de los hombres niegan su pureza y su divinidad y la otra mitad reconociéndola como Madre Universal, la adoran con cultos fanáticos e ignorantes, os envío, mi luz y os concedo la presencia de la Madre Celestial, para que a través de su palabra que vierte esencia maternal, ternura infinita y consuelo divino, os levantéis entre la humanidad, llevando en vuestro corazón, un santuario donde vuestra más tierna ofrenda sea aquella que dediquéis a vuestra Madre. Entonces ostentaréis dignamente el nombre de Espiritualistas Marianos. - 2 - 1 Benditos seáis todos, lo mismo los que me están escuchando como los que ajenos aún se encuentran a mi manifestación. 2 Es tiempo de lucha el momento que estáis viviendo, de la lucha espiritual y de lucha de ideas. 3 Sobre esta enseńanza he insistido porque tendréis que encontraros ante aquéllos que tratan incansablemente de penetrar en el misterio de las cosas; asimismo os hallaréis ante multitud de hombres y mujeres de diversos credos y descubriréis que en toda iglesia o religión existen hombres de buena fe, que se afanan porque sus actos encierren perfección. 4 Para todos es mi gracia, porque he visto en el mundo del hombre, que todos, aunque sea por un instante, han inflamado su corazón de amor a mi Divinidad. 5 Diseminados en la tierra se encuentran los que aún buscan hacer el bien, y la forma de ser útiles a sus semejantes. Y en verdad os digo: todo aquél que alimente este propósito, está Conmigo. 6 Os he dicho que llegará el momento en que la luz brote en todos los hogares en todos los países, en todos los continentes; esa luz brillará de acuerdo con la preparación espiritual del hombre, mas a través de ella, se formará una nueva y más acertada idea de las cosas, un nuevo concepto de la espiritualidad. Así principiará una nueva etapa de evolución espiritual. 7 Cuando al fin todos los entendimientos se unifiquen, su idea de lo divino de lo eterno y de lo espiritual se purificará. Pasarán los hombres muchas pruebas, pero pasadas ellas, resaltará aún más la verdad. Y la verdad que es siempre cristalina y pura, podrá ser comprendida por todos. Así se realizará la unificación espiritual. 8 La doctrina que os he revelado y las normas que os he dado serán las que prevalezcan, pero tened en cuenta que será la esencia de mi Palabra, no la forma, la que tendréis que entregar. 9 Tampoco vayáis a sorprenderos de que en el seno de vosotros, la forma externa de vuestro culto cambie, porque de cierto os digo, llegará el momento en que comprendáis que al Padre sólo llega la esencia y pureza de vuestros actos. 10 Vendrán entre vosotros muchos hermanos vuestros, que, al compenetrarse del espiritualismo, os obligarán a apartar hasta el último resto de fanatismo que conservéis. 11 Cuando me acerco a vosotros comunicándome por medio del portavoz, descubro a los que escuchan sin comprender y sin sentir, también a los que sólo han llegado atraídos por la curiosidad. Algunos han tratado de poner a prueba al mundo espiritual. Muchos no vienen con el debido respeto. żY cómo podrán así creer en lo sobrenatural que ante sus ojos se está verificando? żPodrá él mismo darse una explicación razonada, de lo que está sucediendo, si no sabe atribuir este prodigio a una fuerza superior? żQué explicación podrá dar de lo que es esta Obra a quien le interrogue? 12 Quien tiene fe, lleva de estos lugares el agua saturada y con ella hace milagros. Y el Maestro os pregunta: żExiste efectivamente en esa agua el poder sobrenatural? En verdad os digo que el poder no está en el agua, está en vosotros mismos, en la fe conque obréis, porque el Seńor está en vosotros, en la naturaleza y en todas las cosas. Recordad que en aquel tiempo os decía: "Vuestra fe os salvará". 13 Yo Soy el eterno milagro, el que da luz a vuestro entendimiento y conmueve vuestros sentimientos para encauzarlos por el camino del bien. Pero el hombre ha exigido aún más de su Padre y ha pedido ver, escuchar y palpar, lo que sólo debiera percibir por medio de la sensibilidad de su espíritu, y por amor he condescendido con mis hijos, teniendo para ellos, comprensión y complacencias. 14 He aquí porqué en este tiempo os he enviado también a mi mundo espiritual y os he dado el don de que se comunique por medio de vuestro cerebro, para que todos palpéis la realización de estos prodigios y creáis en mi presencia. La comunicación de los seres espirituales se prestará a malas interpretaciones por parte de los juzgadores de mi Obra, lo cual tomarán como arma para heriros, calumniaros y juzgaros hechiceros. Mas después de que esa comunicación haya dejado su simiente, desaparecerá. Entonces veréis que los dones que os he entregado, persisten y los milagros siguen sucediéndose, pues vosotros intuitivamente guiaréis entonces vuestros pasos, buscando siempre por medio de mis enseńanzas, prodigar la caridad en la mejor forma. 15 Analizad mi palabra para que veáis que no estoy imponiendo a vosotros determinadas costumbres. 16 Es mi esencia la que debéis guardar y esparcir en los caminos, pues también llegará la hora en que no necesitéis de estos recintos, porque Yo me manifestaré en vuestro sendero, en vuestra alcoba, en la montańa, en todo lugar. Vuestro campo será ilimitado para realizar la caridad y demostrar que sois mis discípulos. Porque también las circunstancias serán diferentes en cada uno de vosotros, pero siempre os darán la oportunidad para obrar bien. Ese bien podréis hacerlo lo mismo con el pensamiento, que con los actos, con la palabra y aún con la mirada. 17 Acostumbraos a tener la conciencia por juez de vuestros propios actos, y ella os indicará cómo debéis obrar y manifestar cuanto he depositado en vosotros. 18 Cuando miréis que vuestros hermanos en mi Obra no saben explicar el por qué de mis manifestaciones, levantáos y explicad, pues para ello tenéis el conocimiento necesario. 19 No os sorprendáis cuando el momento llegue y sólo queden rodeándome los apóstoles de fe. Yo os he dicho: muchos son los llamados y pocos los escogidos, mas no es que Yo escoja a unos y rechace a otros; Yo a todos llamo, pero mientras unos conmigo se quedan, otros se alejan solos. 20 Muchos han venido y aún vendrán a Mí, mas sólo quedarán aquéllos que lleven dentro de sí el espíritu de caridad. 21 No sólo para los hombres es esta palabra, también las huestes espirituales la escuchan, pues llevan una misión que cumplir, esparcidos por toda la Tierra. 22 Os dejo libres, caminad por donde creáis y sintáis que más os conviene, por donde sintáis amor. Si mi palabra a través de un portavoz no os convence, buscadme donde me sintáis de lleno, porque todo el que me sigue debe sentirme en su corazón. 23 Yo vengo a reconciliar a los unos con los otros, a uniros, nunca a dividiros. Vengo a daros luz para que llegado el instante sepáis distinguir la verdad de la falsedad. 24 Sea con todos mi amor infinito. - 3 - 1 Vengo a ofreceros el manjar de mi palabra; sois mis discípulos y quiero que os alimentéis de Mí. Resucitad a la vida de la gracia y aprovechad este tiempo precioso en que os enseńo; mas tarde, cuando hayáis recibido todo lo que tengo preparado para vosotros, os pediré cuentas de vuestras obras de este tiempo y de tiempos pasados; porque cuando vine a la tierra para hacerme hombre, conversasteis Conmigo y recibisteis mis dones. Mientras unos creyeron otros dudaron y ese tiempo de gracia, esa oportunidad pasó; mas os he dicho que el Padre da a su hijo muchas lecciones y pruebas para redimirlo, y en este tiempo os doy una más, para que podáis mirar cerca a la tierra prometida. 2 Os he hablado por conducto de distintas fuentes y como son mentes imperfectas, por ser humanas, habéis dudado; mas os digo que he venido en espíritu y en verdad a servirme de ellas, porque las conozco, las he preparado a través de eras, para presentarlas a vosotros como mis portavoces. 3 Os he buscado, porque os amo mucho y he trazado un destino de amor a cada criatura, y esa voluntad mía se está cumpliendo. A pesar de vuestros pecados os estoy revelando vuestro alto destino y es menester que meditéis y os hagáis dignos. Pensad que no es nada más en esta palabra por la que os estoy hablando, tenéis sueńos, me estoy comunicando por medio de vuestro espíritu, lo estoy inspirando. 4 Vos pueblo, sois el sabor de la tierra; si aún no os habéis perfeccionado, llegaréis a estar Conmigo el día en que estéis limpios y os hayáis elevado por vuestros méritos. Si hoy os consideráis ignorantes, Yo os iluminaré y vosotros hablaréis por el espíritu y sorprenderéis al mundo. Cuando estéis preparados, vuestro anhelo será colaborar con mi Espíritu en la obra de salvación de la humanidad. 5 Os estoy enseńando y mostrando mi Espíritu para que aprendáis a orar y hacer penitencia y me imitéis en vuestros actos, recordando mis obras del Segundo Tiempo. Que vuestras acciones encierren verdad, para que podáis testificarme. Recordad que en el Segundo Tiempo os dije: No todo el que me dice Padre, me ama, no todo el que pronuncie mi nombre me venera, solo aquéllos que cumplen mis leyes, son los que dan testimonio de Mí. 6 Os doy un tiempo más para que os elevéis, żY sabéis cuál es el secreto para la elevación? El amor, la sinceridad, la limpidez en el corazón. Limpiad el vaso por dentro y por fuera. Velad, como las vírgenes prudentes de mi parábola, con la lámpara encendida hablad con firmeza de mi doctrina y no temáis, ni os avergoncéis de ser mis discípulos, porque si hoy me negareis, mańana, cuando sea en vosotros el convencimiento, sentiréis dolor. Si no me reconocéis por mi palabra, reconocedme por los prodigios que he hecho en vosotros. Lo que os he prometido por conducto del portavoz, lo he cumplido en el camino de vuestra vida. Viviendo el tiempo del espíritu no aceptáis mis manifestaciones como Espíritu Divino. Si vosotros me pidierais pruebas, Yo os las daría, más si Yo os sometiera a prueba, żQué haríais vosotros? Debilitaríais y os sentiríais pequeńos. 7 Quiero ver en vosotros la fe de los enfermos del Segundo Tiempo; sólo mi Espíritu se derramaba en luz, en esencia sobre todos los seres, para rescatarlos y ponerlos a salvo. 8 Y cuando os hayáis elevado, formaréis un solo espíritu de bien, de paz, para interceder por todos los espíritus necesitados. 9 Estad unidos al amor e intercesión de la Madre y detened por un tiempo más el cetro de justicia que está próximo a caer sobre el Universo. Practicad la caridad, extended la mano y dad a vuestros hermanos, como Yo os he dado. - 4 - 1 Yo soy el libro. he aquí una página más que os presento para que la estudiéis y seáis fuertes en mi enseńanza. żQueréis seguir adelante en este camino? Conoced mi ley y dad cumplimiento a cada uno de sus preceptos. No déis a vuestro Padre amargura, no me hagáis padecer. Mirad que mi sacrificio es constante; por vuestra incomprensión y duda, me lleváis a cada instante a la cruz y vuelve a sangrar mi Espíritu. 2 Yo os he llamado para poneros a salvo; mas debéis trabajar y hacer méritos para escalar por la senda de luz que os he trazado. Yo os espero ansiosamente, venid y seréis recibidos como hijos obedientes. 3 żPor qué sentís cansancio en vuestro espíritu, si os he dado fortaleza a cada instante? No os alejéis de Mí, aun cuando hubiese fatiga o frialdad que el mundo hubiese dejado en vosotros. Yo soy la vida y la resurrección y si confiáis en Mí, recobraréis fuerzas y alegría. Cuando hayáis menester de consuelo y de ternura, recurrid a María, vuestra Madre y sentid su caricia y su bálsamo sobre vuestra pena. Comprended su amor y solicitud. Ella siente vuestro dolor y os acompańa. Cuánto sufre su Espíritu cuando torcéis el camino y os obstináis en marchar como ciegos, después de haber visto esta luz. 4 El dolor ha llegado a inundar el corazón de la humanidad, hoy se cumple aquella profecía que dice: "Los padres desconocerán a sus hijos y éstos no amarán a sus padres. El esposo repudiará a su esposa y los hogares serán campos de discordia y guerra". Mas Yo vengo a deteneros en ese camino y a deciros que arrojéis esas armas y que no os déis muerte unos a otros, que huyáis de la desgracia y vengáis Conmigo y me sigáis en la Obra de resurrección. 5 Yo os pregunto si no habéis recibido consuelo y fortaleza en mi palabra; żNo os habéis conmovido ante mi presencia? Sí, discípulos, si la carne no confiesa estas cosas, el espíritu me reconoce y me da gracias y descubre mi amor y esencia en el fondo de esta palabra. żNo os prometí en el Segundo Tiempo, que en este Tercero me tendrías en Espíritu? Mirad como se ha cumplido todo lo ofrecido. 6 Estudiad, discípulos, para que enseńéis a los que vendrán después de vosotros. Os buscarán filósofos y científicos y Yo les hablaré por vuestro conducto, y así demostraré que me he servido una vez más de los pobres y sencillos. Labriegos, levantáos presurosos y sembrad las tierras preparadas, porque muy pronto vendré como administrador y juez, a pediros cuenta de la semilla que os he entregado. 7 Yo os revisto de gracia, para que seáis maestros humildes de vuestros hermanos y unjáis a los enfermos. Recibid a los que vengan en busca de luz y sed claridad para todos. Aconsejad y convertid a los pecadores, mas no hagáis alarde de que sois mis discípulos. Cuando sintáis el dolor de vuestros hermanos y sepáis consolar, cuando améis en verdad y hagáis la caridad sin publicarlo, entonces podréis llamaros discípulos míos. - 5 - 1 Todos os habéis preparado para recibirme, unos con sus buenas obras, otros con su dolor y otros con penitencia espiritual. Por camino de abrojos habéis tenido que pasar para llegar hasta el árbol donde trina el ruiseńor, cuyo canto da paz al corazón. 2 Cuando partisteis hacia los caminos de la vida, de la experiencia y de la evolución, ibais heredados, mas ahora que venís a escuchar mi voz que os ha sorprendido en mitad del camino, os encuentro desheredados. 3 żA cuál herencia se refiere el Maestro? A la del espíritu, porque mientras unos la perdieron, otros la cambiaron por las cosas del mundo; mas llegó el instante en que sintierais necesidad de los dones espirituales y al no encontrarlos en vuestro ser, comenzasteis a buscarlos con angustia por uno y otro sendero. Por eso os llamo frecuentemente "hijos pródigos", porque sois semejantes a aquél de quien os hablé en mi parábola. 4 En vuestro corazón están impresas las seńales de las tempestades que por él han pasado; en vuestras plantas están frescas las huellas que han dejado los cardos del camino, y en todo vuestro ser veo la fatiga de una vida que hoy comprendéis que no puede ser la eterna. 5 Vuestro espíritu vivía una larga noche de insomnio y de lágrimas, mas aquella esperanza que pusisteis cuando os levantasteis a buscarme, no quedó defraudada, pues una hermosa aurora vino a sorprenderos, cegando por unos instantes vuestras pupilas. 6 Al fin, el hijo pródigo, presente en cada corazón de los que forman este pueblo, pudo volver a contemplar el rostro del Padre, oír de nuevo su querida voz y sentirse estrechado entre aquellos amantes brazos. La vergüenza de mostrar sus vestiduras desgarradas, sus pies sin sandalias, su cuerpo desnudo, se disipó al sentir sobre su frente el ósculo Paternal, como prueba de que todo estaba perdonado por aquel Padre que por largo tiempo había estado esperando el retorno del hijo. 7 Por eso os he dicho en este día, que todos os habéis preparado para recibirme y os habéis hecho dignos de mi caricia. Cuando habéis descansado y han cesado en vuestro pecho los sollozos, entonces vuestro Padre, transformándose en Maestro, os ha presentado su lección, para que percibáis el fin para el cual habéis sido creados y enviados a la tierra. 8 Aquél que lleva en aumento su amor hacia el Padre y se convierte en su discípulo, no podrá ya después tergiversar el camino. A todos los hago penetrar en mi santuario para que, mirando la pureza y la perfección que en él existen, no osen mancharlo jamás. 9 El parvulillo se extasía ante la cátedra del Divino Maestro, y al penetrar en la esencia de su enseńanza, se da cuenta de que la heredad que creía haber perdido en el camino, siempre estuvo con él, mas sus ojos no la miraban, ni su corazón la sentía, porque se encontraba sordo, ciego e insensible a las cosas espirituales. Ya fuerte, seguro y confiado, amando a su Creador y viéndose amado por Él, siente el deseo de volver a recorrer los caminos que dejara, mas no para perderse, sino para hacer luz en ellos, para quitar los abrojos, para limpiarlos de espinas, para ir al encuentro de los viajeros perdidos y orientarlos hacia aquel árbol donde él recobró la vida y la fe. 10 Ahora os digo: bienaventurados los que busquen incansablemente la verdad y aún más, aquéllos que habiéndola encontrado no la reserven para sí, sino que la lleven ante la humanidad, para iluminar con su luz los caminos. 11 Os he llamado labriegos y en verdad que podéis serlo. Os he dado el tiempo, la semilla, el agua, las tierras, las herramientas. 12 Sencillo es el sentido figurado en que os hablo, para que podáis comprender cuanto os quiero decir en estas lecciones. 13 He aquí sobre vuestro espíritu mi rocío de amor que os fecunda y acaricia. Ni en los montes, ni en los valles, ni en las flores, he derramado tanta gracia como en vosotros. Mi rocío siempre os acompańará; pero esta palabra, que ahora os doy por conducto del entendimiento humano, esa no. 14 Oíd y aprisionad mis palabras en vuestro corazón. Si a los hombres no les concedí volver a la tierra haciéndome hombre nuevamente como es el deseo y la creencia de muchos, tampoco os concederé seguir hablándoos bajo esta forma después del instante seńalado que es al concluir el ańo de 1950. Hoy todavía no sabéis lo que tengo preparado para vosotros después de este tiempo. 15 Voy a prepararos para que curéis a los enfermos, para que consoléis a las viudas y a los huérfanos, para que convirtáis a los pecadores con palabras de potestad, para que unjáis a los leprosos y llenéis de luz el camino espiritual de vuestros hermanos. 16 Os estoy heredando nuevamente, os estoy confiando la semilla de la vida, del amor y de la espiritualidad. No os desheredéis más en vuestra vida. - 6 - 1 Mi paz sea con vosotros. Yo soy la paz que se extiende sobre el mundo, semejante a las alas de la alondra que cubre a sus polluelos en el nido. żCuándo llegaréis a ser espiritualmente como alondras de paz? 2 Os he hecho nacer en este nido de amor, donde nunca os falta el sustento y donde mis trinos llenan de gozo a vuestro corazón. Aún estáis débiles, vuestras alas no han crecido, el plumaje es escaso, pero día llegará en que os sentiréis fuertes para remontar el vuelo, cruzar las distancias y desafiar la furia de los vientos. Nunca imitéis a aquéllos que han querido abandonar el nido antes de tiempo y han caído por tierra, porque aún no sabían batir sus alas. Esperad que Yo os marque el camino y entonces no os perderéis. Como parvada de alondras os diseminaréis, llevando en el piquillo la rama de oliva, como símbolo de paz y formaréis nuevos nidos en el follaje de los árboles. 3 Mirad cómo la guerra ha envuelto a las naciones más adelantadas; la maldad ha alcanzado su más alto grado de desarrollo; la mentira es tomada como si fuera verdad; la ciencia al revelar grandes misterios a la humanidad, le ha permitido utilizarlos para la destrucción y cuántas cosas impuras las ha consagrado el mundo como buenas. Entonces es cuando me presento delante de tanta confusión para iluminar vuestra mente y deteneros en vuestra carrera. 4 Os hablo con mi verdad eterna y os digo: si buscáis placeres y ciencia, en Mí está la verdadera ciencia y el verdadero goce. 5 ĄCuán pequeńo es vuestro planeta y sin embargo, cuán distantes vivís unos de otros. Cuánta división existe en vuestro mundo! 6 El hombre ya no es ignorante ni inconsciente; su evolución espiritual e intelectual es grande, por lo tanto, su responsabilidad en esta hora de prueba, muy grande es. Podrá decir el hombre de este tiempo, que ignora mis leyes y mi justicia, mas esto no es verdad, porque dentro de sí, lleva un espíritu de luz. Es que el espíritu cede ante las tentaciones y atracciones del mundo, a cuyos pies deposita sus dones e inclina su cerviz. 7 Humanidad; por amor a vos he descendido y me he materializado en esta forma; mi Espíritu baja a los abismos y mi mano se extiende para salvar a la oveja descarriada. Vengo a enseńaros a orar y a pedir con el espíritu y no con los labios; porque el cuerpo no es el que debe pedir, sino el espíritu que es quien sabe lo que ambos necesitan, Yo os di la palabra para que os comunicaseis de humano a humano. El lenguaje del espíritu está más allá de vuestro idioma y de vuestro pensamiento. żCómo va a poder expresar la carne lo que siente el espíritu? Siempre tendrán que ser pobres esas expresiones e imperfectas esas manifestaciones de oración. Siempre hablará mejor al Padre una lágrima que se desprenda de vuestros ojos y que nadie vea; un sollozo que se ahogue en vuestro pecho un dolor que me ofrezcáis en silencio y que apuréis con paciencia o vuestras obras buenas que hacia Mí elevarán su esencia, como de las flores se desprende su fragancia. 8 Estoy justificando mi venida entre vosotros con mi enseńanza. Alguno dirá: "Maestro, difícil de practicar es Tu Doctrina y quizá impropia de nuestra era materialista", mas Yo os digo: eso mismo dijeron en aquel tiempo de mi palabra y sin embargo, los gentiles y los paganos, fueron los que más pronto se convirtieron a ella. 9 Así como os anuncié estos tiempos de grande amargura para el mundo, también os digo, que pasada esta confusión, vendrá la armonía entre la humanidad. 10 Los soberbios, los engrandecidos, los faltos de caridad y de justicia, serán retenidos un tiempo en el más allá, para que el bien, la paz y la justicia progresen en la Tierra y dentro de ellas crezcan la espiritualidad y la ciencia. Porque no será necesario que hagáis una vida completamente mística para agradarme, ni será obligado ninguno a seguirme: porque las obras que en forma obligada me ofrecéis, no serán recibidas por mi mano. Hasta Mí llegan tan sólo las ofrendas de buena voluntad, los impulsos sinceros, el amor espontáneo. Tampoco quiero que me sirváis por temor a un castigo; ya es tiempo de que sepáis que Dios no castiga a sus hijos, por lo tanto, no me ofendáis más con vuestros malos juicios. 11 No os guíe jamás el interés, ni déis algo pensando de antemano en la recompensa, porque eso ni es amor ni es caridad. No espere vuestro espíritu recoger en el mundo amor como recompensa a sus buenas obras, porque no habéis venido a la Tierra a recoger amor, sino a sembrarlo. La cosecha no es de este mundo. 12 Los que han sabido a lo que vinieron a este mundo, se han ido de él con la paz en su corazón, con la sonrisa en sus labios, llenos de satisfacción y humildad, bendiciendo a todos, sin pensar en todo el dolor que recogieron a cambio del amor que sembraron. Yo soy la compensación perfecta y justa para vuestras obras. No olvidéis que Yo os dije: "cuanto hiciereis con vuestros hermanos, lo estáis haciendo conmigo". 13 Si por un breve acto de contrición y de elevación espiritual, desciende sobre estas materias mi rayo divino y pongo en sus labios la palabra que interpreta mi divina enseńanza que os conmueve y os hace estremecer, żQué os dará el Padre, cuando en aquel más allá os presentéis llenos de méritos en vuestro espíritu? 14 He llegado a deciros: pedidme mi cetro, y os lo daré; sí, mis hijos, sabed pedir y todo se os dará, que si dignos os hicieseis de mi cetro algún día, Yo no os lo negaría; mas quiero que analicéis esto que os digo, para que no os confundáis. 15 Muchos hombres, de reconocida sabiduría en el mundo, no podrán reconocerme bajo esta forma y me negarán, mas Yo os digo que no por ello os sorprendáis, ya os lo dijo ha tiempo un profeta; Bendito seáis Padre, que revelasteis a los humildes tu verdad y la ocultasteis a los sabios y entendidos", mas no es porque Yo oculte mi verdad a nadie, sino más bien porque los limpios de entendimiento, en su pobreza e insignificancia pueden sentirme, mientras que los hombres de talento, cuyo entendimiento está lleno de teorías, de filosofías y de dogmas, no podrán comprenderme ni sentirme. Mas la verdad, que es para todos, llegará a cada quien en la hora propicia. 16 Llegarán muchos a deciros que no soy Yo quien os habla, que no es mi esencia divina la que se derrama en esta palabra; entonces, algunos dudarán y en su angustia me dirán: Maestro, żCómo es posible que pierda yo la fe y tenga que caminar sin ley y sin Dios? Mas decierto os digo, que quien me ha sentido y me ha visto, no puede negarme ya. 17 Un torbellino de ideas y de tinieblas ha mucho tiempo que desunió a los hombres. Un torbellino de luz en este tiempo les unirá. La torre de Babel que los hombres construyeron, ha sido destruida y sólo vestigios de ella quedan; mas en el corazón de los pueblos y de las razas, esa torre de soberbia ha seguido creciendo. Sólo un torbellino de fuerza espiritual puede derribarla y esa tempestad comienza a azotar sus cimientos y sus muros, mas cuando esta torre haya sido destruida, ahí, en su lugar, se levantará otra, la que no podrá ser destruida, porque sus cimientos firmes, no serán de desunión, sino de fraternidad y de armonía. - 7 - Parábola. 1 Encontrábase delante de Dios un espíritu lleno de luz, pureza e inocencia, el cual dijo a su Seńor: Padre, decidme cuál es mi misión, porque deseo serviros; y el Seńor, con dulzura le respondió: esperad, voy a unir en el mundo a un hombre y a una mujer y de su unión nacerá un hijo en el cual encarnaréis para que seáis hijo de los hombres y sintáis de cerca la ternura de una madre y la caricia de un padre, también para que recojáis experiencia y luz en las pruebas del mundo. 2 Regocijóse el espíritu y esperó. El Seńor entretanto unió al varón a una mujer con lazos de amor y así les envió por el camino de la vida. 3 Un nuevo ser germinó en el seno de la mujer y entonces Dios envió a aquel espíritu a encarnar, el que lleno de alegría se fundió en aquel cuerpo y al noveno mes contempló la luz del mundo. 4 La madre sonreía de felicidad y el Padre le contemplaba con orgullo. Aquel hijo era la obra de ambos, era el fruto de su amor. La mujer se sintió fuerte y el hombre se sintió semejante en algo a su Creador. Los dos se dedicaron a cultivar a aquel tierno corazón. 5 El espíritu que animaba al hijo sonreía al contemplar la dulce mirada de su madre y la faz severa y a la vez carińosa del padre. 6 El tiempo pasó y el padre en su lucha alejóse del nido de amor; por torcidos caminos se internó hasta perderse, y dejando en los zarzales los jirones de su vestidura, comiendo frutos venenosos y deshojando las flores que a su paso hallaba, sintióse enfermo y abatido y recordó a los seres que había abandonado. Intentó retornar en busca de ellos, mas las fuerzas le faltaron; entonces, sacando fuerzas de su flaqueza, arrastrándose y tropezando por el largo camino, llegó a las puertas del hogar, la esposa le recibió en sus brazos con lágrimas en sus ojos, el hijo estaba enfermo y agonizaba. 7 Contempló el padre a su hijo agonizante y pidió a las alturas su alivio, mesó desesperado sus cabellos y blasfemó. Mas aquel espíritu desprendióse de su cuerpo y voló al más allá. Los padres quedaron desolados mientras el uno al otro se hacían responsables él por haberse alejado, ella por no haberlo sabido retener. 8 Cuando aquel espíritu llegó a la presencia del Creador, pudo decirle: Padre, żPor qué me habéis apartado de los brazos de aquella dulce madre a quien mi ausencia ha dejado sollozante y desesperada? A lo que el Seńor le respondió: esperad, aguardad, que nuevamente volveréis al mismo seno cuando aquéllos hayan reconocido sus faltas y comprendido la ley. 9 El varón y la mujer continuaban unidos, solitarios, sintiendo interiormente arrepentimiento por sus faltas, cuando nuevamente fueron sorprendidos por el anuncio de un nuevo hijo y el padre hizo retornar al espíritu. Ve nuevamente a aquel seno le dijo, sed en aquel cuerpo que se prepara para la vida y recreáos de nuevo en aquel regazo. 10 Los padres, que daban por perdido al primogénito, no sabían que había vuelto a su seno, mas el vacío que el primero dejó, lo llenó el segundo, volvió la alegría y la paz al seno de aquel hogar, volvió a sonreir la madre y a recrearse el padre. 11 Ahora el varón temía apartarse de los suyos y procuraba rodearles de amor y permanecía cerca de ellos; pero el tiempo le hizo olvidar su pasada experiencia e inducido por los malos amigos cayó en el vicio y en la tentación. La mujer le reclamaba y comenzó a repudiarla, el hogar fue convertido en campo de batalla. Pronto el varón cayó vencido, enfermo y debilitado, mientras la mujer, dejando al hijo en la cuna, se levantaba en busca del pan para el inocente y el sustento también para aquel compańero que no sabía amarla ni cuidarla. Ella sufría humillaciones y blasfemias, atravesaba por peligros y desafiaba los instintos de los hombres de mala fe, 12 Y en esa forma llevaba el pan de cada día a los labios de los suyos. 13 Dios tuvo caridad del espíritu inocente y antes de que abriera sus ojos a la razón volvió a llamarle. Y cuando el espíritu fue ante su Seńor, le dijo lleno de dolor: Padre, nuevamente me habéis arrancado de los brazos de aquéllos a quienes amo, mirad cuán duro es mi destino, hoy os pido me dejéis ya en el seno de ellos o en el vuestro por siempre, mas no me hagáis ya caminar, estoy cansado. 14 Cuando el varón volvió de su letargo, contempló un nuevo cuadro de dolor, la esposa lloraba sin consuelo a la cabeza de su lecho donde yacía muerto el segundo hijo. Quiso el hombre arrancarse la existencia, mas el brazo de la esposa le detuvo diciéndole: no atentéis contra vuestra vida, detened vuestra mano, mirad que nosotros somos la causa de que Dios se lleva a nuestros hijos. El varón se serenó, reconoció que había luz en aquellas palabras. Día tras día fueron trayendo la calma a aquellos corazones, quienes recordaban con dolor a los hijos que partieron y que un día habían sido la sonrisa de paz en aquel hogar que después se hundió en la desolación. 15 Aquel espíritu preguntó a su Seńor: Padre, żNuevamente váis a enviarme a la tierra? Nuevamente, le dijo el Seńor y cuantas veces sea necesario hasta pulimentar a aquellos corazones; pero he ahí que cuando volvió a encarnar, su cuerpo estaba enfermo porque su madre se encontraba enferma y su padre también. Desde su lecho de dolor, aquel espíritu se elevaba al Padre en demanda de alivio. Esta vez no había contemplado la luz del mundo, no había sonrisas en sus labios, solamente llanto. La madre lloraba desde el amanecer hasta el anochecer junto a la cuna del infante mientras el padre, renegando y arrepentido, sentía que su corazón lo taladraba el dolor al ver que el hijo había heredado sus propias lacras. 16 Breve fue la estancia del espíritu en aquella carne enferma y voló nuevamente a la presencia del Seńor. 17 Volvió la soledad entre los esposos; pero el dolor les había unido cual nunca; sus corazones se amaban y se prometieron caminar unidos hasta el fin de la jornada. El varón cumplía con sus deberes, ella cuidaba a su esposo y ambos sanaban de sus males. 18 Creían difícil que Dios volviera a concederles un hijo más, pero he ahí que cuando el Seńor contempló que la salud corporal y espiritual florecía en aquellos seres, les envió a aquel espíritu, como un premio a la abnegación de la una y a la enmienda del otro, y del seno de la mujer brotó un cuerpecito fragante como un capullo, que inundó de felicidad y de paz a aquel hogar. 19 El varón y la mujer postrados, llorando de dicha, dieron gracias a su Seńor, mientras aquel espíritu sufrido y obediente sonreía a través de la carne diciendo a Dios, "Seńor, no me apartéis más de ellos, hay paz en mi hogar, hay amor en sus corazones, hay calor en mi cuna, hay leche y miel en el seno de mi madre, hay pan en la mesa, y en mi padre hay caricias y en sus manos herramientas de trabajo. Bendícenos. Y el Seńor, regocijado también en su espíritu, extendió su mano, les bendijo y los dejó unidos en un solo cuerpo, en un solo corazón y en una sola voluntad. - 8 - 1 Discípulos: con gran gozo y ternura me recibe hoy vuestro corazón, y es que antes estuvo entre vosotros el espíritu de la Madre, que os envolvió en su esencia. 2 ĄCuánto gozo habrá en vuestro espíritu, cuando ya fuera de la materia que le aprisiona, habite en las regiones celestiales y pueda estar oyendo siempre la voz de la Madre como un canto divino! 3 La fe y el amor hacia la Madre espiritual es una semilla que os confió para que la cultivaseis en el corazón de vuestros hermanos. Todos los que recibieron de mi mano la seńal en su frente, irán delante haciendo luz en el sendero. Ha tiempo que a los mismos les mandé seńalar las puertas de sus casas con la sangre del cordero, como símbolo de pacto y de purificación. Sólo Yo sé porqué en todos los tiempos os he seńalado; sólo Yo conozco vuestro destino y vuestra restitución y es por eso que siempre mi justicia os toca para que quedéis alejados de la maldad. 4 Cuando mi voz resonó como el eco de una campana sonora en este Tercer Tiempo, al instante reconocisteis quién llamaba y os levantasteis a escucharme para más tarde poder seguirme. Ninguno de vosotros se sienta rey o seńor por los dones que de mi mano ha recibido o por la dignidad de que ha sido investido; sed los más humildes, aunque también los más celosos de mi ley. 5 Este es el tiempo de vuestra actividad espiritual, en el cual os ayudará la experiencia que habéis recogido en el camino. Siempre que habéis sido en la Tierra, habéis buscado comodidades y placeres y cuando habéis habitado en el más allá os habéis concretado a una vida contemplativa. 6 Ahora es cuando estáis comprendiendo la finalidad de vuestra existencia y la esencia de vuestra misión espiritual. 7 Día a día los hombres abren nuevos surcos a la perversidad, y es allí donde debéis dejar caer esta semilla, labriegos de Jesús. Así dejad que la vida se deslice y cuando la muerte con su llave abra para vuestro espíritu las puertas de la eternidad, puedan decir vuestros hermanos, he aquí: un justo, es el que ha muerto, y al llegar ante mi presencia, el Padre os diga: Venid, que viviréis eternamente en Mí. - 9 - 1 En verdad os digo que no todos estabais velando y orando, porque mi mirada perspicaz ha penetrado en lo más profundo de vuestro corazón y ha descubierto cuanto en él cultiváis, ahí, donde muchas veces ni vosotros podéis penetrar. 2 Tiempo de juicio es éste para el mundo. Hombre por hombre, pueblo por pueblo y nación por nación, son juzgados por mi Divinidad; sin embargo, los hombres no se han dado cuenta de ello, no saben en el tiempo en que viven. Es ahora cuando viniendo en Espíritu hago descender mi rayo sobre el entendimiento del hombre y por su conducto revelo quién os habla, qué tiempo es el que vivís y cuál es vuestra misión. 3 El contenido de mis Tres Testamentos, lo he venido a depositar en el corazón de este pueblo, y sin embargo, sabiendo que poseéis la verdad y la ley, aún os levantáis desconociéndoos los unos a los otros. żÉs que la influencia de la guerra que se cierne sobre las naciones, también ha hecho presa de vosotros? 4 Os está hablando el único Dios que existe, al que llamasteis Jehová cuando os mostró su fuerza y os reveló la ley, al que llamasteis Jesús, porque Él es mi verbo, y al que llamasteis Espíritu Santo, porque soy el Espíritu de la luz y de la verdad. 5 żCómo es que ya mirabais tres dioses donde sólo existe uno? 6 Vosotros sois hijos de este Dios y aquí en la Tierra no sabéis amaros como hermanos que sois. Sabéis que hombres con hombres se dan muerte, y la sangre que corre a torrentes y el dolor que invade la Tierra no conmueve a vuestros corazones. Yo os he dicho: Orad y si cumplís con mis mandatos, no temeréis a las guerras, al hambre, a la peste o a las enfermedades desconocidas; mas si estáis exentos de estas penalidades, es para que oréis y veléis por vuestros semejantes. No pongáis en duda el poder de la oración porque es la mayor arma del espíritu. 7 La mano imprudente del hombre ha abierto las puertas que detienen las fuerzas y elementos de purificación, los cuales han caído sobre la humanidad. 8 Naciones de la Tierra que apurando estáis un cáliz muy amargo y sentís el dolor hasta lo más profundo de vuestro corazón, ya que así lo habéis querido, apuradlo con paciencia al menos, para que de esta experiencia podáis sacar luz y provecho para vuestro espíritu, al levantaros en pos del camino verdadero por donde llegaréis a las ruinas del templo que habéis destruido y que tendréis que reedificar, para que en él os hable mi voz y volváis a poseer mi ley. 9 Orad y haced méritos, pueblo, porque el espíritu de la guerra merodea vuestra nación y está al acecho. Vuestra misión espiritual os espera, no dejéis que el hambre, la peste y la muerte penetren entre vosotros. Si faltare fuerza a vuestra fe, tendréis que mesar de desesperación vuestros cabellos al ver a vuestros hermanos matándose, a vuestros hijos conociendo el hambre; el agua que bebáis será amarga, vuestros montes y vuestros valles se secarán y los árboles no darán frutos, y esta tierra, que por muchos es mirada como tierra de promisión por su riqueza y abundancia, no tendrá nada que ofrecer al extranjero, que en busca de libertad o de pan a ella se acerque. 10 Mientras que mi arcano, pleno de revelaciones y de misericordia, sólo espera la hora en que el mundo vuelva su mirada al Padre, mostrándose limpio y humilde, para derramar en él cuanto tengo reservado para el hombre. Os digo de cierto, que habéis estado desafiando siempre mi justicia y que en este tiempo os he aceptado el desafío. Vengo en son de guerra, mi poder es grande, mis huestes numerosas, mis armas invencibles. Al final Yo venceré, mas no me levantaré sobre los muertos, sino delante de los vivos; a nadie humillaré, pues todos levantarán su faz para ensalzar mi nombre. Y entre vosotros pueblo, quiero contemplar unión, caridad, respeto y amor de un labriego a otro y de un recinto hacia los demás. 11 Os concedo este tiempo, para que destruyáis en vuestro corazón la idolatría, el fanatismo y todo lo superfluo y malo que en vuestras prácticas y en vuestro culto existiere. Sentíd la palabra divina como desciende sobre el orbe, mas en medio de mi justicia, sentíd mi paz. 12 ĄOh valle de lágrimas y de sangre donde los hombres levantan su trono para adorarse a sí mismos y luego con sus manos cavar su propia tumba! Vengo a libertaros del pecado y de la muerte, porque ellos os han atado. Os digo de cierto, que este mundo ya no pertenece a esta humanidad. 13 La tierra, que cual madre abnegada y tolerante ha albergado a los hombres, desde ahora y a cada paso les seńalará el camino que conduce no hacia su seno, sino al seno del Altísimo, donde otra madre, la Madre espiritual, espera la llegada de sus hijos para envolverlos en su manto, que es promesa de felicidad. - 10 - 1 żPor qué de un día en que me comunico con vosotros, a otro en que vuelvo para daros una nueva lección, encuentro que ya os habéis despojado de la paz que os dí? No perdáis en los caminos los dones que os voy dando. Amedrentados venís por las pruebas y vicisitudes que encontráis a vuestro paso, contristado el corazón; así os veo casi siempre, cuando os he dado mi paz, para que crucéis con serenidad por la vida. 2 Os he enseńado a orar para que os libréis de riesgos y tropiezos, para vencer acechanzas y tinieblas. Os he enseńado que hasta los elementos escucharán vuestra oración cuando ellos desatados sean por mi justicia; pasarán de prisa sobre vuestras cabezas sin tocaros, porque supisteis orar con fe y limpidez. 3 De la escoria y del abismo os levantaré en espíritu en este tiempo a reconocer, no sólo a vuestro Dios, sino a reconoceros a vos mismos en vuestros dones y potestades. Antes tendréis que pasar por el crisol del dolor que os purificará, porque sin regeneración no podrán surgir los dones para brillar en toda su intensidad. 4 Las pasiones humanas, son como una tempestad que azota los muros y las puertas de vuestro santuario interior y sólo el que ora es fuerte para resistir sus embates, y el que vela sabe estar alerta para protegerse. 5 Cuando os hablo de templos y de santuarios, no me refiero a aquellos recintos que en lo material levantáis, sino a vuestro corazón, porque donde quiera que vayáis, ahí estará el templo y presente en él, Yo. 6 La humanidad ha creado religiones, semejantes a caminos que conducen hacia Mí, más os digo: Basta ya de caminar bajo la interpretación humana que cada quien da a mi ley; es tiempo ya de que todos sepáis recibir la inspiración de mi Espíritu, para guiaros por esa luz. 7 A veces pensáis: żPor qué sólo a este pueblo le he hablado, cuando son tantas las naciones que lo necesitan? A lo cual Yo os digo, que en aquel tiempo, fue sólo una turba la que presenció mi crucifixión y mi muerte; sin embargo, la sangre del Cordero de Dios, cayó sobre toda la humanidad para rescatarla del pecado; así en este tiempo, hablaré a estas congregaciones, mas la luz de mi Espíritu se derramará en todo el orbe. 8 Todos los medios de aprender y practicar os los he entregado, discípulos, y no quiero que cuando lleguéis en espíritu ante mi presencia, os presentéis sin cosecha, pretextando que la dureza, la rehaciedad de la carne, no tendrá méritos para presentarse ante el Seńor. Mucha fuerza tiene la materia en sus pasiones, inclinaciones y debilidades; pero el espíritu, está dotado de una potestad superior para que pueda imponerse. 9 żQué mérito tendría vuestro espíritu, si él actuara dentro de un cuerpo sin voluntad y sin inclinaciones propias? Pero he ahí que la lucha del espíritu dentro de su cuerpo, es de potencia a potencia, ahí encuentra el crisol donde probar su superioridad y su elevación, que es la prueba donde muchas, muchas veces, ha sucumbido ante las tentaciones que el mundo, a través de la carne, le ofrece a cada paso. 10 Es tanta la fuerza que el mundo y la carne ejercen sobre el espíritu, que os llegó a parecer que una fuerza sobrenatural y maligna es la que os arrastra al abismo y os pierde en las pasiones. 11 Cuánta es la responsabilidad del espíritu ante Dios. La carne no tiene contraída esa responsabilidad; ved como llegando la muerte, ahí descansa para siempre. żHasta cuándo haréis posible que vuestro espíritu prescinda de la materia y se haga digno de habitar moradas más perfectas que ésta? 12 El mundo ofrece coronas de metal, que sólo hablan de vanidad, de soberbia, de falsa grandeza. Al espíritu que sabe pasar sobre todas estas vanidades, le está reservada en el más allá otra corona; la de mi sabiduría. 13 En aquel tiempo, busqué los valles, las montańas, el mar y el desierto para hablaros; hoy también hay corazones que por su paz semejan valles, otros que son como un mar tempestuoso, como aquél que se encrespó, cuando Jesús con sus discípulos navegaban en la barca. Algunos por su elevación al escucharme, se parecen a la montańa y otros por su soledad y su aridez, se asemejan al desierto. 14 Vosotros, que oís mi palabra, amadla, estudiadla y ponedla en práctica. Cuántos deseando escucharla, no la podrán escuchar, porque no les fue dado oírla en este tiempo, mas os digo en verdad que su eco llegará a todos y ese eco será más puro aún, porque no será la voz del hombre la que a ellos llegue, sino la esencia de la Divinidad. - 11 - 1 Mi palabra viene a abriros el camino que estaba cerrado por la maldad y desobediencia de los hombres. Los ojos de vuestro espíritu también se abrieron para que contempléis la verdad. Todo ojo me verá. La penitencia bien entendida que os he pedido, es para que pongáis en vuestra vida un principio de regeneración. No os quiero en mis filas vistiendo hábitos de hipocresía, os quiero buenos y sinceros. 2 Sin libros humanos, llegaréis a adquirir un caudal de sabiduría y vuestro único libro habrá sido esta palabra con la que no tendréis influencia de doctrinas extrańas, ni malas interpretaciones, ni teorías de hombres, sólo mi ley. 3 El denso velo de vuestro materialismo os había creado una ignorancia que os hacía sentiros lejos de lo divino y os ocultaba la luz que debe iluminar la vida del espíritu. Mi voz rasgó ese velo en este tiempo y vine a mostraros mi santuario y a revelaros algo más de mi arcano. Ante mi manifestación espiritual, unos han encendido su lámpara de fe, mientras otros han preferido seguir mirando la vida con la luz que su débil conocimiento les ha dado. żCuándo comprenderéis todo lo que debéis atesorar para el espíritu? 4 Yo no prohíbo que escudrińéis la naturaleza y acumuléis conocimientos si estos son para el bienestar y el progreso de vuestra vida humana; pero también quiero que os intereséis por alcanzar luz para vuestro espíritu, porque será lo único que de aquí os llevéis, y también lo único que en la senda espiritual os sirva. Estoy tan cerca de cada hombre que basta con que me pregunte algo, para que al instante reciba mi respuesta. Nadie podrá reprochar al Padre haber estado alejado de sus hijos. Como un pastor amoroso he velado por todas mis ovejas y puedo deciros en verdad que ninguna se ha perdido. Ninguna puede perderse, porque doquiera estoy Yo; en todo sitio existe mi luz y la vida del Creador palpita en todo. 5 Descarriarse el hombre, eso sí lo puede hacer y hoy puedo deciros que sobre de mis hombros traigo muchas ovejas descarriadas y cuando estén ya en el redil, otras más traeré hasta guardarlas todas en mi aprisco. 6 Mucho dolor existe en el mundo; hoy sabéis que el dolor purifica al espíritu y al corazón, y que no es la primera vez que tenéis que desmanchar vuestro espíritu. El vaso de amargura vertió su contenido sobre el mundo y fue como un nuevo diluvio universal; pero más doloroso, más amargo y más prolongado. Tiempos vendrán en que no será el dolor el que sujete y detenga a los hombres, sino su conciencia. Si necesitáis el dolor aún como un freno, es ello la más clara seńal de que espiritualmente no poseéis gran adelanto. 7 Pensad, mis hijos, que tendréis que escalar la montańa, llevando a cuestas una cruz de dolor, pero entended, que esta cruz que os ha de elevar, no será la de vuestros pecados, sino la de vuestros sacrificios por los demás. A los hombres les digo que sean guías, defensores y guardianes de la humanidad; a las mujeres, especialmente a las madres, les digo: orad por las grandes multitudes de nińos sin padres, sin hogar y sin pan. Vuestras oraciones sean como las alas de la alondra que se abren para cobijar a los polluelos, mas en ese instante, no sólo penséis en los vuestros, que ellos tienen vuestra ternura, sino en aquéllos que en la tierra no tienen más que su soledad y su hambre de carińo. Orad por ellos. żQuiénes mejor que vosotras para comprender el frío, el vacío y la sed de esos tiernos corazones? 8 Orad y pronto vendrá a ellos el pan, el albergue y el carińo. La luz del Espíritu Santo vibrando está sobre todas las conciencias. 9 Confinados a la tierra habéis sido; a este planeta que siendo huerto maravilloso, donde el Creador se desbordó en bendiciones, vino el hombre a transformarlo en valle de lágrimas; mas los hombres llegarán a comprender que por restitución se les ha dado venir al mundo a ser los que transformen las tristezas, en un Edén de luz, una morada de fraternidad y paz. 10 Entre éstos que me oyen están los incrédulos que quisiesen hundir su dedo en la llaga para poder creer y a ellos digo, que sin necesidad de tocar mi llaga creerán y llegarán a comunicarse conmigo de espíritu a Espíritu. Primero lavarán su vaso por dentro y por fuera entonces caerá en él mi palabra como vino de gracia y de vida para el espíritu. 11 Cómo quisiesen los enfermos tocar mi túnica como en aquel tiempo, para sanarse. Y Yo os digo: żPor qué no tocáis mi Espíritu Divino con vuestro pensamiento limpio, con vuestra oración? - 12 - 1 Sentaos a mi mesa, discípulos. Para cada uno tengo reservado un lugar, para que desde ahí asistáis a mi cátedra. No reparéis si la persona por la que me comunico es hombre o mujer, si es anciano, joven o nińo. Conoced la esencia divina de esta palabra y entonces sentiréis mi presencia a través de cualquiera de mis elegidos. Aprovechad estos instantes, porque más tarde podríais llorar si no lo hicierais. 2 Dejad que crezca este pueblo como crecen los árboles, multiplicando sus ramas, como se extienden los ríos, formando nuevos ríos y arroyuelos. Mirad cómo de una congregación, brotan nuevas congregaciones en las comarcas y en las ciudades. 3 Es mi Espíritu el que les ha enviado a las comarcas, con un mensaje de espiritualidad. żPor qué hay quienes apartándose de los principios de espiritualidad que les he trazado, de dar amor y caridad sin interés alguno, van vendiendo los servicios que hacen a través de dones que nada les costaron? żNo recordáis que os dije desde las primeras lecciones que escuchasteis, que velaseis y oraseis, porque la tentación acechaba en vuestro paso? Haced memoria y recordad que también os dije, que más tengo que daros que vosotros que pedirme, para que os concretaseis a recibir de mi mano lo lícito. 4 Sabed que en el libro de vuestro destino, está marcado el día y la hora en que las puertas del más allá se abrirán para dar paso a vuestro espíritu; y entonces, desde ahí veréis toda vuestra obra en la tierra, todo vuestro pasado. No queráis entonces oír voces que sean reproches, ni quejas en contra vuestra, ni dedos que os seńalen como causantes de sus males. 5 Qué pena, qué dolor para un espíritu, llegar a aquella mansión de luz y de paz y sentir que hasta ahí llega el clamor de sus víctimas. Si no queréis atravesar por ese trance, cultivad ahora las tierras que os he confiado, sembrando en ellas la semilla de mi doctrina en toda su pureza. Tampoco os creáis incapaces de obras dignas de Mí y vayáis a soltar vuestras herramientas a media faena, para olvidar esta misión y entregaros de nuevo a las cosas del mundo. - 13 - 1 Venís presurosos a escuchar mi palabra, sabiendo que está muy cerca el tiempo en que ya no la escucharéis más. Vuestra conciencia os habla a cada instante, para levantaros de vuestro profundo sueńo. Asi es como debéis levantaros, por la conciencia. Ya para vosotros pasó el tiempo en que era menester se presentasen los profetas delante del pueblo, para exhortarlo a hacer penitencia y para amenazarlo con la justicia de Dios, si no oía aquella voz de alerta. Hoy quiero que sean los profetas que despierten a la humanidad y le trasmitan este mensaje celestial. Yo haré prodigios en vuestro camino, y os daré armas con qué luchar, porque seréis combatidos. 2 Muchas sendas torcidas enderezaré sirviéndome de la rectitud de mis buenos discípulos. La presencia espiritual del pueblo de Dios, llamado en la tierra Israel, se hará sentir entre la humanidad y muchos llegarán a comprender que lo que se había interpretado en forma material, tenía un sentido espiritual. 3 Si los espíritus que formaron este pueblo, se diseminaron por el mundo y por el valle espiritual, para cumplir con una restitución, ellos ahora, unidos con la luz del Espíritu Santo, congregarán a su paso a todos los hambrientos de libertad, de paz, de verdad y de justicia, de amor y de redención. 4 Os digo de cierto, que el pueblo de Dios es infinito, que a él pertenecéis espiritualmente todos, por lo tanto, ese pueblo no podía concretarse a una nación o a una raza. El pueblo de Israel, llamado por los profetas y los patriarcas de los primeros tiempos, el pueblo de Dios, es un símbolo de la familia universal, un pueblo formado por seres sabiamente escogidos para mis designios y al cual he tomado como instrumento para mis lecciones a la humanidad y como un libro abierto ante los hombres; libro que habla de evolución espiritual y material, de revelaciones divinas, de profecías, de interpretaciones humanas, de aciertos y de errores de ese pueblo, de esplendor y de decadencia, de libertad y de esclavitud, de luz y de tinieblas. Este pueblo no tendrá más tierra prometida acá en el mundo e irá buscando a los perdidos y reanimando a los débiles para enseńarles el camino del desierto, detrás del cual están las paredes de la Nueva Jerusalén, la ciudad espiritual, donde habitaréis eternamente con vuestro Maestro. 5 Mi Ley y mi justicia serán el valle donde se congregue este pueblo y de entre él surgirán los 144,000 seńalados como aquéllos que han de trazar el camino, de velar celosamente por la ley, de reanimar al pueblo en la jornada, de defender la fe. Serán soldados de paz, serán maestros en mi sabiduría, doctores para todos los males, consoladores y profetas. 6 Mi palabra, y todas las profecías, se cumplirán. Elevasteis mis manos en una cruz en aquel tiempo, las mismas que hoy os bendicen, que acariciaron a los nińos y ungieron a los enfermos; pero he desclavado mi diestra para extenderla hacia vosotros y daros la salvación. 7 Grandes cosas han contemplado las generaciones de este tiempo, pues sin que muchos se den cuenta, estáis atravesando la gran batalla, la cual no se libra sólo en vuestros campos o naciones en guerra, sino en muchos órdenes. En lo espiritual está la batalla, ahí donde vuestros ojos no penetran; en la mente y en el corazón humano; en la ciencia y en las religiones, en las instituciones y aún en los elementos y fuerzas de la naturaleza. Es que se avecina un nuevo tiempo, cuando el Séptimo Sello tenga que abrirse y sea la justicia y la luz en los espíritus y en los hombres. Antes tendré que enviar a la Tierra a espíritus grandes, llenos de luz, los cuales conducirán a la humanidad como a nińos a la salvación. 8 Orad y sentíd cómo Elías cruza el espacio desde un confín hasta el otro, haciendo luz en los senderos oscuros, rescatando a los que se han perdido, unificando a los manchados, despertando a los que duermen en la inconsciencia y ordenándolo todo, porque éste es su tiempo. No le temáis, amadle, porque ha venido como pastor a conduciros hacia el Padre, que es el aprisco celestial que os espera. - 14 - 1 He aquí a vuestro Maestro, discípulos. Vengo a descorrer el velo de muchos misterios; preguntad, pedid, que se os dará. No os diré más de lo que debéis saber. 2 En los tiempos pasados, no pude revelaros los misterios que os estoy dando a conocer en este Tercer Tiempo, porque vuestro espíritu no estaba capacitado para comprender a concebir más allá de lo que su desarrollo espiritual permitiá; mas mi palabra es la misma, inmutable, eterna. Vuestro espíritu es el que ha nacido, el que crece y evoluciona hasta alcanzar la perfección. El Espíritu Divino no tiene principio ni tendrá fin, es inmutable. 3 Dentro de vuestro espíritu vive un pueblo al cual he tomado como medio o instrumento para darle mis grandes lecciones a la humanidad. Tres han sido las grandes revelaciones que el Padre le ha hecho a este pueblo: La primera lección fue la ley de justicia en el Primer Tiempo, en la nińez del pueblo; la segunda, fue la ley de amor revelada al pueblo en el Segundo Tiempo, cuando apenas había penetrado en la adolescencia espiritual. La tercera lección es ésta que os estoy dando en la era presente, a la que he llamado el Tercer Tiempo, y en ella os revelo la ley espiritual en plenitud, ley que encierra todo cuanto os fue mostrado en los tiempos pasados y todo cuanto debe saber y poseer vuestro espíritu. Espiritualmente habéis alcanzado la juventud. 4 Si evolucionáis constantemente żPor qué había de traeros siempre la misma lección? He aquí porqué mi arcano os revela cada vez misterios más profundos. 5 Ante el materialismo y la maldad reinantes en esta época, dudáis de tener capacidad espiritual para comprender, sentir y vivir mis nuevas enseńanzas, y Yo os digo:que detrás de ese materialismo de la humanidad, detrás de su miseria, de sus vicios y ambiciones, existe un espíritu que a través de grandes jornadas y luchas sólo espera el instante de despojarse de su falsa vestidura para levantarse lleno de fuerza por la senda de justicia y amor que corresponde al espíritu. 6 La ciencia humana es la expresión materializada de la capacidad espiritual que el hombre ha alcanzado en este tiempo. La obra de los hombres en esta era no es tan sólo producto de la mente. 7 He aquí al Maestro, quien encontrando a sus discípulos en la juventud ya preparados para comprender la nueva lección, viene a reunir en un solo libro los tres misterios, las tres revelaciones divinas, como testamento de amor a los hombres. Esa es la razón por la cual os llamáis trinitarios, porque lleváis en vuestro espíritu, la simiente de esas tres lecciones; sin embargo, no todos se levantarán en este tiempo a seguirme, ni siquiera de éstos que me escuchan, pues no todos han despertado ni han sabido aprovechar las pruebas que en su vida han tenido. Existen los aletargados para las cosas espirituales, los estacionados, los confundidos; mas cada uno tiene reservado su momento para despertar y oír la voz de su conciencia. Los que se estremecieron en este tiempo al escuchar mi palabra, eran los que aguardaban con impaciencia mi venida, los que conservaban fresca mi promesa de volver, como espera el caminante perdido en mitad de la noche a que aparezca la aurora para encontrar el camino y proseguir el viaje. 8 Mi voz, que hoy materializo en esta forma, cesará de escucharse y entonces contemplaré vuestras obras, el fruto de mi siembra. Dejaré en cada uno de vosotros una espiga y un fruto, para que cuando sintáis hambre o algún menesteroso se acerque a pediros, no digáis al Padre que por qué os abandonó y os dejó sin heredad. Yo quiero que en esos tiempos, cuando sintáis necesidad de mis complacencias divinas, sepáis recurrir a vuestro espíritu y buscar en él, que ahí encontraréis guardadas muchas cosas que depositó mi mano en él. Ahí encontraréis mi semilla en abundancia, en espera de que preparéis las tierras, para que las sembréis. Yo os he enseńado a cultivar las tierras y a velar por la siembra. Mańana, vuestro espíritu recogerá el fruto de sus obras, como una cosecha digna de ser ofrecida al Padre y de ser guardada en sus graneros. 9 Habrá un instante en que mi palabra dada en este tiempo, aparentemente quede borrada del haz de la tierra, entonces se levantarán hombres inventando doctrinas espiritualistas, enseńando nuevas leyes y preceptos, ellos se dirán maestros, apóstoles, profetas y enviados, y Yo,por un tiempo les dejaré hablar y sembrar, les dejaré cultivar su simiente, a fin de que al recoger el fruto, sepan qué fue lo que sembraron. El tiempo y los elementos pasarán sobre sus siembras y su paso será como un juicio para cada una de aquellas conciencias. 10 Es menester que el mundo sepa de la impostura para que reconozca la verdad. Entonces, la verdad y la esencia que en este tiempo os entregué, volverá a resurgir entre la humanidad en toda su pureza y espiritualidad. 11 Ved a los hombres que conducen a los pueblos creando doctrinas e imponiéndolas a los hombres. Cada quien pregona la superioridad de su doctrina, mas Yo pregunto: żCuál ha sido el fruto de todo ello? Las guerras con su cortejo de miserias, de sufrimientos, de destrucción y de muerte. Esa ha sido la cosecha que aquí, en la tierra, han recogido los apóstoles de tales teorías. Ved que no he contrariado el libre albedrío de la humanidad, aunque sé deciros que sobre esa libertad, la conciencia está hablando incesantemente al corazón del que se aparta de la justicia, de la caridad o de la razón. 12 También en la vida humana haré comprender a los hombres cuales han sido los frutos de su siembra, dejando que tarde o temprano, los resultados de sus obras aparezcan como jueces. Después de ese juicio, vendrán los hombres a buscarme, entonces descubrirán que mi palabra se adapta a los hombres de todas las edades y civilizaciones, porque la palabra divina, mi doctrina, no pertenece a determinada época, pues es eterna. 13 Mi enseńanza imparte fuerza al espíritu para triunfar en todas las pruebas: el número de éstas, está anotado en el destino de cada criatura, żPor qué entonces retroceder ante el abismo? żPor qué acobardarse de la montańa que se levanta ante vuestros ojos? żNo sabéis que después de todos esos obstáculos está la meta que buscáis? 14 Cuanta debilidad veo todavía en vuestra materia, debilidad que muchas veces os hace blasfemar; si los elementos se muestran inclementes blasfemáis; si algún dolor aqueja a vuestro cuerpo, os desesperáis, si el trabajo os agobia, perdéis la paciencia; hasta el calor y el frío os enojan y las tinieblas de la noche os infunden miedo, żCómo no habéis de veros desmayados por vuestras bajas pasiones? żCómo no han de triunfar sobre el espíritu los apetitos de la carne? żCuándo seréis mis buenos discípulos? 15 Yo os digo que ser discípulo de Cristo no quiere decir que os apartéis tanto de lo material, que no conformándoos con apartaros de lo malo y de lo superfluo os apartaréis de vuestros deberes y goces materiales. Yo no os quiero fanáticos, ni esclavos de lo espiritual, cuando aún estáis en materia. El buen discípulo de Jesús, es aquél que sabe dar a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César. 16 Grande lucha espera a mi pueblo porque en su jornada tendrá que encontrar gran evolución en el espíritu y en la mente de la humanidad. He aquí por qué quiero que vosotros también evolucionéis en esta etapa de mi comunicación, para que nadie vaya a sorprenderos. Confiad absolutamente en mi palabra, sabiendo que en ella existe más sabiduría, que en el entendimiento de los sabios, y conocimientos que no se encuentran en todos los libros de la tierra. 17 Sembrad incansablemente el amor y la paz y de esta manera, iréis preparando vuestro camino espiritual, y cuando la muerte sorprenda a vuestro cuerpo, ya el espíritu haya recorrido gran parte del camino y lleno de gozo, contemple hasta donde lo elevaron las obras y los méritos hechos en la tierra. 18 Pueblo, ved cómo a medida que os profundizáis en mi enseńanza, vais dejando atras hábitos y costumbres y vais penetrando en una nueva vida más recta, más limpia, más espiritual. Es como un mundo nuevo el que surge del fondo de vuestro corazón. 19 Cuántos misterios ha venido a disipar mi palabra y cuántas erróneas interpretaciones he venido a rectificar. Así tendréis que ir vosotros por los caminos del mundo, esclareciendo mi ley a vuestros hermanos. Os digo: iréis, porque nadie es profeta en su tierra; Yo mismo, en aquel tiempo tuve que dejar Nazareth donde vivía, para ser creído en donde era mirado como extrańo, donde no se dijera de Mí: he ahí que aquel hombre que se dice el hijo de Dios, es el hijo de María y de José el carpintero. 20 Os digo esto, porque entre vosotros que habéis recibido mis dones espirituales, se encuentran aquéllos de quienes han dudado sus mismos padres, sus hijos o sus hermanos. 21 Entre vosotros están los que por manifestar algo de lo espiritual, han sido llamados como Yo, brujos, hechiceros. No olvidéis estas palabras, porque algunos tendrán que permanecer en su comarca; pero muchos otros tendrán que salir de ella y aun de su nación, para llevar mi palabra a otra gente. 22 Esta nación, fertilizada por el dolor, dió albergue a mi semilla y ésta germinó, mas no creáis que sólo vosotros tendréis esta luz, cuando llevéis mi doctrina a otros pueblos, veréis cuán pronto germinará y se extenderá. En aquellas tierras sí seréis profetas y emisarios y por lo tanto seréis creídos. - 15 - 1 A través de tres eras de evolución espiritual, me ha seguido vuestro espíritu, y aún no llegáis al final del camino. De manera voluntaria me habéis seguido, porque nunca he forzado a nadie a hacerlo. 2 Cuando de lo más profundo de vuestro ser surgió vuestra confesión y me dijisteis: "Maestro, eres Tú mi Seńor", fue la voz de vuestra fe la que habló y desde ese instante de iluminación interior, venís tras de mi huella paso a paso, cayendo a veces y levantándose de nuevo para seguirme. Cuánto goza el espíritu que siente sobre sí el peso de su cruz de amor. 3 Sólo quien no toma con amor su cruz, al llegar el momento postrero de su vida, tendrá que mostrarse inconforme e intranquilo y en su impreparación llegará a veces a ser blasfemo ante su Seńor, imitando al ladrón que a mi siniestra fue crucificado en el Calvario. Esta vida terrestre, es sólo una preparación, un peldańo, para llegar a la vida verdadera. 4 Mi doctrina, es la ley que os enseńa a vivir en armonía con lo espiritual y con la naturaleza. A pesar de la cruz que brilla en vuestra mente seńalándoos el camino certero y justo, lloráis, y es porque os alejáis de la ley y entonces ella os juzga y os sanciona. Cuando desafiáis a la naturaleza faltando a sus leyes, ella os toca al instante; sin embargo, sería injusto si dijeseis que ha ejercido venganza, porque Yo estoy en la naturaleza como estoy en todo. Si os empeńáis en arrojaros en un abismo. żCómo podréis evitar el dolor de la caída? 5 Sentíd cómo espiritualmente váis cruzando un inmenso desierto, más allá del cual existe una misión de paz, de perfección y de luz, prometida a vuestro espíritu. Mirad cómo habéis dejado a vuestras espaldas la ciudad lejana y pecadora; cuán lejos está. Vuestros pies están libres de cadenas y grillos, porque al fin dejasteis la esclavitud. Los ídolos insensibles e inertes, ante los cuales os inclinabais, muy lejos se quedaron, y más tarde serán derribados de sus pedestales, por otros que vendrán tras de vuestros pasos. Mas cuando vuestros enemigos os persiguiesen, un mar salvador se interpondrá a su paso, para que podáis llegar avantes al fin de vuestra jornada. 6 żQuién intentaría volver? Delante, en el horizonte, brilla la luz de la esperanza, detrás se encuentran las tinieblas del desengańo. 7 Adelante, pueblo; el desierto es árido, sin embargo, sobre el mismo desciende el maná y de sus rocas brota el agua. Velad y orad, porque hasta el mismo desierto os seguirán las tentaciones. ĄAy del que no velase ni orase!, ĄAy del que sea hallado débil en sus propósitos de regeneración! 8 Como soldados, cruzaréis las inmensas distancias y las soledades. Os he hecho reconocer vuestras armas. Ahí surgirá la batalla, y mediréis vuestras fuerzas, con aquéllos que intenten deteneros o destruiros. żCómo lograréis sobrevivir en esa batalla? No perdiendo la fe, atravesando por entre las tinieblas y la confusión, sin que vuestra luz se apague, llegando al final del desierto, con vuestro corazón libre de agravios, de rencores o de odios, amando y perdonando a vuestros enemigos. Veréis entonces, que vuestro espíritu se agigantó en la lucha, porque ella le obligó a no detenerse, a no retroceder, a hacer uso de todas sus potencias y facultades conocidas y a buscar en sí dones desconocidos o adormecidos. 9 Sed humildes ante vuestro Seńor, y seréis grandes en espíritu mas no debilitéis ante las tentaciones del mundo y de la carne; los hombres os dirán, que mientras Jesús os hace postreros y humildes, ellos os harán primeros y grandes en la tierra; mas no les creáis. 10 Yo también sé dar coronas, tronos y cetros en la tierra, como a David y a Salomón, cuando han sabido reconocer a su Seńor y a sus pueblos; y les he tocado con mi justicia, cuando me han traicionado, dejando que ellos mismos se desheredacen del don del poder, de la hermosura de la inspiración y de la sabiduría. 11 Hoy no vengo a ofreceros reinos de este mundo porque antes bien, os he venido despojando de posesiones terrestres, para que me sigáis con más libertad. El reino que vengo ofreciéndoos, está más allá de lo humano. El que alcanzare ese reino, no volverá a salir de él. 12 Mirad a los monarcas y a los seńores de la tierra. Cuán efímeros son su gloria y su reinado. Hoy los elevan sus pueblos, y mańana los hacen caer de su sitial. Nadie busque su trono en esta vida, porque creyendo adelantar detendrá su paso y vuestro destino es caminar sin deteneros, hasta llegar a las puertas de mi reino. - 16 - 1 Discípulos amados, meditad en mis palabras y sentid la responsabilidad de vuestros cargos. żPor qué olvidáis que he venido lleno de amor a perdonar vuestras faltas y a daros oportunidad de empezar una nueva vida? żPor qué caéis en rutina, si os estoy preparando para que transitéis el camino de evolución, en donde estáis descubriendo nuevos y bastos horizontes y alicientes sin fin para el espíritu? No os conmováis sólo en el momento de escuchar mi palabra; no lloréis vuestras faltas y hagáis falsos propósitos de enmienda que muy pronto váis a quebrantar. Velad para que seáis fuertes y firmes en vuestras determinaciones y que cuando prometáis enmendaros, lo hagáis con toda consciencia y vengáis a Mí, plenos de alegría para decirme: Padre, he cumplido tus mandatos, he obedecido, he honrado tu nombre. żNo habéis comprendido que he venido a vosotros, porque os amo? 2 A vosotros, varones, he concedido una heredad, una herencia, una mujer de quien sois administradores para que la améis y cultivéis; y ese corazón llega a Mí para presentarme quejas y llanto por vuestra incomprensión; Yo he dicho a vosotros que sois fuertes, que habéis sido formados a imagen mía; mas no os he mandado humillar a la mujer y hacer de ella vuestra esclava; os he hecho fuertes, para que representéis vuestro hogar, fuertes en la virtud, en el talento, y os he dado como complemento en vuestra vida terrestre como compańera, a la mujer, para que en el amor de ambos, encontréis fortaleza para afrontar las pruebas y vicisitudes. 3 Ha llegado el tiempo anunciado en que Yo había de hablar al mundo,y quiero que con esta palabra forméis volúmenes, y después hagáis extractos y análisis de ella żQueréis ocuparos de estas cosas? Os concedo el tiempo para que cumpláis con los cargos que os he dado en mi obra y fuera de ella; trabajad y habrá paz y alegría en vuestros espíritu; practicad sin envaneceros, sin encerraros en un círculo de egoísmo, sed báculo y ejemplo para vuestros hermanos materiales y espirituales, pues vuestra misión no se reduce a trabajar por los seres encarnados, sino que debéis ayudar a los desencarnados, a esas criaturas necesitadas de amor y caridad que muy pocos recuerdan. No os baste creer y reconocer mi venida en este tiempo, es menester que practiquéis también lo que Yo os enseńo. 4 No dejéis que los nińos se pierdan por falta de enseńanza, mirad que sus espíritus evolucionados tropiezan en la tierra y se desvían, habiendo sido preparados para cumplir grandes misiones. PARÁBOLA 5 En medio de un huerto floreciendo, se encontraba un anciano venerable contemplando lleno de gozo su obra. Una fuente que desbordaba aguas cristalinas regaba el cultivado huerto. El anciano quería compartir sus frutos e invitaba a los caminantes a disfrutar de sus bienes. Hasta él llegó un varón enfermo, leproso; el anciano lo miró con amor, lo recibió y le preguntó qué solicitaba. El caminante le dijo: no te acerques a mí porque estoy leproso. El anciano, sin sentir repugnancia, lo hizo pasar, le dió abrigo en su casa, lo alimentó sin preguntarle la causa de su mal. El leproso, en la compańía del anciano, limpió su cuerpo y lleno de gratitud le dijo: Me quedaré contigo, porque tú me has devuelto la salud, yo te ayudaré a cultivar tus tierras. 6 Después llegó hasta aquel lugar una mujer con la desesperación reflejada en el rostro y el anciano le preguntó. żQué necesitáis? Y ella llorando contestó no puedo ocultar mi falta, he adulterado y he sido arrojada de mi hogar, mis pequeńos hijos han quedado abandonados; el anciano le dijo: No volváis a caer en el adulterio, amad y respetad a vuestro esposo, y mientras volvéis a vuestro hogar, bebed de esta fuente cristalina y purificaos, mas la mujer replicó: No puedo volver a mi hogar, mas tú, haz llegar a los míos tu llamado y yo quedaré a tu servicio. Pasaron los días y los pequeńos que habían quedado solos, fueron en busca del buen anciano que sabían que repartía caridad y a ellos les dijo: żQué buscáis? Ellos contestaron: hemos quedado solos en el hogar, nuestro padre y nuestra madre nos han abandonado y venimos a ti en busca de pan y de abrigo, porque sabemos que en tí los encontraremos. El anciano les dijo: pasad, vuestros padres están conmigo, descansad y reuníos con ellos. Con aquella bendita compańía, recobraron la paz y hubo perdón y reconciliación y volvieron a la vida cotidiana. El padre regenerado, volvió a cobijar bajo su techo a la mujer y dió calor a los pequeńos; ella, arrepentida y limpia, fue regazo para el varón y cuna para sus hijos. Los pequeńos que creían haber perdido para siempre a sus padres, dieron gracias al anciano por devolverselos y por permitir que su hogar fuese redificado. 7 Yo os digo en verdad; si me buscáis en vuestros más grandes problemas, encontraréis siempre solución a ellos. En mi regazo de Padre caben todos mis hijos. Yo a nadie rechazo, antes bien, me sirvo de vuestras pruebas para purificaros y acercaros a Mí. Venid todos y recobrad la paz y la salud. Bebed de la fuente cristalina y sed salvos. - 17 - 1 Benditos seáis, porque sabéis amarme y glorificarme. Conmemoráis en este día mi entrada en Jerusalén y evocáis los tiempos en que Yo viví con vosotros; volvéis a sentiros fuertes ante mis prodigios y hacéis público vuestro testimonio de que este Maestro es el mismo que os habló en el Segundo Tiempo y Yo os digo, que no os olvidéis de lo que hicisteis con Jesús, para que no se repita en esta era. Yo sabía que después de vuestro júbilo ibais a debilitar ante la palabra de los sacerdotes y vuestros cantos de hosanna iban a cambiarse por los de crucificadle, crucificadle. ĄOh, mis hijos, que no habéis sabido percibir mis manifestaciones al través de los tiempos y no veláis, esperando el cumplimiento de mis profecías! Yo fui el Cordero inmolado en esa pascua que celebró mi pueblo. Sólo después, cuando los tiempos habían pasado y conocisteis la esencia de mi doctrina, el por qué de mi sacrificio, llorasteis y os arrepentisteis, por no haberme reconocido. 2 Los tiempos han pasado y os encontráis en una nueva era de luz y manifestaciones espirituales y aquel Maestro viene a buscar en el fondo de vuestro corazón su semilla, y en vuestro espíritu, su templo. Yo os pregunto żPor qué no me sentís si estoy tan cerca? Es que os habéis materializado y vuestra mente se encuentra ocupada en las ciencias, pensando sólo en lo que pertenece al mundo. Habéis olvidado al espíritu, me decís con angustia que habéis perdido el camino, mas por eso he venido, para rescataros y haceros habitar en un mundo de paz y de satisfacciones. Oídme y mi palabra os hará despertar a una nueva vida, y vuestras dudas y temores se disiparán. Vuestra conciencia, que lleva un pesado fardo, descansará al sentir que mi perdón cae en vosotros. 3 żPor qué no dejáis en Mí vuestra causa? żPor qué hacéis justicia por vuestra propia mano, y tomáis mi lugar de juez, cuando una grande prueba se cierne sobre vosotros? No sabéis que estáis en un tiempo de pruebas y de restitución? Mirad que todos faltáis ante Mí y Yo no os he juzgado ni delatado en público. Si os he dado el libre albedrío es para que os sintáis semejantes a Mí, con todos los derechos y hagáis obras semejantes a las mías y así podáis desplegar vuestro espíritu y perfeccionarlo en la práctica del bien. 4 Yo os convierto en labriegos y os doy mi semilla para que la sembréis en los enfermos, en los tristes, en los delincuentes; y si alguno se siente indigno de recibirla, hacedlo llegar a Mí y Yo sabré dignificarlo, para que no se sienta menos preciado. Evocad a la Madre en su ejemplo, como Espíritu Divino y como mujer y unid en vuestro espíritu el amor de Ella y el Mío, pues ambos espíritus tienen una sola esencia. Yo os cubro con el velo de mi providencia y os doy mi paz. - 18 - 1 Os preparo para recibir mi palabra y ella caiga como rocío sobre las plantas sedientas; como agua cristalina que apague la sed de vuestro espíritu. Yo os recibo como tiernos nińos en mi regazo de Padre. 2 Empezáis a dar los primeros pasos en tierra firme, mas si os estacionáis y más tarde desoyerais mis mandatos, no cerréis el camino a vuestros hermanos, a los que vendrán después de vosotros llenos de anhelo de servirme, a los que se han preparado y me están esperando. No seáis tampoco vosotros, como ciegos que guiéis a otros ciegos. Si no aprendéis ahora żQué podréis enseńar? Penetrad en mi Obra e iluminaos para que podáis comprenderme. Yo soy Alfa y Omega, principio y fin de toda enseńanza. 3 Pueblo: Yo os anuncio las pruebas, tres cuartas partes de la tierra desaparecerán el dolor llamará a todos los corazones y el mundo sufrirá grandes rigores. Mas os digo que si os preparáis, por uno de vosotros se salvará una comarca. Y la ciencia que el hombre ha alcanzado no bastará para curar las enfermedades extrańas que han de aparecer; entonces comprenderéis que tenéis que elevaros más allá de lo terrestre para sanar y remediar los males. Israel librará al mundo de grandes calamidades, mas cuánto tenéis que prepararos para cumplir este destino. Y los apóstoles de este tiempo irán de comarca en comarca llevando la "buena nueva" y los dones para derramar todo lo que les he entregado. Y con cada prodigio que les conceda levantarán la fe de nuevos corazones y su misión será grande. Mas ĄAy! De ellos si se envanecieran, porque perderán los dones. 4 Respetad unos a otros vuestros dones. Cultivad el árbol que os he confiado, pues todos sois labriegos de una sola campińa. Mi mirada os sigue por doquiera y conozco vuestras obras y pensamientos. Yo recibo vuestro trabajo y os bendigo. Velad y orad por el mundo. - 19 - 1 Yo recibo en mi regazo al hijo que por mucho tiempo estuvo ausente y hoy viene en busca de paz y de consuelo para su corazón. Miro a algunos de mis hijos acercarse a Mí, y a otros aún muy distantes, pero todos se encuentran atentos, esperando a que mi voz les diga: héme aquí. 2 No se han olvidado mis palabras del Segundo Tiempo y aunque la carne es frágil y con sus actos niegan ser mis discípulos, el espíritu es fuerte y cree y confía. 3 Vosotros que hoy me escucháis, sabéis las tinieblas que habéis atravesado, el camino de vicisitudes que habéis cruzado para llegar a Mí. Os encontráis en la ribera de un río, bajo la sombra de un árbol, oyendo esta voz esperada por mucho tiempo; mas con todo esto, no habéis llegado a la cumbre del monte, no estáis en la cima de la perfección en donde Yo os espero; habéis llegado sólo ante vuestro Maestro que viene en espíritu y al escucharme os convertiréis en párvulos y discípulos de mi nueva enseńanza; aprendiendo de Mí, os haréis fuertes y aunque seáis pobres en la tierra, poseeréis las riquezas del espíritu. 4 La fama de mi palabra traspasará en breve tiempo las fronteras de vuestra nación, y los hombres de ciencia, los que estudian las Escrituras Sagradas, se levantarán negando mi venida, pero Yo daré seńales y haré prodigios por conducto de mis escogidos y con ello conmoveré al mundo. Ya están diseminados en todas las naciones hombres de espíritu elevado, profetas, a quienes he dado una espada para combatir toda falsa teoría y doctrina y sólo prevalecerán aquellas que tengan por base el amor y la verdad. 5 En todos los tiempos he enviado a la tierra espíritus virtuosos que enseńen y sean ejemplo: consejeros, ministros de mi ley, legisladores, guías, y ellos os han seńalado vuestros deberes, os han dicho que vuestra misión no se reduce al amor de vuestra familia, sino que más allá de esos límites debéis amar, enseńar y ayudar a vuestros hermanos. También os han enseńado que después de estas pruebas de la vida, os espera la vida espiritual, en donde recogeréis los frutos de vuestra simiente en la tierra. 6 He preparado espíritus y les he hecho encarnar habiéndolos dotado de sabiduría y potestad, y cuando su cuerpo se ha desarrollado y se han encontrado en el completo uso de sus facultades, el espíritu se ha manifestado fuerte y grande; esos son los hombres de ciencia, los pastores, los gobernantes; mas cuán pocos han cumplido su misión. Cuán pocos son los que han desarrollado sus dones y han trabajado con fe firme. Los más se han envanecido o han hecho mal uso de sus dones, y no han alimentado el espíritu de los hombres, no han sabido guiar, ni han calmado el dolor. 7 Por eso, al contemplar a mi rebańo perdido sin pastor en la tierra he venido a mostrar mi doctrina pura y os he dado el principio de ciencia para que viváis en paz, y cumpláis con la Ley Divina y con la ley humana. 8 żEn dónde están mis apóstoles humildes y sacrificados? żCuáles son los beneficios que la ciencia ha hecho a la humanidad? Hay muchos que dicen ser sabios y no aman ni enseńan el amor. Sabiduría quiere decir luz, y luz es amor, comprensión de las leyes divinas y humanas. 9 En el Segundo Tiempo me hice hombre por amor a los hombres, y aquella carne fue formada por obra de mi Espíritu, y cuánto han juzgado los hombres de ciencia este misterio que pertenece a mis íntimos juicios. En verdad os digo, que las obras divinas no pueden ser juzgadas a través de la ciencia humana. 10 El espíritu que animó a Jesús, fue el propio mío. Vuestro Dios que se hizo hombre para habitar entre vosotros y dejarse mirar, porque así era menester. Sentí en cuanto hombre, todos los sufrimientos humanos, hasta Mí llegaron los que habían estudiado la naturaleza, hombres de ciencia, y encontraron que de mi enseńanza, nada sabían. Grandes y pequeńos, virtuosos y pecadores, inocentes y culpables, recibieron la sustancia de mi palabra y a todos los hice dignos de mi presencia, y siendo muchos los llamados, pocos fueron los escogidos, los que estuvieron cerca de Mí. 11 Defendí a los pecadores. żNo recordáis a la mujer adúltera? Cuando fue llevada hasta Mí, perseguida y condenada por las turbas, los fariseos llegaron y me preguntaron żQué debemos hacer con ella? Los sacerdotes esperaban que Yo dijera: haced justicia, para replicar después: żCómo es que predicas el amor y permites que esta pecadora sea castigada? Y si Yo hubiese dicho: dejadla en libertad, ellos hubieran respondido: en las leyes de Moisés que dices vienes confirmando, hay un precepto que dice: "Toda aquella mujer que fuese encontrada en adulterio, morirá apedreada". Yo, contemplando la intención de aquéllos, dije: dejad que llegue hasta Mí, e inclinándome, escribí en el polvo de la tierra los pecados de aquéllos, y cuando llenos de curiosidad se acercaron, leyeron, y reconocieron sus errores, se alejaron cubriendo sus rostros. Ninguno estaba limpio, y sintiéndose mirados por Mí hasta el fondo de su corazón, no acusaron más a aquélla, por que todos habían pecado; mas la mujer, en compańía de otras que también habían adulterado, se arrepintieron y no volvieron a pecar más. Os digo que es más fácil convertir a un pecador por el amor, que por el rigor. 12 Mi enseńanza fue escrita en la conciencia, y no podrá ser borrada, porque su esencia es inmortal, como el espíritu que poseéis. 13 Vosotros que ahora me oís, aprended, y los que habitan otras naciones recordad mis palabras del Segundo Tiempo, en tanto llega a vosotros mi mensaje de este Tercer Tiempo, y poneos a salvo. 14 Quiero que vosotros hagáis llegar mi palabra a otras tierras antes de que ellos se levanten hablando de mi nueva venida, y que cuando os encontréis, no os desconozcáis, sino que déis testimonio y ellos confirmen mis palabras y obras. 15 Os he atraído para enseńaros y libertaros del pecado. Si grandes son vuestras faltas, mayor es mi perdón; en este camino de pruebas y vicisitudes, vivid, experimentad, conoced mi Ley, y cuando os dejéis guiar por la conciencia, no infringiréis Mis Leyes, ni las leyes del mundo, y cuando faltéis, sabréis arrepentiros y purificaros y reparar la falta. Cuando lleguéis al final de la jornada, no habrá dolor ni remordimiento, estaréis en paz. - 20 - 1 Vengo a daros mi enseńanza como en aquel tiempo en que viví cerca de vosotros y os mostré mi ejemplo y redimí al género humano. 2 El mundo, aún no conforme con aquella lección, pide en este tiempo que la sangre inocente se derrame una vez más, pero este Maestro ha venido en Espíritu y esa prueba de amor no se repetirá en la misma forma. Hoy os estoy hablando por conducto de hombres, enviando infinidad de rayos de luz en los que os doy mi sabiduría para que seáis salvos. 3 He mirado que de mi enseńanza de amor y de humildad, nada queda en el corazón de muchos pueblos. Se han levantado unos contra otros y los fuertes humillan a los débiles, y mis enviados espirituales, a quienes he encomendado la misión de inspirar a los gobernantes la paz y la concordia, han vuelto a Mí con la angustia, por no haber sido oídos ni obedecidos; entonces Yo he permitido que el mundo apure su cáliz y este dolor lo ilumine y lo haga retornar al camino. 4 Y en esta hora de prueba tenéis a Elías inspirándoos la oración y las buenas prácticas, para que contrarrestéis el mal; tenéis a vuestra intercesora velando más cerca que nunca por esta humanidad que ha desoído sus consejos y advertencias de Madre; y a Mí, vuestro Padre inmutable en mi amor, dándoos una oportunidad más para que os regeneréis y elevéis vuestro espíritu. 5 Si más allá de vuestra nación vuestros hermanos se hieren y matan sin piedad, destruyen la paz, aniquilan a los pueblos débiles y siembran a su paso el terror, la miseria y el luto, vosotros, a quienes he preparado y anunciado ha mucho tiempo estos acontecimientos, velad, enviad pensamientos de paz, enmendad vuestro corazón, practicad mi enseńanza y de esta manera estaréis contrarrestando el mal. 6 Os he llamado entre grandes multitudes que forman la humanidad, para manifestaros mi doctrina, mi voluntad; mas he invitado a todo espíritu a perfeccionarse en el camino del cumplimiento. Entre todos, vosotros sois los más responsables, porque habéis palpado el cumplimiento de todas mis palabras. 7 Los elementos y fuerzas de la naturaleza serán desatados para purificar y restaurar todo lo que ha sido manchado y profanado por el hombre en la tierra. 8 Los nińos de este tiempo se conmueven ante el caos que están palpando y su corazón inocente se eleva a Mí para pedirme luz para los gobernantes y acierto en sus determinaciones y me presentan esos pueblos que han padecido bajo el yugo de otros más fuertes y me piden que vuelvan a ser libres. Y sus dones de amor y de justicia palpitan dentro de ellos y su clamor es paz y buena voluntad entre los hombres. Yo recibo su oración y la hago llegar como un bálsamo, sobre las necesidades de esas naciones en guerra. 9 Espíritus benditos de los nińos, no salgáis del estrecho camino de sumisión, obediencia y buenos sentimientos. No os dejéis contaminar, rechazad al espíritu de la guerra, huid de la influencia del mal. Confiad en Mí y dejad que os guíe. 10 A vosotros que sois mayores, os contemplo también como nińos y peso en mi mano vuestras obras. Tomad la luz de mi enseńanza y confiadme vuestras cuitas, sed fuertes ante el dolor y resignaos con vuestro destino. En vuestra oración me presentáis al mundo que sufre y Yo recibo vuestra intercesión. A vosotros como a todos mis hijos, entrego por igual mis dones. - 21 - - 1 Acercaos multitudes. Si en el Segundo Tiempo fueron doce los que a mi mesa se sentaron, hoy quiero que me acompańen en gran número; hay quienes se estremecen ante mi palabra en este tiempo, quienes lloran, y quienes se sienten indignos de oírla. Yo, que sé quién es cada uno de vosotros os digo: que entre este pueblo, que en turbas viene ahora a escuchar mis enseńanzas, vienen los que dudaron de Jesús y también los que gritaron ante la casa de Pilatos: Crucificadle, crucificadle. 2 Cuántos de éstos me vieron ir hasta el Calvario con la cruz a cuestas, sin saber a quién iban acompańando y cuántos vieron las lágrimas de María, sin darse cuenta quién era la que lloraba; vedme de nuevo doctrinando y convirtiendo en mis discípulos a aquéllos que en otro tiempo no supieron reconocerme. 3 En la cruz pedí perdón por vosotros, porque no sabíais lo que estabais haciendo; ese perdón se tradujo en una nueva oportunidad que el Padre os brinda, para que abráis vuestros ojos a la verdad y os salvéis y os acerquéis a Mí. Y aún hay quienes vienen buscando imperfecciones en mi palabra para tener motivo para no creer y para no seguirme. Mas de cierto os digo, que en la esencia de mi palabra no existe mancha alguna, en cambio, con esta palabra humilde y sencilla, he venido a borrar muchas manchas de vuestro corazón. 4 Bajo mi juicio podéis encontraros todos, y no habrá nada que os haga estremecer con más fuerza que mi amor, porque mi juicio es de amor. En aquel tiempo, José de Arimatea abrió las puertas de su casa, para que allí el Maestro, en unión de sus discípulos, celebrase la Pascua cuando aún no sabían que el Cordero inmolado en esa fiesta sería Jesús. 5 Ahora vengo a pediros que preparéis en vuestro corazón la estancia donde Yo pueda penetrar a recordaros con mi palabra, las obras y palabras que sellé con mi sangre en aquel tiempo; no os concretéis a conmemorar mi pasión durante estos días, es menester que construyáis el santuario donde viva eternamente fresca la lección de amor que os trajo Cristo a la tierra; ese santuario será indestructible ante las tempestades que en estos tiempos agotarán la fe de la humanidad. 6 Hoy estoy haciendo escuchar mi palabra en muchas comarcas, ciudades y aldeas, para que sean muchos los que me escuchen; a mi paso voy sembrando bálsamo, consuelo y paz en los corazones; voy alentando la esperanza en los que perdidos se creían, y voy levantando a la vida a los que muertos en el mundo y en el pecado se encontraban. También en aquel tiempo fui de comarca en comarca, despertando a mi llegada el alborozo entre los menesterosos, los enfermos y los pobres de espíritu, no todos habrían de seguir mis pasos, mas ellos quedaron para ser testimonios vivientes de los prodigios que en ellos hice. En turbas llegaban ante Jesús hombres, mujeres y nińos, cuyos rostros afligidos y cuyas lamentaciones me hablaban de su miseria y de su padecimiento. 7 Ellos habían oído rumores y noticias de mis milagros, y ansiosamente esperaban el paso del Rabí de Galilea para extender sus manos hacia Él y pedirle una prueba de su poder; esos eran los corazones sencillos; mas quedaban otros, los de los escribas, los doctores de la ley, los fariseos que en su aversión a Jesús, llegaron a pedirle que les mostrara su mano para ver si era visible el poder con que curaba a los enfermos con sólo tocarlos. 8 Mi piedad no distingue a nadie, Yo era el Padre que venía por el dolor de todos mis hijos, Jesús, el doctor era todo bálsamo, no era necesario que tocara el cuerpo del enfermo para devolverle su salud; a veces, para dar a las multitudes una prueba de lo que puede la fe, dejaba que algún enfermo se acercase hasta Mí y tocase mi túnica, para dejarlo sano. 9 Ya no es Jesús hombre, el que viene hasta el haz de vuestro mundo en pos de los pecadores y necesitados, es ahora Jesús espíritu, el que se manifiesta a la humanidad para descubrir entre las multitudes de este tiempo a los nuevos discípulos que le han de ser fieles hasta el fin. En una mesa espiritual, les ha ofrecido pan y vino espiritual, invisible a los ojos humanos, pero reales ante el espíritu. Muchos de éstos que hoy escuchan fervientemente mi palabra, en aquel tiempo no me creyeron, Yo os pregunto: żQué cosas y qué tiempos esperarán los que ahora escuchándome no creen en mi comunicación? Dudan porque me comunico por medio de hombres rudos y sencillos y no lo hago por medio de sabios o de altos téologos; mas Yo os digo que siempre me encontraréis entre la humanidad. 10 Los que conocen el valor de esta palabra y sienten su Esencia divina, son los que la guardarán como la semilla de la espiritualidad que mańana habrán de extender por el mundo. 11 La voz del Seńor se escuchaba en el tabernáculo del Primer Tiempo, pero aquellos días están muy distantes: hoy, el tabernáculo donde se escuchaba mi palabra es el portavoz humano; mańana, será mi inspiración la que penetre en cada espíritu en una comunicación íntima entre el Padre y sus hijos. 12 Os dije en aquel tiempo: "No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que viene de Dios", por lo tanto, el pan con que representé mi cuerpo, fue sólo un símbolo, hoy os digo: tomad el pan de mi palabra, bebed el vino de su esencia, y os sustentaréis para una eternidad. - 22 - 1 Mirad cómo mi esencia divina es capaz de brotar por los labios de un pecador. żNo es ese un prodigio de poder y amor? Es que Yo soy aquél que saca luz de las tinieblas, y aún de la escoria sabe servirse para buenos fines. Por conductos humildes he venido a hablar a los humildes y a los parias, porque si los seńores de la tierra, transmitiesen este mensaje a la humanidad, de cierto os digo que os hubierais quedado sin dones y sin cargos que cumplir, no habríais comido en este banquete, y tendríais que haberos conformado con mirar el festín desde el quicio de la puerta; en cambio, por medio de estos entendimientos, vírgenes de teorías, de ciencias y preocupaciones religiosas, he hecho un llamado a toda la humanidad sin distinguir a nadie por su clase, su nacionalidad, su religión o su idioma. 2 Mi voz viene desde el reino del espíritu, donde Yo soy el Rey, aquel paraíso donde todos seréis con vuestro Seńor, cuando humildemente y llenos de fe desde vuestra cruz me digáis como Dimas: "Seńor, cuando seáis en vuestro reino, acordaos de mí". Vuestra cruz es la que os he confiado al entregaros esta misión de doctrinar, de sanar enfermos, de consolar, de revelar mis divinos mensajes a la humanidad; pesa esta misión, porque encierra responsabilidad, porque es delicada, porque es limpia y sobre el cumplimiento de ella caen los dardos que os dirigen los incrédulos, el oprobio, la calumnia, la burla. 3 Así iba Jesús por la vía dolorosa soportando el peso de la cruz, que era incomparablemente menos que el peso de la ingratitud de aquellas turbas. 4 He aquí al Maestro mencionando hechos de otros tiempos, para relacionaros con obras del tiempo presente, para que podáis comprender mejor mis enseńanzas. Yo quiero que esta doctrina se extienda por el mundo y conmueva los cimientos de vuestra vida humana, para que sintiéndose iluminada y despierta ante una vida que ignoraba, porque le parecía que no existía, se levante a formar en el mundo un solo hogar, una sola familia. Ese será el verdadero pueblo de Israel, el pueblo de Dios donde desaparezcan diferencia de linajes, de castas y de tribus, porque serán todos, ramas que proceden de un solo tronco. 5 Vosotros que habéis tomado en vuestros hombros esta cruz, reconoced la responsabilidad que tenéis de mostrar a la humanidad la verdad de mi venida y la verdad de mis prodigios; por eso os pido nobleza de sentimientos, consciencia de quienes sois respecto de Dios y de la humanidad y para eso os enseńo la espiritualidad. 6 Preparáos así y seréis los buenos soldados de esta lucha, los verdaderos israelitas por el espíritu, los fieles discípulos; nada escatiméis por probar la verdad de esta palabra. No olvidéis que Cristo por probar la verdad que predicaba dejó que su cuerpo fuese destrozado. żPor qué había de defender la vida de aquel cuerpo, cuando antes había dicho que su reino no era de este mundo? Así vosotros, también pensad que para alcanzar la vida eterna que a vuestro espíritu le aguarda, se le pueden sacrificar muchas cosas. 7 Si queréis en el mundo apartar de vuestro hermano las manchas que en su espíritu lleve, antes tenéis que desmancharos; si queréis ser perdonados, antes tenéis que perdonar. 8 Qué hermoso será para vuestro espíritu, que al llegar su último instante en la tierra, su conciencia, llena de paz, sea digna de hablar así al Padre: "Seńor, todo está consumado". - 23 - 1 Vuestra oración se eleva hacia Mí, como el perfume de las flores. Dejad que vuestro corazón saboree el pan de vida eterna. No es esta la primera lección que Jesús os da, ya en otro tiempo vine en cuanto hombre para enseńaros a hacer en la humildad, a vivir para los demás y a morir en la cruz del amor. Hoy me escucháis, y os parece que es la primera luz que recibe vuestro espíritu y es que aquella lección no la habéis llegado a comprender. Vengo nuevamente buscando al enfermo, y el enfermo es el mundo, gemís en este valle de expiación y vuestros lamentos llegan hasta Mí. 2 Cuando el dolor llega a ser muy acervo, entonces el hombre más indiferente y frío se acerca a Dios, y vuelve sus ojos a Mí en busca de caridad; en su desesperación, ésta es la oración que los hombres elevan: "Seńor, żPor qué no me concedéis lo que tanto os pido? Si no habéis de atender mi súplica, entonces acortad mis días en la tierra, ya que no tiene objeto sólo sufrir". Cuánta ignorancia revela esa forma de hablar al Padre. 3 He aquí por qué mi enseńanza en este tiempo viene a sacaros de las tinieblas para que nunca os extraviéis del sendero de luz, aún en medio del dolor. Pronto todos sabréis que Yo no os he creado para el dolor, porque el sufrimiento y el dolor, no nacieron de Dios sino de las criaturas del Seńor; ahora es menester que recorráis todo el camino para que recobréis toda vuestra luz y vuestra pureza, que en girones fuisteis dejando en los abrojos del camino. 4 Ciertamente vuestra vida es como un mar tempestuoso en el que por instantes teméis perecer, mas, ya que habéis descendido mucho por causa de vuestras imperfecciones, al menos cuando vuestras pruebas sean muy duras, creed en mi presencia y en mi poder, no hagáis que os diga como a aquellos discípulos que conmigo iban en una barca, los cuales al ver que el mar se encrespaba y Jesús dormía le dijeron llenos de amor y angustia: "Maestro, salvadnos que estamos en peligro de perecer" y entonces mi respuesta llena de reconvención fue ésta: "Ah, hombres de poca fe". 5 Pueblo amado: penetrad en mi enseńanza y en los ejemplos de aquellos discípulos, porque vosotros también seréis discípulos. ĄOh, pueblo! que en el ańo de 1950 dejaréis de escuchar esta palabra, aprovechadla para que ella os purifique, para que no seáis más en lo venidero en el camino del pecado. 6 Mi sangre en aquel Segundo Tiempo lavó las manchas que en la materia y en el espíritu llevaban los hombres, aún aquellas que Sodoma y Gomorra dejaran impresas en sus conciencias; Yo me inmolé por el mundo, y quise que mi sangre limpiara aquellas impurezas. Hoy, después de haberos dado infinitas lecciones, estáis preparados para salvaros y purificaros por vosotros mismos. Os profeticé en aquel tiempo que volvería entre los hombres y aquí me tenéis cumpliendo mi palabra. 7 Si no todos saben sentir mi presencia en esta palabra, es que su materialismo, su pecado, las ideas que en su corazón y en su mente llevan arraigadas, ponen una distancia entre ellos y el Maestro. De éstos, sólo espero un momento de atrición para hacerme sentir profundamente en su espíritu; se sentirán interiormente iluminados como Pedro, cuando a pregunta del Maestro confesó la divinidad de Jesús; pondrán un hasta aquí a su camino de maldades, mirarán con horror y arrepentimiento su pasado, e iniciaran una nueva vida, más pura, más útil, más digna. 8 Por eso os digo, que nunca juzguéis a vuestros hermanos, cuando penetren entre vosotros con su fardo de pecados y vicios; no tratéis de rechazarles ni de darles muerte con la mirada o con la palabra, porque esa intención será semejante a la de aquella turba que antes de aprehender a la mujer sorprendida en adulterio, la llevaban ante Jesús para ponerla a prueba, y cuán severa lección dí a aquéllos que en su inconsciencia se creían limpios junto a la adúltera. "El que se crea limpio de pecado, que arroje sobre esta mujer la primera piedra". 9 Cuán comprensivos, sinceros y humildes tenéis que ser, si no queréis que os llame hipócritas como aquellos fariseos a quienes llamé sepulcros blanqueados, hermoseados por fuera e inmundos en su interior. 10 Mi mirada es escrutadora y penetra en lo más profundo de vuestro ser y en lo más íntimo de vuestro corazón; mi mano está presta a anotar vuestras obras en el libro de vuestra vida que será el de vuestro juicio. Haced que mi mano anote sólo obras buenas, y la paz de vuestra conciencia será el presagio de grandes galardones en la vida espiritual. - 24 - 1 Benditos seáis vosotros, que os habéis reunido y congregado en este día para escuchar la voz del Padre Eterno, que os ha dicho que en el ańo de 1950 dejaréis de escuchar su palabra a través del entendimiento del hombre. Os asemejáis a mis apóstoles del Segundo Tiempo, porque ellos también mucho me escucharon. Llevad mi palabra en vuestro corazón, para que podáis transmitir a aquéllos que no me escucharán a través del portavoz. 2 Vosotros en la tierra, conmemoráis fechas y días que os recuerdan los grandes hechos de vuestro Maestro en su paso por el mundo y Yo soy en esencia y en presencia con vosotros en los instantes en que recordáis mis obras. Sólo los hombres tienen sus días determinados para celebrar con fiestas el recuerdo de mi pasión, pues en el cielo no se celebran estas cosas, porque en la eternidad no hay fechas, ni días; un solo día existe, el cual se prolonga y no termina nunca, mas mis obras divinas están presentes en el espíritu de los justos que habitan en las alturas y el culto que rinden a su Padre, no es en determinados instantes, sino siempre. 3 ĄOh discípulos! que habéis tomado parte en mi banquete y habéis comido el pan de vida eterna que anhelaba vuestro espíritu: Creéis que cada ańo muero y resucito de entre los muertos en este día, y eso sólo acontece en vuestra mente, pues Yo vivo en la eternidad. Creéis que en este día que llamáis de gloria, mi Espíritu desciende a los antros y a los mundos de expiación para dar luz a los que perdidos se encuentren, y Yo os digo: si vosotros lo deseáis, si me lo pedís, lo haré, mas siempre me encuentro extendiendo mi mano para salvar perdidos; siempre mi mirada se está posando en todos los mundos y en todos los valles, sin distinguir a ninguno por su mayor o menor luz o elevación espiritual. 4 Sabed, mis nuevos discípulos, que vuestro homenaje y vuestro tributo al Seńor deben de ser constantes, sin esperar fechas o días determinados para ofrecerlos, como constante es el amor de vuestro Padre sobre vosotros; mas si queréis saber cómo debéis recordar día tras día mis obras de amor entre vosotros, sin caer en fanatismo, Yo os lo diré: vuestra vida debe ser un continuo homenaje a quien lo ha creado todo, amándoos los unos a los otros. - 25 - 1 La palabra divina está encontrando eco en el corazón de este pueblo. Habéis preparado la morada y aquí me tenéis en verdad con vosotros. El libro está abierto y cada vez que os asoméis a él, una nueva lección recibiréis; mas Yo digo a quienes duermen en su profundo letargo: no esperéis el ańo de 1950, no esperéis que mi campana sonora venga a anunciaros mi partida y hasta esa hora queráis levantaros para oírme. Ya sabéis que mi palabra y la de mi mundo espiritual cesarán de oírse para entonces en el mismo instante. 2 Os rescaté y el precio fue mi sangre, símbolo del amor que os tengo y no quiero que volváis al pecado, a las tinieblas. 3 Una prueba universal se avecina y quiero que mi pueblo se encuentre preparado, para que sea enmedio de la tempestad, el faro de esperanza que ilumine la ruta de los náufragos. En verdad, en verdad, tres cuartas partes de la tierra serán tocadas y a ellas el dolor les lavará; escuchadme pueblo, porque lejos habréis de llevar estas palabras. 4 De vuestro corazón saldrá el egoísmo que pudiera encerrar y dará lugar a la caridad. żCómo es posible que fueseis a levantaros predicando amor, sin sentirlo? Antes de que pusieseis sobre vuestro rostro esa máscara de hipocresía, Yo os doctrinaré y os probaré, hasta hacer brotar la sinceridad de vuestro corazón. 5 He aquí que el día de mi partida llegará, y el que haya sabido prepararse, se sentirá espiritualmente situado a la diestra del Seńor; mas os digo de cierto, que el número de los desobedientes, de aquéllos que salten al cerco prohibido, será grande, éstos serán los que habiéndome escuchado mucho, no supieron aprovechar ni comprender la lección, y en su ignorancia pedirán al Padre que sea un tiempo más con ellos, habiéndoles dicho muchas veces el Seńor "que su palabra de Rey no retrocede jamás, que antes pasarán los cielos y la tierra, o dejará de alumbrar el astro rey, que dejar de cumplirse una sola de mis palabras", y por eso os digo que fue mi voluntad anunciaros estas cosas desde los primeros días de mi comunicación, para que todos lo supieseis y estuvieseis preparados. 6 Elías anunció al pueblo mi inminente llegada, y predijo también por boca de Roque Rojas el ańo de 1950 como el día de mi partida, o sea como final de la etapa de comunicación por el entendimiento humano. 7 En este instante os digo que mis lecciones van muy delante, y vosotros váis quedando atrás, y si no queréis sentiros débiles en el día de la prueba, tenéis que apresuraros, y esforzaros un poco para marchar al compás de mis lecciones. Sólo asi os sentiréis fuertes para penetrar en la etapa siguiente. 8 Os he revelado la proximidad del mundo espiritual, para que sintáis la presencia de vuestros hermanos, para que escuchéis su voz y recibáis sus sabios consejos; ellos han venido a traeros espiritualidad, żPor qué habéis querido a cada momento arrastrarlos hacia la materialidad? Cierto que eso no lo lograréis; pero los hacéis llorar. Vosotros sois los muertos a quienes ellos vienen a resucitar. Mi voz os estará diciendo continuamente preparáos, porque si así no fuese, si no os dieseis cuenta de que vivís en un tiempo de peligros y acechanzas, veréis surgir delante de vosotros a los falsos Cristos, a los falsos Elías y a los falsos espíritus de luz. 9 żQueréis que sea el mundo, que sean los hombres y el dolor quienes os saquen de vuestros errores? Ved que os he dicho: "El árbol por su fruto es reconocido", entonces seréis juzgados por vuestras obras. Benditos sean aquéllos que con su misión y obediencia tomasen su cruz, mas siempre ha de existir entre mi apostolado el discípulo traidor, interesado y falso y aquéllos que, si nuevamente me tuviesen en cuanto hombre, presto me conducirían de nuevo al sacrificio. Aunque sé deciros que no es necesario estar en materia, para que podáis crucificarme o escupirme el rostro. 10 Os quiero obedientes a todos, a ninguno quiero merecedor de estas duras palabras; que cuando vuestros hermanos vengan a preguntaros de Mí, no os ocultéis, ni neguéis haberme escuchado, que nadie me vuelva la espalda en el momento de la prueba, que ninguno esconda su heredad. 11 Extensa es mi lección en cada una de mis cátedras, para que en vuestro corazón, se levante un santuario espiritual, donde Yo habite, y una morada de paz para vuestros hermanos. - 26 - 1 Mi palabra a través del portavoz acaricia a vuestro espíritu, abrid vuestro corazón y guardad ese libro, porque llegará el instante en que despertéis de vuestro profundo letargo y acudáis a él en busca de luz. Desde mi cruz de amor os hablo, mas no es sangre la que mana ahora de mi cuerpo, sino luz que se desprende en rayos que descienden sobre el mundo. Os he dado el don de la palabra y la luz de la inspiración, de vuestras bocas saldrá la explicación del misterio de los Siete Sellos, para que la humanidad conozca mi verdad. Esta palabra que os doy, hará caer de los ojos de los hombres la venda de oscuridad; toda la mala hierba será cortada y en su lugar será sembrada la buena simiente. 2 Váis pisando huellas de sangre, de vicio y de pecado y renegáis en contra de quienes las dejaron, sin saber si esas huellas son las que dejasteis en vuestra vida anterior; por eso, no os sintáis exentos de responsabilidad en este tiempo; ya llegaréis a entender que mi justicia por dura e inexorable que os parezca, no encierra otra cosa que amor. Un tesoro de sabiduría he derramado en este tiempo por medio de mis portavoces y será hasta después de mi partida en 1950 cuando déis todo su valor a esta palabra, cuando mis ruiseńores hayan enmudecido para estos cantos divinos. 3 żQué queréis? Mi palabra es de Rey, mi voluntad es una sola y llegado ese instante nada ni nadie hará cambiar el orden de mis mandatos y designios. Hay quienes digan que 1950 está distante y que aún es tiempo de gozar del libre albedrío y luego habrá tiempo para convertirse y cumplir con mi ley. Cuán pequeńo e ignorante demuestra ser quien piensa y siente asi; żQuién sabe los días que ha de vivir sobre la tierra? żQuién es dueńo de prolongar su existencia a voluntad? 4 Nadie quiera convertir en despojo a su espíritu cuando su envoltura deje de existir; nadie haga de su espíritu una sombra doliente que ande de puerta en puerta y de corazón en corazón implorando una limosna de luz, cuando mi Espíritu derramó torrentes de ella sobra vuestro entendimiento. 5 Oíd párvulos, el Maestro quiere que cuando su palabra sea retenida, vosotros podáis ser los maestros espirituales de vuestros hijos, de las nuevas generaciones, las cuales Yo os confío. Espiritualidad y moral enseńaréis y vuestra simiente será recibida por mi mano. Los hipócritas fariseos del Segundo Tiempo, a cada paso se cruzaban en el camino con la esperanza de encontrar una mancha en mi obra, una mentira en mis palabras y nunca las pudieron hallar. 6 Yo os digo que en este tiempo vosotros seréis escudrińados como Jesús, mas si no podéis presentar la fuerza del Maestro, quiero que al menos os encontréis siempre en el camino; Yo os digo que si fueseis obedientes a mis inspiraciones, después de lo que os he hablado y del tiempo que os he concedido, ya vuestra oración debería encontrarse a un paso de la espiritualidad; pero aún no habéis vencido al mundo, aún el espíritu no se ha impuesto a la carne. 7 En aquel Segundo Tiempo, busqué discípulos por las riberas del mar de Galilea y cuando encontré aquéllos que habían de seguirme, les dije: "Venid," y vinieron tras de Mí; todo lo dejaron. Luego, a las muchedumbres que creían en mi palabra, les decía: "El que quiera seguirme, reparta sus bienes entre los necesitados y sígame; Yo vengo a enseńar el camino del reino", aquellos discípulos, convertidos después en apóstoles del amor y de la verdad que Cristo predicó, supieron conmover los cimientos espirituales y morales de los pueblos de aquel tiempo. Con amor y con sangre sellaron su obra de sumisión hacia el Padre, de entre aquellas multitudes que me escucharon y de aquellos pueblos que después oyeron a mis discípulos, surgieron los fieles a mi doctrina, los mártires. 8 Hoy no vengo a pediros vuestra vida, ni vuestra sangre, porque es otro tiempo el que vivís y, a pesar de ello żNo podéis hacer algo semejante a aquéllos en amor, en abnegación y en fe. 9 Algunos me dicen: Padre, estoy dispuesto a dar mi vida por vos, y os contesto: No, hijo, no déis vuestra vida sin saber ni por qué la habéis dado, mejor conservadla para que seáis útiles a vuestros hermanos y cuando hayáis concluido vuestra misión, entonces sí, entregádmela humildemente. - 27 - 1 Os apartáis unos instantes de las cosas del mundo por venir a escuchar mi palabra y el Maestro con gusto abre su libro para deleitaros con una nueva lección. Cuántas veces una sola de mis máximas ha sido capaz de salvaros. Aquí despierta vuestro espíritu y siente los cargos que recibió desde un principio. 2 He encontrado a vuestro corazón guardando la simiente sana que recogió en la tierra, pero que de pronto, se ha de convertir en un granero donde guardéis el buen fruto de vuestras obras. 3 Llegan entre las multitudes los grandes pecadores, aquéllos que han arrastrado al fango a su espíritu, que han arrebatado honras, que han profanado las canas del anciano, que han hurtado lo ajeno, que han manchado la inocencia del nińo y dado muerte material o moral a su semejante. Vienen a oírme, los que profanan el hogar, los que burlan leyes divinas o profanas, los que apagan la fe de los corazones, y cuando escuchan mi palabra que toca la fibra sensible de su corazón y de su conciencia, entonces dicen: es el Juez que habla, pero con cuánta dulzura nos hace comprender nuestros yerros y con cuánta ternura nos enseńa y corrige, y cuando esos corazones han salido del recinto donde escucharon la voz, les parece ver la vida y todo lo que le rodea, iluminados, no tan sólo por la luz solar, sino bańados por una luz divina que habla al hombre a través de toda la creación. 4 Entonces surge ante los ojos del que se ha purificado, una vida maravillosa, ahí, donde antes sólo veía materia, placeres carnales o pecados. Ante su espíritu aparece una existencia no presentida antes, llena de revelaciones, de promesas y de inspiraciones. Es el milagro del amor, no tan sólo de la palabra, porque cuántas veces los hombres han hablado en forma más florida y perfecta que estos humildes y rudos portavoces por quienes me comunico, pero la esencia de que está revestida cada una de estas palabras, sólo del amor divino puede brotar. 5 Pocos han escuchado mi palabra en esta forma, mas os digo en verdad, que toda la humanidad está escuchando mi voz, en el silencio de su conciencia, aunque su mente no acierte a concebir estas cosas, ni sus labios sepan expresar todo aquello que por medio de sus dones espirituales continuamente está recibiendo. 6 Cuando estéis preparados, comprobaréis esta verdad. - 28 - 1 Os llamo a vosotros discípulos del Tercer Tiempo. Un nuevo pacto habéis hecho con mi Divinidad. 2 Os confié nuevas tierras en donde se multiplicarán las tribus de Israel. 3 El saber que sois parte de mi pueblo no os llenará de vanidad, pues es para que sintáis vuestra responsabilidad. 4 He venido entre vosotros nuevamente, y os pregunto: żLlevaréis otra vez a vuestro Seńor al sacrificio? żCreéis que no haya sido bastante mi sangre derramada en el Segundo Tiempo? 5 Ved ahora a vuestro espíritu llevando sobre sí la cruz de su restitución, a él se le van a confiar extensas tierras para que las cultive, mas en ellas no sembrará otra simiente que no sea la mía. La cosecha que en este tiempo recojáis, será la llave que os abra la puerta de salvación. 6 Mas Yo he venido a cambiar el fardo de vuestros pecados por el dulce peso de mi cruz, para que descanséis del peso que os ha agobiado por siglos. 7 Que vuestros labios no pronuncien más una blasfemia, ellos deben glorificar mi nombre. El don de palabra que os he dado no es para que manchéis la honra de vuestro semejante o para que le déis muerte civil. 8 Ahora que sabéis que os he llamado para convertiros en mis amados discípulos, haced en cada día un examen de conciencia, sobre todo, en aquellas ocasiones en que sabéis que váis a escuchar mi palabra. 9 Cuidaos de hacer penitencias mal entendidas. Yo os digo que no privéis a vuestro cuerpo de lo que le es necesario; en cambio, sí evitadle todo lo que le sea perjudicial, aun cuando signifique para él un sacrificio. 10 Esta será la penitencia que beneficie a vuestro espíritu y, por lo tanto, la que agrade al Padre. 11 Lentamente vais aprendiendo a elevar vuestro pensamiento al infinito sin necesidad de imágenes plasmadas en un lienzo o forjadas por vuestra mente. Poco a poco van cayendo los obstáculos que vuestro espíritu encontraba siempre que intentaba orar. Ahora está en camino de alcanzar la comunicación espiritual con su Seńor. 12 Nunca olvidéis que para que vuestra oración deje una honda satisfacción y os haga sentir verdadera confortación y paz, al disponeros a elevar vuestro pensamiento, lleguéis ante mi santuario llevando limpio el corazón. 13 Mańana veréis venir tras de vosotros a las grandes multitudes y es menester descubran una huella profunda y luminosa que les guíe hacia la verdad, y esa huella sea la de vuestros pasos. 14 Vosotros tenéis que dar testimonio de que sois aquel pueblo que el Seńor envió a peregrinar a la tierra, para hacer luz entre la humanidad. 15 La luz que de vuestro espíritu brote, será luz del Sexto Sello, desatado en este tiempo. 16 Si me amáis, podréis cumplir mis mandatos; si me amáis, sabréis amar a vuestros hermanos. 17 Interiormente algunos me dicen: Seńor, żSi estamos aquí reunidos escuchando vuestra palabra, no es acaso porque os amamos? Y Yo os digo: muy pocos son los que por amor vienen a oírme; los más vienen por su dolor. 18 No os censuro estas cosas, ya que el dolor es el que os ha traído a mi presencia, para luego de haber cumplido su misión, alejarse y dejar preparados los corazones que más tarde serán mis discípulos. 19 No podréis decir que Yo nunca he sentido el dolor humano y que por ello no os comprendo. Para eso me hice hombre y sufrí; para daros ejemplo en cada prueba y en cada trance. Si ahora os pido que sembréis de luz y buenos ejemplos el camino que vuestros hijos han de transitar, es porque Yo, en Jesús, fui siempre el hijo obediente a su Padre. Yo conozco y siento todos vuestros dolores y no por haber venido a vosotros en espíritu me encuentro distante. Os digo en verdad, que ésta mi venida, es la mejor prueba de que os amo y os comprendo. 20 En vuestros momentos de sosiego, meditad en mi palabra. - 29 - 1 Sentaos a mi mesa y mirad que los manjares son colocados sobe blanquísimo mantel. 2 Comed, para que este pan os transforme y después sepáis ofrecer de él a quien lo necesite. 3 Hoy traéis ante mi palabra a aquéllos que váis encontrando en el camino sin salud, sin paz, sin ideal. Mańana, cuando ya no se escuche en esta forma mi voz, seréis vosotros los que recibáis a vuestros hermanos y les alimentéis con esta esencia. 4 Nada ha sido por el acaso; todo ha ocurrido así por mi voluntad. En el destino que os estoy seńalando está mi justicia. Si el camino le encontráis sembrado de abrojos, os digo de cierto que no fue mi mano quien los puso para herir vuestros pies y que debéis avanzar por el sendero llenos de conformidad, pensando que esas penalidades que sufrís, son precisamente las que están despojando de manchas pasadas a vuestro espíritu. 5 Cuando esa conformidad nazca en vuestro corazón, sentiréis cómo mi mano limpia vuestro camino. 6 Hoy, los que escucháis mi palabra, la recibís como bálsamo sobre vuestras heridas, mas no os concretéis a recibir mis beneficios sin querer penetrar en el sentido de la doctrina, porque llegará el instante en que no volváis a escuchar esta palabra y si no supisteis prepararos para comunicaros con mi espíritu en los tiempos venideros, os sentiréis en el vacío y en la orfandad. 7 Quiero que seáis en la lucha que se avecina el soldado firme que defiende su casa; que en la vida puede ser llamado como Jacob, el fuerte y prudente Israel, que sepáis acudir y responder siempre al llamado del Padre. 8 No caminéis entre la duda y la fe, porque nunca podrán ser firmes vuestros pasos ni sólidas vuestras determinaciones. Tampoco me pidáis pruebas para creer, porque no sabéis en que forma mi justicia podría daros esas pruebas. 9 żNo presentís una mano invisible que levanta a los que habían caído en el fango? żNo miráis las turbas que llegan enfermas y hoy han recobrado la salud y la alegría? żNo os dais cuenta cómo los parias de la vida, llegan ante mi presencia y al serles revelados los dones que poseían, hoy son buscados y hasta admirados por multitudes? 10 Sabed descubrir todas las pruebas que de mi poder y de mi presencia os he dado, y entonces quedaréis persuadidos de que a cada quien le he concedido un milagro para que crea en mi venida. - 30 - 1 Recibo lo mismo al que en su corazón ensalza mi nombre y bendice mi nueva venida, como al que viene tan sólo a calificar mi palabra, en espera de encontrar errores en ella, para desmentirla. 2 Yo para todos tengo una lección. Hablo al corazón del nińo y al del anciano, al corazón del hombre y al de la mujer. Hablo al filósofo y al hombre de ciencia. Ninguno pasa desapercibido ante mi mirada. 3 Por eso digo a la multitud; tomad de mi palabra lo que a cada uno corresponde. En aquel tiempo os dije: "Yo soy el camino", pues si buscáis la esencia de mi palabra en este tiempo, encontraréis en ella la ley eterna de amor, aquel mismo camino que en la tierra os tracé. 4 En aquel tiempo, muchos creyeron que Cristo venía tergiversando el camino y alterando la ley y éstos le combatieron y le persiguieron, mas la verdad, como la luz del sol, se impone siempre a las tinieblas. Ahora será combatida de nuevo mi palabra porque habrá quienes crean encontrar en su fondo contradicciones, confusiones y errores, pero su luz volverá a esplender en las tinieblas de este tiempo, y la humanidad verá que el camino y la ley que os he revelado, es la misma de aquel tiempo y será la de siempre. 5 Oídme en este tiempo para que aprovechéis la divina lección. No repitáis lo que muchos hicieron en el Segundo Tiempo, que mientras escuchaban a Jesús lo burlaban y cuando vieron los prodigios del Maestro en la cruz y aún después de muerto, se llenaron de remordimientos y de temor, porque comprendieron que Dios había pasado por el mundo. 6 żAcaso alguien sabe si éstos por los que ahora me comunico, fueron aquéllos que más me desconocieron y burlaron en aquel tiempo? Vedlos ahora, soportando el juicio, la mirada y la mofa de las multitudes. No llaméis venganza a esto, es justicia; es menester que el que yerra por ignorancia, experimente y viva, a fin de que más tarde sepa comprender. 7 żPor ventura sabéis si estos portavoces fueron en otro tiempo de aquéllos que anhelaron ser como mis apóstoles y tuvieron que esperar para poder servirme. 8 La tierra se está purificando con el dolor y los méritos de la humanidad para que mi reino de paz y espiritualidad pueda establecerse en el corazón de los hombres y de los pueblos. 9 En el ańo de 1924 os pronostiqué todo cuanto en el presente está ocurriendo. 10 Uno a uno van llegando a mi presencia los que en este tiempo están llamados a ser mis precursores y profetas, y todo aquél que ha sentido interiormente el llamado, me dice: "Seńor, aquí estoy, quiero ocuparme en vuestra obra, ordenad, pues soy vuestro siervo". 11 Desde ese instante me he dedicado a pulir las asperezas de vuestro corazón con el cincel de mi palabra, a llenarlo de caridad y de bálsamo, de paz y bondad. Recordad que os he dicho que "de la abundancia de vuestro corazón hablarán vuestros labios". 12 Quiero que seáis como árboles, cuya sombra cobije a muchos, mas, cuán pocos sois los que verdaderamente estáis aprendiendo a dar sombra al caminante. 13 Imitad a vuestro Padre que es semejante a un árbol corpulento que da sombra y que ofrece sus frutos. - 31 - 1 Los tiempos pasarán, y he ahí, cuando veáis acontecimientos extraordinarios, exclamaréis: esto ya estaba anunciado. 2 Dad la buena nueva a todo aquél a quien podáis hacerle llegar mi palabra, aunque de pronto no demuestre fe. En verdad os digo que si le hablasteis con amor, su espíritu no olvidará nunca cuanto le dijisteis. Esa es la tierra de que os hablo y la semilla es mi doctrina. 3 żCuándo sentirá este mundo mi presencia espiritual en mi nueva venida? żCuándo escucharé que la humanidad entera me dé la bienvenida? 4 Vosotros que me habéis oído por medio del portavoz humano, no os detengáis a mirar los defectos de éstos por quienes os hablo, mańana quedará mi palabra escrita y la influencia del portavoz habrá desaparecido. 5 Así llegará mi palabra de este tiempo a todos los que no la escucharon, mas llegará llena de esencia y de pureza. 6 Yo quiero que la única insignia que ostenten los emisarios de este mensaje, sea la verdad; ella es llave, es escudo y es espada. 7 Los sabios, los científicos, los grandes de este tiempo, que han luchado mucho por alcanzar la gloria del mundo, se sorprenderán al ver a mis nuevos discípulos, hombres, mujeres y nińos, manifestando cosas divinas y espirituales sin vanidad ni alardes de superioridad, sino humildemente. 8 Yo os digo que, cuanto mayor sea la conciencia que tengáis del valor de lo que poseéis, más real y verdadera será vuestra humildad. 9 ĄCuán dichoso el espíritu que al dejar sus despojos humanos en este valle de expiación, desde el infinito contemple que dejó en la tierra una huella de luz, o sea de verdad. 10 Mi nuevo pueblo de Israel, el cual en espíritu es el mismo, será el encargado de llevar mi revelación por todo el mundo, será el que seńale a los hombres en dónde han torcido la ley y en dónde han interpretado mal mis palabras. 11 żCómo podréis desempeńar tan elevado y delicado cargo? Teniendo amor, celo y buena voluntad lo lograréis. 12 El que sienta caridad por su semejante; el que sienta en sí el dolor ajeno, el que pensando en las necesidades de los demás se olvida de sí mismo, ése tiene la semilla, el bálsamo, el sustento; luego vendrá la forma de entregar y de expresar lo que brote del corazón o del espíritu. 13 Repasad seguido el libro de vuestra conciencia, él os dirá si váis progresando o si os encontráis estacionados. 14 No penséis que el don del amor sólo a seres privilegiados se les ha confiado, sabed que todos sois predestinados, y que unos antes, y otros después, todos amarán. 15 Aprovechad, aprovechad estos tiempos de mi comunicación para que no os extrańéis cuando miréis a éstos por quienes dí mi palabra, hablando fuera de éxtasis. 16 Elevad vuestro espíritu, elevad vuestra moral. En todos los tiempos esa ha sido mi enseńanza. Jacob contempló la silueta del Padre en lo más alto de la escala espiritual. Moisés recibió la ley en la cumbre del Sinaí; Jesús, sobre el monte Tabor, os legó su divino sermón. 17 Analizad el símbolo de esas manifestaciones. Mas żEn dónde está el Monte desde el cual os hablo en este tiempo y os entrego mi ley? Todos lo sabéis: ese monte es lo perfecto, lo divino, es Dios mismo. 18 Quien se haya sentido tocado por mi índice en este tiempo, no siembre mas en el camino el cardo o el abrojo, porque el fruto que recoja será muchas veces más amargo que el que sembró. 19 Consideraos como parte de aquella simiente que a Jacob prometí en su sueńo, cuando le anuncié que su descendencia sería numerosa como el polvo de la tierra y que en su simiente serían benditas todas las naciones. 20 Sed los hijos de la paz. - 32 - -1 Descansad por unos instantes de vuestra fatigosa caminata, lo mismo los que váis sobre el polvo de la tierra que los que habitáis el espacio. 2 Se ha lavado vuestro espíritu para poder escuchar la palabra divina. 3 A los que vivís en espíritu y aún estáis apegados a algo del mundo, os digo: "Alejaos de lo que ya no os pertenece, pues si la tierra no es morada eterna para el hombre, menos lo es para el espíritu. Más allá, en el valle espiritual os espera una vida llena de luz a la cual llegaréis paso a paso, por el sendero del bien". A quienes me escuchan como hermanos, les digo que mientras posean ese cuerpo que les acompańa en su tránsito terrestre, lo cuiden y conserven hasta el último instante porque él es el báculo en que el espíritu se apoya y el instrumento para luchar; a través de sus ojos se asomó el espíritu a esta vida. 4 He venido en este tiempo a prepararos, porque he de hablarle a todo el Universo. 5 Dejad que el espíritu de paz penetre en vuestro corazón porque más tarde él tendrá que orar y velar incansablemente por la paz de los demás. 6 Grande obra hacéis si dais tranquilidad y sosiego a los corazones agitados por el dolor o las preocupaciones. Eras vendrán en que sobre esta paz sepáis hacer la dicha de vuestros semejantes. 7 Discípulos y párvulos: escuchando mi palabra sentís cómo las sombras que envolvían vuestra mente y el fardo que sentíais sobre vuestro corazón se han apartado. Era la carga de sufrimientos, de preocupaciones y a veces de remordimientos que os va agobiando en la vida. 8 No olvidéis que nadie puede ser vuestro mejor cirineo que Jesús. Oíd mi palabra y dejadla que caiga en vuestro corazón; ella será bálsamo sobre vuestras heridas. 9 Mi palabra unge, acaricia y fortalece. Aprended mi palabra y sentidla, para que después unjáis con ella a aquéllos que débiles encontréis en su jornada. - 33 - 1 Elías, el profeta, el precursor, el enviado, intercede por su rebańo, ora por los que no saben orar y oculta con su manto la mancha del pecador en espera de su regeneración; Elías, prepara sus multitudes, sus ejércitos, para cambiar las tinieblas formadas por la ignorancia, el pecado, el fanatismo y todo lo superfluo. 2 Por un solo postrero que entre vosotros se encuentre en cada vez que desciendo a daros mi palabra, hay fiesta en mi espíritu, fiesta de la cual todos participáis. Si supieseis cuánto gozo hay en el Maestro siempre que alguno llega por primera vez, no importa que en su corazón exista la duda, la dureza y aún la burla, mi palabra sabe vencer todas esas pequeńeces. Hoy por ejemplo, un corazón me pregunta: żSi sois Jesús, por qué os encontráis en esta pobreza? Y el Maestro tiene que decirle: żCuándo he venido a coronarme Rey en vuestro mundo? żCuándo habité en palacios en la tierra? 3 He aquí porqué una vez habité entre la humanidad, para que me conocierais como hombre en mi humildad, en mi mansedumbre y espiritualidad perfectas. 4 Soy Rey, mas mi corona no la labraron los hombres. Mi corona es de sabiduría, es esa luz que brilla en la mente divina del Creador, y los rayos que despide se dirigen a vuestro entendimiento, no para que os creáis reyes, sino para que, teniendo conciencia de la grandeza que Dios ha puesto en vuestro espíritu, sepáis ser humildes con la verdadera humildad. 5 Tampoco juzguéis mi humildad por la pobreza que presenta esta estancia donde escucháis mi palabra, porque ésta no es mi casa, ni siquiera la vuestra. Mi Espíritu y el vuestro están en estos casos más allá de todo lo material. 6 Mi rayo divino desciende a vuestro mundo y es en todo el Universo, vibra en toda criatura, mientras en uno es intuición, en otros es inspiración, y en otros palabra humana, como acontece con vosotros. 7 Estas paredes y esta techumbre, desempeńan tan sólo la misión de resguardaros de la intemperie y de protegeros de la mirada indiscreta o irrespetuosa de vuestros hermanos, estos hombres y estas mujeres por quienes os doy mi palabra, nada tienen de divino, son tan humanos como vosotros y el asiento donde reposan, no es mi trono, ni es mi tribunal; ese banquillo sólo cumple la misión de sostener al portavoz durante su éxtasis. 8 Yo vengo a construir un reino de amor dentro de vuestro corazón, mas para que los cimientos de ese reino sean indestructibles y eternos, he venido a revelaros las cosas del espíritu, sin cuyo conocimiento sólo crearías confusas religiones. 9 Hasta el ańo de 1950 tendréis esta palabra y después os dejaré la tierra para vuestro cumplimiento, y no tan sólo la tierra, sino aún el espacio espiritual. - 34 - 1 En los momentos de vuestro recogimiento de vuestra oración, he descendido hasta vuestra alcoba para daros mi caricia y haceros sentir mi presencia, para haceros ver que es verdad la comunicación de Espíritu a espíritu. Asi habéis aprendido a esperar mi llegada, cada vez que me manifiesto para dirigiros mi palabra. 2 Está en paz vuestro corazón y guardáis gratitud en el espíritu, porque recordáis que cuando os llamé, vuestro corazón os decía: "Somos indignos", y entonces escuchasteis mi voz que os decía: "Os amo, venid, sois mis escogidos, Yo os perdono". Entonces surgió en vuestro corazón la fe y el amor hacia el Maestro. 3 En esas manos he depositado esta herencia; sobre estos cimientos estoy haciendo descansar mi obra, la cual no debía entregar en manos egoístas, o levantarla sobre bases débiles. Esta luz no se apagará, porque antes la encendí en vuestros corazones: esta doctrina no se perderá, porque antes os purifiqué. 4 No penséis que sois vosotros los que sostenéis mi obra en la tierra, porque es ella quien os sostiene a vosotros. 5 Yo sé por qué escogí para poner delante de las primeras porciones, de las primeras multitudes, a corazones sencillos y rudos, porque por muchas imperfecciones que mezclaran a mi obra, a pesar de ello, su esencia no se perdería, llegaría mi mano en el momento propicio a segar la mies, para apartar el trigo de toda otra hierba, mas no olvidéis que os he dicho, que los primeros serán los postreros y los postreros primeros, por que de generación en generación surgirán discípulos, cuya evolución, espiritualidad y comprensión, les permita dar grandes pasos en el sendero espiritual. 6 Habéis jurado todos seguirme por este camino y Yo os digo, que no era menester que juraseis, porque, żQuién es aquél que viniendo del camino del dolor quiere volver a él? 7 Yo os trazo el camino de la vida donde existe la paz, vosotros creáis caminos azarosos, los cuales váis marcando con llanto y con sangre. 8 Vengo a vosotros con un lenguaje que hasta el más torpe puede entender, porque no vengo a hablaros en términos desconocidos, ni con palabras científicas, sino empleando palabras humildes, porque Yo soy el verbo del amor que habla a todo espíritu y a todo corazón; quiero que al dejaros de hablar bajo esta forma, hayáis recogido toda esta esencia y toda esta sabiduría, para que el mańana, podáis transmitirla a la humanidad con toda la verdad y la pureza que ella encierra. 9 Los caminos están siendo preparados, para que la humanidad se levante de los distintos puntos de la tierra en busca del faro luminoso de esta doctrina, que pronto será el ideal de todo espíritu; todo vuestro ser se está preparando para dar testimonio de mi palabra: espíritu, corazón y hasta vuestros labios, para que seáis como fuente limpia donde estas aguas cristalinas no se enturbien. 10 Cumplid vuestro destino, no queráis retornar a Mí, sin antes haber recorrido el camino que os seńalé, porque tendréis el dolor de contemplar manchas en vuestro espíritu, que él no alcanzó a lavar, porque no llevó hasta el fin su restitución. Las reencarnaciones han pasado sobre vosotros y muchos no habéis estimado la gracia infinita y el amor, que en ellas el Padre os ha concedido, mirad, que mientras sea mayor el número de oportunidades, mayor será vuestra responsabilidad, y si estas oportunidades no son aprovechadas, en cada una irá en aumento la restitución y la justicia; ese es el fardo cuyo peso insoportable muchos seres no se explican y que sólo mi doctrina puede revelar. 11 Vengo con mi enseńanza a haceros dueńos de todas las cosas, para que no sean ellas las que se adueńen de vosotros, para que al llegar en espíritu a mi presencia, no me digáis: Padre, żPor qué me habéis llamado cuando todavía deseaba vivir en la tierra? Cuán pocas veces os mostráis conformes con mi voluntad. 12 Hoy digo a quienes he llamado párvulos y discípulos en este tiempo, que ninguno llegaría a Mí, sin antes haber recorrido el camino seńalado a su espíritu. Tiempo de restitución y de justicia es éste en el que sólo Yo conozco el juicio de cada quien; toda falta pasada hoy se repara, baste deciros que el que ayer dió muerte a sus semejantes, ahora ha tenido que venir a resucitar muertos. 13 Nińez bendita: sólo Yo conozco vuestra oración y entiendo vuestro lenguaje, no os toman en cuenta, porque os juzgan pequeńos y débiles, y entonces sufre el espíritu que en vos se oculta, mas Yo os entiendo. 14 Ancianidad: os habéis doblegado bajo el peso del tiempo y de las luchas, vuestro labio calla, vuestro corazón está triste, mucho habéis aprendido en la vida; no podéis aspirar a muchas cosas en el mundo, porque vuestra juventud quedó atrás y sólo confiáis vuestra esperanza en aquella vida que más allá de la muerte espera a vuestro espíritu. Os sentís inútiles, porque creen que para nada servís ya, porque no ayudáis y vos sabéis que en vuestro corazón arde una luz y existe un libro. Yo, vuestro Maestro, os comprendo, Yo conozco vuestro corazón, conversad conmigo; mirad cómo os envuelve la luz de mis ojos. Esperad tranquilamente la hora del llamado, no os inquietéis; ahí os espera la vida verdadera, la juventud eterna, la salud que nunca decae ni se pierde. 15 Doncellas: sólo Yo os comprendo, vuestro corazón se ha abierto a la vida como la corola de las flores; sońáis con el amor, con la ternura, con la dicha y Yo os digo: no sońéis más, despertad, que mucho tenéis que prepararos para que cumpláis con la sublime misión que os espera, y mucho tenéis que fortaleceros, para apurar vuestro cáliz de amargura; pero si vuestro corazón ama, en ese amor hallaréis el báculo y el consuelo para vuestra jornada. - 35 - 1 Estoy hablando a los discípulos del Tercer Tiempo, a quienes les enseńo a buscar la esencia que trae consigo esta palabra, ya que quien encuentra su sentido, podrá conocer el lenguaje divino. El amor y la verdad no encuentran términos humanos que puedan expresarlos, y entonces hay que buscar su lenguaje más allá de la palabra humana. Sois discípulos que comienzan a entender la lengua del verdadero amor,no os detengáis juzgando si cierta palabra fue pronunciada bien o mal por el portavoz, no sean para vuestro estudio un tropiezo esas pequeńeces superficiales, esos errores propios de quienes son torpes y humildes. He venido del reino de amor, a un mundo donde el amor es cosa extrańa, y he principiado por un pueblo oscuro, sencillo y casi perdido entre las multitudes, y este pueblo me ha escuchado, y aún más, me ha creído. 2 Si mi palabra la hubiese dado en todas las naciones, de la mayoría hubiera sido rechazada, porque la vanidad, el materialismo y la grandeza de los hombres, no hubiera aceptado una doctrina que habla de espiritualidad, de humildad y de fraternidad. El mundo no está preparado aún para entender el amor, por lo tanto, no sería sensible a mi presencia bajo esta forma. 3 Asi como Cristo en aquel tiempo buscó el hueco de la roca para nacer como hombre, hoy encontré este rincón de la tierra dispuesto a oírme y tiene semejanza con la gruta y el pesebre, que recibieron en aquella noche bendita al Hijo de Dios. 4 En silencio, aquí os prepararé, y luego vendrá el día en que marchéis a preparar los caminos para que mi palabra llegue a todos los corazones; para entonces, el mundo estará purificado por el dolor y mi palabra no le parecerá una lengua extrańa, sino algo que su corazón y su espíritu fácilmente podrán comprender y sentir. Os estoy heredando el libro que habla de verdad y amor para que lo llevéis a todo el mundo. 5 No existe un pueblo sobre la Tierra del cual pueda Yo deciros que ahí no vayáis, porque no necesite de esta revelación. żQué pueblo puede decir que es verdaderamente cristiano, no tan sólo de nombre, sino por su amor, su caridad y su perdón? żQué nación puede demostrar su espiritualidad? żEn qué parte del mundo se aman los unos a los otros? żDónde cumplen los hombres ya sea con la ley de Moisés o con las enseńanzas de Cristo? 6 Os digo de cierto, que mi Ley la tenéis escrita en libros y a veces en vuestra mente, mas no la encuentro en vuestra vida. No me digáis que miento, porque por eso os he probado, y cuando ha llegado la hora de perdonar, no habéis sabido perdonar el agravio y, en cambio, lo habéis vengado. Cuando la mano menesterosa ha llamado a vuestra puerta no habéis sabido entregar la caridad, y cuando ha sido menester sacrificarse para salvar a alguien, antes habéis sacrificado a vuestro hermano para salvar vuestra vida y lo que tenéis. He aquí por que os digo, que la humanidad tiene mi palabra tan sólo en libros empolvados. 7 Si a vosotros os parece muy humilde el verbo con que os hablo, vuelvo a deciros: esa es tan sólo la expresión exterior, id más allá de todo término humano y escucharéis en el infinito, la Voz del Padre hablando un lenguaje celestial que no será extrańo, sino familiar a vuestro espíritu, ya que él brotó de Dios. 8 żOs dais cuenta de la misión y de la responsabilidad que estáis contrayendo? 9 A nadie parezca extrańa mi lengua, ni pesada mi cruz, porque en verdad os digo: más difícil y pesada es la vida que lleváis en el mundo. Mi cruz de amor, es el más dulce de los yugos. - 36 - 1 Mi rayo ha descendido entre vosotros, pueblo amado, su luz se hace palabra humana y el esplendor de esta manifestación se encuentra en la esencia de mi cátedra. Esta palabra es como agua cristalina, mas si al pasar por el portavoz humano se le mezclase alguna impureza, sea entonces vuestro entendimiento como un filtro, para que al espíritu llegue mi palabra con su pureza original. 2 Agua vengo a dar a vuestro espíritu, porque la sed le abrasa en la larga travesía por el desierto. 3 Sólo el que ha velado esperándome ha escuchado el eco de mis pasos, żCómo quieren los materialistas que mi nueva venida sea ostentosa, si vengo en Espíritu y mi pisada es dulce y suave? 4 Os tenía reservado el goce de mi nueva venida, mas ella tenía que ser en su momento propicio. 5 He aquí mi palabra de Padre entre vosotros que os encontrabais desolados, que llorabais, sintiéndoos solitarios, cuando nunca lo habéis estado. 6 Y este es el tiempo marcado por mi voluntad para que mi voz repercutiese con toda su fuerza en vuestra conciencia. 7 Hasta ahora, más que ser vuestro Seńor, he sido vuestro siervo. he escuchado vuestra voz que reclama, que ordena y exige; he recibido injurias y blasfemias que han sido como latigazos. 8 Hoy, mi lenguaje universal se hace oír de todos para decirles que aunque Yo estoy en cada uno de vosotros, nadie debe decir que Dios está dentro del hombre, porque son los seres y las cosas y todo, los que se encuentran dentro de Dios. 9 Yo soy el Seńor, vosotros sus criaturas. No quiero llamaros siervos sino hijos, pero reconoced que Yo soy antes, amad mi voluntad y respetad mi ley sabiendo que en lo dispuesto por Mí no cabe la imperfección ni el error. 10 Estáis en posesión de dar un paso definitivo, de alzar el velo y remontaros alto, vuestra evolución os capacita para ello. 11 Mi Arcano está abierto, venid y mirad, penetrad, no juzgaré si ayer fuisteis los que levantasteis vuestra voluntad o vuestra voz en contra mía. 12 Arrepentíos de vuestro pasado, lavad en la atrición vuestras manchas y entonces asomaos a mi corazón para que contempléis la vida en toda su verdad. 13 No os detengáis pensando que sois indignos de mi gracia. 14 Os digo de cierto que en los altos peldańos de la escala van caminando muchos que en la tierra fueron fratricidas, traidores y blasfemos, żCómo han podido escalar? He ahí que tomaron el camino del arrepentimiento, de la regeneración y de la caridad. 15 Imitadlos, os dice Jesús. 16 Cuán cerca de vuestra pupilas se abre el libro de la vida y cuánta luz tenéis para entender sus signos. 17 En los tiempos lejanos de vuestros blabuceos espirituales recibisteis la ley divina grabada en piedra, de acuerdo con vuestra escasa evolución. Pasaron los tiempos y aquella ley que había sido en la piedra, se hizo carne humana en Jesús para hablaros de amor. Ahora estáis siendo preparados para que mi ley eterna la recibáis por inspiración del espíritu. Ahí, en vuestra conciencia escribiré mi palabra en esta era. 18 ĄOh parvulillos humildes, que a falta de estudios en los libros de la tierra, habéis tenido la vida para llegar a comprender la finalidad de vuestro destino! - 37 - 1 El nombre de Israel os lo ha dado vuestro Padre y es nombre espiritual. Os he hecho grandes revelaciones y os he revestido de fuerza para que no os sintáis indignos cuando os llame asi. 2 A vuestro espíritu es al que vengo a buscar, como en todos los tiempos. 3 Mi doctrina os enseńa un culto perfecto, espiritual y puro hacia el Padre, porque el espíritu de la humanidad ha llegado, sin darse cuenta, ante los umbrales del templo del Seńor, donde penetrará para sentir mi presencia, para oír mi voz en su conciencia y verme en la luz que a su mente desciende. 4 Ahí tenéis el por qué de ese vacío que los hombres sienten dentro de sus diferentes religiones en este tiempo. Es que el espíritu tiene hambre y sed de espiritualidad. 5 Yo descubro en el fondo de muchos hombres la lucha interior entre el espíritu y la carne. Quiere ir más allá del esplendor de las ceremonias para encontrar la belleza de lo espiritual. Yo he encendido esa luz que os ilumina y os inquieta, Yo soy esa voz que os llama. 6 Nadie ha podido explicaros vuestra inquietud ni comprender vuestra lucha interior. Sólo Yo que penetro de puntillas en vuestro corazón, sé vuestro anhelo y vuestra sed; soy Yo también el que os indica el sendero que debéis seguir para que encontréis aquello que buscáis. 7 Cuántos de éstos por ser sinceros y confiar sus sentimientos a alguien, han sido amonestados, desconocidos o lastimados en lo más noble de su espíritu. 8 Vosotros, que escucháis mis palabras, me preguntáis por qué he venido entre los más insignificantes y pecadores a manifestar mi Espíritu, a lo cual os contesto que hago lo mismo que vosotros cuando sois padres en la tierra, que dedicáis más atención y más cuidados a aquel de vuestros hijos que es el más débil, el más enfermo o al que está en peligro de descarriarse. 9 Si eso hacen los humanos żQué no hará vuestro Padre celestial con sus hijos? 10 Entre vosotros ha surgido la luz de mi palabra como un oasis en el desierto espiritual de esta humanidad, para que a él se acerquen todos los caminantes que buscan agua y paz del espíritu. 11 Es menester que esta doctrina llegue a todos los hombres, pues ella hará luz en las tinieblas de los confundidos, de los ignorantes, y de los soberbios que creen saberlo todo. 12 Mi palabra vendrá a reconciliar al espíritu con la materia, ya que hace tiempo existe enemistad entre uno y otra; para que sepáis que vuestro cuerpo que habéis considerado un obstáculo y una tentación para el tránsito del espíritu, puede ser vuestro mejor instrumento de cumplimiento aquí en la tierra. 13 Bańad vuestro espíritu y vuestro cuerpo en esta cascada de luz que se desborda sobre vosotros en el Tercer Tiempo, para que comprendáis mi enseńanza. El que está limpio, penetra en lo que era antes misterio, porque no lo detienen los remordimientos en su camino. 14 Confesaos delante de Mí, ante quien no podréis falsear ni ocultar nada de lo que traigáis en vuestro corazón, y sentiréis a través de la conciencia mi divina absolución. La dignidad será vuestro atavío con el cual no os avergonzaréis de presentaros delante de ningún hombre por grande que sea, ya en el poder, ya en la ciencia. 15 Sembrad mi semilla de amor. Estáis en la tierra, la cual es también maestra de los hombres y os enseńa que lo que en ella sembréis, os lo devuelve multiplicado, como prueba de gratitud y de amor. 16 Así es el espíritu de vuestro Padre, Él es la suprema y divina compensación. 17 pero que vuestra semilla sea siempre buena para que podáis recogerla multiplicada en buenos frutos. Para que vuestro espíritu, que en su camino se ha manchado con el pecado llegue limpio al seno de Dios, mucho ha de vivir y purificarse pues él deberá llegar a su Padre sin el menor rastro de maldad, ni la más débil huella de sus imperfecciones pasadas. 18 Si en la tierra fue blasfemo, al ir acercándose a la presencia de su Creador, brotará de su espíritu sólo el cántico de amor. 19 Espíritu: żCuánto tiempo aún váis a hacerme esperar vuestra llegada en la cima de la montańa? 20 Ahí donde ascendí desde la cruz, os espero. 21 Lentamente estáis acercándoos. Fue menester libertaros, despojándoos de vuestros bienes terrenales, porque esas posesiones me habían robado vuestro espíritu. 22 Venid a Mí, al festín que vuestro Padre tiene preparado para que en él toméis los dones que os corresponden y que forman vuestra heredad. 23 Pensad seriamente en las generaciones que detrás de vosotros vinieren, pensad en vuestros hijos, que así como les habéis dado el ser material, tenéis también el deber de darles vida espiritual, aquella que es fe, virtud y espiritualidad. - 38 - 1 Sabéis que os dije: "Pedid que se os dará", y por eso venís con vuestro listado de peticiones. Mas ahora os digo que aprendáis a pedir y a recibir. Pedir con humildad y recibir con conformidad. 2 Vuestro corazón me dice: żCuántas veces, Maestro, os habremos ofendido con necias e ignorantes peticiones? Mas Yo os digo que no me habéis ofendido si por ignorancia lo hicisteis. 3 Vuestra falta de conocimiento me ha dado ocasión de ser una vez más maestro entre vosotros y aquí me tenéis enseńando y corrigiendo con amor a mis discípulos. 4 Hacéis bien en acudir a Mí, porque todos los destinos están en mi mano. No es el mundo el que os dá, no son las leyes de la tierra las que rigen vuestro destino; vuestro libre albedrío también tiene límite. No es absoluto el hombre. 5 Yo soy el absoluto, en cuyo ser está todo, sin embargo os digo que tengo sed de vuestra perfección. 6 żPor qué os veo caminar cabizbajos como fracasados en la vida? Levantad vuestra faz, tened confianza en vuestro destino, mirad siempre adelante y ahí, en el horizonte, me contemplaréis. 7 Conoced mi doctrina, humanidad, pues la espiritualidad que ella imparte os hará escuchar mi voz en los instantes de soledad o de dolor, os dará fuerzas desconocidas en las horas de prueba, y cuando el murmullo del mundo haya fatigado vuestra mente y sintáis tristeza en vuestro corazón, escucharéis desde el infinito el concierto celestial. Cuando salgáis de vuestro arrobamiento, preguntaréis: żEn qué libro habré aprendido? Y Yo os diré: en el libro de mi sabiduría. 8 Cuando esto sea, os estaréis comunicando de espíritu a Espíritu, entonces habréis penetrado en el templo del Seńor. 9 Es menester se eleve vuestro espíritu para que la carne sea fuerte y os ayude en la lucha. Si en verdad confiaseis en Mí, no tendríais necesidad muchas veces de llamar inútilmente a las puertas de vuestros hermanos, cuyo corazón casi siempre está cerrado a la caridad. 10 Mi doctrina viene a forjar al espíritu; vosotros colaborad con vuestro Padre, forjando el corazón de vuestros hijos. 11 Hoy sois mis discípulos, mańana lo serán vuestros hijos. 12 ĄAy de aquéllos que en su nińez pierden a su padre! 13 ĄAy de los que nunca supieron de la ternura de la madre! 14 Sólo el camino de mi ley podrá compensar su vacío y llevarles al puerto de salvación. He aquí por qué mi huella está impresa indeleblemente en todas las sendas de vuestra vida. 15 Pueblo amado: Mańana, cuando corra la voz de que estuve entre vosotros, vendrán multitudes de hombres a interrogaros, si para ese tiempo la vida en vuestro hogar es limpia y vuestro culto al Padre es el que he venido a enseńaros, żNo creéis que esa será la mejor respuesta que déis y la mejor prueba de que oísteis mi palabra? 16 En este tiempo en que hasta el aire, la tierra y el agua se encuentran envenenados de la maldad de los hombres, ĄCuán pocos son los que no se dejan contaminar por el mal o envolver en esas tinieblas! 17 żQuiénes de aquçellos, al encontrar un pueblo que vive en la virtud y en la paz, podrá negar que el Padre ha estado con él? Podrán venir monarcas destronados llorando su poder perdido y en el seno de ese pueblo recobrar la paz del espíritu al reconocer la falsedad de las vanidades terrenas. Vendrán ministros de sectas y religiones, los cuales, al ver la espiritualidad de esa congregación y su culto lleno de pureza, sentirán en su corazón el juicio de su propia conciencia reclamándoles sus errores. 18 Ese pueblo es el del Seńor, el cual hará oír su voz sobre todos los pueblos de la tierra, y les vencerá con la luz de su espada que es la verdad, y al vencerles, les hará formar parte de esa familia, porque todos los espíritus son hijos del pueblo de Dios. - 39 - 1 Estáis preparando vuestro corazón, para que en él caiga mi palabra como un bálsamo; mas en este instante os pregunto: żPor qué os encuentro agobiados por el dolor? Bien está que os sorprendan las pruebas y las vicisitudes, mas no es para que caminéis agobiados bajo su peso. 2 Si coméis en mi mesa manjares espirituales, żPor qué no aprovecháis la esencia que contienen, que es salud y vida eterna? żHasta cuándo comprenderéis mi doctrina, para que os levantéis a predicarla con vuestra vida? 3 Ya os atrevéis a veces a decirme que nada de lo que me habéis pedido os he concedido, cuando os lo estoy entregando a cada instante y sólo falta que os preparéis para poderlo recibir. 4 No abruméis a vuestro espíritu con cadenas de pecados, libertadle para que el se eleve y reciba de mi mano cuanto haya menester en su jornada. żPor qué apagáis vuestra fe cuando Yo estoy entre vosotros? 5 Os he dicho que en vosotros pesa cierta responsabilidad en la paz de las naciones y en la salvación de esta humanidad; pero, żCómo váis a desempeńar vuestra misión, si aún no hay firmeza en vuestros pasos? Venís a escuchar mi palabra, decís amar a vuestro Seńor; mas no bastan aún estas cosas para que vuestras obras hagan al mundo alcanzar mi paz. No vengo a desalentaros, sino a despertar a vuestro espíritu. Tomad nuevamente el fruto de mi árbol y hartaros de él, ĄOh caminantes! 6 Bienaventurado el que comiendo de este fruto, crea firmemente que ha comido del árbol de la vida, porque os digo de cierto que él no morirá. Os encontré muertos a la luz de la verdad en este tiempo, mas mi presencia espiritual entre vosotros ha sido vuestra resurrección. Os considerabais indignos de hallaros ante mi presencia y Yo os hice dignos, purificando vuestro ser de todo su pasado, revistiéndolo de pureza como el ampo de la nieve. En este perdón que sobre vosotros he derramado os he entregado con él una lección de amor y de justicia, que quiero que pongáis en práctica con vuestros hermanos. 7 żCon qué derecho váis a juzgar y a sentenciar a vuestros semejantes por causa de sus imperfecciones? Con ninguno. Os he medido con mi vara de amor, la cual dejo en vuestras manos, para que con ella midáis a vuestros semejantes. 8 Mi doctrina es clara, limpia, perfecta, para que los párvulos la entiendan y la graben en su corazón. He venido a tomaros de la mano para llevaros de lección en lección a la comunicación perfecta de espíritu a Espíritu. - 40 - 1 żQué espíritu oyéndome hablar de la tierra de promisión no siente el deseo de habitar en ella? La finalidad de mi comunicación entre vosotros es la de llevar a vuestro espíritu a la morada de la luz y de la paz eterna, desde donde se percibe la grandeza de vuestro Creador. Un camino os ha sido trazado desde todos los tiempos, para que por él lleguéis a las puertas de esa eternidad, de esa vida que espera a vuestro espíritu. 2 Os he perdonado y os he liberado de vuestro fardo para que aligeréis vuestro peso y ya sin culpas os sintáis confortados para emprender de nuevo la caminata. Grande es la misión y la lucha que tenéis en la tierra, más aún en estos tiempos de guerras y calamidades, en los cuales debéis aprender a orar con tal fuerza, que vuestro espíritu invisible e intangible a los demás, logre detener el avance del espíritu de guerra y extienda sobre los pueblos el manto de paz. 3 Esta nación donde moráis, no es la nueva Jerusalén, porque esa ciudad os espera en lo espiritual: pero sí ha sido elegida para mi manifestación en este tiempo y será como una puerta que os conducirá a la blanca ciudad que en su éxtasis contempló Juan. 4 En vuestra ciudad penetrarán los extranjeros y a ellos les veréis como a hermanos por el espíritu, sin distinguirlos por razas. 5 Elevad unos instantes vuestro pensamiento, y Yo haré que a vuestro corazón llegue el rumor de la guerra, el lamento de los hombres, el dolor de las madres, el llanto de los nińos. Tiempo de justicia es éste, en el que estáis viendo cómo el rico avaro y a la nación poderosa y egoísta les es quitado su poder, así como al que ha tomado lo ajeno sin el permiso de su dueńo, para aumentar su caudal, también le ha llegado el día de ver cómo otras manos le quitan lo que sin derecho poseía. 6 Vosotros, en vuestra pobreza material, pensáis que estáis muy lejos de esas cosas, muy fuera de mi justicia, mas os digo que os equivocáis, porque también podéis convertiros en ricos avaros de la riqueza espiritual que os estoy entregando. 7 Hoy os he invitado a elevar vuestro pensamiento para tratar de sentir el dolor que aflige a las naciones y he contemplado que aún no sabéis sentir el dolor de vuestros hermanos, aun cuando de ese dolor se halle saturado hasta el aire que respiráis. żSerá menester que paséis por esa prueba y que apuréis ese cáliz, a fin de que podáis comprender después a los demás? Tenéis aún endurecido vuestro corazón y no brota de él todavía el agua cristalina. Bienaventurado el que se levante a ser servidor de sus hermanos, porque ha visto las cosas que les afligen, pues Yo lo haré descansar en mi seno después de concluida su labor. Muchos no negarán que cuando la vida les ha sonreído, han visto con indiferencia a los que sufren estrecheces o enfermedades y que otros después de haber conocido la miseria y habiendo llegado al esplendor, en vez de ayudar a los que a sus puertas llaman para pedir un favor, les dan con la puerta en la cara diciéndoles: Id por vuestro camino, sufrid y luchad, como yo sufrí y luché y entonces tendréis lo que con tanto trabajo para mí gané. 8 Mi doctrina os enseńa otras cosas, pues si la paz de que disfruta vuestro corazón o la luz que vuestro espíritu ha alcanzado, han sido a través de grandes pruebas o sufrimientos, Yo os digo, que esas joyas las repartáis entre vuestros hermanos sin tratar de saber si han hecho méritos para poseerlas. - 41 - 1 Bendito sea este pueblo que se ha preparado para sentarse a mi mesa. 2 Yo soy el pan, Yo soy el manjar y el fruto, Yo soy el vino. 3 Incansablemente venís a escucharme para calmar vuestra hambre y sed de justicia, como en aquel Segundo Tiempo también me siguieron los hombres hambrientos de amor. 4 Entregué mi palabra en los valles, en las montańas; a los mares y al desierto me siguieron las multitudes; su fe no conocía el cansancio, su firmeza era inquebrantable; entonces mi piedad se extendía sobre aquellos hombres y les envolvía en la esencia de mi palabra. 5 Las madres llevaban en brazos a sus hijos; los hombres abandonaban sus tareas para escucharme; los ancianos, apoyados en su báculo seguían a la multitud. 6 Fue en una de esas ocasiones, cuando el Maestro realizó el milagro de los panes y de los peces, como una demostración de que cualquier pan alcanzará cuando sea repartido con amor y sin distinciones, porque la conformidad y la fraternidad serán también un sustento. 7 Los mismos discípulos habían dudado de que tan escasas provisiones alcanzaran tan grande multitud, mas cuando vieron realizado el milagro, avergonzados se dijeron para sí, en verdad éste es el Mesías. 8 Aquí tenéis nuevamente en el Tercer Tiempo a Jesús, quien viene a daros el pan de vida eterna, del cual comerá toda la humanidad. 9 Vengo a daros esta palabra por medio del entendimiento humano, y os digo que para comunicarme en esta forma, tuve que esperar la evolución espiritual y mental del hombre, para servirme de él en el último tiempo. Mi voluntad se ha cumplido y este misterio se convertirá en claridad, para todos aquéllos que no acierten por ahora a comprenderlo. 10 No temáis a los juicios y mofas de las sectas y religiones, ellas son las que, teniendo en sus manos los libros de las profecías, no han sabido interpretarlas, y por ello no me han sabido esperar. En cambio, vosotros que no conocíais las profecías qué hablaban de mi vuelta, me estabais esperando. Ya es llegado el Tercer Tiempo y la humanidad no ha sabido interpretar el evangelio. 11 Cuántos pueblos van como ovejas sin pastor, pero Yo estoy con vosotros y para hacerme reconocer he aparecido en la pobreza y la humildad como en el Segundo Tiempo, y si el mundo quiere identificarme a través de los que me siguen, podrá lograrlo; son los enfermos, los tristes, los humillados, los cansados, los hambrientos y sedientos de justicia, los muertos a la fe, los que vienen en pos de mi huella. 12 A nadie extrańe que no haya aparecido en este tiempo en el seno de alguna iglesia, tampoco en el Segundo Tiempo surgí de religión alguna. 13 Donde exista vanidad, materialismo e idolatría, no estaré: Yo quiero manifestarme en el seno de la más grande sencillez y humildad, donde no existan ritos que os hagan olvidar la esencia de mi ley; por eso a nadie extrańe verme rodeado de menesterosos, de rudos y pecadores, de los cuales parezca no poder sacarse ningún provecho, mas Yo he puesto mis ojos en éstos, para transformarlos en seres útiles, y donarlos para que conviertan a muchos por su conducto; y por ellos que sois vosotros, he dado pruebas manifiestas de mi poder, mas si a pesar de ello, los mismos vuestros dudan, no temáis, que nadie es profeta en su tierra. Mańana vendrán los extranjeros, y os creerán, o iréis a tierras desconocidas y os recibirán, pero no todos dudan de vosotros, también hay quienes os siguen y se apoyan en vosotros, ellos os sirven de aliciente y estímulo en la difícil pendiente del camino. żQué será de aquéllos que os siguen y encuentran fuerzas en vosotros, si llegaseis a flaquear? Jesús os dice: cuando os sintáis débiles, buscadme y Yo os daré fuerzas. Si llegaseis a encontrar el dolor, no penséis que os he castigado, y sacad de aquella prueba el provecho que encierra para vosotros. 14 Con sólo quererlo ya seréis limpios, mas, żQué mérito tendría? Que cada quien lave sus manchas, eso si tiene mérito. Entonces sabréis evitar en lo futuro las caídas y las faltas, porque el dolor os lo recordará. 15 Si entre la falta cometida y las naturales consecuencias de ella, se interpusiese un arrepentimiento sincero, el dolor no llegará, pues ya no sería necesario. El mundo apura un cáliz muy amargo y Yo nunca le he castigado; mas después de su dolor vendrá a Mí que les estoy llamando, entonces los que fueron ingratos sabrán dar gracias al que sólo bienes ha derramado en sus manos. 16 Hasta ahora, no ha sido el amor humano el que se imponga en el mundo, ha sido como desde el principio de la humanidad la fuerza la que impera y vence. El que ha amado ha sucumbido víctima del mundo. 17 El mal ha extendido su reino y se ha hecho fuerte en la tierra, y es precisamente en este tiempo cuando vengo a oponer mis armas a esas fuerzas; para que el reino del amor y de la justicia se establezca entre los hombres, antes combatiré, porque para daros la paz de mi Espíritu, antes, es menester que haga Yo la guerra y destruya todo mal. 18 El día de justicia ya es entre vosotros, vivos y muertos escuchan en este tiempo la voz de la conciencia. 19 Este mundo no es la mansión eterna para vuestro espíritu, si asi fuese, no veríais morir vuestro cuerpo que tanto amáis, no veríais extinguirse la vida de vuestros padres, de aquéllos que os dieron el ser. Todo es perecedero, nada es estable en este mundo, si aquí todo fuese bienandanza y placeres, jamás os acordaríais de vuestro espíritu, ni pensaríais en los demás, ni me recordaríais. 20 Muy largo ha sido el camino de dolor que ha recorrido vuestro espíritu, no quiero que encontréis dolores más grandes de los que habéis conocido, retornad a Mí en busca de la paz, buscad vuestra perfección y os convertiré en maestros que enseńen, y rescaten a los perdidos en las tinieblas de la ignorancia. 21 Hombres que habéis llorado ante mis palabras de perdón żPor qué mostrándome vuestra diestra manchada con la sangre de vuestro hermano, la justicia aún no ha llegad a vosotros? No temáis, que vuestro arrepentimiento verdadero será como un manto que os defienda y mi perdón como agua cristalina que os purifique. 22 ĄMas ay del que haya matado y no haya saldado su cuenta! ĄAy del que haya hurtado o haya causado deshonra, o no haya cumplido para con sus padres, y de ello no se haya arrepentido! Porque entonces la vida, el dolor y el camino, como un sabio juez le juzgará, y como un maestro le enseńará. - 42 - 1 El libro del Maestro se abre nuevamente delante de los discípulos. Mientras vuestra materia se somete al silencio y al recogimiento, vuestro espíritu se eleva para deleitarse con mi palabra, él es el que llega hasta mi mesa a alimentarse con el único pan que le da vida. 2 Para todo aquél que sabe elevarse en estos instantes, desaparece la materia por la cual es transmitida mi palabra y la recibe directamente en su espíritu, desde aquel Manantial Divino. Vosotros reconocéis que desde el instante en que por primera vez me escuchasteis, brilla una luz en vuestro entendimiento, es la luz de mi sabiduría que comienza a iluminar vuestro sendero, aunque he de deciros, que quienes me oyen y no se profundizan en mi enseńanza, andan aún entre tinieblas, la luz de su espíritu, está apagada. 3 Mi voluntad es marcar doce mil hijos de cada tribu, mas en verdad os digo: no sólo los marcados poseerán mi luz cualquiera que siga mi enseńanza será llamado hijo de la luz. 4 No pregonéis que sois discípulos de Jesús, demostradlo con obras de caridad. 5 Hay quien pregone ser de los elegidos y Yo le pruebo ocultándome en el corazón de su propio enemigo, a quien en vez de perdonar, le ha devuelto el golpe, y ese golpe, más que en el carrillo de su hermano, ha alcanzado mi faz. En ese instante le he hablado a través de su conciencia y aquél con un débil arrepentimiento me ha dicho: perdóname, Maestro; una vez creyéndose limpio ha reanudado su camino. Entonces ha visto venir hacia él una doncella cuyo corazón y juventud son como una rosa fragante. Ella le dice: vengo a vos llena de confianza en vuestra virtud a pediros un consejo, que sea en mi vida como un escudo contra las acechanzas; pero aquél haciendo a un lado su misión, haciendo a un lado mis enseńanzas, se deja dominar de los bajos instintos, cede a los sentidos y con impura intención contempla a la doncella; pero en ese instante me presento ante el mal discípulo, diciéndole: żPor ventura es esto lo que os he enseńado? Y aquél sorprendido me ha contestado: Seńor, nada hay oculto para voz. Avergonzado ha proseguido aquél su jornada, mientras mi voz implacablemente le pregunta cada vez que aquél hace alarde de estarme siguiendo: żSois mi apóstol? He permitido entonces que el hambre sorprenda a aquél, y luego me he ocultado en el corazón de un rico enfermo, quien a pesar de tener sus arcas repletas de oro, no tiene salud para gozarlo; éste, al saber que en su comarca se encuentra un discípulo mío va en su busca y le dice: sé que vos podéis devolverme la salud y por eso os he buscado, soy rico, mas todo mi caudal no ha servido para encontrar remedio a mi mal. El corazón del apóstol se ofusca al escuchar aquella confesión y dice al enfermo: voy a posar mi mano en vuestra cabeza, y pronunciando el nombre de mi Seńor os voy a devolver la salud, mas sabed que esta gracia ampliamente la tendréis que pagar, el rico enfermo le responde: llevaos mis galas, mis arcas, mi casa, tomadlo todo, pero sanadme y el enfermo sana, porque era tanta su fe y su dolor, que el Maestro tuvo piedad de él. 6 El enfermo sanó y lleno de júbilo entregó en manos de aquél que creía que era quien lo había sanado, todo cuanto poseía, mientras el apóstol decía también para sí: ahora he dejado de ser pobre, pues si he luchado y trabajado, justo es que reciba en este momento mi recompensa; pero he aquí, que justamente en ese instante la voz de Jesús implacable, ha vibrado en la conciencia de aquel hombre diciéndole nuevamente; żPor ventura ésta es mi enseńanza? żRecordáis que Jesús cuando estuvo en el mundo recibiera pago a cambio de su amor, Él, que puedo ceńirse coronas y poseer todos los tesoros, cuando con sólo tocar sanaba y con llamar resucitaba muertos? 7 Una lucha se entabló en el corazón de aquel discípulo, llegando a decirle a su Maestro: żPor qué sois tan inflexible con vuestros discípulos? żPorqué no nos dejáis poseer algo en este mundo? Y Jesús con voz dulce le respondió; porque en el momento de escogeros prometisteis renunciar a las vanidades humanas a cambio de un tesoro verdadero. 8 Todavía el discípulo replica: duro es el camino, muy larga la jornada, trabajamos mucho y en la tierra ninguna cosecha recogemos; queréis que amemos mucho a los hombres, cuando ellos no nos aman, y Jesús al escucharle blasfemar asi le dijo: esta bien, pequeńo, caminad bajo vuestra voluntad, lograd lo que ambicionáis; y aquel hombre diciéndose ser mi siervo, pregonando ser mi apóstol y desoyendo la voz de la conciencia, se ha levantado por los caminos encontrando en ellos multitud de enfermos, a los que ha llamado para decirles que él es el poseedor de un bálsamo que cura todos los males, mas también les dice: estoy necesitado, żQué podéis brindarme en cambio de lo que yo os conceda? Aquellos que son pobres, le hacen saber que nada tienen, pero que están dispuestos a trabajar venciendo sus dolencias, para conseguir lo necesario para pagarle. Este trato le parece bien a aquel hombre, quien empieza a ungir a los enfermos, a la vez que va recogiendo de sus manos el pago, cada vez en mayor cantidad. Él ungía a los enfermos pero ellos no sanaban, al contrario, se agravaban, él trataba de levantarles el ánimo, más ellos decaían cada vez más. Entonces el apóstol, al contemplar que las multitudes aquellas habíanle perdido toda confianza, sigilosamente desapareció de entre ellas, llevándose un caudal en metales, y dejándolos a ellos en agonía. Lejos ya de aquéllos, se dirigió a la mansión de un rico, al cual le dijo: Seńor, puedo serviros, sé trabajar, deseo me ocupéis en vuestra regia mansión, yo puedo consolaros cuando estéis triste, puedo manejar vuestros intereses cuando os sintáis cansado; żPues quién sois vos? Le preguntó el rico, a lo que el apóstol contestó: soy el poseedor de una ley, de una doctrina a tal grado poderosa y persuasiva, que si alguna vez vuestros súbitos llegasen a rebelarse delante de vos, bastará que yo les hable para reducirlos a la obediencia. El rico aquel se impresionó con aquellas palabras, creyó en este hombre y le dijo: vuestras palabras revelan grandeza y si las cumplís como decís, las tendré siempre como una verdad. Entonces el rico le dió un lugar a aquel hombre, y las llaves de su palacio; éste con la adulación, conquista el corazón del rico que es su amo, más como de su corazón había rechazado a su Maestro y no dejaba llegar la voz de su conciencia, pronto hizo cambiar la vida dentro de aquella mansión; humilló a los pequeńos, enalteció a los que le adulaban, hizo que se alejaran los mejores siervos de la casa. A espaldas del dueńo, derrochó en festines sus caudales; mas tuvo que llegar el día en que el Seńor de aquella mansión abriera sus ojos a la realidad, y entonces, convencido de la falsedad de aquél en quien había depositado toda su confianza al escucharle pronunciar palabras de gran poder y sabiduría, le llamó para decirle indignado. żEsta es la enseńanza que sembráis? żAsí demostráis esa potestad que decís tener? Y al instante le hizo conducir a un cadalso, para más tarde sentenciarlo al patíbulo. Ahí, en la prisión, no concebía aquél que un discípulo del Divino Maestro pudiera llegar al cautiverio, y menos que se le sentenciara a morir, no podía creer que aquellas pruebas eran la voz de alerta que le llamara al arrepentimiento para volver al camino; entonces elevó una súplica al amo rico a quien había traicionado prometiéndole no volver a hablar ni a sorprender a nadie, y el rico convencido le dejó partir. 9 Libre ya de aquel hombre, sintió de nuevo el deseo de conocer nuevos caminos y encontrándolos, en ellos penetró nuevamente, se hizo sordo a todo llamado que su conciencia le hiciera y como nunca, se entregó a los placeres adonde sus labios envenenaron, donde su cuerpo enfermó y su corazón cayó en el más profundo hastío. De escalón en escalón había ido descendiendo hasta caer aletargado en el fondo de un abismo. No sabía él cuanto tiempo permaneció ahí, mas cuando despertó, preguntó: żEn dónde estoy? żDónde está mi heredad? Le hablo a mi Padre y Él no me responde: estoy enfermo y abatido y Él no acude a mí, le pido una palabra de consuelo, de aliento y Él no viene a mi corazón. żDónde estará aquella enseńanza y aquel bálsamo que Él me dió y con el cual yo podría librarme de tanta amargura? Quiero cerrar mis llagas y ellas sangran más; quiero darle paz a mi corazón y él más se inquieta. żQuién soy yo? żSerá una mentira lo que el Padre me dió? Entonces mesó con desesperación sus cabellos y lloró desgarradoramente. 10 Pasaron a su lado hombres de todas condiciones y le veían con indiferencia, nadie le escuchaba, nadie le contemplaba, ni se detenían, nadie sentía su dolor parecíale no poder llegar a más y su espíritu estaba a punto de desprenderse de su inmundo cuerpo, escuchó una voz dulce, conocida por él que le decía: aquí estoy, he descendido hasta aquí, donde habéis caído, vengo a daros mi mano. Aquel hombre, contemplando la dulzura en los ojos del Padre, escuchando su voz llena de perdón y de ternura, no pudo resistir el peso de sus remordimientos y dijo asi a su Seńor: no os acerquéis a mí, no bajéis a este abismo porque se herirán vuestros pies, no penetréis en este antro, porque aquí están las tinieblas y el fango, no dejéis en los cardos vuestra vestidura, dejadme aquí, ya que yo mismo a esto me he condenado. 11 El hijo lloraba y a través de sus lágrimas contemplaba cuán limpio, cuán puro era su Padre, el Padre lloraba y no contemplaba las impurezas del hijo, ni las tinieblas que lo rodeaban, ni el fango en donde se encontraba, sólo veía que era su hijo al que preguntó: żPor qué habéis llegado hasta aquí? Y el hijo contestó: porque yo creía que no estabais tan cerca de mí, porque no quise creer que la voz de mi conciencia era vuestra voz, mas no me sanes, hoy comprendo que no merezco la salud; no me perdonéis, no merezco vuestro perdón. Dejad lavarme, dejadme sufrir en este abismo. Mas el Padre contemplando que el hijo al fin había comprendido la magnitud de sus faltas, no pudo dejarlo ya sufrir y dejó que en aquel ser se hiciera la luz, que aquel llanto lavara las manchas y entonces, sobre aquella frente agobiada, posó el Padre sus labios y depositó un beso, levantó aquel cuerpo debilitado y vencido y le estrechó entre sus brazos con infinito amor. 12 Aquel corazón, al sentir la ternura de su Padre, se dispuso a seguirle y a amarle por siempre, entonces contempla que nuevamente brilla la luz que en su frontal había puesto el Seńor, porque los dones que Dios concede, nunca los quita a sus hijos, aunque sí les retiene su gracia, cuando quiere hacer sentir su justicia. Asi se levantó aquél a empezar de nuevo el camino, pero llevando mayor luz, la de su dolorosa experiencia. La voz de la conciencia era en él más clara que nunca. 13 żQuiénes estando conmigo, recibiendo día tras día mis lecciones, querrán ir a recorrer los caminos del sufrimiento? En verdad, creed que esos caminos ya los anduvisteis, que ya los conocéis, vuestro espíritu ya pasó por las grandes pruebas gracias a las cuales hoy podéis seguirme con firmeza. 14 Os he enviado a multiplicar vuestra simiente y para ello os he seńalado con mi luz en vuestro frontal, porque cuando ya estéis preparados, os diseminaré por los caminos donde ya las multitudes os esperan, y las puertas de los hogares se abrirán para daros la bienvenida, y los corazones os recibirán con íntimo júbilo. 15 Ahí estarán los enfermos esperando su salud. 16 Yo el Divino Salvador, llegaré a todos a través de mis discípulos fieles, pero ahora no llegaré como en el Segundo Tiempo; hoy llegaré entre esta humanidad, oculto en el corazón de mis enviados, hablando por su boca y derramando mi inspiración en sus entendimientos. Así llegaré hasta los enfermos, hasta los menesterosos y hasta los sedientos de la paz del espíritu y del cuerpo. 17 Bienaventuradas las naciones que no cierren sus caminos y abran sus puertas a mis enviados, pues de cierto os digo, que esa nación será salva. 18 Durante esta lucha, unos recibirán su heredad antes que otros, unos serán llamados y escogidos antes que otros, mas a todos llegará esa hora y todos tendréis heredad. Asi, unos empezarán y acabarán antes su tarea, otros tardarán más en llegar; pero al fin, cuando toquéis ya los linderos de la perfección, no habrá grandes ni pequeńos, todos seréis iguales en el amor del Padre y formaréis parte de su familia perfecta. 19 A todos he dado en un principio los mismos dones, pero como algunos han sabido elevarse y ser grandes por ellos mismos, otros se han estacionado y otros se han extraviado. 20 Aquí, dentro de la obra espiritual, he repartido entre vosotros dones igualmente grandes; por lo cual, no debéis juzgar que a unos se les ha dado más que a otros, ni que un cargo es más grande que otro. Yo, en mi sabiduría y justicia infinitas, conociendo la deuda de cada uno de mis hijos, les he dado de acuerdo con estas cosas. Os doy estas explicaciones para que seáis conformes, porque de vuestro destino, de vuestro pasado y de vuestra restitución, nada sabéis. 21 He aquí, que si consideráis muy agraciados a éstos por los cuales me estoy comunicando, y hasta habéis llegado a desear su don, Yo os digo que, en verdad, es una gracia muy grande, asi como también lo es, la deuda espiritual que con el Padre tienen y su responsabilidad no tiene límites. 22 Tomad con amor cada quien su cruz, mas no vayáis a buscar placeres, ni honores, ni recompensa, porque sólo recogeréis dolor. 23 Recordad que Yo os sané, que Yo limpié vuestras manchas y cerré vuestras heridas, recordad que Yo aparté la amargura de vuestros labios y quité de vosotros la vestidura sucia y rota que traíais, para cambiárosla por otra blanca como los ampos de la nieve. Erais el paria y habéis dejado de serlo; llegasteis sin heredad y hoy poseéis un don. No provoquéis más el dolor, no volváis a ser parias, no volváis a formar entre los pecadores, no os consideréis intocables por el hecho de ostentar mi marca divina, antes bien, preparáos para que cuando seáis tocados sepáis perdonar. 24 Cuántas veces me habéis prometido perdonar a vuestros hermanos, sea cual fuere la ofensa que os hiciesen, me habéis pedido fuerzas para poder cumplir, y fuerzas os he dado; mas cuán pocas veces habéis sabido cumplir. 25 Hago de vosotros tres grupos entre los que han tratado de practicar el perdón: el primero, es aquél de los que habiendo recibido una ofensa no sabiéndose contener y olvidando mi enseńanza, se han ofuscado y se han vengado devolviendo el golpe por golpe. Ese grupo es el vencido por la tentación. 26 El segundo grupo, es el formado por los que una vez que han sido ofendidos, recordando mi ejemplo, callan sus labios y contienen sus impulsos para luego decirme: Seńor, se me ha ofendido; pero antes que vengarme, he perdonado. Mas Yo que penetro en los corazones, he descubierto en aquél el deseo de que Yo le vengue descargando mi justicia sobre su hermano; este grupo está en plena lucha. 27 El tercer grupo, es el formado por los que una vez que han sido ofendidos, se elevan hacia el Padre llenos de piedad por sus hermanos, para decirme: Seńor, perdonadles, porque no saben lo que hacen; me han herido, mas siento que no es a Mí sino ellos mismos quienes se han herido, y por eso os pido vuestra caridad y que me concedáis devolverles sólo el bien. Éste es el que ha vencido. 28 Vuestra conciencia que pide y espera de vosotros obras perfectas, será la que no os deje tranquilos hasta que sepáis practicar con vuestros hermanos el verdadero perdón. 29 żPor qué habéis de odiar a los que os ofenden, si ellos son peldańos para que lleguéis a Mí? 30 Si perdonáis, haréis méritos, y cuando estéis en el reino de los cielos, veréis en la tierra arrastrándose, a los que os ayudaron en vuestra elevación, entonces pediréis al Padre que también aquéllos encuentren los medios para salvarse y llegar hasta su Seńor, y vuestra intercesión les hará alcanzar esa gracia. 31 Tampoco intentéis descubrir la intimidad de vuestros semejantes; porque en cada ser existe un arcano que sólo Yo debo conocer; pero si descubrieseis aquello que por pertenecer sólo a vuestro hermano es sagrado, no lo publiquéis, no rasguéis ese velo, antes hacedlo más denso. 32 Cuántas veces he contemplado a los hombres penetrar en el corazón de su hermano hasta descubrir su desnudez moral o espiritual, para recrearse con ello y luego publicarlo, nadie que así haya profanado la intimidad de un semejante se sorprenderá de que alguien en su camino le desnude y le burle, entonces no diga que es la vara de justicia la que le mide, sino la vara de la injusticia con la que midió a sus hermanos 33 Respetad a los demás, cubrid con vuestro manto de caridad a los desnudos, y defended al débil de las murmuraciones del mundo. 34 Yo no os prohíbo los libros que os enseńan el bien, más si no lo encontraseis, he aquí una enseńanza que en medio de su sencillez y humildad, encierra más luz que todos los libros, por lo tanto, grabadla en lo más profundo de vuestro corazón. - 43 - 1 El espíritu del que sabe prepararse se extasía en la contemplación de las cosas espirituales, inspirado por la palabra del Maestro. 2 No ha sido estéril la tierra de vuestro corazón, y en breve fructificará el trigo. 3 Mi luz ha rasgado las densas tinieblas de vuestra ignorancia y entonces vuestro corazón se ha enternecido para amarme y vuestro entendimiento se ha despejado para comprender mi revelación. Esta luz os ha hecho contemplar la grandeza de la vida, las perfecciones de la Creación, las maravillas de la naturaleza y la sabiduría con que ha sido trazado cada destino. 4 A veces me decís: Maestro, fácil es aprender vuestra lección, pero difícil practicarla. Entonces el Maestro os toma en su regazo y con su amor os inspira confianza, luego en vuestra vida diaria va poniéndoos pruebas al alcance de vuestra capacidad y así, insensiblemente, comenzáis a practicar las lecciones del Maestro. Comprensión, fe y amor, es cuanto necesitáis para transitar por este camino. 5 Ved que cuando habéis llegado a mi presencia, antes que exigiros que al instante inclinéis el cumplimiento de alguna misión, dejo que me escuchéis, para que os llenéis de mi palabra que es sabiduría y fortaleza, bálsamo y paz. Antes he dejado que busquéis mi verdad hasta encontrarla, he dejado que escudrińéis mi obra y penetréis hasta donde queráis, como dije a Tomás que hundiera sus dedos en la herida de mi costado para que pudiera creer. Sólo así podréis ser firmes y perseverantes en la lucha que os espera. 6 He hecho que escuchéis mi palabra incontables veces y que os sintáis discípulos ante mis grandes cátedras. Se ha manifestado mi Divinidad y he dejado que mi mundo espiritual dé pruebas de su presencia, haciendo prodigios entre vosotros. 7 Si sabéis comprender y mirar bien cuanto os he concedido, os convenceréis de que no estáis hambrientos o necesitados de pruebas y milagros. 8 Habéis visto realizarse los prodigios en vosotros mismos o en vuestros hermanos y ellos han sido los que encendieron la flama de vuestra fe, y los que levantaron un altar de amor en vuestro corazón. 9 Todo lo tenéis para que podáis llegar a practicar mi doctrina con esa pureza y elevación que ya comprendéis. 10 Hoy me interrogáis a cada paso, mańana seréis los que contestéis a las preguntas que os hagan vuestros hermanos. 11 Delicada y hermosa es la misión que he venido a confiaros. Es la cruz de amor bajo la cual caeréis, y la que os levantará con su fuerza. 12 żQuién podrá ir por esta vida sin llevar una cruz? żY quién será aquél que llevándola, no caiga a veces agobiado por su peso? 13 No olvidéis que Yo, vuestro Maestro, vuestro Redentor, también tuve mi cruz en la tierra y hube de caer una vez tras otra bajo su peso. 14 Mas os digo en verdad que la carne podrá doblegarse y caer agobiada bajo el peso del dolor, de la fatiga y de la próxima agonía, mas el espíritu no quedará vencido, porque ahí, en cada caída, se levantará más alto; en cada queja, bendecirá su destino y de la misma muerte se levantará a la luz de la vida verdadera. 15 Cristo no desdeńó tomar su cruz; llevándola a cuestas hasta el calvario y expirando unido a ella, os dí la salvación y fui a la diestra del Padre. 16 Esa cruz fue la pluma con que escribí mi pasión en el corazón de los hombres. 17 ĄOh! pueblo a quien he confiado la misión de ser luz y salvación para la humanidad. 18 Sois el discípulo de los tres tiempos, el cual hasta ahora, en el tercero, llegará a ser maestro. 19 Hoy estáis unidos formando congregaciones, multitudes y grupos, pero mańana os levantaréis por diferentes caminos llevando a flor de labio mi doctrina, mas no estaréis distantes espiritualmente unos de otros. 20 Aunque de por medio estuviesen los mares o las extensas tierras, vuestros corazones latirán uno junto al otro, unidos por vuestra misión. 21 La unificación de este pueblo vendrá después de 1950 y el gozo del Padre será muy grande al ver la fructificación de la simiente que cultivó con su palabra, aquélla que fuera como fecundo rocío y que el pueblo recibiera desde 1866 hasta 1950. 22 Ya se acerca ese instante, pueblo, en que tendréis que entregar los primeros frutos de vuestra misión a vuestro Padre Jehová, en la falda del nuevo Monte Sinaí. 23 Quiero que en esa hora bendita presentéis al Padre aquella unificación que perdisteis en tiempos pasados y que tanto se os ha pedido en el presente; que no lleguéis ante Él trayendo en vuestro corazón el fanatismo o la idolatría, y en vuestras manos el fruto de la mixtificación. 24 żCómo podría descubrir su error el que adora ídolos, sí a vosotros os encontrase también divinizando objetos? 25 Mi mano providente está fertilizando todas las tierras, para que en ellas caiga la semilla de la espiritualidad. 26 No temáis a vuestro destino, pueblo, que dentro de esta misión no está la esclavitud, ni este aprisco es una prisión, ni los cargos que os he confiado son cadenas. 27 Bienaventurados los que penetren con fe y buena voluntad en esta Arca, porque serán salvos de las tentaciones de este tiempo, serán fuertes porque en su dolor tendrán mi bálsamo, en sus pobrezas tendrán el tesoro de esta Obra y cuando les persiga la ingratitud o la calumnia, tendrán el consuelo de mi palabra. 28 No he venido a pediros sacrificios sobrehumanos. Ni al hombre le he exigido que deje de ser hombre por seguirme, ni a la mujer le he pedido que deje de serlo para cumplir con una misión espiritual. Al esposo no lo he separado de su compańera, ni a ella la he distanciado del esposo para que puedan servirme, ni a los padres les he dicho que abandonen a sus hijos o que dejen el trabajo para que puedan seguirme. 29 A unos y a otras, al convertirlos en labriegos de esta campińa, les he hecho comprender que no por ser mis siervos dejan de ser humanos y por lo mismo tienen que saber dar a Dios lo que es de Dios y al mundo lo que a él corresponde. 30 Sólo os digo que no dejéis pasar ninguna de aquellas ocasiones que a vuestro paso pongo para que cumpláis con la misión de amor que os he enseńado. 31 Enlazados encontraréis vuestros deberes espirituales y materiales y muchas veces al mismo tiempo, estaréis cumpliendo con ambas leyes. 32 Siete etapas espirituales tendrá que recorrer vuestro espíritu para alcanzar su perfección. Hoy que vivís en la tierra no sabéis en qué peldańo de la escala os encontráis. 33 En verdad os digo que sabiendo Yo estas cosas, no debo decíroslas por ahora. 34 Hoy trabajad con grande ahinco para que al llegar la muerte, y cerrar los ojos de vuestro cuerpo para esta vida, vuestro espíritu sienta elevarse por sí mismo hasta llegar a aquella morada que por sus méritos haya alcanzado. 35 Los discípulos de esta Obra contemplarán en el trance de la muerte corporal, cuán fácilmente se rompen los lazos que unen el espíritu a la materia; en ella no habrá dolor de dejar las cosas de la tierra, su espíritu no vagará como sombra entre los hombres, llamando de puerta en puerta, de corazón en corazón, de ciudad en ciudad en busca de luz, de caridad, de paz. Orad y velad. 36 Mientras entre vosotros desciende mi palabra llena de dulzura y paz, allá en otras naciones la guerra siembra a su paso la desolación. 37 Orad por el mundo, pueblo. 38 Vosotros, varones, cuando retornéis al hogar y vuestros pasos sean presurosos porque deseáis estrechar a la esposa en vuestros brazos, o miraros en los ojos de vuestros hijos y lleváis alegría en el corazón porque el fruto del trabajo váis a entregarlo a los vuestros, orad por aquellos hombres que en campos de muerte se encuentran y ya no tienen a qué retornar en busca de su hogar, porque éste fue arrasado. 39 Cuando cerréis vuestra puerta y sintáis el dulce calor del hogar y su protección, también pensad en aquellas madres que buscan las entrańas de la tierra para proteger de la muerte a sus hijos; pensad en los nińos que a voz en cuello llaman a sus padres sin recibir respuesta, y el aquéllos que sólo pronuncian ya una palabra; pan. 40 Y mientras los hombres se siguen destruyendo, vosotros, orad, y que vuestra oración sea como ángel de paz que flote sobre aquellos pueblos. 41 De Maestro a discípulo y de Padre a hijo os he hablado, meditad en mi palabra. - 44 - 1 La paz del Maestro sea con vosotros. 2 He visto cómo os preparáis y en verdad os digo que os daré a comer mi cuerpo y a beber mi sangre. 3 El espíritu está presto a comprender las cosas que os dije en el Segundo Tiempo y cuya explicación os voy a dar. 4 He aquí la mesa donde se encuentra el pan de la vida y el vino de la gracia. 5 Los discípulos me rodean, y en su corazón se preguntan: żPor qué si el Padre está con nosotros, revela tristeza en su palabra? Mas entre los que asi preguntan, hay otros cuya conciencia presiente algo grave que el Maestro va a decir, son los que recuerdan cuando el Seńor mojó su pan en el vino, para ofrecerlo a aquél que lo había de entregar. 6 Cuando Jesús celebró con sus discípulos aquella pascua, según la tradición de aquel pueblo, les dijo: he aquí algo nuevo que vengo a revelaos: tomad de este vino y comed de este pan, que representa mi sangre y mi cuerpo, y haced vosotros esto en memoria mía. 7 Después de la partida del Maestro, los discípulos conmemoraron el sacrificio de su Seńor tomando el vino y comiendo el pan que simbolizaba a Aquél que todo lo dió por amor a la humanidad. 8 A medida que los siglos pasaron, los pueblos divididos en religiones, dieron diferente interpretación a mi palabra. 9 Hoy vengo a deciros cuál fue mi sentir en aquella hora, en aquella cena, donde cada palabra y cada acto de Jesús, fue una lección de un libro de profunda sabiduría y de infinito amor. Si tomé el pan y el vino, fue para haceros comprender que ellos son semejantes al amor, que es el sustento y la vida del espíritu y si os dije: "Haced esto en memoria mía", quería decir el Maestro que amaseis a vuestros hermanos con un amor semejante al de Jesús, entregándose como verdadero sustento a la humanidad. 10 Jesús no sólo fue la palabra, sus enseńanzas y obras no fueron tan sólo parábolas o sentido figurado; si a sus discípulos por encontrarse doctrinados, les figuró con pan y con vino su cuerpo y su sangre, al siguiente día delante de un pueblo, entregó su cuerpo y derramó toda su sangre para darle a comer el pan de vida eterna del amor. 11 Todo rito que de estas cosas hagáis será estéril, si en vuestra vida no lleváis a la práctica mis enseńanzas y ejemplos, he ahí lo difícil para vosotros, mas en ello es dones existe el mérito. 12 Jesús os enseńó la caridad, la mansedumbre, el amor; vino a enseńaros a perdonar de corazón a vuestros enemigos; os vino a enseńar que deberíais huir de la mentira y amar la verdad; os manifestó que tanto el mal como el bien que recibieseis, lo pagarais siempre con el bien. Os enseńé el más profundo respeto a cada uno de vuestros semejantes, y os revelé la forma de hallar la salud del cuerpo y del espíritu y a honrar con vuestra vida el nombre de vuestros padres, para que a la vez podáis ser honrados por vuestros hijos. 13 He aquí algunos mandatos a los que debe ajustarse todo aquél que en verdad quiera ser cristiano. 14 Para que aquella enseńanza encendiera la fe en los corazones, la acompańé de milagros para que pudiera ser abrazada por ellos, y para que estos milagros fuesen más palpables, los hice en los cuerpos de los enfermos y curé a los ciegos, a los sordos, a los mudos, a los paralíticos, a los poseídos, a los leprosos y aún a los muertos. 15 ĄCuántos milagros de amor hizo Cristo entre las multitudes y cuántos prodigios de fe entre los hombres! Sus nombres los recogió la historia para ejemplo de futuras generaciones. Hoy vengo a daros nuevamente mi palabra y su esencia es la misma, vengo a hablaros con el mismo amor; os vengo a mostrar una vez más el camino para llegar al Padre, os vengo a enseńar a daros todo a vuestros semejantes con el mayor desinterés. 16 Hoy no vengo a representar mi cuerpo y mi sangre con el pan y el vino, ni vengo como hombre a derramar mi sangre y a entregaros mi cuerpo en una cruz, este es otro tiempo; hoy vengo en Espíritu, y es a vuestro espíritu al que hablo sin metáforas, sin parábolas, porque está ya capacitado para comprender las enseńanzas pasadas y también las nuevas revelaciones. Asi estoy preparando mi templo en vuestro corazón. 17 Mi Espíritu que está en todas partes, es sentido cuando estáis preparados. Sabed buscarme y Yo descorreré ante vuestra mirada espiritual el velo de muchos misterios; Yo moveré vuestro corazón al bien; Yo os seńalaré el camino que debáis de seguir. 18 Cómo podéis seguir pensando en sangre y en cuerpo, si es el Espíritu Santo, el que desciende entre vosotros, si vengo tan sólo en palabras a iluminar vuestra conciencia, a sustentar vuestro espíritu y a estremecer vuestra carne? 19 La voz de vuestro espíritu me llamó en este tiempo, vuestra elevación, vuestra sed de luz, me hizo acercarme a vosotros. 20 Pronto los discípulos del espiritualismo extenderán esta palabra entre la humanidad, como la doctrina que inspirara a los hombres a luchar por la elevación de su espíritu. 21 No forméis más sectas, sólo el pensamiento os unirá, vuestra conciencia os dirá cuando queráis apartaros del camino. 22 Una sola ley os he dado desde el principio de los tiempos, ella marca un sendero lleno de claridad. 23 En este tiempo también seré traicionado, vendido y entregado, la forma aún no la sabéis, mas abrid vuestros ojos y preparáos para que no seáis los autores de tales obras. 24 żQué será de aquél que escuchó que Yo le llamé discípulo, y después el mundo y su conciencia lo llamen traidor? 25 Velad y perdonaos los unos a los otros, que mi perdón está cubriendo a todo el Universo. 26 Discípulos: vuestro corazón ha latido con fuerza, es que he estado en él. - 45 - 1 Discípulos: todas las tierras fructificarán cuando estén preparadas, mi semilla está pronta a descender sobre ellas. Cada ser humano será una planta que florezca y dé frutos de amor, cumpliendo así con el destino de todo lo creado. 2 En el reino vegetal existen plantas parásitas, inútiles, no imitéis su ejemplo. 3 żSabéis por qué el Padre espera de vosotros los frutos de amor y no otros? Porque la semilla de vida que puse en cada criatura, la simiente original fue el amor. 4 Si a veces habéis ido al sequío como las plantas, si os habéis marchitado por momentos o habéis sentido la angustia de la sed,no es porque el agua de mi gracia os haya faltado. Mi fuente de amor eternamente se ha estado desbordando sobre todo espíritu y sobre todo corazón cual riego de vida. Pero he aquí que estas plantas humanas, dotadas de espíritu, poseen libre albedrío y por causa del mal uso de ese precioso don, se alejan de aquella gracia divina, que es lo único que puede salvar y fortalecer el espíritu. ĄCuán disitintas de las plantas de la tierra que, sumisamente en su sitio, reciben cuanto venga de la mano de Dios! 5 Todos creéis haber amado en vuestra vida, y Yo os digo: ha habido quienes han amado verdaderamente, mientras que otros, a menudo confunden las pasiones y el egoísmo con el amor. 6 La lección perfecta os la dí a través de Jesús. Analizad mi paso por el mundo en cuanto hombre, desde el nacimiento hasta la muerte y tendréis explicado el amor en forma viva. 7 Yo no vengo a pediros que seáis iguales a Jesús, porque en Él hubo algo que vosotros no podréis alcanzar: ser perfecto en cuanto hombre; ya que quien estuvo en Él fue el mismo Dios, pero sí imitadle. 8 Mi ley eterna os ha hablado siempre de ese amor. Se os dijo en los primeros tiempos: "Amarás a Dios sobre todas las cosas", "Amarás a tu prójimo como a tí mismo". 9 Mas tarde os dí estas inspiraciones: "Amad a vuestros hermanos como el Padre os ha amado", "Amáos los unos a los otros". 10 En este tiempo se os ha revelado que améis a Dios antes que a todo lo creado, que améis a Dios en las cosas y a las cosas en Dios, que practiquéis caridad y más caridad con vuestros hermanos para que veáis al Padre en todo su esplendor, porque la caridad es amor. 11 Nunca como ahora ha estado el hombre en condiciones de amarme a través de un culto espiritual libre de impurezas. Los tiempos paganos y del gentilismo han quedado distantes; la idolatría, el fetichismo que han estado presentes en todos los cultos y en todos los tiempos, han fatigado con su materialismo y su falso esplendor a los espíritus. 12 Ya están a la puerta las generaciones que por todos los puntos de la tierra hagan surgir el culto espiritual a mi Divinidad y cuando ese culto llegue a establecerse como un reino de paz y de luz entre la humanidad, el fanatismo religioso desaparecerá de los hombres, porque en la espiritualidad no tienen cabida las pasiones ni la ignorancia. 13 No porque miréis extenso el camino os detengáis pensando que nunca llegaréis al final; no os detengáis, porque un instante que perdáis lo llorará más tarde vuestro espíritu. żQuién os ha dicho que en este mundo está la meta' żQuién os ha enseńado que la muerte es el fin y que de ahí podréis alcanzar mi diestra? 14 La muerte es como un breve sueńo, después del cual, y ya reparadas las fuerzas, despertará el espíritu bajo la caricia de mi luz, como a un nuevo día que empieza para él. 15 La muerte es la llave que os abre las puertas de la prisión en que os encontrasteis al sentiros adheridos a la carne y es al mismo tiempo la llave que os abre las puertas de la eternidad. 16 La tierra, convertida por las imperfecciones humanas en valle de expiación, ha sido cautiverio y destierro para el espíritu. 17 Mas Yo os digo en verdad que la vida en la tierra es un grado en la escuela de la vida żPor qué no lo entendéis así, para que aprovechéis todas sus lecciones? 18 He aquí el por qué muchos tienen que volver a ella, una y otra vez: porque no comprendieron ni sacaron utilidad de su vida anterior. 19 Ha de haber en los hombres del mańana tanta espiritualidad y comprensión de las cosas, que cuando penetren ya en la agonía y se hallen a un paso de la muerte, consideren ellos y quienes en aquella hora les rodeen, como el momento más hermoso de todo su existencia, aquél que sea como la culminación de una vida fecunda y provechosa y puedan decir como su Maestro en la cruz: "Todo está consumado". 20 Así vengo a hablaros, con tono paternal y en lenguaje sencillo. 21 Lleno de misterios esperabais este tiempo y mi nueva venida, y he ahí, grande ha sido vuestra sorpresa al contemplar la sencillez en la forma de mis manifestaciones y la humildad en mi palabra. 22 Elías llegó como un rayo de luz enmedio de una tormenta, seguido de sus huestes invisibles, de sus grandes legiones de espíritus de luz, que le siguen como al pastor siguen sus ovejas. Él camina abriendo paso a las multitudes; derribando a diestra y siniestra las zarzas y espinos para abrir brecha a los que le siguen y asi se van uniendo los espíritus que reconocen la voz del que ha de conducirles en este tiempo hasta Mí. 23 żNo recordáis que fue una oveja de Elías la que os dió testimonio de mi presencia y os invitó a uniros al rebańo para seguir la huella del Pastor? 24 Levantáos, humanidad, encontrad el camino, encontrad la razón de la vida. Uníos pueblos con pueblos, amáos todos. ĄCuán delgado es el muro que divide un hogar de otro, y sin embargo, cuán distantes se hallan unos de otros sus moradores! 25 Y las fronteras de vuestros pueblos, ĄCuántas condiciones para que dejéis pasar al extranjero! Y si esto hacéis entre humanos żQué no habréis hecho con los que se hallan en otra vida? Poner entre ellos y vosotros, cuando no el velo de vuestro olvido, el de vuestra ignorancia que es densa tiniebla. 26 Hoy que vuelvo mis ojos al mundo, veo que todos los pueblos conocen mi nombre, que millones de hombres pronuncian mis palabras y sin embargo, os digo de cierto que no tienen amor. 27 Todo cuando os digo en este tiempo, y cuanto acontece en el mundo, es la explicación y el cumplimiento de la revelación que por conducto de Juan, mi apóstol, le hice a la humanidad, cuando habitando aquél mi discípulo en la Isla de Patmos le llevé en espíritu a las alturas de lo divino, de lo insondable, para mostrarle por medio de símbolos el principio y el final, el Alfa y la Omega y vio las cosas que fueron, las que eran y las que habrían de ser. 28 Nada comprendió por el momento, mas mi Voz le dijo: "Lo que vieres y oyeres, escríbelo y él escribió. Juan tuvo discípulos los cuales le buscaban en su retiro cruzando en barcas la mar. Ávidamente aquellos hombres preguntaban al que fue discípulo de Jesús, cómo había sido el Maestro, cómo era su palabra y sus milagros y Juan, imitando en amor y en sabiduría a su Seńor les maravillaba con su palabra. Pero la ancianidad llegó y cuando agobiado aquel cuerpo por el tiempo, aún tenía fuerzas para dar testimonio de su Maestro sólo decía a sus discípulos: "Amáos los unos a los otros". Los que le buscaban, viendo que el día de la partida de Juan se aproximaba, y queriendo poseer toda la sabiduría que aquel apóstol atesoraba, le pedían les revelara cuanto de su Maestro había aprendido, y por toda respuesta escuchaban siempre aquella frase: "Amaos los unos a los otros". 29 Los que con tanto afán e interés preguntaban, se sentían defraudados y pensaban que la vejez había borrado de aquella memoria las palabras de Cristo. 30 Mas Yo os digo que de Juan no se había borrado una de mis palabras; es que de todas ellas brotaba como una sola esencia aquella que condensa toda la ley: el amor de los unos para los otros. 31 żCómo podría borrarse de aquel discípulo tan amado, la lección del Maestro a quien tanto amó? 32 żAcaso sabéis, discípulos de este tiempo, si llegado el ańo de 1950, último de mi comunicación, también os diga por toda lección, "Amaos los unos a los otros"? 33 Todo a vuestro paso os habla de estas cosas: El árbol, extiende su follaje para daros sombra, la flor deshojándose después de que aspiráis su perfume y convirtiendo su sacrificio en fruto para vuestro deleite. 34 Ese es el camino, por eso os he dicho que améis a Dios en las cosas y a las cosas en Dios, porque en todas estoy presente y en todas os hablo. 35 Miro enfermos a todos los hombres, ya del cuerpo, como del corazón o del espíritu. Hombres en cuyo interior sólo escucháis el constante grito de la conciencia, buscadme como doctor, porque Yo poseo el bálsamo que sana todos los males. - 46 - 1 Bienvenidos seáis a mi mesa. Por ańos y ańos, algunos de vosotros os habéis sentado en esta mesa de amor a comer el pan de mi palabra y beber el vino que es la esencia divina que ella tiene. ĄY cuántos de vosotros también estuvisteis conmigo en el Segundo Tiempo y me escuchasteis! Otros contemplasteis en las comarcas a mis apóstoles que iban sembrando en los corazones la semilla de la fe en Cristo, dando pruebas de verdad los hombres, sanando enfermos, limpiando leprosos y esparciendo consuelo. 2 Mas los que no comieron en aquel tiempo, hoy comerán y los que no estuvieron en el mundo entonces, hoy estarán. 3 Voy a elegir nuevamente a mis discípulos y lavaré sus pies e imprimiré un ósculo de amor en ellos, para que veáis que si esto hace el Seńor con vosotros żQué no tendréis que hacer con vuestros hermanos? 4 Todo lo dejo por venir a consolaros y a salvaros y así me presento lleno de humildad para dejaros este ejemplo, y cuando levantéis vuestra planta para seńalar el camino a la humanidad, dejéis una huella de mansedumbre en el camino. Quién no haya lavado sus pies antes de emprender la jornada żQué huella de pureza podrá dejar? 5 He aquí al Cordero, quién voluntariamente se inmola por amor a la humanidad, para llorar y hacer grandes juramentos para después darme las espaldas. 6 Entre vosotros contemplo a los que han de seguirme, mas también a los que han de llorar y hacer grandes juramentos para después darme las espaldas. 7 Aún estoy entre vosotros, aprovechad los instantes, porque Yo os dejaré. Retendré mi palabra y desde el infinito contemplaré a los que recibieron esta herencia. 8 Yo os digo que todo aquél que limpiare su corazón para entregar mi palabra, será fuerte por su pureza, caridad, amor y humildad y que todo aquél que se engrandeciere y vendiere mi obra, será débil. 9 La nueva Jerusalén ha abierto sus puertas y por ellas han llegado las grandes multitudes de distintas comarcas y aun de naciones distantes, porque os he dicho que no serán doce los escogidos en este tiempo sino doce mil de cada una de las doce tribus, o sea ciento cuarenta y cuatro mil seńalados o destinados a llevar mi palabra a todo el orbe. Unos están en espíritu, otros en el mundo; mas a los que habitan en el más allá, los haré reencarnar para reunirlos a todos en la tierra, éstos serán los que ahora carguen la cruz del sacrificio y beban por la humanidad el cáliz de la amargura. 10 Hoy comeréis el pan de la gloria y el vino del espíritu que son mi cuerpo y mi sangre, los cuales han sido representados con pan y vino hechos por los hombres. 11 Estad cerca de Mí para que os protejáis y os sintáis fuertes, porque los lobos os acechan y los fariseos que entre las turbas se confunden, son los mismos de ayer. Aún no pueden reconocerme porque sus mentes se han turbado. Son los hipócritas que ocultan sus pecados detrás de una falsa pureza. 12 Velad y orad, porque ellos serán los primeros en venir a deciros que Yo soy el falso Cristo; entonces, unos os mostrarán las profecías del Primer Tiempo y otros las del Segundo para tratar de probaros que esto estaba anunciado como falso. Ellos os dirán que os cuidéis de estas cosas. Yo os digo: cuidaos de quienes sólo han tomado mi palabra y ninguna potestad tienen para hacer obras persuasivas. 13 Vosotros, examinad vuestra conciencia y preguntaos: żHan sanado los enfermos? żHabéis sentido paz escuchándome? żOs habéis sentido inspirados a hacer el bien y a amaros los unos a los otros? żOs habéis enmendado y regenerado? Sí, pueblo, sí, os ha contestado vuestra conciencia. 14 Recordad y vivid los tiempos pasados. 15 He aquí la mesa donde se encuentran los manjares que dan la vida eterna. 16 Nuevamente os digo que mi cuerpo hoy está representado por mi propia palabra y mi sangre por la esencia, sustancia y gracia que encierra. Una migajilla de este pan bastará para dar vida eterna a un espíritu. Los enfermos probando de este pan, alcanzarán la salud y el que bebiere este vino con elevación de espíritu y respeto recibirá eternamente la paz. 17 Quien recordare mi palabra en el instante supremo de la muerte, los dones y gracias que en ella están, serán en aquel espíritu para que en su viaje contemple la luz de mi Espíritu Santo. 18 El arcano del Padre se ha abierto sobre vosotros, pobres y humildes. 19 Quien de este vino bebiere, sentirá que su espíritu se fortalece y que mi sangre, como nueva vida corre aún por sus venas. Quien cerrare sus labios para no beberlo por temor a la muerte, la muerte en él será y sólo mi mano y mi voz podrían resucitarle, cuando sea mi voluntad vendré a él para decirle żPor qué no bebisteis de mi vino? Levantáos. Yo soy Aquél que habló por boca de los hombres y el mismo que os resucita. żQuién más que Yo tiene potestad para resucitar a los muertos? 20 Mientras derramo mi palabra contemplo el corazón de cada uno de los presentes. Mas veo que unos me entregan su corazón, el cual ha comido hasta saciar su hambre de amor y consuelo; otros piensan la forma de destruir esta obra porque no creen en ella y les preocupan las grandes muchedumbres de corazones fervientes que se aglomeran en estos recintos para oír mi palabra. 21 Comed de este pan, en él está la vida del Maestro. Bebed, en la esencia de mi palabra existe el sabor divino. 22 No olvidéis las cosas que he hecho con vosotros para que también las hagáis con vuestros hermanos. Como os he amado, amad a vuestros semejantes. 23 Sentad a vuestra mesa a los menesterosos y en ella dadles el mejor lugar. 24 No olvidéis estas manifestaciones, y cuando el ańo de 1950 haya pasado, reuníos para que recordéis estas cosas; entonces vuestros ojos se inundarán de llanto, de tristeza y de gozo al mismo tiempo; de tristeza, porque recordaréis el tiempo en que escuchabais la palabra del Maestro, y de satisfacción, porque al fin habéis penetrado en el tiempo de la comunicación de espíritu a Espíritu. 25 En cada una de mis palabras existe un libro abierto para que os profundicéis. 26 Se acerca el momento de mi partida en que os sentiréis solitarios. Quedaréis como ovejas entre lobos, mas Yo os confortaré. Entonces comenzará vuestra misión y penetrarán los unos en los hogares, los otros en comarcas y algunos más en otras naciones. Seréis buenos labriegos en mis tierras, sembrando infatigablemente mi semilla de paz y amor. 27 No será menester que llevéis doble alforja para el viaje, Yo velaré por vosotros. No temeréis la inclemencia del tiempo, ni a los climas, Yo estoy en todas las cosas. 28 Yo os guiaré hacia las casas donde habitan aquéllos que compartirán vuestra fe, ellos os recibirán, con alegría y ahí haréis el llamado a otros más, para que os reunáis a orar y les entreguéis mi mensaje. Esos postreros, serán convertidos en primeros y como nuevos apóstoles se levantarán a sembrar como vosotros les enseńasteis. 29 Muy extensas son mis tierras y muy escasos aún los sembradores. 30 Es mi voluntad que en el tiempo que el Sexto Sello esté abierto, sean reunidos y marcados los 144,000, pues son aquéllos por cuyo conducto me manifestaré al mundo en este tiempo. 31 De todo aquél que diera testimonio de Mí, Yo lo daré también de él, así como todo el que me entregare, tendrá que presentarse ante mi justicia. 32 He aquí que todos habéis comido del Cordero. Sin embargo, entre vosotros contemplo al que me ha de entregar, no en este instante, ni en esta noche, sino cuando seducido por las tentaciones del mundo acepte las brillantes monedas a cambio de entregar a sus hermanos. Como nadie sabe quien pueda ser, os preguntáis en vuestro corazón: Maestro; żQuién será? Yo sólo os digo, velad, para que no caigáis en tentación. 33 Habrá también quien me niegue en este tiempo y será pronto, esta misma noche habrá quien niegue en donde ha estado y a quién ha escuchado. Ninguno me niegue por temor al mundo, porque su dolor será muy grande. 34 En aquel tiempo, Jesús fue a orar al huerto de los olivos, para encontrar las fuerzas para su sacrificio. Hoy vengo a deciros: discípulos, orad, para que encontréis fuerzas en el Seńor. 35 En verdad os digo: que el cáliz que bebí en aquella noche muy amargo fue, pero también el que ahora apuro nuevamente por esta humanidad. ĄCuán amargo! En él están todas las lágrimas, la sangre y el dolor de los hombres, y lo he de beber hasta la última gota. 36 Así os enseńé, ĄOh amados del Maestro! a orar para esperar las grandes pruebas. Mas nunca pesará el pecado de todos los hombres sobre uno solo. Solamente Cristo, el hijo del Altísimo, cargó sobre sus hombros el pecado de toda la humanidad, desde Adán hasta el último. 37 Los que interiormente se mofan de estas manifestaciones, son aquéllos que escupieron mi rostro y los que me están juzgando, son los que me azotaron. El pecado y las tinieblas de esta humanidad son la cárcel donde recibo todas las torturas. 38 Las turbas de increyentes y las legiones de espíritus de las tinieblas me perseguirán y entonces Yo les diré: dejad a mis discípulos, ellos no son culpables. 39 Velad y orad en vuestra alcoba, tened recogimiento y meditad en todo cuanto habéis oído y mi paz y mi fortaleza tendréis en vuestro espíritu porque os alimentasteis con el pan de vida eterna. - 47 - 1 Cada vez que venís a escuchar mi palabra, sentís que dejáis en mi corazón vuestro dolor, mas żPor qué cuando de nuevo retorno entre vosotros, volvéis a presentarme vuestro corazón colmado de amargura? 2 Es tiempo de que aprendáis a retener mi paz. 3 Esta era se prepara, y surgen árboles por pueblos, ciudades y comarcas para brindar su sombra espiritual a los caminantes. Esos caminantes son estas multitudes que van llegando ante mi manifestación, y que al escuchar mi palabra que les dice que ya en otros tiempos han ido sombreándose bajo el follaje del Árbol de la Vida, reconocen íntimamente que no han sabido aprovechar los tiempos para acercarse a la tierra prometida. 4 żQuién sintiendo interiormente que se halla ante una nueva oportunidad, tendrá la ligereza de negarme, como pudo haberlo hecho en otros tiempos? żQuién rehuirá su misión y desoirá la voz de su conciencia? żQuién permanecerá durmiendo el sueńo de su materialismo después de haber sido despertado por esta Voz? 5 Se ha estremecido todo vuestro ser cuando, a pesar de vuestra iniquidad, habéis escuchado al Padre diciéndoos que os ama, que os perdona, que quiere que lleguéis hasta Él; vuestro corazón se ha doblegado ante el amor divino y lleno de alegría se ha levantado a buscar a los enfermos para que se apresuren a llegar a la presencia del Maestro y en Él sanen sus males. 6 He aquí al árbol ofreciendo a los hombres sus frutos espirituales. 7 Yo soy el árbol de vida eterna; recordad a Cristo en la cruz, semejante a un árbol, cuyos brazos, como ramas, se extendieron amorosamente para dar sombra al Universo, y sus palabras vertidas lentamente sobre el corazón de aquella multitud, y su sangre cayendo gota a gota sobre el mundo, fueron como frutos desprendidos del árbol divino. 8 Próximo se encuentra el ańo de 1950 en que dejaréis de escuchar esta palabra que es fruto celestial para vuestro espíritu y entonces el árbol, el fruto y la sombra, estarán en lo más profundo de vuestro ser. 9 Los que se encuentren materializados y fanatizados con mi palabra para aquel tiempo, intentarán retenerme y me pedirán que les hable un tiempo más bajo esta forma, mas eso no podrá ser porque Yo he ordenado otra cosa, y ella escrita está. 10 Los ruiseńores que han trinado entre las ramas del árbol, enmudecerán para este canto, y su obediencia Yo la premiaré con el don de la palabra y de la inspiración. 11 Aún no conocéis lo que en mis altos juicios tenga Yo dispuesto para aquellos tiempos. 12 Os digo desde ahora que, en aquella hora bendita quiero que todos paséis a mi diestra y que nadie se coloque a mi siniestra, porque los de la diestra serán por su mansedumbre como ovejas, y los de las siniestra serán por su necedad y desobediencia como machos de cabrío. 13 Mas no será mi voluntad que os juzguéis unos a otros, será mi mirada perspicaz y penetrante sobre vuestra conciencia, la que juzgue a cada quien de mis hijos. 14 Oídme, pueblo, no me dejéis hablando solo en el desierto; aún es tiempo de meditar y aprender. 15 Nadie pretenda hacer su voluntad, porque el hombre podrá hacer pasajeramente su voluntad, mas viene presto a él la justicia del Seńor y entonces sólo se hace y se cumple lo que estaba decretado por Él. 16 Preparáos profetas del Tercer Tiempo, para que pongáis alerta a las multitudes, y ellas no sean sorprendidas por los falsos cristos y las falsas comunicaciones. 17 No dudéis de estas palabras sólo porque os las estoy entregando por medio de un portavoz torpe y humilde. 18 Levantáos y anunciad a todos estas cosas, porque el tiempo ya es muy corto. Una sola palabra de luz podrá bastar para mantener despierto a vuestro hermano. 19 Velad todos bajo la sombra del árbol que os ha dado luz y paz, y no os juzguéis unos a otros, porque puedo de nuevo deciros: "El que se encuentre limpio de pecado que arroje la primera piedra". - 48 - 1 Este es el único libro que he abierto ante vosotros a través de los tiempos, el de mi sabiduría eterna, y que hoy muestro con el Sexto Sello tomando como intérprete mio al portavoz que Yo he preparado. 2 A través de los tiempos habéis buscado estudiar mis manifestaciones para conocer mi voluntad y mandatos y Yo he respondido a vuestras preguntas, pues todo el que me busca por amor, por encontrar la verdad, me halla, me mira delante, me siente y se alimenta en Mí, como Yo me alimento de él cuando me ama y sabe prepararse. 3 En ese libro, que he venido a abrir una vez más y que sólo Yo poseo, están contenidas mis enseńanzas; todo lo que en él está escrito lo conoceréis y será para vuestra dicha. 4 Os encontráis ansiosos de recibir mis inspiraciones y Yo os digo que he derramado esa luz abundantemente en todos los tiempos y no la habéis aprovechado, y hoy que me comunico por vosotros que sois humanos y tenéis la conciencia y me conocéis. Si estuviera hablando a los muertos, ellos ya se hubieran levantado de sus tumbas, si hablase a las piedras y a los elementos naturales, ellos estarían dando testimonio de Mi, mas la incredulidad de mis hijos no hará detener mi enseńanza, y este libro seguirá hablando de la verdad, de la vida de gracia y del más allá. 5 żQué buscáis en mi doctrina, qué queréis de estos mis hijos? La luz, me decís, ansiamos la paz. Os digo que si os preparáis, encontraréis en mi palabra todo lo que anhela vuestro espíritu. he preparado esta nación, como una tierra próspera y bendita, desde donde podéis mirar el monte de la nueva Sión, la tierra que os espera, y el mańana, después de haber pasado por el mundo, os encontraréis en espíritu en los caminos del más allá y estaréis reunidos todos en un solo valle y formaréis conmigo un solo espíritu que posea mi sabiduría. 6 Es menester que estudiéis para que sepáis el por qué de los acontecimientos de este tiempo; por qué Elías ha venido en este tiempo y por qué os doy mi palabra. En todos los tiempos ha venido Elías como precursor mio para preparar el espíritu de todos los hombres. En el Primer Tiempo vino Elías a la tierra, llegó al corazón de la humanidad y la encontró caída en el paganismo y la idolatría; el mundo se encontraba gobernado por reyes y sacerdotes, y ambos se habían apartado del cumplimiento de las leyes divinas y guiaban a sus pueblos por caminos de confusión y falsedad. Habían erguido altares a distintos dioses a los que rendían culto. Elías apareció en ese tiempo y habló diciendo: naciones, abrid vuestros ojos y mirad que habéis profanado la ley del Seńor, habéis olvidado el ejemplo de sus enviados y caéis en cultos indignos del Dios viviente y poderoso, y es menester que despertéis, le miréis y le reconozcáis, derrumbad vuestra idolatría y elevad vuestros ojos y mirad que habéis profanado la ley del Seńor, habéis olvidado el ejemplo de sus enviados y caéis en cultos indignos del Dios viviente y poderoso, y es menester que despertéis, le miréis y le reconozcáis, derrumbad vuestra idolatría y elevad vuestros ojos sobre toda criatura humana o figura con que le hayáis representado, los grandes, los que tenían cargos, dijeron no conocemos a tu Dios, es menester que Él aparezca, que nos dé pruebas para que creamos en Él, el mismo pueblo le ha olvidado, porque no le ha hecho prodigios. 7 Elías oyó en ese instante mi voz que le decía: alejaos de ese pueblo inicuo, decidle que por mucho tiempo la lluvia no caerá, hasta que vos lo ordenéis en nombre Mío. Y Elías habló; no lloverá hasta que mi Seńor seńale la hora y mi voz lo ordene, y diciendo esto se alejó. Desde ese día la tierra fue seca, pasaron las estaciones propicias para la lluvia, sin que ésta acudiera; en el cielo no se veían seńales de agua, los campos sintieron sed, los ganados comenzaron a perecer, los hombres cavaban la tierra buscando agua para calmar su sed y no la encontraban, los ríos se secaron, la hierba se marchitó y sucumbió bajo los rayos de un sol candente, y los hombres clamaban a los dioses, pidiendo que aquel elemento tornara a ellos para sembrar y recoger simiente. 8 Elías se había retirado a la montańa donde oraba y esperaba el mandato de su Seńor. Los hombres y mujeres empezaban a salir de sus tierras en busca de nuevos pueblos en donde no carecieran de agua, y por doquier se miraban caravanas y en todos los lugares la tierra era seca. Recordaron a aquél que había detenido las lluvias y le dijeron: Elías, revoca tu sentencia, porque vamos a perecer, mira cuan grande es el dolor del pueblo. Elías elevó su espíritu al Padre y oyó su voz que le decía: id al pueblo y cuando Yo os dé la seńal, hablad y ordenad y las aguas volverán a caer sobre esa tierra. 9 Él, humilde y lleno de obediencia, descendió del monte y fue delante del pueblo, delante de los grandes y habló con la palabra divina y puso el ejemplo; habló del Padre y de su poder y en esa hora, ante el asombro de los que oían, aparecieron las seńales, rayos y truenos y fuego se vieron en el cielo, y después el agua vivificadora cayó a torrentes, de nuevo los campos se vistieron de verdura y los árboles se llenaron de frutos y hubo bonanza. 10 El pueblo, ante esta prueba, despertó y recordó a su Padre que le llamaba y amonestaba por conducto de Elías. 11 Muchos y muy grandes fueron en aquel tiempo los prodigios de Elías para conmover a aquella humanidad. 12 En el Segundo Tiempo apareció Juan el Bautista hablando de la verdad, y su voz clamaba en el desierto, preparando a los corazones para recibir al Mesías, y los que le oían decían: żAcaso eres Elías que viene a preparar el camino, o por ventura eres el Mesías? Y él respondía: yo no soy el Mesías, Él vendrá en corto instante y ante Él, me postraré. Aquel precursor bendito habló a las multitudes, pues se acercaba el tiempo de la predicación de Jesús y era menester le reconociesen. Él bautizó con agua, y aun sobre el Maestro derramó las aguas y decía: żMaestro, cómo he de bautizarte, si no hay mancha en Tí? A lo que Jesús respondió: es preciso que dé principio a mi jornada enseńando la sumisión, para que éstos que me siguen, cuando se dispongan a iniciar su cumplimiento, sepan purificarse y prepararse. En aquella hora mi voz se hizo oír y dije al pueblo: éste es mi Hijo, mi Unigénito, en Él he puesto mis complacencias, a Él oíd. En ese instante mi luz descendió bańando a mi Hijo muy amado y esa luz se extendió en todo el orbe. 13 Siempre ha sido Elías precursor mío, espíritu de gran potestad, que no ha sido reconocido ni amado. Hoy ha venido una vez más a preparar a los seńalados, a los que me han servido como portavoces y en general a la humanidad. 14 Si os preparáis y estudiáis mi enseńanza para llegar a conocer mi voluntad, Elías vendrá en vuestra ayuda y será vuestro báculo consolador y amigo. 15 Elías es mi nuncio, es rayo divino que ilumina y guía a todos los seres y los conduce a Mi, a él amad y venerad como precursor e intercesor vuestro. 16 Si vosotros, discípulos, queréis penetrar en el reino de los cielos, haced obras lícitas, cumplid con la ley, y mi obra será de todos conocida y se distinguirá entre las religiones y doctrinas, como el único camino que he trazado al hombre. - 49 - 1 Con regocijo en mi Espíritu os contemplo venir en busca de mi palabra, en multitudes llegáis a estos recintos a escucharme. No todos vienen por oírme, pues los más vienen con la esperanza de aliviar una dolencia o apartar una pena; muchos son los llamados y pocos los que se quedarán para luego seguirme. Aquí están muchos de los que en el Segundo Tiempo desearon escuchar la voz del Rabi, y no tuvieron la ocasión de conocerlo y también están los que pudiendo haberlo oído no quisieron; unos y otros, escuchan ávidamente en este tiempo mi palabra. Estos no esperarán a que Yo levante mi palabra para después lamentarse nuevamente, no estoy, por lo tanto, hablando en el desierto, si a muchos no les interesa mi palabra, hay algunos corazones que saben guardarla como joya de inapreciable valor para darla a conocer al mundo llegado el momento. 2 He venido con caridad y amor hacia todos, haciendo sentir mi presencia en mil formas; unos me han contemplado con la vista espiritual, otros sienten mi fuerza que hace estremecer a su ser; otros se conmueven con la esencia de mi palabra; sienten otros cómo la paz de mi Espíritu envuelve su corazón; los enfermos ven cómo sanan de sus males bajo la caricia de mi mano, y los pecadores se sienten mirados por un ojo perspicaz y penetrante que llega hasta el fondo de su conciencia, entonces habéis dicho: "El Seńor es con nosotros". Cuando en aquel Segundo Tiempo mis discípulos me preguntaron si volvería Yo les hice la promesa de ser nuevamente entre los hombres diciéndoles cuáles serían las seńales que marcarían el tiempo de mi vuelta; dieciocho siglos pasaron para que dichas seńales apareciesen en la naturaleza y en la vida de los hombres anunciando mi nueva venida, he aquí cumplida mi promesa; si, después de 0 ańos que han sido para la humanidad una era, os cumplí fidelísimamente mi promesa. żQueréis que ahora que os he anunciado mi partida para 1950, pueda el Seńor faltar a su palabra? 3 Cuando los téologos y los hombres que estudian las escrituras de los tiempos pasados, han visto cumplidas las seńales que Yo os predije para mi venida y mi presencia entre vosotros, e ignorando que estoy presente y que os estoy hablando bajo esta forma, miran cómo el tiempo pasa y no me ven llegar; entonces entristecidos, cierran sus libros creyendo haberse equivocado de tiempo y de seńales, sin saber que sí han acertado. Mańana cuando las pruebas de que sí fui con vosotros sean del conocimiento del mundo, todos podrán comprobar que mi manifestación fue en los precisos instantes en que las seńales de las profecías se cumplieron; cuánta alegría habrá entonces en muchos corazones, y cuánto interés habrá por interrogar a mis discípulos y por escudrińar las nuevas escrituras. 4 No fueron unos cuantos los testigos de mi manifestación en este tiempo, fueron millares de almas las que sintieron palpitar de amor o de temor su corazón al escuchar mi palabra. Muchos de ellos serán mis testigos fieles y mis buenos discípulos, ellos no me abandonarán cuando mi palabra sea juzgada en tribunales y concilios. 5 Preparáos mi pueblo, para que seáis mis testigos. - 50 - 1 Buscáis mi palabra para fortalecer vuestro espíritu, porque sabéis que es tiempo propicio para penetrar en el camino de la espiritualidad. El camino lo lleva cada hombre en su corazón, sólo falta que lo encuentre, mi mano salvadora ha venido a tenderse hacia todos y mi luz no ha dejado a nadie en las tinieblas. 2 Millares y millares de seres viven en la desesperación y en la angustia, mas llegará el momento en que les veréis surgir a la luz, porque su dolor los está conduciendo al camino. Sobre la humanidad desciende mi luz cual inspiración divina, pero entonces surge en los hombres la duda y no creen que sea la voz del Seńor la que les habla, es que aún no saben la era en que se encuentran. 3 Mi semilla que es de amor, verdad, caridad, salud y paz, está destinada y presta a llegar a todo aquél que quiera sembrarla. 4 Vosotros que oís mi palabra por transmisión, no sois los únicos en recibir mensajes espirituales; Yo sé en dónde se encuentran otros de mis nuevos discípulos, aquéllos que con unción se prepararán para recibir por inspiración mis pensamientos divinos e instintivamente saben que tiempo es éste. Sabed que no a todos se os dió el don de que recibieseis mi luz o al mundo espiritual a través del cerebro, unos han sido preparados en una forma, otros en otra; pero al fin todos coincidirán en la verdad que es una sola. Unos y otros se reconocerán en la espiritualidad y en el ideal. 5 Quisiera el mundo tener la visita de un nuevo Mesías que le salvara del abismo, o a lo menos oír la voz de Dios humanizada vibrando en los vientos, y Yo os digo, que bastaría que observaseis un poco, o recogieseis vuestro espíritu para darle sensibilidad, para que escuchéis cómo todo os habla. Si os parece imposible que las piedras hablen, Yo os digo que no sólo las piedras, sino todo cuanto os rodea os hablará para que despertéis de vuestros sueńos de grandeza, de orgullo y de materialidad. 6 Este es el ocaso de una era y el amanecer de un nuevo tiempo; ya está apareciendo la luz de la aurora, cuando aún no se disipan las sombras de la noche el milagro está delante de vuestros ojos y aún no le presentís, por vuestra dureza. żCómo váis a penetrar en atrición? 7 Os habéis familiarizado con la maldad y el vicio que os rodea; miráis con naturalidad el homicidio, la deshonra, el adulterio, combatís la virtud y el vicio en cambio lo disfrazáis para mostraros en apariencia limpios. 8 Pues os digo de cierto que de estas tinieblas saldrá la humanidad a la luz; ese paso será lento żQué sería de los hombres si en un instante comprendiesen todo el mal que han ocasionado? Unos perderían la razón, otros se arrancarían la vida. 9 No esperéis, pueblo, hallaros en espíritu para levantaros a llevar al mundo las nuevas de mi venida; esta noticia llegará al corazón de la humanidad, y ése será el principio de su espiritualidad. 10 Cuando los hombres se hayan regenerado, sentirán mi presencia y mi amor en su corazón. - 51 - 1 Discípulos amados: vengo a demostraros que cuanto os dije en aquel tiempo se está cumpliendo. De la misma manera se cumplirá lo que a través del hombre os he profetizado en este tiempo, es por lo que se han encendido las antorchas de la fe en estas multitudes, que en un principio vinieron a escudrińar mi palabra para comprobar si era verdad, ahora os habéis entregado al estudio y al análisis para luego enseńar esta doctrina a vuestros hermanos. 2 Comenzáis a amar todo aquello que es digno de vuestro corazón y de vuestro espíritu, e insensiblemente váis dejando de amar todo lo que antes quisisteis con exceso en el mundo. Sí os habla el Espíritu del Maestro en este tiempo en que manifiesta su palabra por medio de criaturas torpes, humildes y pecadoras. Pequeńos y pobres recintos se han levantado en los rincones más apartados de las ciudades y aldeas. 3 En aquel tiempo los hombres oyeron hablar a Jesús en las aldeas, en las riberas de los ríos y en los campos, hasta que llegó el instante de consumar mi obra. Penetré en Jerusalén la ciudad cuyo nombre irá siempre unido al del Maestro, Yo penetré en aquella ciudad, mas aquel pueblo no me dejó ya salir, no porque me amara, sino porque dió muerte al que le traía el más grande mensaje que hasta entonces Dios había enviado a su pueblo. 4 Ahora os dice Jesús en Espíritu: "Yo soy la puerta de la Nueva Jerusalén, y bendito sea todo aquél que por ella penetrase a la blanca y santa ciudad, porque tampoco saldrá de ella, mas no porque en ella vaya a encontrar la muerte, por el contrario, ahí encontrará la vida eterna. 5 Mientras, vuestros cuerpos bajarán a la tierra, en su seno se confundirán para fecundarla, porque aún después de muertos seguirán siendo savia y vida. Vuestra conciencia que está sobre vuestro ser, no quedará en la tierra, sino que vendrá con el espíritu para abrirse ante él como un libro cuyos signos profundos y sabios serán claramente estudiados por el espíritu; ahí se abrirán vuestros ojos y en un instante sabréis y comprenderéis lo que en toda una vida no lograsteis comprender; ahí sabréis lo que significa ser hijo de Dios y hermano de vuestros semejantes, o ahí se comprende el valor de todo lo que se ha poseído; es cuando se experimenta el pesar y el arrepentimiento por los errores cometidos, por el tiempo perdido, cuando nacen los más bellos propósitos de enmienda y de reparación. 6 Era menester que viniese Yo con una enseńanza más amplia y profunda a esclarecer misterios y destruir tinieblas, a fín de que pudieseis conocer todos los dones de que os ha revestido vuestro Padre. Sin ese conocimiento y sin ese desarrollo, no podíais acercaros a Mí y andaríais navegando siempre en vuestro mar de incertidumbres, cuántos dones y potencias poseéis, los cuales no habéis podido aprovechar debido a vuestra ignorancia, más si en alguno se han manifestado en forma espontánea o natural, entonces no ha faltado quien lo juzgue anormal o lo atribuya a poderes ocultos y perversos. 7 Pobre humanidad, que teniendo por Dios al Dios verdadero no lo conoce, como no se ha podido conocer a sí misma, porque sobre sus ojos lleva una venda de tinieblas que es su fanatismo religioso, ese culto impuro e imperfecto que siempre ha sido un obstáculo para la elevación y evolución del espíritu, mas he aquí que Yo, el verdadero y único Pastor de almas en la eternidad, vengo en busca de las ovejas descarriadas para llevarlas al camino de luz que conduce al aprisco celestial. - 52 - 1 La luz del Sexto Sello os ilumina, la luz del Sexto Candelero alumbra al orbe; pero a pesar de estar esta luz en todos, mientras unos se dan cuenta de que viven en un tiempo de trascendencia, otros dejan pasar inadvertidas todas las seńales. żPor qué habiendo sido creados todos por igual, no todos tienen fe? Por virtud de vuestro libre albedrío y del progreso y experiencia de cada ser. Así mientras que unos esperan que una luz y una fuerza superior les guíe, otros confían en lo que creen sus propias fuerzas, y cuando éstas les faltan se sienten perdidos. 2 Mucho tiempo ha que vuestro espíritu ha brotado de Mí, sin embargo, no todos han progresado en forma igual en el camino espiritual. 3 Todo los destinos son diferentes aunque os lleven al mismo fin. A unos les están reservadas unas pruebas, a otros, la vida les depara otras; una criatura reconoce su camino, otra sigue distinta jornada; ni todos habéis surgido a la existencia en el mismo instante, ni todos retornaréis en el mismo momento. Unos caminan delante, otros detrás, pero la meta a todos está esperando, ninguno sabe quién está cerca, ni quién venga distante, porque sois aún pequeńos para saber estas cosas. Sois humanos y vuestra vanidad os perdería. 4 El Padre os dice a todos que perseveréis, y a los que tienen fe les dice que alumbren el camino de los que vayan entre tinieblas. Se está formando vuestro espíritu en el yunque de la vida, analizad vuestra trayectoria y veréis que a veces habéis caminado con bien y a veces con tropiezos, ahora habéis caído para levantaros más tarde, hasta llegar al fin a tomar un paso más firme y más seguro. 5 De estas cosas sólo Yo lo sé, aunque debo deciros, que el ser verdaderamente elevado tiene consciencia de su adelanto sin que por ello se envanezca. Por el don de intuición podéis saber si vuestro paso es demasiado lento, si váis en carrera vertiginosa, si os habéis estacionado, o si creéis haber logrado el paso firme y seguro. Por vuestra conciencia, podéis saber si el camino en el que transitáis es lícito, o lo habéis errado. Para que dejéis una huella benéfica de vuestro paso por el mundo a los que vienen detrás es menester cumpláis con mi ley, pues por medio de ella dejaréis grandes obras, y vuestro recuerdo y ejemplo será inolvidable. Discípulos: Yo soy la alondra bajo cuyas alas vivís todos como polluelos; también os digo, que el Sexto Sello es el único que está abierto y alumbra en este tiempo. Hoy veo que muchos de mis pequeńos que fueron de los primeros discípulos del espiritualismo, han caído en el grave error de creer que los sellos son recintos, que los sellos fueron desatados en esta nación y que hoy son sus poseedores. A ellos les estoy tocando incesantemente con mi justicia, porque son como primogénitos en este tiempo, a los que también llamé para sentar en mi mesa, a los que tenía reservada mi palabra de amor. Ellos van por los caminos de la tierra llevando sus dones y sus cargos, sin querer saber lo que llevan, creen estar cumpliendo y juzgan a sus hermanos. Aquéllos no saben a dónde van ni presienten la magnitud de mi obra, y cuando les he llamado para que me escuchen a través del entendimiento humano y les he preguntado: żCreéis en mi presencia, bajo esta forma? Entonces me han negado. 6 Yo les he dicho: mostradme vuestras multitudes, ennumeradme los prodigios que habéis hecho, y muy poca simiente me han mostrado; les he seńalado las grandes multitudes que se congregan donde es oída mi palabra y el sinnúmero de testimonios de mi poder, a la vez que les he dicho: no olvidéis que Yo os dije que el árbol será reconocido por su fruto; éste es el Sexto Sello, bajo cuya luz deberíais seguirme todos, porque ningún otro sello arroja su luz sobre el mundo en este tiempo. Mi lengua divina flamea en el Sexto Candelero, ella es el Verbo Divino. 7 He aquí, mi pueblo, a los hijos de la duda junto a los hijos de la fe, los que me desconocen y los que me reconocen, he ahí la primera causa de vuestra división en el tiempo actual. 8 La mano del Cordero de Dios desató los Sellos y solo Él podrá atarlos nuevamente. 9 La Nueva Jerusalén no es ésta ni otra nación alguna, esa ciudad es espiritual, aunque podréis habitarla desde este mundo. 10 Elías no es quien desató los Sellos, mas él fue el precursor que preparó las cosas para que el Sexto Sello fuese desatado y revelado a su tiempo; Elías representa el Sexto Sello y su misión es altísima, él vino a revelaros que debíais unir los mandamientos del Padre a la doctrina de Jesús y a los preceptos de Elías. 11 Las siete iglesias de Asia, que fueron santuarios donde la voz de mis apóstoles resonó, fue mensaje para todas las generaciones y todos los pueblos; son una hermosa figura del libro de los Siete Sellos. 12 Roque Rojas trajo la misión de ser el primer entendimiento por el cual se revelaría al mundo el nuevo tiempo, los nuevos preceptos y el conducto por medio del cual hablaría el Seńor en su nueva venida. Elías el precursor, por su entendimiento y por su boca preparó y anunció lo que había de ser por conducto de ese varón, fueron llamados los primeros, y fueron escogidos los que habían de colocar los cimientos de esta obra y es menester seńalar que entre aquellos primeros en recibir cargos, se levantó una doncella con la espiritualidad y la entrega necesaria, para que en ella se consumase el prodigio de mi comunicación por el entendimiento humano. Desde entonces y por ese conducto, mi palabra marcó el tiempo de mi comunicación que fue desde 1866 hasta 1950. 13 Desde entonces, a muchos entendimientos ha venido preparando mi mano providente, para que tuvieseis mi palabra inagotable, que es fuente de sabiduría y de revelaciones, hasta el instante final de mi comunicación. Después, vendrá el tiempo de la espiritualidad, y aunque no escuchéis ya mi palabra, me sentiréis más cerca de vosotros. - 53 - 1 Guardad mi palabra paternal en vuestro corazón, para que ella sea como un faro luminoso en el fondo de vuestro ser. Ella desde ahí guiará vuestros pensamientos, palabras y obras. Esta luz vivirá en vuestro espíritu aún cuando vuestra carne muera. Este es el tiempo en que la humanidad despierta para las cosas del espíritu, en que se interesa por lo eterno y se pregunta: żQué es aquella vida que nos espera después de la muerte? żQuién por incrédulo que sea no se ha preguntado si existirá en él, algo que sobreviva a la materia? Os digo en verdad, que no hay quien no presienta aquel misterio, ni medite un momento en lo insondable sobre el misterio de la vida espiritual que parece estar lejos, y en realidad está frente a vuestros ojos; unos preguntan, otros se confunden, otros niegan; unos hablan creyendo saber todo, y otros callan y esperan, mas cuan pocos saben algo de ese Más Allá. 2 Mi Divino Espíritu, a semejanza al de Jesús nińo, que ante los doctores de la ley hizo preguntas y ellas no le pudieron ser contestadas; en este tiempo invisiblemente me presento ante el teólogo, ante el filósofo, ante los que hurgan en lo desconocido, y a mis preguntas sobre la vida espiritual, quien no enmudece, contesta erróneamente. Quienes saben algo de lo que mi arcano guarda son los humildes, los que viven con espiritualidad; sin embargo, mi luz, como un rocío cae incesantemente sobre todo entendimiento como un mensaje que le revela mi verdad. Si a los que dicen poseer mi ley y doctrina les preguntase cuáles profecías se han cumplido y cuales no, tampoco responderían satisfactoriamente. 3 Este es el tiempo en que el espíritu encarnado y el desencarnado se buscan y se aproximan, el abismo que entre unos y otros existe principia a desaparecer, y cuando las almas de unos y otros mundos logren estrecharse con verdadero amor, será la glorificación del Padre en cada espíritu. Hoy la ignorancia de la humanidad aún me arranca muchas y dolorosas lágrimas. ĄAh! si en vez de llorar la partida de vuestros seres queridos, escuchaseis en el fondo de vuestro corazón sus voces, en vez de luto, que es tiniebla, habría luz. He ahí por qué os dije en aquel tiempo: "Dejad que los muertos velen a sus muertos". A vosotros os pregunto: żTenéis muertos? Lo que muere no existe, mas si los espíritus que me presentáis existen, es que están vivos. Cuántos quisieseis tener entre vosotros a aquéllos que visteis desaparecer, sin saber que el deseo de ellos es que vosotros estéis con ellos en el Más Allá. Lo que llamáis muerte separa en apariencia a los que se van de los que se quedan, pero los une con el lazo eterno de la fraternidad espiritual. 4 En la eternidad se reunirá la familia espiritual formada por el Padre y sus hijos, ya que en esta tierra la simiente de Babel aún da sus frutos de división entre los hijos de Dios, en el más allá reuniré mi familia, ninguno faltará, y en muchos casos los más grandes pecadores llegarán primero, porque su arrepentimiento y su regeneración les purificará y acercará pronto a Mí, mas es menester que sepáis que entre vosotros habitan muchos espíritus en estado de turbación, otros cumpliendo penosas expiaciones, y entre ellos también se encuentran aquéllos que llamáis los vuestros. żCómo podríais lograr que ellos contemplen la luz y se liberten de sus cadenas? żCómo podríais ayudarles en su elevación? Dejándoles por ausentes o perdidos, orando, y que esa oración sea la voz espiritual que les despierte, les ilumine o los conduzca, recordándoles con caridad pues esas oraciones serán como un bálsamo sobre sus penas, y finalmente, haciendo que ellos contemplen que vosotros vivís dentro de mi ley, para que vuestro ejemplo y vuestra influencia les ayude. Pero no sólo penséis en aquéllos de quienes recibisteis algún beneficio, pensad aún en los que os rodean sin ser vistos ni haberles conocido en la tierra. Hermosos son los actos de gratitud pero es más meritorio ante mis ojos que déis sin antes haber recibido, mas si lográis recordar sin rencor y llegáis a perdonar a quien os haya ofendido, habréis logrado imitar a vuestro Maestro, y vuestro perdón, que es expresión del amor, salvará en verdad a aquél a quien se lo otorgáis. - 54 - 1 He aquí sobre mi mesa los manjares que ni los reyes de la tierra os podrían ofrecer, es el pan de los cielos que buscan los pobres y el vino que vienen a beber los parias. No vayáis a envaneceros de poseer estas cosas, que también debajo de los harapos se puede esconder la vanidad. Sed humildes de espíritu y no olvidéis que también existen quienes llevan manto real sobre sus hombros y humildad en su corazón. Mi pan y mi vino son para todos, Yo a todos contemplo necesitados del espíritu, a todos doné con la gracia del espíritu que es Semilla Divina, mas todos habéis ido por distintos caminos según vuestro destino; y en esos caminos, mientras unos han recogido los frutos en abundancia, otros han conocido la miseria; mientras unos han vivido brevemente en la tierra, porque han recogido la luz necesaria para elevarse, otros, viviendo largamente, no han llegado a saber ni quiénes son, ni a dónde van; Yo tengo caridad de esas almas que caminan sin rumbo para detenerlas y enseńarles el camino que conduce a la tierra prometida. 2 La luz de mi espíritu penetra en todo corazón, aun cuando éste permanezca cerrado es semejante a la luz del astro rey, que aparentemente no penetra a vuestra alcoba si ella se encuentra cerrada, mas sus rayos invisibles lo penetran todo; pero es grato para Mí que abráis vuestro corazón y me convirtáis en vuestro confidente. Quiero que abráis al fin vuestro corazón ante la inmensidad; dejad que os sane y os conforte y entonces os convertiré en mis labriegos y discípulos. Muchos de los que hoy nada sois en vuestra vida, porque en vuestro mismo hogar sois lo último y algunos hasta del seno de los vuestros habéis sido arrojados, pronto os encontraréis sentados a mi mesa, ya no caminaréis más sin amor o sin paz, mańana seréis reconocidos y retornaréis al hogar para ser el sostén moral y el baluarte espiritual de los mismos que os habían desconocido. 3 żQueréis sensibilizar y a la vez templar vuestro corazón? He aquí un camino desconocido para vosotros, pero noble y elevado: el de la caridad. Llevad el bálsamo a los enfermos, acercaos a los lechos del dolor, consolad a los que sufren, imitad a los que antes que vosotros hayan tomado esta cruz; imitad a los que desvelen su pensamiento estudiando mi Obra y a los que, a pesar de beber el cáliz de amargura van impartiendo dulzura entre sus hermanos. Asi hablo a los que van a comenzar a balbucir las primeras palabras del lenguaje espiritual, a quienes estoy enseńando los principios de la ley y la finalidad de mi Obra; mi enseńanza la simplificaré para enseńaros a que oréis de espíritu a Espíritu, para que aprendáis a amar y servir a vuestros semejantes, que es la verdadera forma de amarme y servirme, y cuando en verdad ya sintáis el dolor de vuestro hermano, no sólo sanaréis al enfermo, sino que al muerto resucitaréis. 4 En esta comarca humilde, donde en estos momentos me estoy manifestando, os enseńo que el Tercer Tiempo se inició con mi Comunicación Divina por el entendimiento humano en 1866, y que esta comunicación terminará en el ańo de 1950, cuando ya muchos corazones me hayan escuchado; os digo de cierto, que estas bocas no han hablado por su voluntad, sino bajo un Plan Divino, concebido por vuestro Padre. - 55 - 1 Amorosamente os recibo, he aquí la mano amorosa de Jesús extendiéndose hacia vosotros. He aquí cumplida mi promesa de volver, como ladronzuelo he penetrado de puntillas en vuestra alcoba, para despertaros de vuestro sueńo, el que ha despertado y me ha pedido que le ayude a levantarse, ha sentido mi fuerza en el espíritu y en la materia, y se ha salvado. Vengo a mostraros de nuevo el camino estrecho de mi ley, el camino por el cual todos pasarán. 2 Bienaventurados los que se han preparado y han sabido abrir las puertas de su espíritu y de su corazón para recibir a mi Espíritu, porque de su santuario interior brotarán las oraciones por la paz de las comarcas. Os enseńo a orar de espíritu a Espíritu, para que más tarde, así enseńéis a orar a vuestros hermanos. A través de esa comunicación escucharéis el mańana mi Voz Divina que se manifestará en vuestra inspiración al hablar, en vuestra intuición al aconsejar, y en vuestro don de curación para sanar. Ahora se comunica mi rayo por medio de los portavoces, mańana, mi Espíritu hablará por conducto de todo el que se prepare con espiritualidad. 3 Muchos me decís: Seńor żCuándo me daréis dones como a mis hermanos? Yo os digo que todos estáis agraciados, que todos lleváis dones, pero que aún no les conocéis; esos dones les veréis surgir de vuestro ser a medida que vayáis penetrando en mi sendero, en mis servidores os convertiré, pues todos me serviréis, y entonces os seńalaré vuestros cargos y os daré vuestra misión. 4 Habéis sabido preparar una humilde morada a vuestro Maestro y su presencia habéis tenido entre vosotros. Mi palabra ha venido llena de dulzura y de luz, a levantaros a la luz y a la vida, para que toméis el lugar que os corresponde. Mi Espíritu se recrea enseńándoos y amándoos, no temáis que haya quienes rechacen o nieguen mi venida, obrad con tacto y paciencia para con ellos y dejad que mi mano los toque; Yo os digo en verdad, que los que más me han negado y perseguido, después serán los que más de cerca me sigan. Recordad a Saulo, esos convertidos, mańana se unirán a vosotros; no temáis decir que Jesús, el Rabí, ha estado con vosotros, Yo os preparo para todo esto, sed fuertes y os enviaré a las comarcas y por uno de vosotros, alcanzará paz y salvación una comarca; pues su corazón será como un pastor que ama y cuida a sus ovejas, su amor y sus sacrificios no serán estériles. 5 No olvide nadie estas mis palabras, pues el que ahora se encuentra anónimo entre la multitud, mańana estará desempeńando un delicado cargo. 6 Envío mi paz sobre vuestra nación, recibidla sobre vuestro espíritu y llegue a otras naciones y aunque sea rechazada, sin embargo Yo a todas las bendigo. Por ahora, vosotros orad, para que la paz sea al fin en el corazón de los hombres. 7 Estoy en espera del despertar de esta humanidad para que recuerden que Yo existo, y que ante mis ojos han hecho todas sus obras, la hora en que mi justicia ponga un hasta aquí al libertinaje y a la perversidad, se acerca. Oíd mis pasos y reprimíos de vuestra maldad, orad y limpiad vuestro cuerpo y vuestro espíritu, porque si como Padre soy infinito amor, como Juez soy inexorable. - 56 - 1 Traigo para vosotros riquezas espirituales para que nunca perezcáis de hambre o sed. Sobre la nube he venido como iris de paz entre los hombres, a los cuales encuentro divididos, ocupados en guerras de naciones contra naciones, que es precisamente el tiempo en que os dije que volvería. 2 Heme aquí enseńándoos a buscarme con el espíritu y apartando de vuestro corazón los hábitos superfluos. He venido a revelaros las armas espirituales que poseéis para vencer el mal y rechazar las tentaciones. 3 Sólo verdaderos apóstoles y verdaderos doctores podrán salvar en este tiempo a la humanidad. He venido a preparar con mi enseńanza a las grandes multitudes, de entre las cuales surgirán los buenos soldados. Estos dejarán a sus padres, a sus esposas y a sus hijos para ir en pos de otras comarcas a llevar la buena nueva. Escudrińad bien mi simiente antes de llevarla a sembrar, para que estéis conscientes y persuadidos de lo que váis a hacer, y si mis semillas sembráis bajo mi voluntad, vuestra cosecha será de satisfacciones y goces. 4 Desde 1866 resuena en vuestros oídos esta voz del Maestro, pues Elías, el buen pastor de encarnados y desencarnados, vino entonces a aparejar o preparar los caminos, disponiendo vuestro corazón y espíritu para que pudieseis sentir la proximidad del reino de los cielos. Desde entonces, mucho se ha multiplicado mi simiente; los pueblos se han multiplicado, las multitudes han crecido, el número de los seńalados o marcados aumenta cada día y doquiera, en comarcas, provincias y aldeas, surgen recintos como lugares para vuestras reuniones y para escuchar la diaria enseńanza. 5 He venido a dar vida al mundo; para que él abra sus ojos a la luz de este tiempo. 6 Mientras las grandes naciones se encuentran en guerra, Yo he conservado a este pueblo en paz, para que pueda recibir mi mensaje y para que se prepare, porque aquí, en su seno, se refugiarán los llamados extranjeros. 7 Levantáos por medio de vuestra obediencia, no esperéis grandes pruebas de dolor para despertar; no esperéis que los elementos se desencadenen sobre vuestra nación, para acordaros de vuestra misión, ni esperéis que la muerte y la guerra ronden cerca de vosotros para acordaros de Mí. Aprovechad estos instantes porque no sabéis si volverán. 8 Se acerca el ańo de 1950, el seńalado por mi índice para mi partida; si para ese tiempo estuvieseis preparados, grandes obras podréis hacer y grandes prodigios palparéis. Mas os digo que para entonces, mientras unos estarán de plácemes por haber cumplido, otros llorarán. Desde ahora os digo que mi despedida será en todos los recintos y la sentirán en todos los lugares, en las ciudades, en los caminos y aun en los montes; entonces os diré: no os sintáis huérfanos, pues sólo vuestro oído material dejará de percibir mi palabra, mas vuestro espíritu, junto con su cuerpo, se seguirá inspirando a través de su elevación y sus oraciones. No habrá, pues, motivo para que derraméis lágrimas ese día. Así os preparo desde ahora, porque así os hablaré en aquel instante, por eso me encuentro preparando los entendimientos por los cuales escucharéis mi última palabra. He aquí por qué les pido preparación y conciencia a cada instante. 9 Más tarde vendrá el tiempo en que desaparezcan del mundo, sectas y religiones y sólo quede en lo recóndito del corazón humano, la doctrina de Jesús, que es amor, justicia y paz. 10 Hay en el mundo quienes creen que estoy por llegar, sin saber que ya estoy para partir. Cuando la humanidad sepa que estuve entre vosotros, se preguntará: żCómo es posible que estos hayan oído a Dios? Entonces vosotros explicaréis la forma en que me comuniqué y además daréis pruebas de vuestro adelanto y regeneración. 11 Decid al mundo que si en aquel tiempo Cristo se hizo hombre para habitar con vosotros vuestro mundo, ahora vosotros desde aquí, os elevaréis para penetrar espiritualmente en la región donde Él habita. La huella que con sangre os tracé, miradla ahora convertida en huella de luz. 12 Como en el Segundo Tiempo, he acompańado mi palabra de grandes obras y milagros para despertar vuestra fe; pero han sido más los prodigios espirituales que los materiales, porque estáis ya capacitados para creerme y concebirme en forma más elevada. 13 Si alguno esperaba que el Espíritu Santo viniera en este tiempo a manifestarse en cinagogas o iglesias, os digo en verdad que Yo he venido en busca de la humildad, de la sencillez, porque en nada halaga el oro, las riquezas o las vanidades, a Quien es dueńo de todo. 14 Recordad que en aquel tiempo, un hombre bajaba del desierto a los caminos y a la ribera del río, para anunciar a los hombres la presencia del Mesías en la Tierra. Ese hombre era Juan el profeta, el Bautista, que preparaba los corazones para que en ellos penetrase el reino de los cielos; y el profeta no dijo a las multitudes: Cristo vendrá a las cinagogas; porque sabía que el Maestro vendría a levantar su templo en el corazón de los hombres. 15 Aquí me tenéis buscando el santuario en lo recóndito de vuestro ser; mas pensad que para ser siempre dignos de mi presencia, es menester que preparéis el lugar. ĄCuántas veces tendrá que ser el dolor el que os purifique, para lavar vuestras manchas! Yo vengo a ataviaros con una vestidura blanca, mas antes tiene que limpiarse vuestro cuerpo para hacerse digno de ella. 16 Discípulos, si en aquel Segundo Tiempo mis apóstoles al preguntarme cómo debían orar Yo les enseńé la oración perfecta, que vosotros llamáis "El Padre Nuestro", ahora os digo a vosotros: inspiraos en esa oración, en su sentido, en su humildad y en su fe, para que vuestro espíritu se comunique con el mío; pues no serán ya los labios materiales los que pronuncien aquellas benditas palabras sino el espíritu el que me hable con su lenguaje propio. - 57 - 1 Discípulos, he aquí una nueva lección para vosotros; cada una de ellas viene a prepararos para el cumplimiento de vuestra misión, entonces váis comprendiendo que no vinisteis a la Tierra sólo para conservar vuestra envoltura, para acumular caudales o labraros honores. No sois menesterosos en el camino de la vida; si os habéis creído pobres, es que no habéis sabido mirar lo que en vuestras manos lleváis. żSerá menester que perdáis cuanto poseéis, para que sepáis lo que teníais? No, mis hijos, es mejor que hoy que poseéis vuestros dones, tengáis conciencia de ellos para que los utilicéis en beneficio de vuestro espíritu. 2 Si os parece extrańa mi doctrina, Yo os digo que vosotros sois los extrańos, porque tanto Yo, como mi ley, somos inmutables y eternos. Cada vez que vengo con mi ley a vosotros, os encuentro más distantes, más manchados y por lo tanto más extrańos. żOs parece nueva la forma en que ahora me comunico con vosotros? En verdad os digo que no es nueva. żAcaso queríais que mi voz se hubiese escuchado en el infinito sin mediación de hombres? Tampoco esa forma sería nueva; ya en el Primer Tiempo hice oír mi voz ante aquel pueblo congregado en las faldas del monte Sinaí y żQué fue de aquel pueblo al escuchar así la voz de su Padre? Que sus oídos, su corazón y su mente fueron impotentes para recibir aquella manifestación de poder, al grado de tapar sus oídos para no escuchar, y de pedir a Moisés que intercediera ante Jehová para que cesara de hablar, porque su voz era como el estruendo de la tempestad. Mi voz en aquel tiempo descendió de mi Espíritu a vuestra materia, mientras ahora, os estoy preparando para que me escuchéis de Espíritu a espíritu. 3 A pesar de que en todo tiempo me he manifestado lleno de claridad entre vosotros, siempre el mundo ha llevado por delante su duda. Ahí mismo, en el Sinaí, bajo las sublimes pruebas y manifestaciones que al pueblo dió su Seńor, aquellos corazones dudaban, flaqueaban y a cada paso estaban prestos a volver la espalda al Padre; en cada flaqueza del pueblo se manifestó la caridad del Seńor y al final, sólo su verdad resplandeció; mas si os hablo de mi venida en cuanto hombre, tendré que deciros que, a pesar de haber sido anunciado mucho tiempo atrás, el mundo se encontraba durmiendo y no supo por éso reconocerme, desde el instante en que mis ojos se abrieron a la luz del mundo, hasta el instante de cerrarlos estando pendiente en la cruz, mi corazón fue herido en toda mi jornada por la duda de los hombres. 4 Dudaban de la Divinidad de jesús, juzgando la humildad de su cuna, la pobreza de sus vestiduras y su absoluta carencia de poder y caudales de la tierra, y todavía en su agonía, la duda de aquellos hombres se clavaba en el corazón de Jesús, como si fuesen dardos cada una de sus preguntas: żCómo es posible que su cuerpo sangre siendo Dios? żCómo es posible que muera el Hijo de Dios y sus labios no hayan exhalado un ay de dolor? 5 Dos mil ańos han pasado, para que algunos comprendieran estas cosas, y muchos más tendrán que pasar para que otros lo comprendan. 6 Si ahora alguien dijera que he llegado por sorpresa, miente de cierto; porque Yo anuncié mi nueva venida y os predije las seńales que os daría; mas he aquí que si estabais durmiendo cuando os dí las seńales żCómo podríais advertirlas? 7 Así como en el Segundo Tiempo mi presencia no fue en la misma forma que en el Primero, también en este tiempo la forma es diferente, siendo siempre la misma ley. Siempre he anunciado mi llegada con signos de anticipación, para encontraros preparados, para no encontrar vuestra casa en desorden y causaros vergüenza con mi visita, Yo he querido que a mi llegada todo lo tuvieseis dispuesto, para que al llamar a vuestra puerta pudierais decirme: "pasad, Maestro, bienvenido a vuestra casa"; pero ha sido vuestra duda la que ha salido a recibirme; duda por la forma de mis manifestaciones y de mi comunicación, duda ante los prodigios que os concedo, los cuales llegáis a atribuir a poderes maléficos; duda ante la pobreza y humildad de mis nuevos servidores y de los sitios en que me estoy manifestando, mas ya sé que después de la partida de estas cosas, vendrá la fe y la comprensión de ellas, como aconteció en los tiempos pasados. Héme aquí, a pesar de vuestra frialdad, de vuestra duda y de vuestro materialismo. 8 Vengo a vosotros porque os amo, porque sabía que en el tiempo de mi nueva venida os había de encontrar como a rebańos sin pastor, como a enfermos sin doctores y como a párvulos sin maestros. Vengo a preparar una porción de humanidad para que sea la que siembre la semilla en las nuevas tierras, pues habéis entrado en una nueva era. 9 Desde ahora hasta 1950, aprovechad mi palabra que como manantial se derrama desde los cielos sobre vuestro corazón; almacenadla para que podáis entregarla en abundancia después de mi partida. Fortalecéos en mi doctrina para que vuestro ánimo no vaya nunca a flaquear; mirad que habrá quienes tengan que responder de estas cosas ante tribunales, vosotros os concretaréis a decir con toda verdad lo que os enseńé. Después de 1950 vuestra memoria se aclarará para recordar mis enseńanzas, mas también recibiréis por revelación nuevas y desconocidas revelaciones. 10 Alguien desde el fondo de su corazón me está diciendo en este instante: Seńor, żPor qué no hacéis en mi camino aquellos prodigios que hicisteis en los días en que comenzaba a seguirte, si ahora me encuentro más preparado y tengo más fe? ĄAh mi pueblo! que no habéis sabido observar. Yo tampoco estoy haciendo ahora los prodigios que hice en el Primer Tiempo. Aquél fue el de vuestro despertar a la vida del espíritu, fue de pruebas y milagros materiales, hoy es tiempo de prodigios espirituales żCómo era posible que vuestro espíritu estuviese siempre a la misma altura y que os viniese a repetir la misma lección? 11 Cuando ahora llegasteis a mi presencia a escuchar mi palabra, os hice prodigios y os concedí cosas sorprendentes para alentar vuestra fe. Hoy que ya tenéis esa luz żPor qué seguís exigiendo lo que sólo corresponde a los débiles? Ahora toca a vosotros hacer con vuestros hermanos lo que Yo hice con vosotros. - 58 - 1 Rodeaos a mi mesa, discípulos, porque estos tiempos no volverán. Hoy podéis aún oírme a través del entendimiento y de los labios de los portavoces, mas este tiempo pasará y una nueva fase os presentará mi obra. 2 Recreáos escuchando mi palabra y almacenadla en lo más profundo de vuestro corazón, haced de vuestra memoria un cofre que guarde mi esencia cual si fuese una joya de valor inapreciable. Este día es de gracia para todo aquél que recuerde y conmemore la resurrección de Cristo, para todo aquél que siente en su espíritu la sangre de aquel testamento. 3 Hoy que he retornado entre vosotros ante el asombro de unos, la incredulidad de otros y la fe de otros más, esperáis que el Maestro os hable de estas cosas. 4 Oídme: Dios, desde el principio de la vida humana, se manifestó al hombre como ley y justicia. El Espíritu Divino se materializaba ante la pequeńez y la inocencia de las primeras criaturas, haciéndoles oír el eco de sus pasos y su voz humanizada y comprensible. La sensibilidad de aquellos seres despertó, hasta saber interpretar al Padre a través de la naturaleza; así, cuando vivían en la obediencia, experimentaban la caricia divina a través de cuanto les rodeaba, como también sabían del tropiezo y la amargura, que les indicaba que habían faltado ante su Seńor. 5 Así comenzó a hacerse luz en aquellas conciencias que habían de ser en la jornada el faro, el juez y el consejero. Instintivamente los primeros hombres supieron que aquel Padre invisible siempre ordenaba el bien, y que esa orden constituía la ley en la que deberían vivir. A esa luz interior le llamasteis "La ley natural" 6 Más tarde, cuando el hombre se multiplicó y en su multiplicación se olvidó de cumplir con aquella ley, desoyendo la voz de su conciencia y apartando de sí todo temor, el Padre que ha seguido al hijo en su destierro paso a paso, le envió hombres de grande espíritu por la virtud y la sabiduría para recordarles el camino del cual se habían alejado. 7 żNo recordáis al justo Abel, cuya sangre aún reclamo? Él murió junto a su ofrenda. 8 żY al ferviente Noé, quien soportando las burlas de la gente, anunció la voluntad de su Seńor hasta el último momento? Ellos con sus actos, os recordaron mi existencia y mi ley. os envié después un Abraham, de obediencia y fe infinita en su Seńor; un Isaac virtuoso y un Jacob fiel y lleno de fortaleza, para que formasen el tronco del árbol del cual de una de sus ramas había de brotar Moisés, aquél a quien envié para representarme y entregar mi ley a los hombres. En Moisés contempló la humanidad un reflejo de mi majestad, vio en él justicia, rectitud, fortaleza inquebrantable, fe, obediencia y caridad. Si ante las flaquezas de su pueblo mirasteis que airado rompió las tablas de la ley, acabándolas de recibir del Padre, también que Yo las restituí en sus manos al instante para daros a comprender que sólo una ley divina os regirá en todos los tiempos: la del Dios invisible. 9 Y cuando los tiempos hubieron pasado sobre la humanidad y ésta necesitaba conocer más profundamente a su Padre, El incansable en su obra de amor, envió al mundo a sus profetas para anunciar a la humanidad que vendría a la tierra a hacerse hombre, para hacer sentir su amor y enseńar con su nacimiento, su vida y su muerte, lo que es una vida perfecta; pero he aquí que mientras unos creyeron en mis profetas, otros dudaron y les dieron muerte, con cuya sangre prepararon mi camino. Su palabra estremecía el corazón de los que pecaban, porque anunciaban la llegada de Aquél que con su verdad pondría a descubierto la falsedad. Mientras los hombres decían: Dios aconseja el bien, las obras perfectas de amor, de perdón y justicia porque es perfecto, mas nosotros los humanos no lo podemos ser. Cristo nació, era el mismo Dios que venía al mundo para dar su ley y su enseńanza a través de un hombre. Hoy quisieseis saber cómo fue formado el cuerpo de Jesús, a lo que Yo os digo: baste a vosotros saber que aquel cuerpo fue engendrado y concebido por obra del amor infinito que os tengo. Desde aquel instante Cristo comenzó a apurar el cáliz de amargura que había de beber hasta el final, pues pasó por todas las vicisitudes humanas, soportando las pruebas, sometiéndose a las leyes del mundo, sabiendo del trabajo, de la persecución, de las largas jornadas, del hambre, la sed y la soledad, sintiendo sobre su cuerpo el paso del tiempo y contemplando de cerca la vida humana con sus virtudes y sus miserias, hasta que llegó el instante de levantarse a hablar y hacer obras poderosas. Entonces dejé que los hombres se acercasen a escucharme, a mirarme, a escudrińarme material y espiritualmente. Dejé que el hombre taladrara mi cuerpo en busca de lo divino hasta que contemplara mis huesos, y mi costado se abriera para manar agua. Dejé que el mundo me convirtiera en su reo, en su rey de burlas, en un despojo, y así me condujese hacia el cadalso llevando a cuestas la cruz de la ignominia, donde me esperaban dos ladrones para morir conmigo. 10 Así quise morir, sobre mi cruz, para enseńaros que Yo, vuestro Dios, no soy solamente el Dios de la palabra, sino también de las obras; pero quienes me vieron morir y contemplaron mi agonía y escucharon mis últimas palabras, pudieron decir: żCómo puede morir el Hijo de Dios? żCómo es que siendo el Mesías, le hemos visto caer y le hemos oído quejarse? 11 Una prueba más estaban pidiendo los hombres y en mi amor se las dí. Si nací en cuanto hombre de las entrańas de una Santa Mujer, para rendir tributo a la materialidad humana, también bajé a las entrańas de la tierra para rendir tributo a su seno y concluir ahí como hombre mi misión. Mas las entrańas de la tierra no pudieron guardar aquel cuerpo que no pertenecía a ella, sino al seno del Padre y a El se volvió, de donde había venido. 12 Ahora os digo: si al contemplar a Cristo morir sobre la cruz, dudasteis de su divinidad, podéis decirme: żQué hombre al tercer día después de muerto, ha salido de su sepulcro sin violarlo y ha ascendido con su propio cuerpo hacia los cielos? Nadie. Yo lo hice porque soy la vida, porque ni en espíritu, ni en carne podía morir. 13 Mas la duda no fue sólo entre las turbas; aún entre mis discípulos hubo uno que dudara de que Yo me presentaba entre ellos después de muerto, ese fue Tomás, quien dijo que sólo hundiendo sus dedos en la herida de mi costado, creería que era posible aquello. No acababa de decirlo cuando le hice escuchar mi saludo: "Mi paz sea con vosotros" y aún tuvo fuerzas para acercarse y mirar el fondo de la herida y meter en ella su mano, para creer que en verdad había muerto y resucitado el Maestro. 14 Bienaventurados los que creen sin antes haber visto. Sí, mis hijos, porque también la fe verdadera es mirada que contempla lo que ni la mente ni los sentidos pueden descubrir. Solo la fe podrá descubrir al hombre algunas cosas. 15 Y Aquél que se levantó de entre los muertos, viene en este tiempo lleno de gloria en su Espíritu, para hablaros nuevamente. 16 żQuiénes de los que moran hoy en la tierra, saben que una nueva era se ha abierto ante la humanidad? Con certeza sólo lo saben quienes han escuchado esta palabra, ellos saben que en 1866 nació un nuevo tiempo: el del Espíritu Santo. 17 Por el entendimiento de Roque Rojas habló el espíritu de Elías, el precursor, quien se comunicó en esta forma para preparar con gracia el camino del Seńor. 18 Así por medio de aquel varón justo, abrí y comencé a hojear el libro de mis enseńanzas y de mis nuevas revelaciones ante la humanidad, invitándola a dar un paso más en mi camino. 19 He venido en este tiempo sobre la nube, o sea espiritualmente, e invisible para los ojos humanos. Esa nube es el símbolo del más allá, desde donde envío un rayo de luz que ilumine estos entendimientos por los cuales me comunico. Así ha sido mi voluntad y por eso es obra perfecta. Yo conozco al hombre y le amo porque es mi hijo, Yo puedo servirme de él porque Yo le he creado, porque para eso le hice, Yo puedo manifestarme en el hombre porque precisamente lo formé para glorificarme en él. 20 El hombre es mi única y verdadera imagen porque tiene vida, inteligencia, voluntad, conciencia, espíritu y potencias como un Dios. 21 Antes de manifestarme en este tiempo bajo esta forma escudrińé el corazón de los hombres, quienes alimentan su espíritu dentro de diferentes religiones y les pregunté: żEstáis satisfechos? A lo cual contestaron: tenemos hambre y sed de vos. 22 Habían buscado mucho la imagen y el rostro de su Padre sin encontrarlo, esperaron ese milagro y el milagro no se realizó. Es que no habían encontrado un paz que en verdad alimentara su corazón; mas Yo tenía preparado este árbol, esta fuente y estas tierras para hacer el llamado a las multitudes hambrientas y sedientas de paz, ávidas de amar y de sentirse amadas. Y cuando ellas han llegado a mi presencia, han escuchado esta nueva palabra, que en la misma forma que se manifiesta en un recinto, se manifiesta en todos los que existen y es, cada vez que vibra, el dulce toque de la mano que despierta al que duerme y la voz amiga que aconseja. 23 Luego de un tiempo de escucharme habéis comprendido que no podéis ser los adoradores que sólo viven en contemplación, y me habéis dicho: Seńor, al comer de este fruto que nos habéis dado, hemos contraído con vuestra Divinidad el deber de cultivar su semilla y de esparcirla. 24 Cuando presentís que vuestro Maestro aún lleva a cuestas su cruz de amor por vosotros, lloráis y venís a decirle: Seńor, dejad que nosotros carguemos vuestra cruz, dejad que la hiel y el vinagre sea mejor bebido por nosotros. Y Yo os digo: asi como lo habéis pedido, asi ha sido, żNo miráis cuánto ha pesado vuestra misión sobre vosotros en los últimos tiempos? żNo miráis cuán amargo ha sido este tiempo que lo que nunca habíais pasado, lo estáis viviendo ahora? Seguid mostrando esta conformidad y orad. 25 Os he escogido humildes, porque si Yo hablara por boca de sabios, de teólogos y científicos, no sería creído; en cambio, por medio del sencillo Yo sorprenderé a la humanidad. żQuién ha traído a tan grandes muchedumbres? Vosotros, unos a otros, porque habéis sabido dar testimonio. Aquí están los que os dijeron, żCómo es posible que Jesús esté en el mundo? Y los que exclamaron: no es posible que el Maestro de toda perfección se comunique por conducto de un hombre. He aquí a los que dudaron de vuestras palabras y promesas. 26 Pueblo: si Cristo con su sangre regó la simiente que el Padre sembró en el Primer Tiempo en el corazón de los hombres, hoy mi Divino Espíritu derrama el rocío de su gracia sobre aquellas campińas para hacerlas fructificar. 27 Se acerca el día de mi partida. Mi estancia entre vosotros en este tiempo ha sido más larga que la de los tiempos pasados. Más tiempo que el que estuve con Israel en el desierto; más tiempo que el que vivió Jesús entre los hombres. żQuién que me haya escuchado en este tiempo se ha sentido envenenado por esta palabra? żQuién por causa de ella se ha perdido en el vicio o en la confusión? De cierto os digo que si ella no os ha hecho bien, porque no le hayáis dado cabida, tampoco os ha causado ningún mal. 28 Recordad que una vez os dije: no os he creado para que seáis como plantas parásitas. No quiero que os conforméis con no hacer mal a nadie; quiero que vuestra satisfacción sea por haber obrado bien. Todo aquél que no haga el bien pudiendo hacerlo, ha hecho más mal que aquél que no sabiendo hacer bien, se concretó a hacer mal, porque es lo único que podía dar. 29 Asi os ha hablado en este día Aquél que habiendo muerto para el mundo, resucito a la gloria del Padre para venir en Espíritu a vosotros en este Tercer Tiempo. 30 He aquí mi resurrección al tercer día, en que Cristo se presenta a sus nuevos discípulos para decirles: ĄLa paz sea con vosotros! - 59 - 1 La paz de mi Espíritu sea con vos, pueblo. 2 Voy a mostraros nuevamente la hoja de la ley, ella es el principio y el fin del libro que estoy revelándoos, para que en el tiempo de mi partida podáis quedar preparados. 3 Hoy es una corta porción la que me circunda; pero mańana serán inmensas las multitudes que me rodean, entre ellas vendrán los fariseos, hipócritas, buscando errores en mi doctrina para excitar el ánimo de las turbas contra mi Obra. Ellos no saben, que antes de que escudrińen mi palabra, ellos serán escudrińados. 4 A vosotros sólo os tocará permanecer serenos, tranquilos y mostrar la virtud de mis enseńanzas en vuestras obras, que si así os comportáis en las pruebas, hasta los más encarnizados perseguidores confesarán que en verdad habéis oído a Jesús. Vengo a derramar el saber en vosotros porque el que sabe está cerca del Padre. 5 Os doy mi palabra con la misma esencia con que os hablé en el Segundo Tiempo y he venido a recordaros muchas de mis enseńanzas que habías olvidado, o de las cuales os habéis apartado debido a erróneas interpretaciones de vuestros antepasados. 6 A tal grado cumplíais mal con mi doctrina, que bien puedo deciros que habíais creado un camino completamente distinto al mío, pero al que dabais el mismo nombre. Nadie más que Yo podía sacaros de vuestro error con palabras de vida, de amor y de verdad. 7 Por eso ahora que me estáis escuchando, analizad y comprended mi palabra y en vosotros habrá luz. Este es el tiempo en que vengo a deciros con toda claridad que la reencarnación del espíritu existe, que ella es desde el principio de la humanidad, como luz de justicia y de amor divinos, sin la cual no podríais avanzar en el largo camino del perfeccionamiento del espíritu. Soy Yo quien os ha dicho que pertenecéis al linaje espiritual de Abraham, que pertenecéis a esta humanidad que en un tiempo se hunde, para luego levantarse en otro a la voz de algún enviado mío, para volver a caer y nuevamente levantarse como en el presente. Habéis llegado al Sexto Sello, mas me presentáis un fardo de errores como escoria del mundo; pero sobre todas esas cosas, con la capacidad espiritual para comprenderme y sentirme y con el temple para seguirme sin titubeos hasta el final. 8 Si tenéis fe, oíd la voz de vuestra conciencia que se hace más clara escuchando esta palabra y recordad vuestro pasado, para que juzguéis de vuestra vida, de vuestro amor y de vuestros méritos, ella os dirá si os habéis consagrado al cumplimiento de vuestra misión o no. Mas no temáis, que en la tierra no existen justos ante los cuales pudierais avergonzaros y que el único justo que tenéis delante, soy Yo, quien viene a juzgaros con amor. 9 Escoria os he llamado por vuestros pecados y por vuestra insignificancia entre esta humanidad, mas también sé deciros que de esta escoria, Yo me serviré para después de limpiarla, presentarla como un ejemplo. 10 Formad un pueblo donde déis buen cumplimiento a las leyes de Dios y a las humanas, donde exista moral y elevación de espíritu, pues en verdad contemplo que en este tiempo el hombre y la mujer se han salido del sendero trazado a cada uno de ellos. 11 Descubro hombres que huyen o se apartan de sus responsabilidades, mujeres que huyen de la maternidad y otras que invaden los campos destinados a los hombres, cuando desde la antigüedad se os dijo, que el hombre es la cabeza de la mujer. No por ello se sienta la mujer menospreciada, porque ahora os digo: que la mujer es el corazón del hombre. He ahí, porque he instituido y santificado el matrimonio; porque en la unión de esos dos seres espiritualmente iguales, pero corporalmente diferentes, se encuentra el estado perfecto. 12 żQuién duda de que Yo esté hablando al mundo, sólo porque su pecado lo haga indigno de Mí? żQué mérito habría en Mi, si sólo fuese a donde sólo existen justos, donde no hay dolor ni ignorancia? Si el Padre inspira a los hijos que hagan méritos para que alcancen por medio de ellos su gracia, también el Padre hace méritos delante de sus hijos para tener derecho a ser amado. 13 Aún os veo como a nińos a quienes vengo a dar la mano para levantaros del fango, llevaros a la fuente y en ella lavaros, para luego vestiros con el atavío de la virtud. 14 Yo soy la luz del mundo. - 60 - 1 Yo os recibo, campińeros que venís a presentarme vuestra labor; venís de esas tierras que Yo os he confiado y me preguntáis: Maestro, żMi trabajo, mi lucha es agradable a Ti? Y el Maestro os contesta: No son aún perfectas vuestras obras, no habéis llegado a ser mis discípulos, os miro como tiernos párvulos a quienes amo mucho, y ese cumplimiento que me presentáis, Yo lo recibo; vuestro espíritu se levanta dando los primeros pasos, doblegando la carne y dando oído a mis nuevas enseńanzas en la presente etapa. 2 En el Primer Tiempo conocisteis el nombre de Jehová y mirasteis mis manifestaciones en el seno del pueblo de Israel al cual habéis pertenecido siempre, y os dije: He aquí el camino, y el camino de que os hablé era la ley. Más tarde, mi Verbo encarnado en Jesús os habló y os iluminasteis con mis parábolas y preceptos, y en ellos os dije: Todo el que cumpla amando y perdonando a sus semejantes está dentro del camino, y en este tiempo volvéis a encontraros en el mismo sendero de perfección, y tenéis delante de vosotros al mismo Espíritu Divino enseńando y guiando vuestros pasos; he venido como luz radiante y todo el que se prepare podrá mirarme. 3 No se ha levantado el mundo en este tiempo a cumplir mis mandatos y Yo lo estoy esperando; he cultivado a los espíritus a través de los tiempos y no me habéis presentado todavía frutos dignos de Mí; he dictado leyes perfectas sobre todos los seres, y el hombre que es la criatura predilecta, la obra maestra del Creador no se ha perfeccionado; después de inspirarle y aconsejarle incesantemente no ha sabido oír y obedecer a su Dios. 4 No habéis hecho buen uso de los dones que os he concedido y sólo me mostráis dolor y atrición, y si hay dolor en vosotros, es que habéis faltado a la ley;habiendo sido dotados de fuerza, habéis debilitado. 5 Quiero que sepáis que sois entre todos las criaturas el ser predilecto dotado de espíritu y conciencia. Os he dado el libre albedrío para que toméis por vuestra voluntad el camino recto que conduce a Mí; no es el camino florido el que os ofrezco sino el de oración, penitencia y luchas. 6 Se acerca el tiempo en que llegaréis en espíritu a Mí; estáis en el Tercer Tiempo, en la sexta etapa, cerca de los umbrales de esta vida perfecta que os espera; żQueréis llegar a Mi y disfrutar la paz que os he prometido desde los primeros tiempos? Todos me decís: Si, Maestro, porque el cáliz que apuramos es amargo y nuestra jornada pesada. Cada día vuestro trabajo se hace más difícil y tropezáis con la incomprensión del mundo, mas mi palabra que es bálsamo viene a calmar vuestros dolores; esa fuente de gracia que habíais dejado secar, hoy se desborda abundantemente para daros fortaleza. 7 Mirad que se acerca el ańo de 1950 y el pueblo no está reunido, no está preparado los doce mil espíritus de cada tribu, y si ese ańo llega y no me presentáis el número que os he pedido żQuién podrá después de ese tiempo seńalar a los escogidos? Acaso vosotros váis a seńalarles y a marcar su destino? No, pueblo, sólo Yo escribo con letras imborrables la misión que a cada espíritu corresponde. 8 Cuánto anhelo hay en mi Espíritu de manifestar mi Obra en otras naciones, y ya se acerca el tiempo en que esta comunicación ha de cerrarse y estos labios no hablarán más en esta forma. 9 Yo soy quien hablo en este tiempo, quien cultivo y preparo a los espíritus, pues no hay sobre la tierra maestros del espíritu. 10 Y así como estas multitudes, ayer pequeńas, ahora se han multiplicado, asi quiero reunir en otras naciones a mis discípulos. 11 Al mirar mi lucha constante, me decís: Maestro, żQué grande es tu Obra, qué abundante tu palabra y cuando amor y poder en ella derramas; los corazones se convierten y los enfermos sanan, sintiendo tu presencia. Oídme hasta el fin para que aprendáis de Mí. 12 Yo me he manifestado espiritualmente en todas las naciones como estaba escrito. Los profetas dijeron: en el tiempo de guerras y tribulaciones, vendrá el Espíritu Divino a comunicarse con los hombres. La humanidad me busca, suspira por mi palabra y es tanta su angustia y confusión, que no acierta a encontrarme estando tan cerca de ella. En algunas ciudades han sido destruidos sus templos, los libros han sido arrojados al fuego, atacada la fe y las leyes sagradas, y en algunas naciones han borrado del corazón mi nombre; y está anunciado que el reino celestial encontrará asiento en el corazón de los hombres. żQuién podrá destruir el templo interior si sabéis edificarlo en vuestro espíritu? ĄCuán grande es la lucha que os espera, pueblo! 13 Pronto llegará al mundo el conocimiento de que el pueblo de Israel ha vuelto a la tierra encarnado en distintas naciones, sabiamente esparcido por Mí, para servirme de él; sabrá que no sois descendientes de aquel pueblo por la sangre, sino por el espíritu, y como en los tiempos pasados testigo de mi venida y de mis manifestaciones. 14 Vosotros me representáis y llevaréis mi mensaje a la humanidad; os he enviado a iluminar la tierra a predicar el bien y dar testimonio de la verdad. Pondréis al espíritu antes que la carne y enseńaréis que aquél es el guía, y todo materialismo caerá y el espíritu volverá a elevarse convirtiéndose en mi discípulo. 15 Os olvidáis en este instante de vuestras penas para pensar en las de los demás porque sabéis que en otras tierras el dolor ha llenado el cáliz de sus moradores, y este dolor llega hasta Mí, porque żQué aflicción siente el hijo que no llegue al Padre? Mas ese dolor está purificando al hombre, le está haciendo sentir el toque de justicia, y le hará volver al camino; sólo el dolor lo hará meditar y recobrar la salud y la paz que ha perdido. 16 Yo soy todo presencia y mi amor acompańa a todos mis hijos en esta hora de prueba. - 61 - 1 Discípulos amados: Aprovechad los ańos, los siglos, las eras, y toda la vida para que os acerquéis a Mí; os digo esto porque os contemplo fríos, y en cambio cuando sentís que la muerte ronda a vuestra cabecera, entonces lloráis porque queréis cumplir. 2 No temáis ascender la montańa, ya sabéis que en lo alto de ella os esperan mis brazos. 3 Yo escalé el calvario sabiendo que en su cima me esperaba la cruz y fui fuerte, no olvidéis mi lección. 4 Me estoy sirviendo de vosotros para manifestarme al mundo, estoy hablando por vuestros labios mi palabra celestial, mas si los hombres al oírla dudasen, será por vuestras imperfecciones. 5 Estoy enseńándoos a transportar el espíritu en alas de la oración, del pensamiento, a cualquier lugar donde queráis enviar la caridad; también tendréis que trasladaros materialmente para llevar mi doctrina a las comarcas. 6 He de servirme de todo vuestro ser. 7 Para formar este pueblo tuvo el Maestro que doblegar los corazones de roca y que derribar las murallas tras las cuales ocultabais vuestro espíritu, y fue mi palabra de amor la que os venció. 8 Luego os dí armas para que en vuestra lucha pudieseis vencer los obstáculos y os hice comprender que para poderos llamar hijos de Israel, es menester practicar con fuerza mi doctrina y enseńar en el mundo mi Ley sin alterarla lo más mínimo. 9 Os bendigo a vosotros que me escucháis con suma atención; lo que preguntáis y lo que contestáis lo hacéis en silencio, en lo profundo de vuestro corazón; ya están distantes los ańos de 1926 y 1927 en que permití que cada uno de mis discípulos se levantase ante el auditorio para analizar mi palabra y contestar a mis preguntas. 10 ĄCómo dejáis que el tiempo borre los recuerdos y se lleve de vuestra memoria mi palabra! 11 Más os digo de cierto, que mi palabra no se perderá, porque Yo la reuniré y os la confiaré de nuevo para que vayáis con mi mensaje a otros pueblos y naciones. 12 Mi palabra como fino cincel os pulimenta, mientras la vida con sus vicisitudes y sus pruebas os preparan. 13 Confortaos en vuestros trances amargos y difíciles pensando que mi mano sabia y justa se encuentra en todo. 14 Yo he estado en vuestro dolor para que por medio de él me busquéis, Yo os he tocado con la pobreza para que aprendáis a pedir, a ser humildes y a comprender a los demás. 15 Yo he llegado a reteneros el pan de cada día para mostraros que quien tiene fe es como el pajarillo que no se preocupa por el mańana, ve aparecer la aurora como un símbolo de mi presencia, y al despertar lo primero que hace es elevar sus trinos como una acción de gracias y como una prueba de fe. 16 Yo me he hecho sentir a través de los seres más queridos de vosotros para probaros que el espíritu es fuerte y con esa fuerza puede sostener su materia en las grandes pruebas de esta vida. 17 Grande es la humanidad, mas cuán pocos me han sentido; se ha endurecido el corazón de los hombres, mas a todos llegaré con la caricia sutil y espiritual de mi palabra. 18 Entre las inmensas turbas abundan aquéllos a quienes no les estremecería ver a Jesús clavado de nuevo en el madero desangrándose, żCómo van a conmoverle los ayes de dolor y los ríos de sangre que brotan de sus semejantes en estas horas de prueba en el mundo? 19 Nada conmueve ya a los hombres, todo lo miran superficialmente y en nada meditan. 20 Necesario es que llegue a los corazones la luz de mi palabra para que despierten a la verdad, al amor, a la caridad, entonces comprenderán el por qué de muchas cosas. 21 Es menester que todos comprendáis que un sitio os tiene deparada la eternidad a cada uno de vosotros, y que ese sitio no está precisamente en este mundo. 22 Un mandato del Padre habéis venido a cumplir al camino de la vida, aquél de: "creced y multiplicáos", mas ya es hora de que vuestro espíritu vaya preparando su retorno. 23 Muchas cosas os diré y os dejaré escritas en este tiempo porque pronto dejaréis de oírme en esta forma, después os prepararéis y mi voz llegará directamente a vuestro espíritu; será el tiempo en que os levantéis como los verdaderos discípulos del Tercer Tiempo. 24 Creíais que el don de profecía, el don de palabra y de inspiración había sido privilegio de justos y de santos y en este tiempo os saqué de ese error diciendo a los parias: vosotros también podéis ser mis profetas, mis emisarios y discípulos. 25 El mundo os humilla por vuestra insignificancia material, mas Yo os ensalzo y os siento a mi mesa para que sintáis que sois alguien en la vida. żCon qué váis a compensar el amor que os tengo, pueblo? żCon vuestra fidelidad? żAcaso con la ingratitud? 26 No os conforméis con lo primero, aspirad siempre a mas porque Yo estoy en espera de los preparados para enviaros a las comarcas con esta buena nueva. 27 żTeméis acaso dejar padres, esposas o hijos? żOs preocupa tener que dejar cosas que os pertenecen en la tierra? El que quiera ser mi discípulo, tendrá que recordar a menudo a mis apóstoles del Segundo Tiempo para después imitarles. 28 Bienaventurado aquél a quien la muerte sorprenda enseńando mi doctrina pues la luz será muy grande en su espíritu. 29 Estad siempre preparados pues esa hora no la sabrán ni los ángeles. 30 Este libro divino que es mi palabra viene a perfeccionar a los espíritus; ante él no habrá ancianos ni adultos, ni nińos; sino discípulos. 31 En este libro leed, penetrad y entended, porque grandes luces él os dará. - 62 - 1 Venís llorando porque habéis perdido en el camino la salud o las llaves del trabajo, es entonces cuando os acordáis de vuestro Padre Celestial. 2 Heme aquí ante vosotros, estáis delante del Maestro y no importa el motivo que os haya traído. 3 Venida oír mis lecciones, unas son para discípulos, mas también hay otras dedicadas a mis parvulillos. 4 No os avergoncéis de encontrar hermanos adelantados, ante los cuales tratéis de ocultar vuestra miseria y vuestra ignorancia; ellos llegaron como vosotros. 5 Aprended la divina lección, vosotros que váis llegando, para que tengáis algo que ofrecer a los que vendrán después de vosotros. 6 A nadie extrańe que entre la escoria haya venido Yo a buscar mis nuevos discípulos, redimiéndolos con mi palabra para enviarlos después al mundo con un mensaje de regeneración, de vida y de luz. 7 Entre pecados, imperfecciones y profanaciones de este pueblo, se ha manifestado la luz de mi Espíritu en este tiempo; asi mi luz ha venido luchando por vencer esas tinieblas hasta poder brillar en plenitud. 8 Bienaventurados todos los que, cerrando sus ojos a tanta imperfección humana, y elevándose sobre tanta miseria y escoria, han sabido encontrar mi presencia y mi esencia dentro de mi nueva manifestación. 9 Este pueblo rudo y pecador irá siendo pulimentado, porque de generación en generación, tendrá que dejar manifestar mi Obra espiritual con mayores perfecciones. 10 Dejad de ser los que fuisteis ayer, os dice la palabra de Jesús; dejad cultos retrasados, malos hábitos, costumbres nocivas; buscad el mejoramiento de vuestro espíritu y de vuestra vida moral. 11 Vine a sorprenderos precisamente en el tiempo en que los profetas y la misma palabra de Jesús os anunciaron mi nueva venida, o sea cuando miráis el pecado de su mayor altura, el relajamiento moral de la humanidad, las ambiciones y los odios humanos, manifestándose en guerras como demostración de las tinieblas que envuelven al espíritu de la humanidad en este tiempo. 12 Y cuando las tinieblas más espesas eran, he aquí que un rayo divino las vino a rasgar para convertirse en palabra humana y decir al mundo: "Mi paz sea con vosotros". - 63 - 1 Es el día de descanso, en el cual vuestro espíritu penetre por unos instantes en mi santuario para glorificarme. Seis días consagráis al culto de vuestros deberes y de vuestros afectos humanos, para luego descansar uno y de él dedicar unos instantes a la meditación. Siempre me encontráis esperándoos. Ahí estoy aguardando vuestra oración, que es el lenguaje con el cual me habláis de vuestras cuitas, me expresáis vuestro amor o me dais gracias. 2 Habéis penetrado en mi santuario en este día, formando multitudes ansiosas de oír la divina palabra, y en verdad que desbordo sobre vosotros un torrente de luz y de enseńanzas. Esta palabra será semilla en vuestras manos para convertiros en labriegos de Jesús. Venís con la gratitud en vuestro corazón, porque antes de deciros que fueseis a extender mi caridad, Yo os concedí un prodigio, ya dándoos la salud, ya la paz, o algún otro bien perdido. Y ahora en vuestra gratitud me decís: Maestro żQué podré hacer para compensar tanto amor? Entonces Yo os muestro las extensas tierras para que vayáis a ellas, las limpiéis de ortiga y pedruscos y las sembréis luego con la semilla de amor, paz y caridad. 3 Antes de enviaros, os lleno de fortaleza y fe, para que no flaquéis, ni os acobardéis con la lucha, cuando ella se presente ardua. Muchas veces veréis vuestro trigo nacer y crecer entre cardos y espinos y ahí le cuidaréis hasta que llegue el tiempo de segar, para que podáis apartar el trigo de la cizańa. Cuantos más dolores os cueste cultivar una tierra, mayor será vuestro carińo por ella y vuestra satisfacción al verla florecer. Yo os digo, que de este trigo espiritual que cultivéis bajo mi enseńanza, comerán pan de vida eterna vuestros descendientes, más allá de la séptima generación. 4 Oídme incansablemente, Ąoh corazones! que de plácemes os encontráis, oídme hablar a vuestro corazón a través de estos labios impuros de los hombres por quienes me comunico; mas os digo en verdad, que mi palabra no se contamina de esta impureza y sabe llegar limpia a lo mas recóndito de vuestro corazón. 5 Estudiad, a fin de que comprendáis cuál es la tierra, cuál la semilla, el agua y las herramientas, y sepáis cuál es la forma perfecta de preparar, sembrar, dar riego y cultivar. Quien sepa hacer todo esto, de cierto sabrá reconocer el buen fruto del malo. Mirad cuántos se han levantado creyendo saber ya sembrar y en vez de trigo, han ido sembrando extrańas semillas, las cuales al fructificar, en vez de darles trigo les han dado espinas. Quiero que surja el labriego del Tercer Tiempo y por eso hago el llamado a las multitudes, para que de entre ellas se levanten los que en este tiempo me han de seguir. Así, mientras os estoy dando una lección tras otra, se va acercando el tiempo en que de lleno toméis vuestra misión. En vuestro paso, encontraréis tierras ya sembradas desde otros tiempos y que sólo esperan riego y cultivo; son los espíritus en los cuales se encuentra la semilla de la fe que recibieron desde el tiempo de los profetas unos, y de mis apóstoles otros. Unos llevan la semilla del Primer Tiempo, otros las del Primero y del Segundo, y entre ellos, vosotros que poseéis la simiente de los Tres Tiempos, por lo cual os llamáis trinitarios. La vida que os espera, es depositar todo cuanto se os ha dado. żPor qué teméis a la lucha, si todo os lo estoy dando? żPor qué veo lágrimas en los ojos de algunos labriegos, cuando lo más fuerte de la lucha aún no ha comenzado? żPor qué suspira vuestro corazón? 6 Quiero que creáis que me encuentro cerca de vosotros; que vuestros dones, son una realidad, que todo lo que me pidáis en los instantes de prueba, en los trances difíciles, os lo concederé. No quiero ver flaqueza en vuestro corazón. 7 Los más venís a pedir para el cuerpo, olvidando al espíritu. Venís a pedir pan, bálsamo, trabajo, denario y en todos obro un prodigio y concedo lo que piden, pues también serán testimonios con que el mańana enciendan fe y esperanza en el corazón de sus semejantes. Ahora os digo: no me pidáis tan poco; eso que os parece mucho, pronto termina; mejor pedidme cosas eternas, bienes espirituales; por ańadidura, os daré las cosas del mundo. Más tengo que daros que vosotros que pedirme, no os conforméis con tan poco. 8 Yo puedo convertir los corazones en fuente de caridad inagotable; puedo llenar de inspiración las mentes y de verbo los labios; puedo poner el don de curación en las manos y la potestad en la diestra, para disipar las tinieblas y vencer el mal. El que aspire a todo esto, lo verá surgir de su propio interior como virtudes que estaban ignoradas y adormecidas en su corazón. żQué puertas podrán permanecer cerradas a quien a ellas llame poseyendo tales dones? żQué caminos podrán parecerle escabrosos y largos a quien de tanta fortaleza y gracia goce? Y żQué tiempos podrán parecerle inclementes, si sobre los mismos elementos puede tener potestad? 9 ĄOh discípulos! Vuestra más alta misión será la de la caridad, muchas veces esa caridad la entregaréis secretamente, sin ostentación, no dejando que la mano izquierda sepa lo que ha dado la derecha; pero en ocasiones vuestra caridad tendrá que ser vista por vuestros hermanos, para que aprendan a imitarla. Descuidad del pago, Yo soy el Padre que premia con justicia las obras de sus hijos, sin olvidar una sola. En verdad os digo, que si un vaso de agua diereis con verdadera caridad, no se quedará sin galardón. 10 Bienaventurados los que al llegar a Mí me digan: Seńor, nada espero en pago de mis obras, me basta existir y saber que soy vuestro hijo para que mi espíritu se llene de felicidad. - 64 - 1 Sabíais que Yo había dicho: Quien me busque, me encuentra, quien busca halla. No habíais buscado y os encontráis delante de Mí; pero también hay quienes buscándome no me encuentran porque lo hacen en donde Yo no puedo estar. Estos llegan a dudar hasta de mi existencia sin saber que me tienen muy cerca, llevándome en sí. No me encuentran en su propio corazón, porque son templos cerrados, la paz y la luz que en ellos existe, quedó oculta. Ahí está el verdadero santuario donde Yo habito esperando que a él penetréis, mas quien no lo conoce, edifica su templo en el exterior, erige en él un altar material y sobre él coloca un dios fabricado por su mano, Hasta que los tiempos pasan y se convence de lo imperfecto de su culto, despierta y se levanta en busca del Dios espiritual, del Dios de verdad, pues aquél que forjó, nada tuvo que darle, porque carecía de poder y de vida. 2 Es Dios el que ha dado vida al hombre, el que le ha creado y no es el hombre el que puede crear dioses y les dá vida. 3 Cuando al fin os presentáis ante las puertas de vuestro templo interior y ellas se abren, oís como de él salen voces que os hablan de cosas profundas y os explican el porqué de muchos misterios; entonces sabéis de donde venía, a qué y a dónde os conduce el destino, os asombráis de haberme hallado allí, donde antes nada contemplasteis. 4 A medida que váis escuchando esta palabra os vais acercando a la comprensión; cuando vuestro corazón quede plenamente iluminado, desde él me diréis: Seńor, hecho está el milagro. Así comprenderéis también cuales son los milagros que en el espíritu vengo haciendo en este tiempo. Vuestra espiritualidad no exigirá los milagros y pruebas del Primero y Segundo Tiempos para creer en mi poder. 5 Hoy veréis espiritualmente descender el maná celestial, veréis manar agua de arrepentimiento de las rocas, que son los corazones de los grandes pecadores, veréis que muertos a la fe y a la virtud, resucitan a la vida de la luz; enfermos de lacras morales, que se limpian; ciegos a la verdad, que abren sus ojos para mirar mi esplendor. 6 Si en el Segundo Tiempo, mi nacimiento en cuanto hombre fue un milagro y mi ascensión después de mi muerte, fue otro prodigio, os digo de cierto que mi comunicación en este tiempo, a través del entendimiento humano, es un prodigio espiritual. 7 Hasta la última de mis profecías se cumplirá en este tiempo. Yo os dejaré mis tres testamentos, formando uno solo. 8 Quien no conozca al Padre como amor, sacrificio y perdón, conózcalo plenamente en este tiempo, para que en vez de temer su justicia, le ame con todas sus fuerzas. Si en el Primer Tiempo os apegabais a la ley, era por temor a que la justicia de Jehová os castigase, mas Jehová envió a su Verbo entre los hombres, para que conocieran que Dios es amor. - 65 - 1 Como la alondra que abre sus alas para cubrir a sus polluelos, asi mi amor se extiende sobre vosotros. Esta voz que os llama es la del Maestro; esta palabra, es la del que todo lo ha creado. Y quien ha tenido poder para hacerlo todo, convertirá la piedra de vuestro corazón en un santuario de amor y elevación y encenderá la luz en donde sólo había tinieblas. 2 A unos convertiré y prepararé y estos irán en busca de los que se han perdido en los desiertos, porque contemplo la vida humana como un desierto. Hay quien se sienta solo en medio de millones de almas, hay quien muera de sed, sin que haya quien le ofrezca un poco de agua. Ahí enviaré a mis nuevos apóstoles, quiero que vuelva mi nombre a ser pronunciado con amor por unos y escuchado con emoción por otros, quiero que sea conocido por quienes no lo conocen. Hay hombres, ancianos, mujeres, nińos, que no me conocen y Yo quiero que todos me conozcan y que todos me escuchen. 3 Es menester que todos se encuentren preparados, porque presto está el instante en que he de hacerme sentir. Llegaré llamando a las puertas de cada corazón y os digo: Bienaventurado aquél que sepa darme hospedaje. A unos pediré pan, a otros agua y veré quienes van a saber ofrecérmelos. Comprended que no serán las cosas del cuerpo las que vengo a pedir, sino las del espíritu. 4 A vosotros os digo que mi hambre es de que os améis unos a otros, y mi sed de que viváis en paz. 5 Dejad que mi amor germine en vuestros corazones y entonces, con él mitigaréis la sed que abrasa a esta humanidad y bajo la cual sucumbe. 6 Yo no me he cansado de esperaros; pero vosotros os habéis cansado de tanto andar, porque habéis hecho largo vuestro camino. Nadie tema seguirme: porque Yo seré su báculo. 7 Luchad porque la vida humana llegue a ser elevada y noble; si llegáis a verlo, gozaréis y tributaréis gracias a vuestro Padre, mas si aquí no recogieseis el fruto, lo recogeréis en la vida que os espera. Que żCómo es aquella vida? No os preocupéis, baste a vosotros tener fe en ella y saber que es infinitamente más hermosa y perfecta que ésta que hoy vivís; pero que ni en vuestro lenguaje existen palabras que describan o expresen lo divino y que si Yo os lo dijese en alguna forma, no lo concebiríais, ni lo comprenderíais. En cada morada y en cada escala que alcancéis se os dirá, cuanto hasta ahí tengáis que saber. 8 Sin embargo mucho tengo que revelaros aquí en el mundo para que podáis elevaros sin tropezar, hacia Aquél que os espera. 9 Quiero que el hombre pueda poseer la sabiduría siendo humilde y caritativo a la vez, pues ved cuántos con un poco de saber se envanecen, se sienten grandes, empuńan un cetro y coronan su cabeza. Sed humildes de corazón; sed sencillos y accesibles y Yo os coronaré, mas no con vanidades humanas, no será menester que la humanidad contemple este galardón. No busquéis premios entre los hombres, que bien poco tienen que daros, buscad que os compense, Quién es todo justicia y lo posee todo. 10 No os detengáis en vuestra jornada;no retrocedáis lo andado; recordad con cuántos sufrimientos y vicisitudes habéis llegado hasta aquí. El pescador de corazones os ha rescatado y os ha puesto a salvo; no volváis a mancharos. Yo os envié a la tierra a expiar vuestras faltas, no a que las multiplicarais. No porque veáis que a cada paso y a cada falta os perdono y que nunca os arrojo de mis brazos, penséis que nunca pueda llegar mi justicia a vosotros y haceros despertar. Dejad que la paz de mi amor os revele cuanto quiero que sepáis y no sea el dolor de mi justicia quien os hable. 11 Aprended, aprovechad la divina enseńanza y practicadla, que será la forma de demostrar que aprendisteis; mas no esperéis que cuando se os pregunte qué hicisteis de tan amorosa lección, vayáis a contestar que no supisteis lo que oísteis y que todo lo ignoráis. Si vosotros que escuchasteis mis palabras, desmintieseis con vuestras obras mi amor y mi justicia żQué simiente dejaríais en la tierra? 12 En este instante quiero que oréis por las naciones del mundo, por vuestra hermana humanidad y os prometo descender hacia todos como alondra, como he descendido entre vosotros. - 66 - 1 Yo soy la paz que desciende cuando os azota el torbellino. Conservad esta paz a costa de todo y no dejéis que ella huya de vuestro corazón para retornar a Mí. 2 No os rebeléis cuando las enfermedades hagan presa de vuestro hogar, ellas lavan el espíritu; pero no os impido que busquéis el bálsamo, antes bien os digo, que me busquéis cual doctor divino y recibáis con amor lo que sea mi voluntad concederos. 3 Muchos hay que han vuelto al camino sólo por los sufrimientos de la vida, algunos renegaron mientras experimentaron dolor, mas cuando reconocieron que él fue el que los detuvo en el camino de perdición, bendijeron su cáliz de amargura. A éstos los siento a mi mesa y les doy a saborear el cordero convertido en delicioso manjar. 4 Yo os digo que si los hombres hicieran esto mismo con los que han sido ingratos con ellos, ĄCuánta paz habría entre la humanidad! 5 Vivid en paz y ello será un testimonio de que sois mis discípulos. No olvidéis que hay muchos ojos que siempre os están observando, ya para confirmar si es verdad lo que practicáis, o bien para tener pruebas para desmentiros. 6 Sed mis soldados fieles y nunca seáis la causa de que vuestro hermano no me reconozca. No ha habido una vez en que Yo os dé mi palabra, que no se haya presentado un corazón cuando menos, para escudrińar; en esos instantes ha sido sondeada mi palabra, mi manifestación en todas sus partes y los actos de mis servidores. Con todos sus sentidos y potencias se han presentado a escudrińar mi comunicación y son más los que han venido esperando que sea falso el rumor de mi presencia, que los que han llegado con el deseo ferviente de que la buena nueva sea verdad. żQuién había de decirles, que mientras todo lo están observando y juzgando, mi mirada, estaría penetrando en el interior de su corazón y una voz iba a estar llamando a su conciencia? 7 Es en ese instante que se ha encendido la fe en muchos que dudaban y se ha desbordado en quienes ya la tenían. Así ha ido en aumento el número de mis discípulos que forman ya un pueblo, al cual estoy diciendo que atesore mi paz para que ella sea su mejor tesoro, porque ese será el mayor testimonio ante los demás pueblos de la tierra. 8 Quiero que comprendáis que esta nación tiene un alto destino que cumplir y que cada uno de vosotros tiene una delicada misión. Este pueblo será un emporio de paz, una fuente donde vengan a beber hombres de otras razas. No está lejos el tiempo, pero antes tendrá la humanidad que cansarse de tanto pelear entre hermanos; antes tendrá que convencerse de tanta mentira y tanta falsedad. Entonces el mundo vendrá hacia Mí y encontrará que Cristo, el que murió en la cruz, vive y viene lleno de gloria y majestad, como fue visto ascender en el Segundo Tiempo. 9 Hoy sentís que el ambiente no es del todo favorable para hablar de mi obra, mas se acerca el día en que vuestras bocas se abran solas para hablar incansablemente; porque el dolor, la menesterosidad, la angustia, la confusión os arrancarán todo cuanto os he dado. 10 Desde ahora os preparo y os doctrino, para que sepáis predicar mi enseńanza con la palabra y las obras, porque de prevaricadores se encuentra ya cansado el mundo. Formad una familia obediente, unid vuestros pensamientos, vuestras voluntades y vuestros destinos, con un lazo de espiritualidad y seréis fuertes e inmortales. 11 Grandes pruebas esperan a esta humanidad: ante cada dolor y cada catástrofe estad velando y orando. Muchos dolores serán atenuados y otros no llegarán, pues serán detenidos en su camino por quienes oraban. 12 Cuando de otras religiones y sectas vean que las multitudes corren en pos de este pueblo, de ellas se levantarán los que os persigan; mas no temáis, que si sabéis permanecer serenos, el Espíritu Santo pondrá palabras de luz en vuestros labios que hagan enmudecer a quienes os calumnien. 13 No os dejo la espada homicida para defenderos, mas os dejo una espada que es la del amor; cada uno de sus destellos de luz, será una virtud que de ella brote. 14 ĄCuánta gracia hallaréis delante del Padre! Si a las multitudes de perseguidores de mi obra, doblegáis con vuestras palabras y las presentáis convertidas. - 67 - 1 ĄOh mis párvulos, vosotros no podréis imaginar el anhelo divino con que me acerco a vuestro corazón! 2 Vengo a conversar con vosotros, a recrearme viéndoos en torno a mi mesa. 3 Si aún no habéis aprendido a elevaros a Mí, Yo desciendo hasta vosotros. 4 Jamás dejaría de amaros, jamás me cansaré de miraros. 5 Esta forma de oírme a través de un intérprete humano terminará, y sonará la hora en que el Padre eche a vuelo la campana para llamaros a congregación y escuchéis por última vez esta palabra. 6 Se acerca 1950, y ese el ańo en que dejaréis de oírme; no creáis que cuando haya muerto el eco de la última campanada vendrá el descanso para este pueblo; por el contrario, ése será el primer instante de vuestra lucha, de la gran jornada que váis a recorrer. 7 Hoy estáis como mis discípulos del Segundo Tiempo rodeando al Maestro, escuchando su doctrina y observando sus obras; el Maestro era quien hablaba a las multitudes, Él que hacía prodigios entre los menesterosos, Él que guiaba y corregía y Él que les defendía, pero Él les había anunciado su partida y sabían que después ellos se quedarían en el mundo como ovejas entre lobos. 8 ĄCómo temían aquella hora! 9 Y llegó el instante de la separación, quedaron solos en la tierra, mas el Maestro les acompańaba desde el cielo, su Espíritu les alentó en toda hora y les cumplió hasta la última de sus promesas. 10 żPor qué vosotros que sabéis que de nuevo he de partir, esperáis con indiferencia ese ańo de 1950? żPor qué pensáis los que os sentís ya fatigados, que después de ese tiempo ya podréis recostaros a dormir? Pensad que hoy sois simplemente párvulos que después se convertirán en maestros, mas no temáis, que cuando estuve en aquel tiempo entre mis discípulos, ellos también fueron párvulos en mi enseńanza. 11 En cierta ocasión dije a Andrés, que era uno de mis doce apóstoles: Andrés, żTenéis fe en Mí? Sí, Maestro, me contestó, żCreéis que en mi nombre podréis ya sanar a los enfermos? Sí Seńor, creo hacerlo. 12 Bien le dije, id por ese camino que conduce a Jericó y en él encontraréis un enfermo, ungidle en mi nombre y traedme noticias. 13 Andrés emprendió la caminata y en el trayecto encontró al enfermo que era un leproso y le dijo: En el nombre de Cristo, mi Maestro y Seńor, sanad, el leproso le miró tristemente sin experimentar alivio alguno, por segunda y tercera vez Andrés pronunció mi nombre, mas el enfermo no sanó. 14 Apesadumbrado el discípulo retornó hacia Mí y débilmente me dijo: Maestro, el enfermo no ha sanado, de su lepra no se ha limpiado, mi fe en vos no me ha bastado, mas he comprendido que lo que vos hacéis, nosotros no lo podemos hacer, además la enfermedad de aquel hombre es incurable. 15 Entonces le dije a mi discípulo: Andrés, seguidme, y le llevé hasta el enfermo nuevamente, al cual toqué simplemente con mi mano y le dije: Sed sano. El leproso al instante fue limpio. 16 Andrés avergonzado y a la vez maravillado, me preguntó cómo pudo ser aquello, a lo cual le respondí que la caridad hacía milagros que él no pudo lograr, porque dudó de este poder y sintió horror de tocar al leproso. 17 Sin embargo más tarde, cuántos enfermos y entre ellos cuántos leprosos, sanó Andrés mi discípulo. 18 Quiero haceros comprender que durante este tiempo de mi predicación estáis ensayando vuestros dones, y que cuando llegáis a errar, presto Yo os corrijo, pero que vuestros mejores frutos vendrán después de que me hayáis escuchado. - 68 - 1 No he venido a distinguir justos de pecadores, os he hablado a todos como a hijos a quienes amo de la misma manera. Atesorad la esencia de mi enseńanza y nunca os despojéis de esta gracia. 2 Mi mano es la que detiene el dolor de vuestra expiación por medio de la cual purificáis el espíritu. También conservad cuanto más podáis, ese estado de limpidez, para que no transcurridos pocos instantes, os encontréis gimiendo nuevamente ante mi presencia. 3 De distintas comarcas, cercanas unas, distantes otras, han venido las multitudes en busca de mi palabra. Y así como cada uno de vosotros me hace presente las cuitas y vicisitudes de su propia comarca, Yo os hago presente las cuitas y las aflicciones y sufrimientos por los cuales atraviesan las naciones, para que con vuestra oración, sentida y plena de caridad, les enviéis un mensaje de paz. Rogad por vuestros hermanos; pedid que se os dará. 4 Si vosotros tenéis fe en Mí y confiáis en mi palabra, la guerra no penetrará en esta nación y ello será un testimonio más de que sobre vosotros descendió mi divino Espíritu. Los méritos que deberéis hacer para que a vuestro paso se obren prodigios, serán la regeneración, la oración, la caridad, la buena voluntad. 5 Vosotros, que formáis un pueblo destinado a dar pruebas y testimonio de mi venida, no vayáis a flaquear, no queráis ver sangre en vuestras calles, en vuestras plazas y en vuestros campos; no queráis ver luto en vuestros hogares, ni hambre en vuestros hijos. os estoy dando armas de luz para que podáis defenderos de cualquier asechanza y también os he enseńado cómo podéis conservar la salud del espíritu y la del cuerpo, para que os encontréis fuertes. Sí, pueblo,no busquéis más la enfermedad, no olvidéis que es siempre la desobediencia la que le abre las puertas. Orad por vosotros y por todos, que a quien derrame lágrimas por las naciones que atraviesan la dura prueba, Yo les digo que nuevamente la paz surgirá en aquellos pueblos. De aquéllos que hoy se matan y se hacen la guerra entre hermanos, haré brotar a los que mańana prediquen y practiquen el amor de unos a otros, que es la fraternidad. Mi poder es grande, no dudéis de él. Ya veréis cómo sobre la destrucción de esta humanidad, edificaré un mundo, donde no se encontrará una huella de lo que fue pecado. 6 Si a muchas naciones y pueblos les he llamado sordos, es que mi voz llamó a las puertas de todos los corazones. Los que han caído al fondo del abismo, podrán aquí en el mundo blasfemar en contra mía, mas una vez ante mi presencia tendrán que confesar que Yo, como el ladrón que penetra en la noche, estuve a tiempo con cada hombre y con cada pueblo para amonestarlo y prevenirlo. No os predispongo en contra de nadie, en contra de ningún pueblo. Os encargo a cada instante que hagáis pasar vuestro pensamiento como espíritu de paz sobre el mundo, aunque sí os prevengo, para que no os dejéis sorprender por extrańas doctrinas, ni de falsas promesas, para que no dejéis que en vuestro corazón, sea sembrada la cizańa, la discordia, el egoísmo. Tomad vuestro papel y toda otra causa dejádmela a Mí. 7 Los elementos, como grandes espíritus que baten sus alas sobre el mundo, prestos están a desatarse en obediencia a la justicia divina. Ellos harán también obra de purificación y os digo en verdad: podrán ser borrados de la tierra los hombres, pero mi nombre y mi presencia no podrán ser borrados jamás del espíritu. 8 Vosotros, mis discípulos, mientras el mundo reconozca que no estabais equivocados, resistid las burlas y las mofas. Yo derramaré sobre el mundo seńales y pruebas que lo hagan despertar y abrir sus ojos a la luz; pero trabajad, que no os mandé a dormir a la tierra. Hoy que habéis sido despiertos por la voz de vuestro Maestro, aprovechad vuestro tiempo para que al final podáis mostrarme la cosecha abundante de vuestra siembra. - 69 - 1 Tenéis que cumplir vuestra restitución, para eso os he concedido la gracia de reencarnar. Mi amor os dá esta oportunidad para que podáis llegar a Mí. żCómo he de querer que lleguéis ante mi presencia, con el llanto en vuestro espíritu? 2 Vosotros que me escucháis, sabed que mi palabra no se apartará más de vuestra conciencia; pero cuántos hay que, haciéndoles el llamado, no quieren venir. Son los que van tras el placer como el supremo ideal de su vida, y no tienen por ley más que el libre albedrío. No porque no quieran ellos seguirme les abandono, por el contrario, son a los que busco más, pues sé que son los que han de levantar sus ojos hacia Mí, cuando el dolor sea muy grande en su corazón. 3 Yo a todos recibo en esos instantes de arrepentimiento y a todos perdono; pero mientras unos logran regenerarse por toda su vida, otros, cuando han recobrado la paz o la salud, cuando nuevamente se sienten fuertes, olvidan mi prueba de amor y se alejan aún más. 4 Estos no han sabido aprovechar la ocasión que la vida les ha brindado para volver al camino verdadero. Entonces les llamo al más allá, para que su espíritu pueda meditar en sí mismo, fuera de la influencia de la materia y de todo lo que al mundo le ataba. 5 ĄA cuántos seres les hago el llamado día tras día! Ellos se purificarán en la luz de mi divina justicia antes de volver y esos que asi se limpien, no volverán a mancharse con el fango, porque vendrán con el firme propósito de hacer obras meritorias, obras agradables y dignas ante el Seńor. 7 ĄCuántos de vosotros tendréis que retornar a la tierra en busca de la misión que dejasteis de cumplir o en busca de una ocasión de reparar errores cometidos! 6 Pensad que muchos de vosotros, habéis tenido tiempo para escucharme y aprender de Mí, pero que, encontrándoos en las postrimerías de vuestra vida, no váis a tener tiempo de sembrar lo que con tanto amor habéis acumulado en vuestro espíritu. No temáis, dice a esto Jesús. Yo soy la vida y os haré vivir para que sembréis en los corazones, esa semilla que tanto anheláis esparcir. 8 Entre la multitud que me escucha no falta aquél que creyendo saber mucho de las cosas de Dios, interiormente duda de esta palabra y la niega, mas lo que no podrá negar es que su corazón se ha estremecido y ha latido de una manera desconocida. Tratará de olvidar ciertas palabras que a él dirigí y no podrá, y aún perderá algunas horas de sueńo escuchando el eco de esta palabra humilde y sencilla. Es que su conciencia le dirá que tras de aquella palabra estuvo un ojo que le descubrió lo que en su corazón ocultaba y le habló de lo que sólo él sabía. - 70 - 1 Concentraos en el fondo de vuestro corazón, formando con la unión de vuestros pensamientos un solo espíritu, para que vuestra oración, como si fuese agua cristalina, caiga al pie de este arbusto; el cual se transformará en árbol y os dará abundantes frutos con lo que os alimentaréis y viviréis. Velad por el árbol y nunca permitáis que sea injertado con ramas de plantas extrańas. 2 No temáis no poder recibirme entre pompas y galas o regias ceremonias, vuestra humildad y sencillez, son el mejor ambiente que podéis preparar para mi manifestación; Yo quiero corazones y espíritus, a ellos son a los que busco, por ellos descendí al mundo en otro tiempo, y por ellos dí mi sangre. 3 Escuchad, pueblo, si la hora y el lugar fueron marcados por mi mano para que Yo me manifestase al mundo en los tiempos pasados, marcado también podía encontrarse el lugar y el tiempo en que vendría entre los hombres en la tercera era, porque todo vino preparando con anticipación la mano sabia del Seńor. Una nueva tierra había de ser testigo de mi nueva venida. El Occidente habría de iluminarse también con el resplandor de mi presencia. Ha tiempo, al norte de vuestras tierras habitaba una numerosa tribu, de ella surgió un profeta, el cual, inspirado por mi Divinidad, levantó y condujo a aquel pueblo en busca de una hermosa tierra, donde deberían fundar su Ciudad. Aquellas tribus se levantaron con la esperanza puesta en la promesa, atravesaron selvas, cruzaron desiertos y escalaron sierras, nada los hizo detenerse, y cuando a su paso encontraban obstáculos y enemigos, les vencieron hasta llegar al lugar profetizado, el cual era una imagen del Canaán, la tierra prometida a los israelitas, aquella que manaba leche y miel. 4 La hoja del árbol no se mueve sin mi voluntad y nada es ajeno a mis designios y planes divinos. 5 Sobre la fe en una promesa que vieron cumplida, aquellas multitudes levantaron su gran ciudad, ahí elevaron a su Dios su culto primitivo, ahí formaron sus hogares y dieron esplendor a su imperio que en su magnificencia, tuvo semejanza con el reinado de Salomón. De aquel pueblo surgieron manifestaciones de luz, de espiritualidad e inspiración. Fue aquella tierra, según las promesas tierra de bonanza y de prosperidad. El varón era fuerte, la mujer dulce y tierna, ambos eran hermosos; mas llegó el tiempo en que ese pueblo había de conocer el nombre y la obra de Cristo su Seńor, y esa buena nueva la recibieron con la llegada de hombres extrańos que venían del otro lado del mundo y a los cuales ya habían visto en sueńos. Cuán grande era la misión de aquellos emisarios como hijos de la luz, más cuán pocos cumplieron con la ley de amor, de caridad y humanidad. Pronto la lucha surgió, la sangre corrió a torrentes y la gran ciudad fue destruida. 6 Los invasores derribaban los ídolos de aquel pueblo, mientras éste blasfemaba en contra de aquel Dios que aquéllos les venían a revelar con tanta injusticia y tanta crueldad. żPodrían aquellos idólatras reconocer a través de estos actos a Cristo, el Dios del amor? A Aquél que a nadie quita la vida sino que antes da la suya para que no muera el que le ha ofendido? Aquellas tribus cayeron bajo la esclavitud, bajo el dominio del fuerte, como en los tiempos pasados Israel había caído bajo el yugo de Faraones y Césares. Tiempos de dolor, de amargura y de lágrimas, vinieron sobre aquel pueblo y fue entonces cuando su clamor resonando en los cielos, hizo que el manto de María, la Madre Divina, se extendiera sobre aquellos corazones, doblegando con ternura su incredulidad ante el Dios que se había hecho hombre por amor a todos. 7 Por su sensibilidad, ese pueblo estaba destinado a ser Mariano para amar esa divina verdad que se encuentra en María. Ella, como una escala, llevó a la fe y a la obediencia a aquel pueblo, hasta presentarlo ante su Seńor. Y ese pueblo żCuál es? El vuestro, el cual después de sus luchas y de su larga jornada, ha contemplado la llegada del Tercer Tiempo con mi nueva venida. 8 Ahora es mi palabra viva la que viene a destruir vuestro fanatismo e idolatría, mas vengo a enseńaros el culto perfecto, aquel en el cual podáis buscarme de espíritu a Espíritu. Cuán grande y fuerte de espíritu será este pueblo; cuando viva y practique este culto y esta doctrina que le vengo enseńando. Entonces podrá abolir la mentira y llevar a otras tierras un mensaje de espiritualidad y de luz. 9 Este pueblo estará preparado para la hora de prueba, aquella en que me justicia presida la gran batalla de ideas, credos y doctrinas. El mundo se sorprenderá cuando en medio del caos se levante una voz serena y firme y ésa sea la de mis nuevos soldados, la de este pueblo. - 71 - 1 Compartid conmigo el gozo que experimenta mi Espíritu, cada vez que plantáis uno de estos árboles. Siete recintos abrieron sus puertas en el presente ańo de 1944, como una representación de los siete que implantó Roque Rojas en 1866, mas si aquellos primeros se dividieron y no supieron vivir en armonía, vosotros llevad vuestro cargo con obediencia y fraternidad. Imitad al sexto recinto del cual provenís y perseverad en mis mandatos; formad los siete una misma sombra y dad todos el mismo fruto. Este es un pacto que habéis hecho con mi Divinidad. He ahí, que antes de que de vuestro corazón brote el juramento de seguirme, os pruebo, os purifico y fortalezco, para que vuestro propósito sea inquebrantable y la conciencia os diga que esa promesa ha quedado escrita ante el Arca de la Nueva Alianza. 2 El pacto que conmigo hacéis no es un compromiso material, es un cargo espiritual que habéis aceptado contraer con vuestro Padre, con Aquél que ha hecho todas las cosas y por eso es Padre de todo lo creado. Yo os enseńo a cumplir vuestra misión espiritual,mas también os encargo que cumpláis todo compromiso y toda promesa que en lo humano hagáis, para que os reconozcan por la verdad de vuestro espíritu y por la sinceridad de vuestro corazón. Haced que vuestro sí, sea siempre sí, y vuestro no, sea siempre no, entonces habrá confianza en que vuestras determinaciones sean firmes, nunca rompáis vuestro pacto sagrado, como son el matrimonio, el de la paternidad, el de la amistad. 3 Si el desconocer los deberes y compromisos humanos acarrea tan grandes sufrimientos żQué será cuando se le vuelve la espalda a una misión espiritual contraída con vuestro Seńor? Es verdad que mi causa requiere renunciaciones y sacrificios, pero también os digo: que es el ideal que no defrauda jamás a quien lo persigue; el que alcanza la meta, logrará la inmortalidad. Ahora os digo: estudiad a fondo mi palabra para que no forméis un bando aparte en la tierra. Llegad a un grado de comprensión y de preparación que os permita vivir espiritualmente con todos y no divididos de nadie. Mi doctrina no viene a sembrar simiente de división. 4 Se acerca el tiempo en que sea la verdad,la razón, la luz, los que se impongan a la fuerza, a la violencia y al temor, mas cuándo podrá decir el hombre como Cristo: "mi reino no es de este mundo" y sin desconocer nada de lo creado y tomándolo todo con justa medida, reconozca que los bienes de la tierra, sus vanidades y glorias y el esplendor de su ciencia, por largo que sea su reinado, sucumben, todo pasa. 5 De su falsa grandeza muchos desengańos han sufrido los hombres y en verdad os digo que otros mayores sufrirán. żQué será de esta humanidad cuando su conciencia despierte ante mi justicia y contemple su obra? Su dolor será acervo, su arrepentimiento grande y entonces su reacción será buscar una senda espiritual para expiar sus faltas. Ese tiempo será de exaltación religiosa, que alcanzará la mayor altura de fanatismo, entonces vendrán las luchas y batallas entre religiones y sectas, permaneced vosotros despiertos, y no vayáis a esperar que el rumor de aquella lucha sea el que venga a despertaros, porque entonteces no sabréis ni dónde están vuestras armas para luchar. Mirad cómo estoy multiplicando el número de estos recintos a los que en sentido figurado llamo árboles, con el fin de que sus ramas se extiendan ofreciendo cada vez más frutos. Estoy construyendo el templo del Espíritu Santo, mas cuando él haya sido construido, no existirán o habrán perdido su razón de ser los recintos, los templos y santuarios, junto con sus símbolos, sus ritos y sus tradiciones. Entonces sentiréis mi grandeza y mi presencia, reconoceréis por templo el Universo y por culto el amor a vuestros semejantes. Del seno de la madre naturaleza brotarán nuevas luces, que harán de vuestra ciencia un camino de bienandanza, porque estará encauzado por la conciencia, o sea, sometida al Espíritu. 6 No será ya el cerebro el seńor del mundo, sino el colaborador del espíritu quien le guiará y le iluminará. Así os dicto mis primeras palabras en este recinto. Escribidlas y dad principio así a vuestro libro de oro. - 72 - 1 Mi Espíritu os hace el llamado, mi voz de Maestro desciende a vuestro corazón y siempre estará cerca el espíritu de la Madre, que os busca para entregaros su caricia. 2 Yo Soy la cumbre que todo espíritu debe buscar, el que llega a ella, desde ahí alcanza a contemplar toda la belleza de la creación, toda la obra de su Padre. 3 Viene mi palabra a cincelar vuestro corazón, a esculpir vuestro espíritu, hasta darle una forma semejante a la de Jesús. Esta palabra, es el pan que pongo sobre mi mesa y el eco de ella es infinito, porque llegará a repercutir en todo el mundo. 4 No os halláis ante entendimientos confundidos, sino delante de Aquél que viene a probaros la perfección y la verdad de una ley. Os he acercado al árbol de la vida, de cuyas ramas penden los buenos frutos. Hoy hay festín en mi casa, muchos os encontráis ante mi mesa, mas żQuiénes de los presentes volverán mańana la espalda? Sólo Yo lo sé. 5 Todo el que aspire a una heredad espiritual, venga a mi mesa, siéntese conmigo y coma de este pan. Cuando se levante de mi mesa, sentirá que es dueńo de mi paz. Ese espíritu quedará convertido en un nuevo eslabón de la cadena que estoy formando, con la cual estoy uniendo a mis hijos. 6 Llegad, llegad cada uno y llamad a mis puertas. Venid parias, comed y vestíos, mas luego id tras de mis huellas. Conoced las leyes del Seńor y cumplidlas, para que no bebáis el cáliz de la amargura. Comprended que quien se aleja del camino perfecto, se aleja de mi reino y está en peligro de encontrar la muerte. 7 Os estoy dando más de lo que cada uno puede necesitar para sí, żPor qué? Es para que déis a vuestros hermanos de lo mucho que os he confiado. Luego os he dicho: espiritualizaos y lograr ser sensibles, para que no sólo os puedan conmover las penas que contemplen vuestros ojos, sino aquellas que están distantes, más allá de vuestra mirada: pero al alcance de vuestra caridad, de vuestra piedad; mas esa sensibilidad, no se concretará a sentirlas penas de los de este mundo, sabréis presentir cuando en lo invisible se acerca a vosotros un espíritu sufriente en busca de vuestra caridad. Sólo la espiritualidad os podrá revelar estas y otras cosas. 8 ĄCuánto gozo experimentará mi Espíritu, cuando contemple que el río de la vida, que brotó de mi seno, está pasando de unos a otros, calmando su sed con la frescura de sus aguas y lavándolos de toda impureza. 9 Aprovechad vuestra vida, mirad que es breve. Un ańo es un instante que se pierde en la inmensidad del tiempo. Seguid mansamente los designios del Padre y no perderéis uno solo de los instantes preciosos de vida que se os han confiado. 10 Os he dicho que mis complacencias han terminado y debéis analizar a fin de que comprendáis lo que quiero deciros, porque sólo la tolerancia que he tenido con vuestra vida egoísta y materializada es la que se apartará, más en cambio de ello, nuevas complacencias tendré con vosotros; éstas serán más elevadas, según sea vuestra espiritualidad. 11 El libro está abierto, mi mano lo abrió y ella os lo muestra. Al divino cantar de los cantares Yo os convocaré y os reuniré, para que sigáis escuchándome en torno de mi mesa. - 73 - 1 Discípulos amados: siempre que os acerquéis a Mí preparados de espíritu y materia, recibiréis mi fortaleza y consuelo, vuestras penas se apartarán y saboreareis leche y miel. Depositad en Mí cuanto encierra vuestro corazón y Yo dispondré en vuestra vida según es mi voluntad. Quiero que todo luchéis y que nadie se aletargue, que seáis solícitos y trabajéis con sumisión y obediencia, porque es tiempo de cumplimiento y restitución vuestras herramientas de labranza adquieren brillo después de la lucha. 2 La humanidad está esperando a mis discípulos, los cuales han de seńalar el camino a aquéllos que se levantarán en busca de los enfermos del espíritu, para derramar en ellos el bálsamo de la fe y de la esperanza, mas si vosotros mis labriegos, por temor al juicio del mundo abandonáis la semilla y las herramientas żQué va a ser de esta humanidad? żNo habéis sentido vuestro cargo? Vuestra conciencia no os engańa jamás y ella sabrá deciros siempre si habéis cumplido; esa intranquilidad que experimentáis es una seńal de que no habéis observado mis preceptos. 3 Os he dado el don de la paz, y no la habéis sembrado en el corazón de vuestros hermanos, no habéis influido con vuestro pensamiento y oración para aliviar a las naciones que se encuentran en guerra. No seáis como ciegos guiando a otros ciegos, si os he dicho que sois la luz del mundo. Vuestro cargo no será pesado si tenéis amor a esta causa, si me presentáis vuestros buenos propósitos, Yo os ayudaré. No será menester que vayáis en busca de los enfermos, sino que seréis solicitados, Yo los pondré en vuestro camino, y así podréis cumplir con esa bendita misión de consolar. Los que a vosotros lleguen habrán sido preparados por Mí para que no tropecéis con los duros corazones y me digáis: cuán pesado es el cargo que me has dado, Padre, y cuán duras las tierras que estoy labrando, Yo lo he dispuesto todo para que trabajéis conscientemente y os perfeccionéis. 4 Os he escogido a vosotros para confiaros esta misión, porque me amáis y me habéis presentado vuestra humildad y sumisión, y no quiero que después de haberos tomado como intermediarios para derramar mi caridad en los necesitados, os sintáis superiores a vuestros hermanos y me desconozcáis. 5 Para elevar vuestro espíritu tenéis que renunciar a los placeres superfluos de este mundo; mi camino es estrecho, y es menester velar y orar, mas si en verdad me amáis, no será un sacrificio para vosotros apartaros de estas cosas, Yo he hecho liviana vuestra cruz, he iluminado a los que os rodean para que no tropecéis con su incredulidad. 6 El mańana habrá guerra de doctrinas e ideas, muchos hermanos vuestros, cansados de falsas promesas, vendrán a vosotros en busca de verdad y si no estuvieseis preparados, la presencia de esos hombres os amedrentará. 7 Luchad por la salvación de la humanidad y aprovechad este tiempo, porque ya se acerca 1950 y dejaré de hablaros por conducto de los portavoces. Muchos me serviréis antes de ese ańo, y otros después de él. Pasado ese ańo, vosotros que habéis transmitido mi palabra, no penetraréis en éxtasis, y los que habéis dejado manifestar al mundo espiritual en ese tiempo, obedeceréis sus inspiraciones y os sentiréis protegidos en todo instante. Yo estaré con todos mis hijos para que sigáis dando al mundo mis enseńanzas, en ese tiempo, vuestros enemigos querrán aniquilaros y formar obstáculos para el desarrollo de mi obra, y si estáis desunidos, os sentiréis debilitar. Muchos de esos perseguidores vuestros, al conocer la esencia de mi doctrina, me reconocerán y se convertirán y llevarán mi palabra a otras naciones y comarcas. 8 Quiero que llevéis esta luz a todos mis hijos, unos humildes y otros potentados que busquéis su espíritu que gime y sepáis orientarlo, y vosotros que habéis sido rudos, sepáis interpretar ante el mundo mi voluntad. 9 Cada uno de vosotros está en el lugar que le he indicado y no murmuréis de los que he dejado delante de vosotros como intérpretes, como responsables de estas multitudes, los portavoces, porque no podrían prepararse para este servicio, antes bien, ayudadles con vuestro pensamiento; si Yo los he escogido para darles un importante cargo, orad por ellos para que lleven a cabo su delicada misión. 10 Vosotros que habéis sufrido las pruebas que han forjado vuestro corazón, ya podéis comprender al que sufre y penetrad en el hondo arcano, que es el corazón humano, y descubrid la pena o el mal que le aflige para consolarlo. 11 Comprendedme, pueblo, y pensad que si he materializado mi palabra, es porque os amo y quiero que conozcáis mi deseo. - 74 - 1 Bendito sea el que tenga por ideal seguir mi camino. Bendito sea el que busque la forma de hacer grande su espíritu. Yo recibo a los que callando sus quejas sólo piensan en recibir el rocío de mi palabra, a los que no dejan morir la fe y la esperanza en Mí. Yo haré con mi palabra que todos lleguen a entonar el canto a la fe. Vengo a enseńaros la espiritualidad porque ella os dará salud espiritual y física, ella os hará amados, os dará fuerza y fe. 2 A través del que piensa en Mí y me ama, pasa el torrente de la vida, en él está mi manifestación divina. os he dado la vida para que en ella seáis grandes y fuertes; os la he dado para que améis y manifestéis vuestra facultad de crear; os la he dado también para que tengáis sabiduría. La vida es el reflejo de Dios, es el gran testimonio de mi existencia, vividla y gozadla, mas también entendedla. Mucho la habéis gozado sin comprenderla. Cantad a la vida y que vuestro canto sea de comprensión, de admiración y de amor. Vuestro espíritu al elevarse, entonará su mejor salmo al Creador. 3 La vida es una corriente eterna e incesante. Para que el espíritu llegue a ser grande, bello, sabio, fuerte, bondadoso, es menester que viva mucho. Pueblo, creéis que os vengo a visitar, y la verdad es que habito en vosotros. Os visito sólo bajo esta forma de manifestarme a vosotros haciéndome pensamiento, palabra y visión espiritual, y es que mi manifestación interior en vuestro ser no la percibís con la claridad del latir de vuestro corazón, porque para sentirme palpitar en vuestro ser, es necesario tener sensibilidad. No perdáis la esperanza de llegar a sentirme, porque la esperanza procede de la fe, que es luz en vuestro sendero. ĄAy del que pierde la fe! La fe es el faro que alumbra el porvenir. La fe es la fuerza que produce aquello que nombráis milagros żQué podrá ser la vida vuestra sin fe? 4 Yo os doy la vida, mas os digo: encended la luz de la fe; fe en vuestro Dios, fe en vosotros mismos, fe en la vida y en las cosas. No dudéis de mi caridad en vuestras vicisitudes; mi amor es más fuerte que vuestras pruebas. Oídme más con el espíritu que con vuestros oídos. A los que sufren y sollozan, a los que se nombran desheredados, a los que dicen que su estrella no brilla y ser lámpara apagada, y a los que lamentan haber venido a la vida para llorar, os digo Yo, Jesús żHabéis intentado alguna vez olvidaros por un instante de vosotros para llevar un consuelo a vuestros semejantes? Seguramente que no, porque quien practica la caridad, asi mismo se la hace. He llamado en este tiempo a los que nada tienen para que den al mundo. 5 Amad y dad con desinterés y veréis pronto la recompensa. Llamad a mis puertas y mi voz os responderá. Todos podéis levantaros aún cuando hayáis caído muy bajo, aún cuando os encontréis cubiertos de cieno. Los hombres perdidos de hoy, serán los hombres de bien del mańana. Sobre vuestras ruinas levantaré mi templo, mas el hombre me ayudará a su propia reconstrucción. helo aquí, penetrad en la verdadera vida, ella es como un reino, dentro del cual desde lo celeste, hasta lo más mínimo dentro de lo material, todo está a vuestro alcance. 6 Abolid el dolor, la vida creada por Mí no es tierra dolorosa, el sufrimiento proviene de las desobediencias y faltas de los hijos de Dios. El dolor, es propio de la vida que los hombres en su disolución han creado. Elevad vuestra mirada y descubrid la belleza de mis obras, preparáos para que escuchéis el concierto divino. No os excluyáis de ese festín. żSi os aisláis cómo podréis practicipar de ese deleite? Viviríais tristes, atormentados, enfermos. 7 Yo quiero que en el concierto universal, seáis notas armoniosas. Si ya comprendieseis que sois fragmentos brotados de la fuente de la vida. Si sintieseis que todas las conciencias emanan de una sola conciencia que es la de Dios żCuándo llegaréis a la plenitud del espíritu en que podáis decir: Padre, someted mi conciencia a la vuestra, asi como mi voluntad y mi vida? Ved que esto no lo podréis decir mientras vuestros sentidos estén enfermos y vuestro espíritu egoístamente aislado del camino. Vivís bajo el tormento de la enfermedades o del temor a contraerlas żY qué es una enfermedad corporal ante el espíritu? Nada, si él sabe levantarse. 8 Así como la sangre que corre por vuestras venas vivifica todo el cuerpo, asi la fuerza de Dios, como un torrente de vida, pasa a través de vuestro espíritu. No hay motivo para estar enfermo si cumplís con la ley. La vida es salud, alegría, felicidad, armonía; estando enfermos żPodéis ser un depósito de los bienes divinos? Mentes, corazones o cuerpos enfermos, el Maestro os dice: pedid a vuestro espíritu, que es hijo del Todopoderoso, que sane vuestras dolencias y que os ayude en vuestras flaquezas. 9 żQué podrá negarle el Padre a su hijo, cuando éste espiritualmente se le acerque para solicitar algo para su cuerpo pequeńo y frágil criatura material? Así os enseńo cuando de pedir se trate, mas cuando se trate de dar os digo: "Repartid y dad" Repartid lo material y dad amor pues, żDe qué os servirá dar la parte material si en ella no pusieseis amor? Cuán difícil os ha parecido administrar debidamente los bienes que habéis poseído en el mundo. Unos quieren tener sólo para sí, otros logrando tener demasiado, no sienten el deber de compartirlo. 10 Yo os descubro una fuente de salud que existe en vosotros, en vuestro espíritu para que a ella acudáis cuando sea necesario, si sabéis buscarla, encontraréis sus aguas. No quiero un mundo derrotado y triste, un pueblo que por su ignorancia de lo que posee, a cada instante me hable con angustia, y me pida con desesperación. Quiero un mundo consciente de cuanto es y poseé. 11 A todo esto hay quienes están pensando: żY si el hombre siempre fuese sano, como moriría? A lo cual os respondo, que no es necesario estar enfermo vuestro cuerpo para que deje de vivir, basta que el corazón se detenga cuando la hora haya sonado para que deje de ser. 12 Ya no os quejáis de sufrimientos y habéis recibido la dádiva de mi amor y os habéis embelesado con mi palabra. Reconoced mi palabra por su esencia divina y la preparación del portavoz, por la dulzura y la firmeza de su voz, entonces, dejad vagar vuestro espíritu por regiones que sólo él puede alcanzar, para que allí se sature de luz, mientras que su mente queda extasiada y su corazón palpitante de admiración y amor. 1 Benditos seáis vosotros que habéis sido predestinados para recibir en este tiempo y oír mi palabra. Yo os he preparado y mi luz ha bańado vuestro espíritu, por esto seréis fuertes y aún cuando viniesen sobre vosotros grandes pruebas, no os dejaréis vencer. Cuando estéis ya en el valle espiritual, conoceréis cuan grande ha sido el privilegio que habéis tenido y os sentiréis dichosos. 2 Cuando escuchasteis mi palabra por primera vez, sentisteis que era Yo quien hablaba y meditando en vuestras obras, pensasteis que no estabais limpios y que debíais haceros dignos, y comenzasteis una vida nueva y en cada día os perfeccionabais; mas cuán difícil es para vosotros perseverar en este propósito. Llegasteis muchas veces al sacrificio, sin que Yo os haya pedido estas cosas, y muchos os cansasteis pronto; Yo os digo, que me place que toméis con paciencia el camino żCómo queréis perfeccionaros en corto tiempo, si es una obra grande la que váis a emprender? 3 Me amáis y ésta es vuestra base, me presentáis vuestra fe y aún así, cuando las pruebas llegan a vosotros, me decís: Maestro, siempre encuentro obstáculos para cumplir tus leyes; la incredulidad de los míos me hace debilitar; la tentación se interpone a cada instante para hacerme caer y aún yo mismo he quebrantado mi propósito. Yo os digo: en medio de esta lucha tenéis que trabajar, esos obstáculos que encontráis son pruebas para vuestra fe y en ellas, el espíritu se irá acrisolando. Confiad en vosotros mismos que lleváis mi espíritu y habéis sido preparados para participar en esta gran batalla. 7500$ 4 Todos estáis dando los primeros pasos y aun cuando os he llamado a unos guías, a otros portavoces, tenéis que prepararos mucho para llegar a conocer vuestro cargo y desempeńarlo, mas no desconozco vuestros méritos, habéis dado a mi causa el primer lugar en vuestro corazón y vuestro mayor anhelo es seguirme. Yo, como Padre, os he tomado de la mano para conduciros y he abierto mi corazón, para que en él leáis mi amor y mi caridad. 5 Mi paciencia no tiene límites, os he concedido tres eras e innumerables reencarnaciones para vuestra elevación espiritual y aún en este tiempo he venido a hablaros, sin contemplar la incredulidad y el materialismo humano. Estáis en el Tercer Tiempo de las manifestaciones espirituales y si sabéis aprovechar vuestros dones, contemplaréis la potestad de vuestro espíritu y sabréis que Yo he querido siempre hacer de vosotros, seres superiores capaces de llevar a cabo grandes obras. He dispuesto todo para que os rijáis por la ley y la respetéis. A la diestra de cada labriego está un ángel guardián y cuando esos seres se han comunicado con vosotros, han manifestado su humildad, su obediencia, ellos os han acompańado en la jornada y con vosotros han sufrido las asperezas del camino. Oídlos, porque en su palabra llena de luz, encontraréis la explicación de mis revelaciones. Después del ańo de 1950, recordaréis el ejemplo de esos seres virtuosos, los cuales no serán alejados de vosotros, sino que seguirán inspirando a vuestro espíritu y protegiendo a la humanidad. 6 Preparáos, para que no atribuyáis imperfección a mi palabra. Conoced su esencia; si el portavoz del cual voy a servirme no estuviere preparado, si su conciencia no estuviese atenta a mis dictados, la palabra que brote de sus labios, no reflejará mi perfección. Entonces, penetrad en el sabor y verdadero sentido de ella y sabréis lo que he querido expresar. No me atribuyáis a Mí las imperfecciones, Yo soy vuestro Dios. 7 Levantáos llenos de celo y defended mi causa, todo lo que encontréis fuera de la ley en las prácticas de los labriegos, corregidlo con amor y justicia. 8 Yo recibo vuestra simiente que encierra verdad y limpidez y la que no ha llegado a la madurez, la dejo en vuestras manos para que la sigáis cultivando. - 76 - 1 Descansad unos instantes pueblo, dejad en Mí vuestra fatiga. Mi mano todo lo ha dispuesto para que llegaseis ante el Maestro. Sólo os pido que limpiéis vuestra mente, para que la esencia de mi palabra sea recibida por vuestro corazón y mi presencia sentida por vuestro espíritu. No habéis comprendido muchas de las enseńanzas que os he dado por esa falta de preparación, de espiritualidad. Por tiempo indefinido venís como párvulos, pudiendo ser ya los discípulos. 2 Mirad que si queréis dominar vuestras pasiones y rechazar la atracción que el mundo ejerce sobre vosotros, en mi palabra podéis encontrar la luz y la fuerza para hacerlo. 3 Quien sólo se conforma y tranquiliza su conciencia con escucharme, presto vuelve a su letargo y vive expuesto a caer en tentación. Por eso viene mi palabra alentando y levantando a los que caen en el camino. 4 Como la estrella que anunció en aquel tiempo la venida del Mesías, así en este tiempo el espíritu de Elías anunció con su luz mi llegada. A vosotros os fue preparado este girón de tierra con mi gracia para que recibieseis la revelación del Tercer Tiempo. Hoy el mundo ignora todas estas cosas, mas a su debido tiempo, la buena nueva a todos llegará. 5 Por el don de intuición, la humanidad presiente la trascendencia espiritual de este tiempo y hay quienes alcanzan a ver en los grandes acontecimientos de este planeta la confirmación y el cumplimiento de las profecías de los tiempos pasados. 6 Reconoced de cuanta gracia estáis gozando, pueblo, y hay entre estas multitudes, quienes dudan de mi comunicación y atribuyen a estos hombres mi palabra. żQué pueden daros ellos si son tan ignorantes como vosotros y les visteis salir de entre vuestras filas? Hay quienes son por su rudeza, materia y más materia, pecadores como vosotros, mas cuando mi voz les envuelve, cuando mi rayo les inspira, se transfiguraran por un milagro de mi amor y de mi poder. 7 Sois aún la ciudad que duerme, cuyos moradores se entregan a su reposo y ni escuchan si alguien gime, si alguien necesita socorro, abrigo, bálsamo o pan. Hoy olvidáis a la humanidad para pensar en vosotros y si tenéis olvidados a los hombres, que son visibles a vuestra mirada y cuyas aflicciones podéis palpar żCuánto no habréis olvidado a los que en espíritu se encuentran y van arrastrando una penosa cadena de amarguras? Sabed que vuestra misión es la de velar, orar e interceder por todos vuestros hermanos, tanto presentes como ausentes, distantes o próximos, visibles e invisibles. 8 Os estoy haciendo pasar por un crisol para que cuando salgáis de él, podáis ser el sabor del mundo, la luz que ilumine las tinieblas de los caminos. 7600$ 9 Mi voz llama a los hombres, mi voz desciende llena de majestad para despertar al mundo para que todos vengáis a formar parte de mi pueblo amado. - 77 - 1 Mi palabra amorosa es la llave con que abro vuestro corazón. he enviado a vuestro espíritu a la tierra, no a soportar un castigo, sino una expiación. Mas esa expiación os evita el dolor tomando la cruz del amor hacia vuestros semejantes. Si temíais el destierro, o el castigo del fuego por vuestras faltas, estabais en un error, pues cuando esperabais sólo apurar las amarguras de la restitución, os envié al mundo para concederos que escuchaseis mi palabra y convertiros en pescadores de almas. ĄCuán distintos volverán vuestros espíritus al más allá de como vinieron la última vez! Venían contritos temerosos con las manos vacías de méritos. Ahora podrán retornar sonrientes y su elevación podrá llevarlos a la luz de mi reino. żQuién osaría cambiar esta cruz de amor por el pesado fardo del dolor que labra la desobediencia? A cuántos les he confiado el cargo de guía para que levantasen los frutos que no cosecharon en otras vidas. żPodría decir alguno de ellos, que ese lugar lo conquistó con sus méritos? Es tan delicada y alta esa misión, que sólo mi amor podía dárselos. 2 Tomad este tiempo como si fuese la última oportunidad de llegar a Mí, para que os esforcéis en el cumplimiento de vuestra misión. Trabajad con desinterés, sin tratar de cobraros en esta tierra vuestros servicios a la humanidad, porque sería doloroso para vuestro espíritu, presentarse después de su jornada ante la presencia de su Padre y ver que ningún galardón le esperaba. 3 Haced que vuestras obras sean dignas de imitarse; entonces podréis con justicia ser comparados con un espejo limpio, en el cual puedan vuestros hermanos contemplarse y corregir sus defectos. Ya en otras vidas vuestro espíritu consagró su existencia al goce de las cosas terrenales. Ahora, consagrad parte de vuestro tiempo al cumplimiento de vuestros deberes espirituales; ello os hará elevar vuestro espíritu sin que hayáis tenido que volver las espaldas a vuestros deberes humanos. 4 żQuiénes fuisteis antes de esta vida y quiénes sois en la presente? Estas son cosas que sólo al Juez Divino corresponde por ahora saber. Ya es bastante que Yo os haya revelado la ley de reencarnación, como una suprema verdad. - 78 - 1 En los días de recordación, hasta el corazón más duro siente mi presencia. En el infinito vibra incansablemente el eco de la campana divina que anuncia la manifestación de este nuevo tiempo; pero ĄCuán sordo es el corazón de esta humanidad! 2 Cuando despierten los hombres y vengan en busca de mi palabra, será ya tarde, porque habré partido y tendrán que recibir tan sólo testimonios. Muchos se lamentarán de haberme buscado en los lugares en donde me manifesté y no haber oído mi voz. 3 En este tiempo grandes pruebas afligen a la humanidad. De todos los lugares del mundo se eleva el llanto, es que han venido los espíritus a la tierra a recoger el fruto de lo que en otro tiempo sembraron, porque nadie escapa a mi justicia. Dejaría de ser perfecto si no os mostrara mi justicia, si no os dejase conocer el fruto de vuestras obras; mas también me encuentro preparando a los que como emisarios irán por comarcas, por pueblos y naciones, despertando a los hombres con la luz de este mensaje. A todo oído llegará el rumor de mi venida, de mi palabra que a todos dejé. Irán mis discípulos a llevar el bálsamo a los enfermos, serán cirineos de aquéllos a quienes encuentren agobiados bajo el peso de su cruz. Os repito mucho estas cosas, para que no las olvidéis después de mi partida. 4 Velad y orad para que estéis fuertes; pero orad con el espíritu, para que lleguéis a alcanzar y a gozar la comunicación perfecta con el Seńor. Cuando miréis que se ha realizado lo que recibisteis por inspiración en los instantes en que orabais, esa será la prueba de que tuvisteis un momento de comunicación espiritual con el Maestro. 5 Llevad a la perfección vuestra forma de buscarme, de orar. Mirad que cuando ya mi palabra no repercuta en el interior de vuestros recintos, se levantarán los hombres de otras religiones queriendo reconquistaros, tratando de recobraros. żSeréis entonces capaces de cerrar vuestros ojos a esta luz y hacer a un lado la misión que habéis recibido, para conformaros con la práctica de un rito? 6 No temáis si a veces os hablo de que seréis calumniados y perseguidos, Yo sólo os digo que si estáis cumpliendo con mi ley divina y si cumplís con las leyes de la tierra, nada tenéis que temer. 7 Demostrad desde ahora que no en balde habéis oído hablar a Jesús en este tiempo, que si Yo os nombré discípulos, sabréis llevar ese título con dignidad. Ante la verdad y limpidez de vuestros actos, el más reacio se doblegará. Y cuando sea en el mundo el tiempo de luchas entre doctrinas e ideas religiosas, cuando los hombres se opongan más a la propagación de mi doctrina espiritual, mayores serán los prodigios que os conceda y las pruebas que estremezcan al mundo. - 79 - 1 Dejad que repose vuestro espíritu en este día de reunión de todas las congregaciones. Como en aquel tiempo en que elegí a mis discípulos, pero que daba mi palabra a todo aquél que quisiera escucharla, así en este tiempo vengo a elegir a los que ahora van a seguirme; mas dejo que mi palabra sea escuchada por las grandes multitudes. El camino es para todos, mi pan también, mas no todos podrán venir al mismo tiempo, sino unos antes y otros después, o sea cuando estéis a punto de seguirme, sin volver vuestra vista hacia atrás. 2 Los que han formado en su corazón un santuario, ésos son los que van siguiendo paso a paso a su Maestro. 3 La semilla que vengo a daros y a enseńaros a cultivar, viene del cielo, ella encontrará tierra propicia en el corazón de la humanidad. Antes, mi justicia cual si fuese una hoz, viene cortando la cizańa que ha cubierto los campos, para que mi semilla pueda germinar. Las tierras volverán a ser propicias, en ellas encontraréis mis huellas, que ni el mundo, ni los hombres, ni los pecados, ni las pasiones han podido borrar. Mis huellas perduran en el transcurso de los siglos y se mantienen frescas en la eternidad. 4 De su profundo letargo despertarán los hombres, los cuales mirando hacia su interior encontrando su yo espiritual y escuchando la voz de su conciencia, descubrirán mi huella divina por la cual vendrán presurosos hacia Mí. Tendréis que esparcir mi semilla por el mundo. Cuando lleguéis a Mí a entregar vuestra cuenta, llegad ante vuestro Padre aunque sea con un grano, pero que sea bueno. Si nada traéis, Yo os recibiré porque soy amor y caridad, pero pensad que la siembra que dejáis comenzada, más tarde la tendréis que venir a buscar, para terminar vuestra labor. żSabréis acaso si la cizańa no habrá vuelto a cubrir las tierras y si las plagas habrán penetrado allí? 5 Esto quiere decir que cuando sintáis mi llamado, presto acudáis a él y sepáis aprovechar el tiempo que se os confíe para vuestra misión. Meditad sobre todo esto y veréis que sois vosotros los que os labráis lo mismo un galardón de bienandanza y paz, que con vuestra diestra firmáis vuestra sentencia. 6 A pesar de la justicia de mi palabra, es un Padre amoroso el que os habla. Mirad como mi manto se extiende para cubrir a todos, sin mirar vuestras faltas. - 80 - 1 He aquí al Padre quien viene a manifestarse al pueblo que tanto ha pronunciado el nombre de su Dios a través de los tiempos, diciendo que lo ama. Veo que lloráis, que por vuestros rostros corren abundantes lágrimas, mas no son por amor a mi Divinidad, son de dolor, porque la vida se os presenta llena de amarguras. No es una cruz la que lleváis, es un pesado fardo que ya no soportáis. Es que olvidasteis la lección, cerrasteis el libro y os apartasteis de los mandatos que él encierra. 2 ĄOh mi pueblo que escucháis esta palabra! No sólo las naciones se han dividido, también entre vosotros existe la división. żQué ya olvidasteis que en 1931 jurasteis unificación y obediencia ante el Arca de la Nueva Alianza? He aquí que váis poniendo vuestras órdenes y vuestra voluntad delante de la mía, mas Yo destruiré vuestras tradiciones y leyes imperfectas para que se conozca mi Obra y se cumpla con mi ley. Tocaré con mi justicia el egoísmo, el orgullo y toda mala simiente. De este pueblo desaparecerán los seńores y sólo quedarán los discípulos, los servidores. Más le valiera ser levantado de la tierra a quien quisiese levantarse sobre su pueblo oprimiéndolo. 3 Finalizando está el ańo de 1947 y en el último día, es menester que forméis un propósito firme de cumplimiento para que no sea mi justicia la que os haga reconocer el camino. 4 żAcaso no queréis que esta doctrina salga a la luz y la conozca la humanidad? 5 De cierto os digo que hay quienes en vez de facilitar el avance de mi doctrina se han levantado estorbando mi paso en el camino. Yo estoy tocando el corazón de la humanidad para que conozca esta revelación; pero para que la conozca pura, como Yo os la he entregado y confiado. 6 Si alguno no estuviera conforme con poseer una rama del árbol, devolvédmela; mas vale que Yo la recoja a que vosotros la dejéis crecer torcida. Os dice esto el Padre porque contemplo recintos que han cerrado sus puertas a la caridad y ahí afuera sollozan los menesterosos y contemplo los muertos. 7 Servidores de mi obra: escuchad mis mandatos y dadles cumplimiento, que los hombres no impedirán vuestro paso. Nadie podrá impedir que se lleve a cabo este plan divino, del cual una parte os he confiado. Si esta obra la presentaseis libre de toda mixtificación, cosa que podréis lograr en estos tres últimos ańos de mi comunicación, para 1950 vendrán hombres de dura cerviz, que ante la grandeza de mi manifestación y la limpidez de vuestras prácticas, caerán rendidos ante su Seńor. Breve es el plazo, sin embargo es bastante para que apartéis la materialidad, el fanatismo y todas las lacras de que adolece vuestro culto. Mi doctrina es espiritual, por eso os nombráis espiritualistas, mas, żHabéis meditado y estudiado lo que ello encierra? żOs parece justo que predicando el espiritualismo con palabras, con vuestras obras pregonéis todo lo contrario? 8 ĄCuán grande y limpia veréis mi obra si aprovecháis esta luz que os estoy enviando! 9 De los que van delante de cada congregación depende que el pueblo se levante y dé cumplimiento a mis mandatos. Aun cuando mis plumas de oro no escribiesen, estas mis palabras las dejo impresas con letras imborrables en la conciencia de este pueblo. Y cuando estéis en mayor altura de espiritualidad se maravillarán vuestros ojos contemplando los prodigios que Yo haré entre vosotros. No sentiréis la partida de mi palabra, porque palparéis cercana mi presencia. A falta del portavoz para escucharme, vuestros dones espirituales se desarrollarán aún más, con lo que tendréis grande regocijo y fe, porque me tendréis por inspiración, por videncia, por sueńos proféticos, por intuición. Os recrearéis oyendo vuestra propia palabra y viendo sanar a vuestros enfermos. 10 El mundo espiritual, cada vez poseyendo más luz y mayor potestad, será el buen protector y el fiel guardián del pueblo, para que todos cumplan y trabajen en mi compańía. Yo sólo contemplo espíritus sin hacer distinción entre los que están en materia de los que se encuentran libres de ella. 11 Esta luz del Sexto Sello, desatada por mi mano en este tiempo. Os envié desde aquel tiempo a Jesús, mi divino hijo, el único que en la tierra ha dado cumplimiento a mis mandatos y ha hecho la voluntad de su Padre; mas lo envié para que convirtiese a los hombres en sus discípulos y así, imitando al Maestro, glorificasen al Padre. Yo os lo envié y Él os dió vida, mas me lo devolvisteis muerto. Hoy vino de nuevo a vosotros, no como hombre, sino sólo su voz, su palabra, porque es el Verbo de Dios. - 81 - 1 Podéis decir que sólo por instantes se puede contar el tiempo que falta para que dejéis de escuchar esta palabra. Ya se acerca el tiempo en que os levantéis a esparcir la buena nueva. vendrá la plenitud del tiempo de la luz y sobre vuestras cabezas descenderá el Espíritu del Seńor, como descendí en aquel tiempo sobre mis apóstoles, haciendo aparecer en cada uno de ellos una lengua de fuego, como símbolo del verbo o don de la palabra que en ese instante les era concedido. Es menester que perseveréis en mi doctrina, para que pueda hacerse mi voluntad en vosotros. Si sufrieseis humillaciones por causa de mi obra, soportadlas con paciencia y perdonad. Volved vuestra mirada hacia Jesús y vedle en aquel tiempo sufriendo las más grandes humillaciones entre los hombres, sin protestar y sí perdonando y amando a quienes le ofendían. 2 Si os dije que mostraseis el carrillo derecho a aquél que os golpease en el izquierdo en seńal de perdón, no concreté mi doctrina solamente a palabras. ĄCuántas veces en los últimos días que en el mundo pasé, recibí sobre mi rostro y en todo mi cuerpo, cuando no los azotes, el bofetón, sin que mi corazón se airase, ni mi mirada manifestase rencor. Mi mansedumbre, la dulzura con que contemplaba a aquellos hombres, realizaron muchos milagros, muchas conversiones que sólo Yo pude ver. A eso vino Jesús el Salvador, a enseńaros el camino del la elevación espiritual por medio de la humanidad. 3 La humanidad divina se manifestó plenamente al mundo desde la hora de mi nacimiento en cuanto hombre. Desde aquella fría noche en la que una mujer purísima de alma y cuerpo, llena de regocijo oraba ante su Seńor desde el interior de un establo, único refugio que se abrió en aquella noche para recibir en su seno al Salvador del mundo, ahí, en el pesebre que fue mi cuna, se inició la lección de amor y de humildad que traje a los hombres. 4 Hoy vivís otro tiempo; he vuelto a vosotros y aunque no ha sido como hombre, he venido a enseńaros nuevamente mi lección de humildad. Las tinieblas en que encontré sumergida a la humanidad en este tiempo, fueron más negaras que las de aquella noche en que nació Jesús. La dureza de los corazones que recibieron mi nueva venida, fueron a semejanza de las rocas de aquella gruta, en donde el Dios nińo abrió los ojos a la luz de este mundo; la indiferencia de la humanidad hacia lo eterno, hacia lo espiritual y su falta de amor de unos a otros, fueron como el frío de aquella noche bendita, y la dureza de los entendimientos por los cuales me comunico en este tiempo, la aspereza de sus corazones, fueron como la dura paja del pesebre. Así comencé de nuevo mi lección entre vosotros, mas os pregunto: żTambién la concluiré sobre una cruz como entonces? 5 Mirad mi huella y seguidla, si en ella encontráis el sufrimiento, el sacrificio, la renunciación, la humillación, elevad vuestra mirada a Jesús y Yo os enviaré mi fuerza y os daré mi brazo como Cirineo para ayudaros a llevar la cruz. - 82 - 1 Para vosotros que estáis presente y para todos mis hijos, hay un lugar cerca de Mí. 2 Ha aparecido para la humanidad un nuevo día. Habéis visto ocultarse en el ocaso una era y aparecer una nueva alborada, en que tendréis que mirar grandes luces que iluminan a los hombres y un gran despertar. 3 Habéis visto desatadas las pasiones, el pecado dando amargos y dolorosos frutos, el mal invadiendo hogares y naciones, la injusticia enseńoreándose y reinando; mas Yo vengo a detener ese desbordamiento, a juzgar y a encauzar al mundo. Y ese dolor que me presentáis y que habéis labrado, no lo atribuyáis a Mí; Yo os he creado para que viváis, experimentéis y os elevéis por vuestros méritos. Vuestro dolor ha llegado a Mí y he venido como Consolador y Maestro a devolveros lo que habéis perdido y a anunciaros que el reino de paz se acerca a vosotros y que debéis prepararos. El mundo se transformará y el bien tendrá asiento en el corazón de los hombres. 4 Desde el principio de los tiempos os he hablado en muchas formas para que me comprendáis y en particular a vosotros, que habéis sido mis confidentes, mis portavoces y heraldos y habéis llevado mis mensajes a los demás pueblos. Hoy os digo que continuéis vuestra misión pacientemente, que no os detengáis ante la incredulidad y la incomprensión. Mientras vosotros habéis creído y comprobado mi aparición en este tiempo como Espíritu Divino, otros no están preparados para recibir esta nueva; mas no por esto los desconozcáis ni desesperéis, lo que no podáis hacer vosotros lo haré Yo y presentaré al mundo mi obra y cumpliré mi promesa. 5 He escogido esta nación y me place que de ella salgan mis labriegos a esparcir la semilla. Os estoy preparando para que seáis maestros, mas no jueces de vuestros hermanos. No olvidéis cuando pasen los tiempos, que os dejé entre vuestros hermanos como servidores y no como seńores. 6 Venid a Mí, caminantes, Yo tengo esa agua que calma la sed que abrasa a vuestro espíritu. os contemplo pobres de espíritu y de materia; mas yo vengo a daros más de lo que me pedís. Os ofrezco un reino de paz, el mismo que ofrecía a las primeras criaturas que envié a este mundo. No es el agua de los manantiales, ni la paz perecedera que dura un instante, sino la gracia y la paz eternas, la verdad y la luz. 7 Traigo para todos perdón y alivio, tanto para los que me aman, como para los indiferentes. No maldigo al que me ha injuriado, antes bien lo bendigo, porque sé que un día me amará. 8 No ambicionéis mas los placeres terrenales y lo que hoy es y mańana no es. Buscad y labrad la vida perdurable, esa vida de la que nadie retorna porque es la suprema verdad. Llegad a ella presto, por el camino de mi enseńanza. 9 Cuánto gozo es en el Padre al comunicarse con sus hijos. Después de este tiempo de mi palabra por conducto del hombre, habréis aprendido a buscarme en el infinito y vuestra comunicación será más pura y será constante. Qué alegría contemplo en mis hijos por haber vuelto a escucharme y cómo me reconocen y me siguen. Yo os repito: amáos los unos a los otros, como os he enseńado siempre. - 83 - 1 Vengo a apartar de vuestro camino los obstáculos para que trabajéis en mi campińa pues sois los elegidos para tomar este cargo e ir por el mundo sembrando mi verdad. Sed fuertes, pues he mirado que os falta la fe y os dejáis vencer y no sabéis dominar los tropiezos. Volvéis a dudar como en el Segundo Tiempo y me pedís pruebas materiales que no he de concederos. No imitéis a los escribas y sacerdotes, que teniendo en sus manos las escrituras y habiendo concebido mi venida en aquel tiempo en determinada forma, al ver el desarrollo de mi misión en una forma de manifestación según mi voluntad, dudaron porque los prodigios que pidieron no les fueron concedidos, porque el camino estaba trazado por Mi y todo fue consumado según estaba escrito desde la eternidad. 2 Dudáis porque vuestro corazón no ha sido preparado; mis hechos y profecías han sido guardados en profundas arcas, y muy pocos conocen mis revelaciones en toda su verdad; mas si vuestro corazón ignora, el espíritu sabe que había de venir entre vosotros una vez más y mi palabra como fino cincel, os está modelando y probando la verdad de mis manifestaciones. En verdad os digo que no debéis probar asi a vuestro Padre, sino que antes debíais orar y penetrar en profunda meditación, porque ya es tiempo que vosotros tornéis a Mí y después de que os habéis alejado, os acerquéis y os reunáis conmigo. 3 Pensad que si habéis llorado en la tierra, no soy Yo quien os ha trazado ese destino, no he gozado con vuestra expiación, ni he sido indiferente a vuestro dolor, sólo he querido modelar y elevar vuestro espíritu. Os he amado y perdonado siempre. 4 Penetrad en el sentido de mi palabra y descubrid todo lo que quiero expresaros por los labios torpes del portavoz; mas no queráis oírme sólo por conducto de ellos, os he enseńado la oración perfecta, la comunicación conmigo de espíritu a Espíritu, en la que podréis hablarme en el lenguaje que corresponde al espíritu y recibir mis sabias y amorosas respuestas. 5 żPor qué dejáis pasar inadvertida mi obra de espiritualización y desoís la voz de la conciencia que está hablando en vuestro interior? żPor qué dais crédito sólo a las palabras y juicios humanos y dejáis que el espíritu que vive su tiempo se marchite como las flores bajo un sol ardiente cuando les falta el riego? 6 Los nińos se comunicarán conmigo y recibirán mensajes y os sorprenderán con su adelanto. Ellos os enseńarán y sus convicciones serán firmes; mas no os sintáis humillados por esto. Si en el seno de vuestro hogar miráis que ellos dan muestras de espiritualidad, conducid sus pasos, dejad que gocen y se extasíen, contemplando las elevadas regiones donde viven los justos y ellos sentirán mientras están transportados que están conmigo y olvidarán sus dolores. 7 No miráis en este Padre la angustia y también la paciencia, ante el lento despertar de sus hijos? Mi plan os conduce a la paz, las pruebas están seńalando al mundo el estrecho camino que conduce a Mí. Por ese sendero han de llegar todos. - 84 - 1 Resucitad a la vida de la gracia, comiendo del manjar que os he traído en este tiempo. żNo veis que de nuevo tenéis que dejar la huella de vuestro paso por el mundo? Ahora quiero que esa huella conduzca a las multitudes ante mi presencia divina. venid por caminos de luz, de paz, de fraternidad y pronto me encontraréis. No os desaniméis si a veces encontráis un tropiezo o si en vuestra planta se clava un cardo. Os digo de cierto, que si vuestra fe no flaquea, no os hará falta el agua cristalina que mitigue vuestra sed. 2 Si os sentís fuertes y veis que a vuestro lado marchan con dificultad vuestros hermanos, no os sintáis superiores, porque cairíais en el grave defecto de la vanidad y seríais semejantes al gusano que se hincha con la humedad de la tierra. En mi nuevo pueblo, no se levantarán reyes ni seńores. Toda mala simiente será apartada de su corazón para que pueda ser mi profeta. 3 No os conforméis con haber sido salvados de los inciertos caminos, id y buscad perdidos, para que los salvéis. Sed humildes, dad albergue a la caridad, haceos hombres de buena voluntad y asi podréis cumplir acertadamente vuestra misión. 4 No falta quién me diga en su interior, Seńor, estoy cumpliendo. A lo cual Yo le respondo, que apenas está aprendiendo a cumplir. Aún no están vuestras plantas lo suficientemente firmes en el camino. Tengo que fortalceros frecuentemente con mi ejemplo y con el de mis apóstoles aparte. Una cruz cargué en aquel tiempo, el mundo vio la cruz de madera, a la que los hombres me sentenciaron, pero sobre mi Espíritu llevé otra más pesada, más grande y más cruenta; la de vuestras imperfecciones. Con esa cruz llegó el Hijo a la presencia del Altísimo, para ser uno con Él. żSeríais capaces de llegar a mi presencia trayendo a cuestas una cruz de amor y sacrificio por vuestros semejantes? Ved que a eso os envié a la tierra, por lo tanto, vuestro retorno será cuando presentéis vuestra misión cumplida. Esa cruz será la llave que abra las puertas del reino. 5 Si llevando vuestra cruz por el camino de la vida, que será vuestra calle de amarguras, las turbas os hieren y os burlan, recordad lo que hicisteis con Jesús, y recordad lo que Él hacía en esos casos; perdonar. 6 Con cuánto temor escuchan algunos esta palabra que vierten los labios del portavoz humano, pero que saben que son inspirados por el Espíritu Santo, y es que Yo sé que entre los presentes hay algunos que supieron del fin de Sodoma y Gomorra y que más tarde vieron la destrucción de Jerusalén. 7 Cuando escucháis estas revelaciones, pensáis que habéis vivido mucho en la tierra y que nada tenéis. Yo os digo, que en tiempos pasados, os concedí en abundancia los bienes temporales, para que en esa riqueza vierais un símbolo de la riqueza espiritual. Ahora miráis vuestras alforjas materiales vacías, es que ya no os son necesarios esos caudales para que seáis ricos; el tiempo de la riqueza en la tierra, ha pasado para vosotros. 8 Cristo, éste que os habla, vino en cuanto hombre hacia vosotros, y su cuerpo al nacer, no fue envuelto en linos o sedas, una sola túnica cubrió su cuerpo, y sus manos jamás tocaron una moneda. Sin embargo, en su palabra y en sus manos traía un tesoro y representaba un reino más poderoso que todos los de la tierra. Habéis sido tardos en comprender, porque habéis amado mucho las cosas de la tierra y no habéis amado la limpidez del espíritu; mas ahora os encontráis en un nuevo tiempo y ante una nueva oportunidad, para que vuestro espíritu se levante vencedor de la carne y del mundo y deje brotar todas las riquezas de que ha sido dotado. 9 Sois grandes por vuestra evolución y por vuestras expiaciones, y sin embargo, os sentís torpes para dar los primeros pasos en este nuevo tiempo, pero he aquí que por eso he venido a manifestarme a través de vuestro entendimiento, para daros en esta forma la mano y enseńaros a caminar. 10 Ved a los hombres, a las mujeres y a los nińos congregarse bajo las religiones y las sectas, y estando la luz de mi Espíritu derramada sobre toda la carne y sobre todo espíritu, encuéntranse durmiendo a la realidad de este tiempo. 11 Para que vuestro corazón llegase a no sentir desprecio por los pobres ni asco ante las enfermedades que vosotros llamáis repulsivas żPor qué crisol habéis tenido que pasar? żQuién puede saber si ese leproso que os ha tendido su mano y del cual os habéis apartado horrorizados, fue en otra encarnación, vuestro padre o vuestro hijo? 12 Vosotros engendráis hijos de vuestra carne mas Yo soy quién distribuye los espíritus en las familias, en los pueblos, en las naciones, y en esa justicia, sólo mi Ojo puede penetrar. 13 ĄOh, pueblo! aprovechad este tiempo que os he concedido, es precioso y decisivo para vuestro espíritu. Mi voz vibrante y sonora os ha despertado de vuestro letargo. Para Mí, ninguno ha traído culpas, a todos he amado. Empezad por amaros vosotros, para que esta humanidad llegue a reconciliarse. 14 żCómo es que esos pueblos que se nombran cristianos se hacen la guerra y hasta oran antes de ir a matar hermanos y me piden que les dé la victoria sobre sus enemigos? żEs qué puede existir mi simiente donde en vez de amor existe el odio y en vez de perdón la venganza? 15 Menester será que se levanten de nuevo mis profetas a amonestar a las naciones, porque mientras hay pueblos que se destrozan cegados por la ambición y la violencia, los que han recibido mi luz y serenamente juzgan al mundo, temen levantarse a dar la buena nueva. Si esta humanidad supiese orar con el espíritu, escucharía mi voz, recibiría mi inspiración; pero cada vez que ora, pone un velo en sus ojos que le oculta la luz de mi presencia. Tengo que venir hacia los hombres, en los instantes en que sus cuerpos descansan, para despertar a su espíritu, llamarlo y conversar con él. Es Jesús que, cual ladronzuelo, en medio de la noche penetra en vuestro corazón. 16 Oíd discípulos y entended; no hagáis con vuestra indolencia que al finalizar el tiempo de esta comunicación, el Maestro diga que habló solitario en el desierto; mas si no aprovecháis este tiempo, tendréis que llorar vuestra ingratitud bajo los árboles; muchas veces os sorprenderá la desesperación y la enfermedad os abatirá, cuando tuvisteis en vuestras manos una fuente de salud: Sólo la caridad podrá salvaros, para eso os he enseńado a compartir vuestra capa con el desnudo y vuestro pan con el hambriento. 17 Asimilad la virtud divina que se acerca hasta vuestro corazón, para que podáis mirar a todos como a vuestros hermanos. 18 No os aparto de vuestro trabajo, ni de ninguno de vuestros deberes humanos; mas sí os digo que os ocupéis también de las cosas del Padre, para que vuestro espíritu se perfeccione haciendo obras agradables a mi Ojo. 19 Bienaventurado aquél que teniendo paz en su vida la aprovecha para hacer obras de caridad en sus hermanos. 20 Bienaventurado aquel que llevando un dolor en su corazón, se olvida de sí mismo, para consolar a su semejante. Ese estará imitando a Jesús, cuando caminando agobiado bajo el peso de la cruz, aún consolaba, sanaba y perdonaba a las turbas. - 85 - 1 Bendigo lo mismo a los que escuchan mi cátedra, que a los que están ausentes de esta manifestación. Venid a escucharme, porque esta palabra, será vuestro báculo espiritual. Me presentáis vuestro corazón, que ya no puede soportar más penas, los sinsabores, las ingratitudes, los desengańos que se han acumulado en vuestra vida. Tomad de esta palabra, como si fuera un vino, y su dulzura atenuará la amargura que traéis. 2 Hay quienes saborearán los placeres del mundo en este tiempo, pero hay quienes no sabrán más de esos placeres y hallarán descanso para el corazón hasta que la tierra cubra su cuerpo,y la paz llegará a su espíritu, hasta que retorne al mundo espiritual. 3 Si pensáis que los que gozan de satisfacciones y placeres son los que están más cerca de mi gracia, estáis en un error, de cierto os digo que ellos aún tienen muchas cosas que aprender; mas aquél que va renunciando a todo aquello que brilla con falso esplendor y a todo lo que es sepulcro en la vida, ése sabe estar en comunión con su Seńor para saturarse de su fuerza divina. 4 Párvulos, dejad que el Maestro pase esa hoja de su libro y os muestre una nueva lección; preparáos, para que os dé nuevas revelaciones. Sabéis que el plazo de mi manifestación abarcará de 1866 a 1950 únicamente y es menester que os diga cuanto tengo reservado para vosotros. Unos cuantos ańos os restan de escucharme en esta forma, si los aprovecháis, tendréis al final mis grandes lecciones prometidas. 5 żQuién ha pensado que después del 50, los labriegos van a descansar de su labor? En verdad os digo, que para entonces comenzará la lucha. Entonces mis discípulos tendrán que tornarse en maestros, para que las multitudes les busquen como me han buscado a Mí. Los videntes deben de perfeccionarse, para recibir la inspiración del Espíritu Santo. os seguiréis congregando para que las multitudes os busquen atraídas por la espiritualidad y elevación de vuestras reuniones. 6 Pensad en esto que os digo y que tendrá que llegar, puesto que el tiempo no detiene su marcha, y entonces vuestra conciencia os dirá si habéis meditado y si os estáis preparando para ese paso. 7 Este pueblo dará nuevos patriarcas, bajo cuya sombra y guía surjan familias. Dará también mártires este pueblo, éstos serán aquéllos que tendrán que soportar durante su jornada de cumplimiento los ataques, persecuciones y mofas de la humanidad, los que tengan que sufrir pobreza y privaciones por tener que servir a sus semejantes. 8 Todo se prepara ya para la batalla final, después de la cual quedará establecida una sola doctrina, que será esta que os enseńo y que os he venido revelando de tiempo en tiempo, como la ley del espíritu, plena de sabiduría, de justicia y amor. 9 Estos recintos donde os reunís, los conservaréis después de mi partida; vuestras obras y prácticas deberán de ser cada vez más puras y no deberéis temer ser entregados a la justicia cuando llegue el tiempo de la calumnia y de la persecución en contra de vosotros. 10 Para que la luz de mi Espíritu brille en vuestro entendimiento durante vuestras reuniones, aprenderéis a guardar un silencio y un recogimiento cual nunca lo habíais tenido y en verdad palparéis mi presencia y mis prodigios, pues también mi mundo espiritual os fortalecerá e iluminará. ĄAy de los que cambien mi verdad por la impostura! 11 Ved cuán grande es mi obra y qué poco valor le habéis concedido. Si os habéis recreado mucho al escucharme por medio del entendimiento del portavoz, Yo os digo que os tengo reservada una forma aún más perfecta, aquella en que me recibiréis directamente en vuestro pensamiento. Llegará limpia, sonora, divina, pues no habrá pasado como ahora por los labios del portavoz. 12 No os confundáis si os digo que nuevamente será ante jueces, tribunales y sinedrios; Yo os digo que dentro de muchos de los corazones que hoy me siguen encontré tribunal y me hallé ante un juez. Mańana, el mundo me juzgará en vosotros, he aquí, por qué os sugiero que vuestras obras sean buenas, para que en vez de negar esta verdad los que la juzguen, se enmienden y se conviertan a ella. 13 Cuánto he tenido que hablaros en este tiempo, cuando os digo, que si supieseis aprovechar mi palabra, os bastaría una cátedra por ańo, para sustentaros con ella; pero he ahí que apenas pasadas unas horas de haberme oído, ya no sabéis guardar mi paz ni la caridad de que os investí. 14 Pueblo amado, os he dado en este día una lección más y una orden sagrada que tendrá que cumplirse en 1950. A vosotros os dejo mi mandato. - 86 - 1 En este tiempo de juicio, mi cetro dejará una profunda huella en vuestro mundo. La humanidad tendrá que dar cuenta de sus obras, hasta quedar la tierra limpia. El que tenga en este tiempo, sus ojos abiertos a la verdad, debe velar y orar por todos, pues si en medio de la confusión no se elevasen en oración los hombres, el caos será en el Universo. También estos instantes son de vigilia. Vos, pueblo, a quien se le ha encomendado la oración para que hagáis méritos por la paz, apartaos de los superfluo y de lo malo y preparad más y más vuestro espíritu. 2 Es menester que se prepare en la tierra un ejército de soldados de paz, que luche contra el odio y el pecado hasta exterminarles. Ese ejército es el que vengo a reunir y a preparar, el cual será visible e invisible. Juan tuvo el don de verlo en su revelación. 3 Presto se encontrarán preparadas mis legiones e invadirán los campos de muerte y desolación; su llegada será como un torbellino que conmoverá el corazón de los hombres. Habrá tempestad en el interior de cada uno de ellos y sólo un faro dará luz en las tinieblas de esos días, y ese faro seré Yo. Todos los hijos de este pueblo que a su tiempo no se levanten a cumplir la misión que les confié cuando los envié a la tierra, serán levantados hacia el espacio espiritual para que dejen el lugar a los que han de luchar. Más tarde, aquéllos que sean levantados, comenzarán a trabajar en espíritu, pero su esfuerzo tendrá que ser mayor. 4 Los que obedientemente cumplan aquí su misión nada temerán, porque la luz del faro divino alumbrará sus sendas en medio de la tempestad, nada habrá que pueda hacerlos zozobrar ni hundirlos en el abismo. 5 Benditos sean los que sepan tomar y aprovechar este tiempo como restitución, porque ellos saldrán ilesos de esta batalla; mas para aquéllos que aún amen los tesoros de la tierra y ambicionen los primeros lugares y la gloria del mundo, esos no sabrán escapar a la justicia inexorable del Seńor. 6 żQué podrán ofrecer al Padre, quienes sólo han amado al mundo? żQué podrán responder cuando lleguen en espíritu ante Aquél que tanto les ha amado y que tantas oportunidades para salvarse les ha proporcionado? 7 Todos deberíais haber penetrado preparados a este tiempo, pues mis enviados hasta la vida han venido a daros para anunciaros mi justicia. Cuán poca fe y atención habéis prestado a aquellas voces, sólo porque las creíais muy lejanas; mas he aquí que esas voces de enviados y profetas, surgen y vibran con mayor intensidad en ese tiempo. Yo os digo que cuando aquellas palabras sean tomadas con atención, estudiadas con fe por los hombres, Yo enviaré a mis nuevos profetas a que les anuncien lo que viene después de este tiempo, y por los profetas anteriores, serán creídos los que están por llegar. - 87 - 1 He aquí a Jesús, Aquél a quien llamaron las multitudes el "Rabí de Galilea" Vengo a daros la doctrina de siempre, la enseńanza del amor. La mesa donde ahora os siento, es espiritual; el pan que os reparto, también; mas hoy como ayer y como siempre, Yo soy la vida, el camino y la puerta. 2 Vengo a daros mi fortaleza, porque este Tercer Tiempo es de pruebas. Mi calor ha descendido a vuestro corazón que se encontraba frío, como la loza que cobre al muerto y ya sentís que late de amor hacia vuestro Padre. Habéis visto cómo de entre las grandes multitudes ha ido entresacando a aquéllos que han de llevar en su frente la marca divina, y que entonces mi palabra se ha hecho grave para decir a estos corazones que esa gracia de que los he investido, no es para que se levanten sobre los demás, humillándolos, sino que deben llevarla con la humildad del que está pronto a servir a sus semejantes. 3 Está a vuestras puertas una era de gracia y en ella deberá penetrar este pueblo con sus ojos abiertos y su mente inspirada, consciente de cuanto oiga, vea y palpe; no deberá sorprenderos este tiempo envueltos en rutina, menos ocupados en cosas superfluas. 4listnum "WP List 89" \l 1 Este tiempo, en que Yo me comuniqué en esta forma, en el que he venido a dar testimonio con mi presencia, en que he derramado prodigios en el camino de cada uno de vosotros, será el recuerdo que os fortalezca mańana en la lucha, para que podáis caminar con sumisión, espiritualidad y amor. Mi ley habrá de brillar en vuestra conciencia cuando descendáis de este monte donde os he enseńado, como brillaba la cabeza de Moisés cuando descendió del Sinaí, en busca del pueblo que se encontraba en la falda. 5 Mis doce tribus se reunirán nuevamente en torno de mi ley. Al frente se hallarán los doce mil seńalados de cada tribu y cuando esto sea,les diré: Id por el mundo como el buen discípulo de Jesús, a dar la buena nueva de mi presencia y a levantar la purificación que sobre la humanidad pesa. 6 Todas las profecías se cumplirán y el mundo verá brotar de sus más oscuros e ignorados rincones a un pueblo humilde, pobre de bienes materiales, pero fuerte de espíritu, celoso de mi ley y misericordioso con sus hermanos. Su santuario será interior, invisible e intangible; por lo tanto, muy difícil de ser destruido; ahí arderá una lamparita inextinguible que les iluminará el sendero. Sus travesías y pruebas serán penosas y duras, mas nunca flaquearán por ello, ni llorarán de descontento o aflicción, ni me darán las espaldas, porque tendrán temple en el corazón. Los hombres surgirán de la escoria, del fango y del pecado, a la ley y a la virtud y andarán por los caminos del amor y de la gracia. Doquiera será sentido mi Espíritu; todo ojo me verá, todo oído me escuchará y todo entendimiento comprenderá mis revelaciones e inspiraciones. Hombres tenidos por torpes y rudos se verán de pronto iluminados y se convertirán en profetas; de sus labios brotarán palabras que serán como agua cristalina sobre los corazones marchitados. 7 Esa agua, la tomarán los profetas de la fuente de la Vida y de la Verdad que soy Yo; en ella habrá salud, limpidez, alegría. 8 Todo el dolor que en estos instantes se abate sobre la humanidad, es el cáliz de amargura por el cual alcanzarán la purificación. Las viudas y los huérfanos se multiplican día a día y sobre su desolación y sus lamentos se ha tendido el manto de María. Mi cetro de justicia ha descendido sobre vuestro mundo y en medio de mi justicia, hasta la faz del planeta se transformará. La naturaleza reclama a los hombres sus profanaciones y temeridades, por ello los elementos han sido desatados. Los hombres de ciencia se sorprenden; los que dicen, creer en Mí, cuando han visto venir mi justicia, han exclamado: ĄPadre, Padre! Mas no ha sido de amor y de arrepentimiento su grito, sino de temor por su vida y por lo que en el mundo poseen; porque no todo el que me dice Padre me ama. 9 Si al ver la humanidad todas las seńales del juicio, los ricos se apresurasen a compartir con los pobres lo que tienen, los que han ofendido pidiendo perdón, los que se han manchado con el hurto, el vicio o la mentira implorando el perdón para limpiar sus manchas, de cierto os digo: que las aguas volverían mansamente a sus cauces, los vientos huracanados se tornarían en suave brisa y ese espíritu de guerra que ha poseído a los hombres, se convertiría en ángel de paz, pero es duro vuestro corazón, más duro que la justicia y veis pasar a vuestro lado al desnudo sin que sintáis su frío, y no presentís el hambre o el dolor de vuestros hermanos, aunque estén junto a vosotros, al alcance de vuestras manos. 10 Nadie quiere meditar en que sólo sois peregrinos en este mundo, nunca queréis hacer algo que pueda seros útil en vuestro viaje a la eternidad. 11 Aquí me tenéis, humanidad, espiritualmente presente, real y verdadero dentro y fuera de vosotros, para que escuchéis la voz del Verbo y os levantéis a tomar las sandalias, la alforja y el cayado, y vengáis por el camino de mis enseńanzas hasta la presencia de quien es vuestro único Dios. - 88 - 1 Venís de lejanas comarcas, con vuestro alfolí vacío, en cambio con el corazón lleno de penas, mas cuando habéis escuchado esta voz celestial dándoos la bienvenida, habéis visto cómo vuestro sendero se iluminaba y la paz, la verdadera paz penetraba en vuestro corazón. 2 Así, oyendo mi palabra por medio del entendimiento del hombre, habéis llegado a comprender que este es el Tercer Tiempo, que mi comunicación en esta forma será breve y que por lo tanto debéis de aprovechar esta lección. 3 Consultáis vuestra conciencia y ella contesta a muchos, que andaban por caminos errados; entonces sienten un gozo infinito al comprender que fue un verdadero milagro el haber hallado en un instante el camino que habíais mirado tan distante. Y es que para la fe no existen barreras, para el arrepentimiento basta un sollozo, para la oración un instante de elevación. 4 Cuando penetrasteis como postreros en el seno de estos discípulos, os sentisteis indignos de estar con ellos, los mirasteis como seres superiores, mas luego, vuestra perseverancia, vuestra fe y amor, os hicieron de pronto sentaros entre los discípulos. Ya en ese lugar, unos se han sabido mantener en la humildad, en cambio otros, por su falta de comprensión de mi doctrina, se llenaron de vanidad, se sintieron seńores y llegaron hasta mirar pequeńos a quienes antes habían admirado y envidiado. A éstos he tenido que tocarles y corregirles, mas asi como os digo que imitéis tan sólo a los que os dan buenos ejemplos, ved como sé servirme también de los desobedientes y de los ingratos para daros lecciones de gran sabiduría. 5 Algunos al primer toque de mi justicia saben volver al camino de la obediencia, pero también hay quienes en su soberbia pisotean mis mandatos y se burlan de la ley. Mi palabra entonces se hace extensa y clara, para que el hombre medite en que no es justo que el espíritu sufra penas indecibles a causa de la reaciedad de la envoltura. 6 Abrid vuestras pupilas y ved la luz que llega hasta vosotros, es el reflejo de la luz de la nueva Jerusalén que os envía su mensaje desde el infinito. 7 Yo os aclaro, que esta nación donde mi palabra se ha manifestado, no es la Nueva Jerusalén que Juan vio con los ojos del espíritu; sin embargo, esta nación será un símbolo, una figura de aquella ciudad espiritual. Sus moradores serán preparados, de sus corazones brotará la paz y la bienvenida para todo el que a sus puertas llamare; de sus corazones brotará la luz que resuelva los conflictos en que el mundo se ha envuelto, y de su culto saldrá el ejemplo de espiritualidad y elevación para otros pueblos. 8 Hoy todavía dudáis de que pueda cumplir tal destino estatación y esa duda surge en vuestro corazón, cuando veis que aún escuchando al Divino Maestro y llamándoos discípulos de Él, os encontráis materializados, ligados a las cosas del mundo y muy parcos en vuestra renunciación. 9 Ved que no os he querido traer de prisa por el camino de mis enseńanzas; pero que también os he dicho que no os estacionéis. żTeméis a los juicios y a los golpes que os dé la humanidad? żSufre vuestro corazón y vuestro cuerpo en los tormentos que por mi causa podéis sufrir? Yo os digo que la corona de espinas no será ceńida a vuestras sienes, ni llevaréis una pesada cruz bajo el látigo y los golpes de una multitud sedienta de sangre. 10 Amad a vuestros hermanos, sembrad mi caridad por doquiera pero nunca os amarguéis porque el mundo pague mal vuestro servicio. Sed como el justo y paciente Job en la tierra. 11 El camino que ayer os tracé con mi sangre, hoy he venido a marcároslo con luz; mas no imprimáis en él mancha alguna, ni dejéis huellas de imperfección o de impureza, porque mańana los hombres dirán que quien habló en este tiempo fue un impostor. 12 No desafiéis mi divina justicia con desobediencias o faltas a mi ley, ni tampoco hagáis caer la justicia de la tierra sobre vosotros a causa de prácticas impuras. 13 Quiero que vuestro espíritu se manifieste y se desborde en este tiempo, sin que su materia sea una barrera que lo detenga o un velo que lo oculte y que cada palabra que brote de sus labios sea de vida. - 89 - 1 Yo sé los que váis practicando mi doctrina conforme a mi voluntad y los que van apartándose de su esencia. Nada se oculta a mis ojos, y en verdad os dice Jesús: si queréis llegar a Mí, venid por la escala del amor, de la caridad, de la justicia y de la humildad. 2 Pueblo, no queráis convertir esta obra espiritual en obra material queriendo mirar sus frutos aquí en la tierra. No dudéis del triunfo de mi doctrina, tened fe, que con ella podréis convertir los montes en llanuras y los desiertos en valles. Ya veréis cómo en aquel Segundo Tiempo, cuando Jesús expiró en la cruz, abandonado hasta de sus discípulos, llegaron ellos a pensar que todo había terminado; mas mirad cómo más tarde comenzó a germinar la semilla divina en los corazones, la cual no podía morir porque a cada paso era regada por la sangre de los mártires, sangre que era amor y fe. 3 Yo os digo que en este tiempo mi divina simiente deberá ser regada con obras de caridad, con lágrimas de arrepentimiento y de reconciliación. 4 De una nueva esclavitud vine a libraros en este tiempo, el mundo, las tentaciones, los placeres, los vicios, son el Faraón tirano y cruel que os ha cargado de cadenas. Esta nueva liberación la celebrará mańana el mundo, no con festines ni con tradiciones, sino profundamente en su espíritu. 5 Las víctimas que ofrecisteis ante el altar de Jehová, fueron recibidas por Él, mas no era la forma más agradable para llegar al Seńor, y entonces os envió a su Hijo para enseńaros a inmolaros durante toda la vida por amor a vuestros hermanos. Os digo ahora que las cosas que enseńé en el Segundo Tiempo a través de las obras de Jesús, han sido alteradas a veces y a veces mal interpretadas y se ha hecho menester que viniese Yo a deciros que si mi sacrificio de aquel tiempo impidió el sacrificio de muchas víctimas y os enseńé un culto mas perfecto, Mi venida y mi palabra de este tiempo, harán que la humanidad comprenda que las formas simbólicas no deben de tomarse como si fueran la verdad, ya que ellas tan sólo son una representación. 6 Antes de que Yo sea en un corazón, Elías se presenta ante él para decirle que se arrepienta de sus pecados porque se acerca el Seńor, igual que en aquel tiempo a través del Bautista que mandaba se hiciese penitencia y se purificasen los hombres de sus pecados, porque se acercaba el reino de los cielos. - 90 - 1 Antes de mi partida, preparé los caminos que tenéis que andar. No sabéis lo que tengo decretado para los últimos ańos. Os preparo, porque grandes pruebas surgirán en esos días. Yo haré desaparecer de entre vosotros, toda la mixtificación que a mi obra habéis traído, para que conozcáis mi obra en toda su pureza. 2 Velad pueblo, porque después de mi partida habrá quienes se levanten haciéndoos creer que sigo manifestándome a través del entendimiento humano. Yo os dejo alerta y preparo vuestro corazón, para que él, conociendo mi esencia, el sabor de este fruto, no se deje seducir por los impostores; mas si no os preparaseis para esos tiempos y os despojáis de lo que os he entregado żCómo váis a distinguir la verdad de la mentira? 3 No asimiléis influencias maléficas que puedan desvirtuar el conocimiento y la luz que os he dado, pues os veríais envueltos en la misma causa que aquéllos que van a traicionarme. Alba tras alba he de preveniros para que viváis alerta y nunca lleguéis a flaquear. Muchos lloraréis mi partida y no encontraréis consolación, viviréis suspirando por el tiempo en que me comuniqué por el entendimiento humano; mas Yo, en los instantes en que aquéllos oren, los iluminaré haciéndoles recordar toda la gracia y dones que en ellos deposité, para que no se sientan solos o abandonados, sino que reconociendo que velo cerca de mis discípulos, se levanten con su heredad a hacer méritos. 4 Aprovechad este tiempo de enseńanza, ved que en vuestra nación existe alguna paz mientras que otros pueblos se están destrozando. Es menester que tengáis conciencia de que debéis crear un ambiente de paz en vuestro pueblo para que todo aquel extranjero que entre vosotros penetrare, descanse y se conforte en vuestro seno, y a su retorno se sienta iluminado por buenos pensamientos y animado de nobles propósitos. 5 Ya deben surgir de entre las naciones, hombres fuertes en el bien y llenos de luz. Ellos serán los que hagan reconocer sus errores y sus faltas a todos aquéllos que habiendo traído al mundo una grande misión, la hayan tergiversado. 6 También está próximo el momento en que las epidemias se desaten en las naciones, arrasando pueblos. 7 Más Allá de la muerte espera a todos la vida; pero żQuiénes son los que van a llevar una gota de bálsamo y una palabra de luz a quienes pueden aún resucitar en esta vida? Esos pueden ser mis discípulos. 8 En este día Yo os pregunto: si os enviase Yo a aquellas tierras diciéndoos: atravesad mares y penetrad en las ciudades de dolor y desolación żLo haríais, mis hijos? 9 El caos se acerca, mas Yo digo a los que destinados se encuentran para cumplir esta misión, arrancad un girón al manto de María, vuestra Madre amantísima y con él cubrid a los menesterosos. - 91 - 1 Seguid las huellas de humildad y paciencia de Elías; Él, que poseé el mandato de purificar a los espíritus y de presentarlos a Mí, ha trabajado incansablemente y me ofrece un pueblo limpio, sensible y preparado para oír mi palabra. Os ha traído a la falda del monte para que escuchéis mi voz y al oírme os habéis estremecido. No porque os hablo por conducto de hombres dudéis, siempre he venido a sorprenderos y a probar vuestra fe. Habéis pasado una nueva etapa y debéis subir un escalón más en el camino ascendente del espíritu. 2 Benditos sean los que sacrifican su envoltura para perfeccionar su espíritu. Benditos los que han recibido con humildad sus dones y llevan con paciencia su cruz. Cuando Yo os contemple preparados, os pondré delante de una multitud para que la guiéis, y si perseveráis en la virtud, no penetrará en vuestro corazón la soberbia, no seréis seńores sino siervos y esas porciones se multiplicarán, mas, ay de aquéllos que tergiversen mis mandatos y lleven al abismo a sus hermanos en lugar de hacerlos escalar el monte. Cuánto tendréis que luchar para defenderos de vuestros enemigos y cuántas veces se quebrantará vuestro corazón en esa lucha; mas pensad que estáis conquistando la cima en donde todo sufrimiento es compensado. 3 En corto tiempo vendrán a la tierra las generaciones prometidas, las cuales darán grandes pasos de rectitud y progreso en la senda espiritual. Ellos interpretarán mi palabra y la esparcirán por todos los pueblos. Esos nuevos seres que hoy preparo, se comunicarán de espíritu a Espíritu conmigo y darán pruebas de su potestad. 4 Pueblo amado, si os preparáis, Yo os inspiraré leyes y obras que sorprenderán al mundo, vuestra mente iluminada descubrirá en la naturaleza y dentro de vosotros, todo lo que hay de grande y de perfecto, entonces estaréis en la posesión plena de vuestros dones y vuestras obras serán grandes. 5 Sed buenos cultivadores en el huerto de vuestro Seńor. Cortad la mala hierba, cuidad y haced que las plantas florezcan y cuando miréis su corola abierta, gozad y ofrecedme vuestro trabajo. Pensad que si os doy la misión de dar vida a las plantas, no debéis causar dolor ni herir a esas criaturas. Os hablo de vuestros hermanos, de su sensible corazón, para que siempre veléis por ellos como Yo os he enseńado. 6 No es imposible el cumplir mis leyes, solo debéis orar y llenaros de una firme voluntad y Yo derramaré mi potestad en vosotros. No quiero que lleguéis al sacrificio, amad y sed virtuosos, os pide el Padre, y tendréis en vosotros mis complacencias. 7 No me culpéis de vuestros desvíos, Yo os he dado la conciencia para que os guiéis con su luz, ella es juez inflexible, que ha dictado siempre el bien y os ha prevenido para que no caigáis en tentación. Yo os he rodeado de seres que os ayudan a comprender vuestra misión y a adquirir los dones de la humildad y de la mansedumbre. - 92 - 1 Vuestro espíritu ha sentido el tiempo de mi nueva venida y por medio de mi manifestación a través del entendimiento humano, sentís mi divina presencia. Mi manifestación ha sido una vez más de Maestro, Yo soy quien os da la lección, mas a mi vez tengo siervos que luego vienen a explicaros mi enseńanza; no son seres humanos, pues de cierto os digo que no hay en la tierra seres humanos que puedan explicar mis nuevas revelaciones; es el mundo espiritual de luz el que viene en vuestra ayuda para que no caigáis en confusiones ni hagáis nuevos misterios de cosas que son tan diáfanas como la luz del día. 2 Todo ha sido preparado para la realización de esta obra de espiritualidad, no sólo vuestro espíritu fue el preparado para entrar en esta senda, también vuestra carne, la tierra que pisáis, el ambiente que os rodea; todo fue dispuesto para que mi luz brillara en lo más profundo de vuestro ser. 3 El espíritu se purificó en el Más Allá, de manchas contraídas en anteriores encarnaciones; la carne se lavó con dolor y lágrimas; la tierra reclamó a los hombres su primitiva pureza y el ambiente se saturó de plegarias y oraciones. Por la escala de perfección descendió paso a paso el Seńor hacia su pueblo, llegó hasta el peldańo en que os encontrabais, desde ahí os hizo escuchar su voz a través de sus mensajeros o portavoces diciéndoos ĄGloria a Dios en los Cielos y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad! 4 Cuántas lecciones, cuántas enseńanzas os he dado desde el instante en que os dí mi primera comunicación; por medio de ellas quiero que lleguéis a comprender que no he venido a dividir a los hombres, sino a unirlos. A vosotros, a quienes encontré profesando una religión, vine a deciros que leyeseis mi libro de amor y de sabiduría divina, para que aprendáis a estar en espíritu con todos vuestros hermanos, sin distinción de credos, religiones o ideologías. 5 Difícil se os hará en un principio, mas cuando comprendáis esta lección, os sentiréis verdaderamente identificados con todos los seres humanos, pues sentiréis vibrar en el fondo de cada uno a un espíritu que, siendo hijo de Dios, tiene que ser hermano vuestro. 6 Estudiad pueblo amado, para que seáis el discípulo del Tercer Tiempo, el que se distinga por su espiritualidad. - 93 - 1 El tiempo es propicio para estudiar mi doctrina, venid discípulos. Venid a Mí, que Yo aliviaré el peso de vuestra cruz. Yo os ayudaré a conquistar el lugar que en la tierra prometida está reservado para cada uno de vosotros. 2 Mí hálito es en vuestro ser para que comprendáis que existe y sintáis el anhelo divino de salvaros. Mi luz está derramada sobre toda las humanidad, pues ninguna criatura podría escapar a mi mirada. 3 żQué sería de la humanidad si por un momento le negara mi luz espiritual en estos instantes de prueba y de dolor? Las tinieblas invadirían su razón, ésta se ofuscaría, y ya sin esperanza correría tras de la muerte y se perdería en el abismo; mas si los hombres, a pesar del caos en que se debaten, alimentan recónditamente una esperanza de salvación, es que mi luz divina les habla a través de su conciencia y les enseńa a esperarlo todo del poder del Dios Omnipotente. 4 Yo os digo de cierto, que mi palabra hará cambiar la faz de vuestro mundo y toda vuestra vida. Para los hombres de este tiempo, el mundo y la carne son la razón de su vida; mas, pronto sabrán anteponer el espíritu al cuerpo, y el cuerpo al vestido; en vez de ir tras las glorias humanas, buscarán la inmortalidad del espíritu. 5 Habrá al principio fanatismo por lo espiritual, el cumplimiento será llevado al extremo; mas luego se serenarán los corazones y la espiritualidad surgirá llena de verdad y de pureza. 6 Cuando miráis al mundo debatiéndose en guerras, pereciendo de hambre o azotado por la fuerza de los elementos, no falta quienes digan que es mi justicia la que viene a destruir a la humanidad, mas de cierto os digo que Yo no he venido a destruiros sino a salvaros. Los que creen que su vida radica tan sólo en su materia y no piensan en la supervivencia del espíritu, miran su paso por el mundo como el fin de su existencia y me juzgan entonces inexorable y cruel. 7 Si supieseis que muchas veces es necesario morir para el mundo para poder vivir en espíritu y que a veces sólo un dolor acervo o una muerte cruenta son capaces de despertar y estremecer a un espíritu aletargado en el materialismo. 8 żQué sabéis de la vida y de la muerte? żQué sabéis del espíritu? Bien poco, mas es precisamente de lo que vengo a instruiros para que seáis aquéllos que sepáis vivir de acuerdo con la grandeza de la vida que os rodea. - 94 - 1 Hay hambre en el mundo, hambre del cuerpo y del espíritu; aunque os aflige más la del cuerpo y ésta es la que os hace preguntarme: Seńor, en los tiempos pasados, enviaste sobre tu pueblo el maná del desierto para no dejarlo padecer, luego le confiaste una tierra pródiga en bendiciones; de las aguas del pozo de Jacob, bebieron sus hijos y los hijos de sus hijos y muchas generaciones más, y cuando veniste al mundo a enseńar tu palabra llevabas a la multitud al desierto, te condolías de su fatiga y de su hambre y obrabas milagros para que ellos comieran panes y peces. żPor qué ahora que nos miras padecer tanto por alcanzar el pan, no te conmueve nuestra hambre y nuestra miseria? 2 Si Yo os dijese que la respuesta a todas estas cosas la lleváis en vuestra conciencia, no lo creeríais, entonces tengo que hablaros para deciros que cuanto Yo os dí en el mundo para vuestro sustento y conservación, no os lo he quitado, todo está allí mas si no llega a todos, es porque en vez de cultivar esa simiente con el riego de la fraternidad, la regáis con el egoísmo y la perversidad. 3 Es menester que a las conciencias descienda una luz de justicia y ésa es mi inspiración derramada en este tiempo sobre todo espíritu. 4 Cuando ya los hombres se hastíen de los frutos amargos que han cultivado y vuelvan sus ojos a Mí, hallarán que la vida espiritual y la naturaleza material, jamás han huido ni le han negado nada a los hijos del Seńor; que ellas vivían profundamente en el interior de cada criatura, y que había sido el hombre el que cerró los ojos a la razón y sus sentimientos a la vida. Entonces confesarán los que antes blasfemaban, que en el desierto de esta vida faltó el maná; que el pozo de Jacob, aún vierte aguas cristalinas y que el Seńor hace en cada día un milagro para que la humanidad no perezca de hambre y de ser. 5 Cuando el espíritu de la humanidad abra sus ojos a la luz, contemplará una vida nueva dentro de la misma vida que hasta ahora creía conocer demasiado y que en realidad nunca había sabido apreciar. 6 Aprended mis lecciones, discípulos, y hambre nunca sentiréis. - 95 - 1 Soy el doctor divino que viene a los enfermos del cuerpo o del espíritu para devolverles la salud perdida, soy el que viene a resucitar a aquéllos que han muerto a la verdad y a la vida. Mi manto está presto a enjugar las lágrimas de los que mucho han llorado y a todos los ungiré con un sólo bálsamo, que es el del amor. 2 Bienvenidos los pobres, los que lloran y los que tienen hambre y sed de justicia en la tierra y todo lo sufren con paciencia, porque a ellos vengo buscando para premiarles su fe y su sumisión. 3 Se ha abierto este tiempo como una oportunidad para la elevación del espíritu. Todo, hasta el dolor y el pecado influyen para que la humanidad se aleje del materialismo que la ha esclavizado. 4 Los hombres escalarán el monte santo en cuya cumbre me encontrarán, pero antes que ellos, Yo habré recorrido un nuevo Calvario en el corazón de la humanidad y habré sido enclavado una vez más en la cruz de mi misión. 5 No levantaré un mundo nuevo sobre los pecados, odios y vicios, mas sí lo levantaré sobre firmes cimientos de regeneración, de experiencia, de arrepentimiento. De las mismas tinieblas surgirá la luz, y de la muerte, haré brotar la vida. 6 Si los hombres han manchado y profanado la tierra, ellos, con sus buenas obras, dignificarán mańana esta morada, la cual será vista como tierra de promisión para venir a ella a desempeńar nobles misiones. żQuién podrá dudar de la conversión del mundo? 7 Yo os digo, que cuando esta humanidad está más en contra mía por su impiedad y su alejamiento de la justicia y del bien, Yo me presentaré lleno de esplendor en su camino, como fui delante de Saulo, y le haré escuchar mi voz, entonces veréis cómo muchos de los que sin darse cuenta me han perseguido, se levantarán transformados e iluminados para seguirme por las sendas del bien, del amor y de la justicia. - 96 - 1 Glorificad mi nombre con vuestras obras y vuestra ofrenda llegará a Mí. 2 Sean conmigo los enfermos, los leprosos, los afligidos, los que no tienen paz en su corazón y también los que hayan pecado o blasfemado, a todos sanaré, del cuerpo y del espíritu. 3 Os digo de cierto, que aquél que supiera guardar una de mis palabras de vida, ese sanaría, porque llevará guardada en su corazón, una gota de mi bálsamo divino. 4 Os doy pruebas de mi poder y de mi caridad, para que toméis el camino con plena confianza. Recibid este mensaje de esperanza, para que seáis fuertes en este tiempo en que el pecado ha cundido como el más contagioso de los males. 5 Una lepra inmaterial se ha extendido por la tierra, la cual carcome corazones y destruye fe y virtud. Van los hombres cubiertos de harapos espiritualmente, aunque saben que nadie podrá descubrir esas miserias, porque los humanos no ven más allá de lo que es material; mas la hora de la conciencia se acerca, es lo mismo que si dijeseis: el día del Seńor está presto, o el juicio está por llegar. Entonces, surgirá la vergüenza en unos y el remordimiento en otros. 6 Los que escuchen esa voz interior, quemante e inflexible, sentirán llevar en su interior el fuego que devora, que extermina y que purifica. A ese fuego de justicia, no puede resistir el pecado, ni nada que no sea puro. Sólo el espíritu lo puede resistir, porque él está dotado de fuerza divina, así, cuando ha pasado por el fuego de su conciencia tendrá que salir limpio. 7 Mucho se os habló de ese fuego, de ese juicio, de esa expiación en los tiempos pasados; mas las figuras con que eran representadas estas cosas, las tomasteis en sentido material y vuestra imaginación desvirtuó la realidad de esa revelación. 8 Cuántas torcidas interpretaciones de los hombres sobre las cosas divinas me hacen aparecer como un juez de monstruosa crueldad. Cuántos absurdos ha creado la mente humana y luego ha aceptado e impuesto como la suprema verdad. 9 Hoy vengo en plenitud de luz, en Espíritu, para haceros comprender y vivir mis divinas enseńanzas. - 97 - 1 La oración de las aves es su canto, la oración de los hombres son sus pensamientos puros que se elevan a Mí. Todas las cosas y todos los seres tienen una ofrenda para su Creador. También el Padre tiene un presente para cada una de sus criaturas. 2 Sin embargo, en la especie humana existe menesterosidad, miseria, dolor, es el resultado de haber tomado el libre albedrío sin escuchar la voz de la conciencia, es la falta de armonía en que los hombres viven con lo divino y con lo material; pero todo este dolor que pesa sobre el mundo, servirá para despertarle de su profundo sueńo. Cuando la humanidad conozca la verdad y sepa juzgar su vida, comprenderá muchas cosas, entonces estará a punto de buscar esa armonía con lo espiritual y con la naturaleza material que lo rodea. 3 Mi nueva palabra llegará en el momento propicio, como un mensaje de luz que disipará las tinieblas de la ignorancia. 4 Yo preparo en este tiempo, a los nuevos pescadores de almas, que rescatarán de las olas embravecidas a los náufragos. Entre estos pescadores, estarán los que escuchen mi palabra en este tiempo, pero también estarán los que sin haberme oído tendrán despiertos los dones de intuición, inspiración, para recibir mis revelaciones; en distintos puntos los dones de intuición, inspiración, para recibir mis revelaciones; en distintos puntos del orbe surgirán y ellos sabrán comunicarse y unirse para ser fuertes en la lucha. 5 Muchos medios tendrán mis nuevos discípulos, para la propagación de esta bendita simiente. 6 No olvidéis nunca la humildad y la sencillez, porque asi he llegado a vosotros y de esta misma manera os acercaréis a los corazones, a los hogares y a los pueblos. Si asi llegaseis, seréis reconocidos como emisarios de un mensaje espiritual y vuestra lucha dará agradables frutos de espiritualidad, de regeneración y de fraternidad. - 98 - 1 Este es el tiempo en que todo ojo me verá, según dijeron los profetas, mas ahora ańado Yo, que también éste es el tiempo en que todo oído me escuchará y todo cerebro me comprenderá. 2 El espíritu está presto a comprender muchas lecciones y a penetrar en muchos misterios; ya no es el párvulo de los primeros tiempos al que había que ocultarle muchas cosas para que no se confundiera, y había que presentarle bajo figuras simbólicas todos los misterios que le eran revelados, para que pudiera iniciarse en el sendero espiritual. 3 Cada era es una luz, una nueva lección y si esa etapa es prolongada, es con el fin de darle oportunidad a las grandes multitudes espirituales, de pasar por la tierra a tomar aquella lección y dar un paso hacia adelante en el camino de la vida. 4 Mi nueva palabra, os hará comprender mucho de vuestro pasado y esa comprensión será también la lámpara que ilumine el camino que estáis por recorrer. Por eso muchas veces os he dicho: "Levantad vuestra faz y daos cuenta del tiempo en que vivís", sólo asi podréis aprovechar el lapso de la vida que se os ha confiado en la tierra. 5 Los dones espirituales, que son facultades y potencias, han permanecido adormecidas en muchos hombres; en otros, han tenido un débil desarrollo, mas ha llegado mi luz divina a estremecer en su letargo a los espíritus para levantarles a una vida superior, a través de la cual me conciban de una manera más perfecta. 6 Decidme ahora, si esta doctrina podrá encerrarse dentro de una de vuestras religiones, cuando os he revelado su carácter y su esencia universal, que no se concreta a porciones de humanidad o a pueblos, sino que traspasa la órbita de vuestro mundo, para abarcar el infinito con todas sus moradas en donde habiten hijos de Dios. 7 Discípulos, despertad, abrid los ojos, oíd mi palabra, penetrad en su sentido y llevad luego la buena nueva a vuestros hermanos, mas cuidad que vuestro mensaje revista siempre esa verdad y esa pureza con que Yo vine a vosotros y entonces despertaréis dulcemente de su sueńo a aquéllos que duermen, como Yo vine a despertaros a vosotros. - 99 - 1 Mis revelaciones divinas sorprenderán en este tiempo al espíritu de la humanidad, aunque en verdad Yo os digo que su extrańeza será injustificada, porque lo más natural es que el espíritu vaya recogiendo en su camino el fruto de su evolución. 2 Soy Yo, el que ha tenido que seguiros por los caminos que habéis tomado para libraros de riesgos y evitar que os perdieseis. żCuándo vendréis en pos de Mí, animados por aquella voz que dijo a Simón, a Andrés, a Juan, dejad vuestras barcas y vuestras redes y seguirme? 3 La lucha se ha entablado en el interior de vuestro corazón, pues oís mi voz que tocando vuestra conciencia os dice: seguidme, mientras la carne y el mundo ejercen su gran influencia sobre el espíritu. 4 Me place que exista esa lucha interior, ello quiere decir que, a pesar de sentiros sujetos a las cosas de la tierra, aún conserváis amor por Mí, y sabéis escuchar la voz del espíritu que reclama al mundo y a la carne sus derechos; pero ĄAy de los que no sienten en sí esa tempestad, pues su corazón frío, será como el sepulcro que guarda a un muerto! 5 Todo lo que acontece en este tiempo, dicho y escrito estaba por mis profetas. Buscad en aquellas escrituras y encontraréis la historia anticipada de todo lo que ahora estáis viendo en el mundo; mas os digo, que hay cosas que están por venir y que no fueron anunciadas en aquellos tiempos, porque esas profecías, las tenía reservadas el Seńor para darlas a conocer en este tiempo a través del entendimiento humano. 6 żCreéis acaso que ya todo estaba pronosticado y que no volvería a tener profetas en la tierra? 7 Mirad como he venido a revelaros muchas cosas que en el mańana serán y lo he hecho por conducto de criaturas torpes de entendimientos y rudas en su verbo, para daros pruebas de mi poder. Esas profecías, que por labios tan humildes han brotado, ya habéis visto cumplirse algunas, y el mundo del mańana, verá cumplirse hasta la última de ellas. 8 Discípulos amados, guardad mis palabras. - 100 - 1 Amados discípulos, respirad y recreáos con este ambiente de espiritualidad que envuelve los instantes de mi comunicación. Saboread este pan y fortalecéos con él, porque pronto dejaréis de escuchar mi palabra. 2 Yo os dejaré llenos de mi gracia y de mi amor, para que sepáis levantaros presurosos a extender la buena nueva que os traje en este Tercer Tiempo. 3 Cuidad que siempre haya limpidez en vuestro corazón, en ese vaso que debéis de conservar tan limpio de dentro como de fuera, porque es ahí donde se deposita mi amor, como vino de vida eterna. 4 Conservad estas reuniones y haced de ellas el santo cenáculo. No porque veáis que levanto mi palabra de entre vosotros creáis que mi espíritu va a encontrarse distante de mis discípulos, dejad siempre en la mesa, un lugar vacío para el Maestro, porque Yo vendré siempre a presidir vuestras reuniones y a repartir el pan espiritual en cada uno de vosotros, mas os digo, que ese sitio deberá ser en vuestro corazón. 5 El testimonio que déis de mi nueva venida deberá ser limpio, y entonces veréis levantarse a las multitudes de todos los puntos de la tierra diciéndome: "El Seńor ha vuelto, viene sobre la nube, nos ha enviado a su pueblo y nos unimos a Él". 6 ĄOh multitudes que me oís en estos instantes, no sabéis quienes de vosotros serán mis mensajeros del mańana! Los hombres les oirán, mas no esperarán de ellos recompensa alguna, ni adulaciones; ellos pasarán por el mundo sembrando mi semilla, con la vista puesta en el Seńor. 7 A mis enviados no les abandonaré a sus propias fuerzas, porque pronto sucumbirían en la lucha; ellos serán revestidos de una potestad y una fuerza superior que les hará infatigables e invencibles. 8 Nunca ha estado solo en la lucha un enviado mío, legiones de seres de luz les han acompańado y protegido, nadie, pues, dude ni tiemble, cuando se acerque la hora de la predicación y de la siembra. 9 Jesús será con vosotros para daros ánimo, fe y fortaleza. - 101 - 1 Ya veo como comienzan a preparase los que quieren salvarse de las tribulaciones anunciadas para un futuro que está ya próximo. Yo digo al que quiere ser salvo: Imitadme, y si en verdad queréis ser mi imagen, tomad vuestra cruz y seguidme. 2 Si no sabéis cual es esa cruz, Yo os lo diré: es la de la humildad, la de la obediencia, la de la caridad; el que se abrace a su cruz, es el que sabe que el índice de su Padre así se lo marcó y que debe amar su destino. 3 Elevad vuestro espíritu, mejorad vuestra vida y estaréis en condiciones de predicar con obras mi enseńanza. No penséis tan sólo en vuestra salvación; mejoraos, pensando en la salvación que podéis llevar a otros. Orad y echad vuestras redes en la mar, y en verdad os digo, que vuestra pesca será provechosa. 4 No os preocupe demasiado si mis frases no permanecen en vuestra memoria; Yo os digo, que el que siente amor en su corazón y el que siente la caridad será dueńo de un idioma inagotable y comprensible a todos. 5 A veces, cuando así hablo a estas multitudes, no falta algún corazón que en silencio me diga: Padre, si estos dones que nos habéis confiado, son verdaderas joyas de vuestro reino, żPor qué las habéis puesto en manos pecadoras, sabiendo que podemos mancharlas? A lo cual Yo os contesto, que los dones divinos que al hombre he dado, nunca cambiarán su esencia; la luz siempre será luz; la verdad, nunca dejará de serlo; lo que es eterno, no podrá morir. Sé pueblo amado que me comprendéis y por eso os hablo así. 6 Un precipicio está abierto delante de la humanidad y de él he venido a rescataros en este tiempo, para ello, ha sido menester hacerme sentir muy cerca de vuestro corazón. 7 Yo leo todos vuestros pensamientos y sé que uno de vosotros, está pensando: żSi en verdad eres Dios, qué haces aquí entre los pecadores, Tú, que entre ángeles y justos siempre debes de estar? 8 ĄOh corazón! insensible al amor divino, si supiese que hay más gozo en mi Espíritu cuando escucho las frases de arrepentimiento de un pecador, que la plegaria de los justos. Conocedme ahora que me he acercado a vosotros. - 102 - 1 Cuán dichoso se sentirá vuestro espíritu en el Más Allá si su conciencia le dice que en la tierra sembró la semilla del amor. Todo el pasado se hará presente delante de vuestros ojos y cada miraje de lo que fueron vuestras obras, os dará un gozo infinito. 2 Los preceptos de mi ley, que no siempre ha sabido retener vuestra memoria, pasarán también por vuestra conciencia llenos de claridad, de luz. Haced méritos que os permitan penetrar en lo desconocido, con los ojos abiertos a la verdad. 3 Muchos misterios existen que en vano el hombre ha tratado de penetrar; ni la intuición humana, ni la ciencia han logrado satisfacer muchas preguntas que los hombres se hacen; y es que hay cosas que están reservadas tan sólo al espíritu, cuando éste haya penetrado al valle infinito. Esas sorpresas que le esperan, esas maravillas, esas revelaciones, serán parte de su galardón; mas os digo de cierto, que si un espíritu llega al mundo espiritual con una venda sobre los ojos, nada contemplará y seguirá mirando delante de él sólo misterios, ahí donde todo debía ser claridad para él. 4 Esta celestial doctrina que os traigo, os revela muchas cosas y os prepara para que cuando os presentéis en espíritu ante la justicia del Eterno, sepáis enfrentaros ante la realidad maravillosa que os rodeará desde aquel instante. 5 Sed verdaderos discípulos en esta obra y no tropezaréis, y tendréis absoluta conciencia en los instantes supremos de vuestra vida. 6 żImagináis la turbación de los que se desprenden de la carne sin saber a dónde encaminarse? żImagináis el dolor y la desesperación de los que llegan al mundo espiritual llevando un fardo de pecados, de sangre y de vidas? żPodrá su diestra abrir la puerta del misterio y abismarse en la grandiosidad de mis obras desconocidas? 7 Ellos sólo conocerán mi justicia, que es su conciencia, la que será como el fuego que abrase, consume y purifica. 8 Amáos los unos a los otros, esa es la llave; ya os lo dijo también Elías al abrir esta nueva era: "Caridad y más caridad con vuestros hermanos y veréis a mi Padre en todo su esplendor". - 103 - 1 Vengo a conversar con vosotros, discípulos escucháis mi palabra a través de los labios humanos de mis portavoces, mientras Yo escucho vuestra voz que me habla desde lo más recóndito de vuestro corazón. 2 żCuándo sabréis oír también en lo profundo de vuestro ser mi voz Espiritual? Será cuando exista una conversación perfecta entre el Padre y sus hijos; la verdadera comunión. 3 Ved cómo la enseńanza divina no se estaciona, de tiempo en tiempo vengo a daros nuevas lecciones que expliquen y amplíen las anteriores. 4 Al oírme en este tiempo, no hagáis lo que los fariseos, aquéllos que escandalizaban entre las multitudes diciendo que aquel hombre que se decía el hijo de Dios, era un falso profeta que venía predicando cosas contrarias a la ley de Moisés. No digáis que esta doctrina viene en contra de lo que os dejó Cristo en aquel tiempo. 5 Si queréis emitir un juicio acertado de esta enseńanza, antes limpiad vuestro corazón de prejuicios, de bajas pasiones y de fanatismos y entonces sí, tomad una de mis palabras, cualquiera de ellas, analizadla y veréis la luz que encierra y cuanto os habla. 6 A los elegidos para mis manifestaciones les toco en su conciencia para que ni por un instante olviden la responsabilidad del cargo que les he confiado. De su preparación depende el esplendor que revista mi manifestación, y de ello depende también la impresión que reciba el hombre en su corazón. 7 Ayer me gritaron las turbas "si en verdad eres el hijo de Dios, haznos los milagros que te pedimos", ahora os dirán a vosotros que transmitís mi palabra: "si en verdad vuestra boca habla la palabra de Dios, dadnos las pruebas que pedimos". 8 Perdonad a los que os pongan a prueba, así como a los que duden de vuestra misión o se mofen de vosotros. Ya levantaré de vuestros hombros esta pesada cruz, la cual me entregaréis con toda mansedumbre, y desde el fondo de vuestro corazón diréis entonces al Padre: Perdonadles, que no saben lo que hacen. - 104 - 1 Espíritus que venís unidos a un cuerpo humano y que habéis luchado y vivido mucho, descansad aquí, junto al Maestro. Para unos, ha sido la vida un fardo, para otros un yugo. Cuán pocos son los que saben que la vida es una sublime lección. 2 Ya no os desesperéis, os dice el Padre, penetrad en mi palabra y la paz y el sosiego sucederán a vuestras tempestades. El doctor de los doctores me llamáis y en verdad que vengo a vosotros a posar mi mano sobre vuestras dolencias, pero no sólo vengo a traeros esto, sino que vengo a deciros que os estoy escogiendo para que me ayudéis en la misión divina de consolar y sanar a todo enfermo que encontréis en vuestro camino. 3 żOs creéis impotentes para realizar estas obras? Tomad el ejemplo de mis apóstoles del Segundo Tiempo, también a ellos les encontré tristes y enfermos, mas su pesar estaba en el alma, estaban enfermos de nostalgia, porque hacía mucho tiempo que ellos y su pueblo esperaban la llegada del Mesías prometido que traería su reinado de amor, y cuyo pan había de calmar tanta hambre de justicia. 4 Cuando por primera vez vieron al Rabí y escucharon su voz, sintieron que ya no eran del mundo sino de Aquél que les llamaba con su palabra divina y llenándose de una fuerza sobrenatural, le siguieron hasta el fin. 5 A vosotros que os habéis sentado a mi mesa en este tiempo, os digo. No retardéis al mundo este banquete celestial. Desde ahora preocupaos por las cosas del espíritu, que será lo único que os llevaréis de este mundo. No os digo que os desatendáis de vuestros deberes materiales; mas sí os digo que no tengáis desasosiego por conseguir lo que necesitáis para vuestro sustento y conservación. Yo os dije en otro tiempo, que las aves no siembran ni cosechan y sin embargo, el alimento y el cobijo no les faltan. żCómo a vosotros, que lleváis en vuestro ser una partícula de Dios y que buscáis además con afán, aquello que vuestras necesidades reclaman, se os va a negar lo que labráis con vuestro esfuerzo, con vuestra ciencia y a veces con vuestro dolor? 6 Sólo falta que tengáis fe en la vida, pero en esa vida superior que os muestra vuestro Padre Celestial. - 105 - 1 Venid bajo las alas de la alondra divina, donde existe el calor que da vida eterna a los que se sienten morir de frío. En verdad os digo, que existe frío en el corazón de los hombres porque ha huído de ellos el amor. Es como esos hogares en donde se ha apagado la llama sagrada de los afectos, ya sea entre esposos, entre padre e hijos o entre hermanos. Están juntos sus cuerpos pero sus almas están distantes. Cuánto vacío, cuánta soledad y que frío en el interior de aquel hogar. 2 Si a veces os digo que os veo venir a Mí tiritando de frío, es porque habéis recogido del mundo sólo indiferencia ante vuestro dolor, porque sólo habéis sabido de egoísmos y de ingratitud. 3 ĄQué solo se siente en la tierra el que sufre; qué abandonado el enfermo; cómo se ceba el mundo sobre el que ha caído, y qué amargo el pan que se deja a los pobres! Sentid cómo el calor del efluvio que os envío penetra hasta el más recóndito rincón de vuestro corazón. Llevadlo a los hombres, llevad de él al mundo a los tristes y a los enfermos; los pobres elevarán su pensamiento al Creador de la vida para decirle: Seńor, ya no estamos solos en este valle, ya hay quien llore por nosotros, quien nos busque y nos consuele y nos tienda su mano. 4 Aún os digo en este tiempo: "Pedid que se os dará", pero también ańado ahora: Aprended a dar porque se os va a pedir". 5 En lo más escondido de cada criatura existe una fibra de amor, para tocarla y que ella vibre, es menester llegar por el camino de la ternura y de la caridad y esa fibra despertará, haciendo sentir al corazón algo de lo que Dios siente por cada uno de sus hijos, Amor. 6 żQuiénes serán los maestros que sepan encontrar en cada hombre el camino que conduce hacia esa fibra, que hoy tanto oculta la humanidad en lo profundo de su corazón? 7 Aprended de Mí, discípulos, ved cómo mi palabra sencilla y humilde ha conmovido todo vuestro ser es que su esencia encierra el amor divino que es calor y vida para el corazón y para el espíritu. - 106 - 1 żMe amáis pueblo? żCreéis en mi presencia? Entonces mostradme la atrición y el verdadero propósito de enmienda. Quiero vivir en vuestro corazón para que más tarde podáis comunicaros de espíritu a Espíritu conmigo. 2 Las vicisitudes de la vida se acumulan a vuestro paso y entonces las tomáis como obstáculo para vuestro progreso espiritual y así me lo decís, sin saber que un camino sin pruebas, sería un camino solitario en donde no habría ocasión de hacer méritos. 3 Ahora os digo, que si los rayos del sol os han quemado, vengáis a descansar bajo la sombra de este árbol divino para que restauréis vuestras fuerzas y cobréis ánimo. Aquí os revelaré la fuerza del amor que es todavía un misterio para los hombres. El amor redime, purifica y da paz, el amor os aproxima unos a otros y os acerca al Creador, fundiéndose en la armonía universal. 4 Pensad en la dicha que experimentará el espíritu cuando escuche la voz de su Padre en su interior, desde cualquier sitio en que os encontréis. 5 Yo estoy pronto a mostrar mis grandezas a aquél que con humildad nacida del amor se acerque a Mí a preguntarme o a pedirme, ése vivirá en Mí y Yo viviré en él. 6 A veces pensáis si el Espíritu de Dios será posible que habite en vosotros, a lo cual os digo, que basta que observéis cómo a vuestro corazón no le falta un instante el aire que respira para poder vivir; así de la misma manera mi Espíritu se infiltra en vuestro ser para que poseáis la luz y la fuerza del Padre. Aquí me tenéis comunicándome y hablando por vuestra boca, ésta es una prueba más de que Yo estoy en vosotros y una lección también para los que dudan de que sea Yo quien se manifiesta en esta forma. 7 Si en aquel Segundo Tiempo dije a los fariseos que se escandalizaban de que Yo curase a los enfermos en día sábado: He aquí que el Seńor es dueńo del tiempo y no el tiempo de Él, por lo tanto puede hacer del tiempo lo que le plazca; así les digo en este tiempo a los que no creen en mi comunicación por medio del entendimiento del hombre: Yo soy el dueńo del hombre y no éste el dueńo de su Seńor, por lo mismo, Yo hago de él, lo que es mi voluntad. 8 A veces, es menester que perdáis aquello que poseéis para que reconozcáis su valor; os digo esto, porque mientras Yo esté hablando por estas bocas humanas muchos dudarán, mas cuando ya esta voz haya cesado y los corazones comiencen a sentir hambre de esta esencia divina, reconocerán que en verdad esta palabra no fue de hombres sino que vino del Cielo. 9 Desde ahora os preparo y os advierto porque a causa de estas cosas se levantarán muchos que cometerán imposturas diciéndose portavoces de Jesús, cuando Yo ya habré cesado de comunicarme con vosotros. 10listnum "WP List 111" \l 2 En el tiempo de mi comunicación, nadie ha callado ni callará mi voz, mas si después de este tiempo alguno se levantase a sabiendas de que desobedece al Padre y de que engańa a su hermano, no sabrá por dónde le toque mi justicia o en qué momento le sorprenda la justicia humana. 11 Quiero de vosotros la obediencia, quiero que forméis un pueblo fuerte por su fe y su espiritualidad, pues así como hice perdurar las generaciones que de Jacob brotaron a pesar de las grandes penalidades que afligieren a aquel pueblo, asi haré que vosotros que lleváis en el espíritu aquella simiente, perduréis a través de vuestras luchas, y que vuestro pueblo vuelva a multiplicarse como el polvo de la tierra o las estrellas del firmamento. 12 Os he hecho saber que sois espiritualmente porciones de aquel pueblo de Israel, para que tengáis más amplia conciencia de vuestro destino, mas también os he recomendado que no pregonéis estas cosas hasta que el mundo por sí solo las descubra, porque existiendo aún sobre la tierra el pueblo israelita, el juicio por la carne y también por el espíritu, os negarán y os reclamarán ese nombre no siendo ésta una razón poderosa para una contienda. Ellos no saben aun nada de vosotros, en cambio vosotros si sabéis mucho de ellos. Yo os he revelado que ese pueblo errante sin patria en la tierra y sin paz en el espíritu, arrojados y maldecidos sus hijos por las distintas naciones, se acercan sin saberlo y paso a paso, hacia el Crucificado para reconocerlo como su Seńor, e implorar su perdón por tanta ingratitud y tanta dureza ante su amor. 13 Mi cuerpo fue desprendido del madero, pero para éstos que me han negado a través de los siglos, permanezco enclavado, esperando el instante de su despertar y de su arrepentimiento, para darles todo aquello que para ellos traje y que no quisieron. 14 Es tiempo de justicia, tiempo de saldar deudas. Yo no he venido a buscar justos al mundo, porque esa búsqueda sería inútil, vengo a buscar a los que se han perdido para iluminarles su senda y que vuelvan al camino. 15 Hablo extensamente a vuestro espíritu, y el pueblo me dice: Seńor, no sólo nuestro espíritu necesita de Vos, mirad nuestra vida es una pesada cruz, y Yo os digo: dichosos vosotros que vivís en este girón de la tierra donde la destrucción, la guerra, el hambre y la muerte no han llegado, no sabéis apreciar mis caridades, y en vez de estar dándome cada día infinitas gracias por mis bendiciones, os desatendéis de estas cosas, os sentís menesterosos y siempre os presentáis llorando delante de Mí. 16 Comprended vuestra misión en la tierra y maravillaos de haber sido testigos de que en el seno de este pueblo surgió la fuente de la espiritualidad. 17 Yo Jesús, soy el Verbo del Padre y soy la luz de vuestra conciencia, porque la luz de Dios haciéndose amor en Cristo, ha llegado a vuestros corazones. - 107 - 1 El Maestro es con vosotros, mirad en Mi al Padre de todos los seres. No me llaméis ya Jesús de Nazareth, ni Rabí de Galilea, ni Rey de los judíos, porque Yo no procedo de ningún pueblo o punto de la tierra, no vengo en cuanto hombre, Yo vengo en Eespíritu y mi naturaleza es Divina. 2 Cuánto se ha hablado y se ha escrito de mi existencia en la tierra, pero qué pocas veces han ido los hombres más allá de lo terrenal, tan es así, que la humanidad se ha postrado de hinojos para adorar los sitios y objetos que seńalan mi paso por el mundo, en lugar de buscar la esencia divina de mis palabras o de mis obras. Pero un nuevo tiempo, como una aurora luminosa, ha surgido ante la humanidad, tiempo es este en el cual vuestro espíritu verá con claridad de mediodía lo que antes era para él un misterio envuelto en tinieblas impenetrables. 3 En este día, los hombres aquietan su mente unos instantes y se recogen recordando la noche bendita en que el Salvador llegó al mundo. Unos sienten la paz de mi Espíritu, porque hay paz en su corazón y luz en su espíritu; otros experimentan tristeza, recordando su nińez y a los seres amados que han desaparecido ya de este mundo; hay quienes penetran en meditación y en oración y también quienes profanan la sana alegría del espíritu con placeres y festines insanos. 4 Mas Yo pregunto a los pobres: żPor qué lloráis? żNo recordáis que fueron los pastores de Belén los primeros en mirar la faz de su Seńor en aquel nińo? 5 Secad vuestros ojos, levantad vuestra faz y contemplad la luz de mi presencia en esta bendita palabra, la cual fue también escuchada por los humildes cuando se hizo oír por primera vez. Celebrad con gozo esta noche recordando aquella en que vine a vosotros para dejaros mi luz eternamente. 6 Yo bendigo vuestro hogar y vuestro pan diciéndoos: Yo estaré en vuestra mesa y junto a Mi María, vuestra dulce y Divina Madre. - 108 - 1 Procurad que vuestro espíritu se atavíe con la vestidura blanca de la virtud, aunque a vuestra materia la cubráis modestamente. Lo que verdaderamente vale en el hombre y había sido relegado al lugar ínfimo por él, resurgirá en esta era que será llamada por los hombres "El tiempo del Espíritu Santo". 2 A la voz del Pastor se están reuniendo las ovejas perdidas para habitar en el aprisco de la paz. 3 Las tribus de aquel pueblo que siguió los mandatos de Jehová en el Primer Tiempo, han desaparecido en apariencia del haz de la tierra, żQué hermano podrá reconocer o descubrir a aquellos espíritus diseminados ahora por todo el orbe y reencarnados en hombres y mujeres de otras razas? Sólo mi mirada providente, perspicaz y justiciera sabe descubrir lo que a los hombres les está vedado. 4 Aquí me tenéis hablando con voz firme de estas cosas a través de hombres que ni siquiera conocen su destino, menos el de los demás. Sé que muchos se mofan de estas palabras atribuyéndolas a la imaginación o a la fantasía de éstos por quienes vengo hablando mas os digo de cierto, que mańana esta humanidad materialista sabrá hacer justicia a esta palabra humilde que vertieron labios ignorados e inocentes. 5 Los primeros surcos ya han sido abiertos, la semilla ha caído en su seno. 6 Hoy, unos cuantos son los que saben que he estado con vosotros, pero el mańana, el mundo lo sabrá y cuando sepa analizar el sentido de cuanto aconteció alrededor de mi llegada, de mi estancia y de mi partida en este tiempo, confesarán que no vine secretamente, ni en silencio, y que desde el Oriente hasta el Ocaso di pruebas y seńales al mundo testificando mi nueva venida y cumpliendo asi una promesa. - 109 - 1 Nadie mas que Yo puede sustentar a vuestro espíritu, Yo soy el Maná Divino de la vida. 2 Humanidad: despertad del profundo sueńo en que os encontráis y mirad de frene hacia la verdad. Cuántos sueńos humanos se están desvaneciendo en estos tiempos, bajo el soplo de mi justicia, mas brillará luego para los hombres, la aurora de la justicia en un nuevo tiempo en el cual Yo les revelaré nuevas luces que les lleven a la suprema verdad y hagan de ella su sueńo y su ideal. 3 Ellos dejarán su lugar a nuevas generaciones y a nuevos espíritus que vendrán a la tierra a cumplir una misión elevada y al encontrarse en su camino la gracia y el ejemplo que sus antecesores les dejaron, de su corazón brotará una bendición para sus precursores del tiempo de la espiritualidad y de la luz. 4 Tocadas por mi justicia han sido las naciones, la vuestra también será tocada, mas os digo de cierto, que si mis discípulos perseveran en la fe y en el bien, no perecerán. 5 El mundo no ha sabido ni ha querido sentirme en la paz, entonces habrá de sentirme en el dolor. Os digo de cierto, que en las pruebas es donde el hombre eleva su súplica al Creador, cuando recuerda a su Padre y también cuando sabe estimar mis beneficios y comprender mis prodigios. Mi justicia os toca y al mismo tiempo mi amor os custodia. 6 También ha sido menester que un caos espiritual sorprendiese a la humanidad para que en esa lucha vierais surgir los dones con los que he heredado a vuestro espíritu. żQuiénes entenderán estas cosas? Os encargo a vosotros que habéis escuchado mi voz en este tiempo, que seáis como guardianes, que veléis para que la pureza de esta inspiración divina no vaya a ser profanada por alguna mano que quiera venir a deformarla. No quiero que vayáis a formar mitos o idolatrías en torno a estas revelaciones. 7 Amadme en vuestros semejantes y orad con el espíritu, nada más os pido, pues si cumplís con estas cosas, me estaréis ofreciendo un culto perfecto. - 110 - 1 Nadie que se nombre discípulo en esta enseńanza espiritual le reclame al Padre el ser pobre en su vida material, carecer de muchas cosas que otros tienen en abundancia, o sufrir escasez o privaciones. 2 Estas lamentaciones sólo son nacidas de la carne, quien posee una sola existencia. Vuestro espíritu no tiene derecho a hablar así a su Padre ni a mostrarse inconforme, ni a blasfemar contra su propio destino, porque hoy os digo que todo espíritu en su extensa jornada sobre la tierra, ha recorrido toda la escala de las existencias, de los placeres y de las satisfacciones humanas. 3 Ha tiempo que ha comenzado la desmaterialización de los espíritus, para lo cual os ayuda ese dolor y esa pobreza que se resiste a soportar y a sufrir vuestro corazón. Todo bien espiritual y todo bien material tiene una importancia que debéis reconocer, para que ni a uno le quitéis esa importancia ni se la déis al otro en demasía. 4 El buen espiritualista será aquél que en la pobreza de bienes materiales se sienta Seńor y se sienta rico y feliz, sabiendo que su Padre lo ama, sabiendo que tiene hermanos a quienes amar y que las riquezas del mundo son muy relativas junto a las riquezas del espíritu. También será buen espiritualista el que, siendo dueńo de riquezas materiales, sepa emplearlas en buenos fines, tomándolas como medios que Dios le ha dado para desempeńar una importante misión sobre la Tierra. 5 No es indispensable ser pobre, o paria, o miserable, para ser de los que me siguen; tampoco es indispensable ser de los que lloran, para ser amados por Mí, os digo en verdad, que Yo os he querido siempre fuertes, sanos y dueńos de cuanto he creado para vosotros. 6 żCuándo sabréis ser los dueńos de vuestra heredad, sabiendo estimar cada cosa y dándole a cada una su justo lugar en la vida? 7 Muy alejados del camino de la verdad andan los hombres, mas Yo os digo que en mi mano omnipotente existen todos los medios para hacerles volver a él. En un día haré esa obra; mas no es un día como el que marca el sol con el paso de su luz sobre la tierra, será un día espiritual, el cual estará iluminado por la luz de mi Divino Espíritu. - 111 - 1 Jesús el buen Pastor, va custodiando vuestros pasos a lo largo de la jornada. żNo creéis que en el Espíritu del Padre haya dolor cuando os descarriáis de aquel camino que os seńalé con sangre como una prueba de amor infinito? Volved, volved al camino, ovejas queridas, que por él llegaréis al redil de paz. 2 Venid a Mí multitudes, pero venid unidas, que ya no haya más divisiones ni cismas entre mi pueblo, porque tenéis que dar al mundo ejemplo de fraternidad y de concordia. 3 El Sexto Sello está hablando y su voz de vuestro Seńor, Aquel que en otro tiempo se hizo hombre para dejarse contemplar del mundo y que ahora viene en Espíritu para que conozcáis la esencia de las cosas que la vida eterna encierra como vuestra futura heredad. 4 "Más tengo que daros que vosotros que pedirme", os he dicho muchas veces, y Yo os pregunto: żAquellos espíritus que fueron los primeros en pedirme venir a habitar la tierra, pudieron llegar a imaginarse el conjunto de maravillas que encerraba la naturaleza que había de rodearles? Aquellos seres estaban ávidos de saber, querían crear, conocer, tener libre albedrío, mas nunca creyeron que encerrase esta vida tanto esplendor y tantas sorpresas. 5 Ahora que habéis vivido tanto en esta morada que de paraíso convertisteis en valle de lágrimas, deseáis retornar a la vida espiritual y me pedís que en ese más allá, no vaya a faltar luz y paz a vuestro espíritu; mas no sabéis que no os daré sólo eso, sino que correré el velo de los misterios y os mostraré la verdadera fuente de toda la vida desde donde miraréis, entenderéis y amaréis en verdad y en espíritu, la obra de vuestro Padre. Entonces comprenderéis que la creación material con todas sus perfecciones, es sólo un reflejo o un símbolo de aquella realidad. 6 Me pedís tan sólo un poco de paz y un destello de luz; después de que halláis dejado vuestro cuerpo en el seno de la tierra y cuando os miréis rodeados por el esplendor de la vida espiritual, recordaréis que en el mundo os dije: "Más tiene el Padre que dar a sus hijos, que ellos que pedirle". Mas no olvidéis que tenéis que recorrer la escala que conduce al espíritu al plano de la perfección. Vuestro esfuerzo y vuestro amor, os llevarán hasta la cumbre y esos méritos os harán dignos de ese galardón de gloria que os prometo. - 112 - 1 Pueblo amado, no os concretéis a ensalzar con oraciones a mi Divinidad, amad también a vuestros hermanos y velad con vuestro espíritu por la paz de la humanidad. 2 Este pueblo, a quien doctrino desde el principio de los tiempos, jamás podrá apartarse de la ruta que su destino le traza; su misión es ser guía, profeta y mensajero de Dios entre los hombres. A él le he inspirado el culto perfecto hacia Dios, mas os digo de cierto que aún no ha concluido de edificar el santuario que ha tiempo se le confió. 3 He apartado a mi pueblo de toda influencia insana para que él pueda recibir con toda pureza y claridad mi inspiración. Sólo la voz del Maestro y el dulce canto de María, se oyen en este santuario, y esa voz, es el mejor camino para la salvación del espíritu, para su perfeccionamiento y adelanto. 4 En varios tiempos ha sido enviado este pueblo a la tierra y cada tiempo ha sido diferentes. En cada vez, he encontrado una humanidad más materialista, más científica, egoísta y alejada de lo espiritual, hoy he encontrado un mundo sujeto a juicio, a una humanidad que pugna por desentenderse de las voces de su conciencia y a todo trance quiere hacer de su amargura, placer y bienandanza. No quiere darse cuenta de que este tiempo es de meditación, de reparación y de restitución. 5 żCómo ha de ser posible que un pueblo a quien el Seńor ha creado para ser la luz del mundo, se deje llevar por las pasiones de los demás y se confunda entre las turbas que caminan a tientas por la vida? 6 Es difícil lograr la espiritualidad en un tiempo como éste y en una vida como la presente; pero no es imposible y sí muy meritorio esforzarse por sembrar la semilla del bien, donde impera tanto mal. 7 Triunfarán los que aparten de su corazón el temor al juicio y a la crítica de los demás; se elevarán los que se olviden por instantes de sí mismos, para pensar en los demás, en todos sus semejantes. 8 Yo, el Santo Espíritu, el Maestro Divino, el Padre, he descendido a través de mi luz hasta vuestro corazón y vosotros habéis llamado espiritualismo a mi enseńanza y os habéis nombrado espiritualistas; pues bien, he de deciros que espiritualista quiere decir, discípulo del Espíritu Santo, ya que es él quien os envía esta doctrina como un mensaje de espiritualidad. 9 Espiritualidad quiere decir limpidez de pensamiento, limpieza en las obras y en las palabras, hacer vida elevada. 10 Preguntaos entonces con frecuencia si hacéis todas estas cosas para asi llamaros dignamente espiritualistas. - 113 - 1 El bálsamo amoroso de María cae sobre vuestra herida que no haya cicatrizado. La Madre está siempre junto a Mí para unir su enseńanza tiernísima a la lección que Yo os doy. Los ojos de María han llorado mucho por el mundo, por esta humanidad que camina alejada del sendero que con mi ejemplo tracé. El llanto divino, no lo podéis comprender. 2 Con cuánto amor vuelve Cristo a los hombres, después de haber sido crucificado y arrojado de entre ellos. Ved que no he venido como juez, pues si así fuese, cuán caro estaríais pagando vuestras deudas. Vengo como Padre, como hermano, como Maestro, como amigo. 3 Ahora sois vosotros los que lloráis, porque ante mis palabras de perdón se estremece vuestro espíritu, ese llanto os purifica y al caer por tierra, limpia el sendero que mańana, cual discípulos de Jesús, váis a recorrer. 4 Es el Tercer Tiempo en que la luz del Espíritu Santo brilla cual nunca brilló en las conciencias. Pocos son los que habiéndome escuchado en este tiempo, no hayan sentido que su corazón se conmovía. 5 Unos se entregan a mi servicio llenos de sumisión y desinterés, otros permanecen escuchándome en espera de que Yo les conceda algo de lo que me han pedido. Unos bendicen mi nombre en cualquier instante llamándome Padre, aun en las más duras pruebas; otros, sólo me llaman Padre cuando me piden, cuando me necesitan. 6 Para algunos este tiempo es de verdadera gracia y aprovechan hasta la última de mis enseńanzas, éstos serán fuertes cuando dejen de escucharme bajo esta forma; para otros, no ha tenido mayor trascendencia mi comunicación y por tal motivo se familiarizan con mi presencia y dejan pasar inadvertida mi palabra; éstos serán de los que mańana suspiren por mi presencia de este tiempo y en su amargura cometerán profanaciones tratando de revivir mis manifestaciones. 7 Yo os digo, que hasta las mismas manifestaciones divinas tienen un término. żAcaso Moisés no partió después de haber legislado por un tiempo y de haberos revelado mi ley? żAcaso Yo, en Jesús, no me elevé de entre los hombres cuando concluí mi misión de Maestro y Redentor, luego de deciros: todo está consumado? Así en este tiempo, cuando mi revelación haya sido transmitida y los cerebros preparados hayan dejado manifestar toda mi inspiración; cuando aquéllos a quienes he llamado "Plumas de oro" hayan anotado en su libro mi palabra y mi mundo espiritual haya entregado su mensaje, también diré como en aquel tiempo "Todo ha sido consumado" y esa voz callará y una nueva etapa se presentará ante los discípulos. 8 Nadie ignora el día fijado por mi voluntad para que esto sea, por lo tanto, ya que ese instante se aproxima, comed y bebed en mi mesa, para que mańana no tengáis hambre ni sed en el camino. - 114 - 1 Os he revelado que en Mí podéis encontrar todos los amores, todos los afectos que en Mí podéis encontrar al Padre, al amigo, al hermano, al Maestro, al confidente, al consejero; mas ahora os digo que quiero que descubráis también entre vosotros esos lazos para que los extendáis entre la humanidad. 2 żImagináis la dicha del Padre el día en que vea que sus hijos, los que antes peleaban, pecaban y profanaban, aquéllos por quienes Él se hizo hombre para salvarles, al fin lleguen a amarse? No, pueblo, vosotros no podéis imaginar aún lo que pasa en el corazón de vuestro Padre, lo que siente Aquél que hizo las conciencias y creó los espíritus y formó los corazones y las mentes. 3 Cuán solo se sentía el Seńor antes de crearos; mas cuando ya fuisteis, cuán abandonado se sintió de sus hijos. 4 Aún tengo hambre de vuestro amor y de vuestra comprensión. 5 żCuándo llegaréis a mirarme, a conocerme y amarme? Yo os creé para esto, mas todavía no miráis la luz de mi presencia en plenitud. Os recreáis en las cosas que miráis o que poseéis, sin saber que es a Mí a quien miráis y tenéis; os admiráis ante lo grande y maravilloso de mis obras, sin saber elevar al Creador aquel homenaje, porque no habéis aprendido a buscar la esencia divina que existe en todas las cosas. 6 Cuando así me escucháis hablar, os parece difícil o imposible llegar a amarme o a agradarme y Yo os digo que esta idea no es del espíritu, sino de la carne, porque ésta es frágil, mas el espíritu es fuerte y está creado para las obras dignas de su Seńor, de quien es su imagen, una chispa de su soplo. 7 Os traigo esta enseńanza para levantaros a la vida verdadera. No se hará en un instante la salvación de esta humanidad. Ella necesitó de tiempo para descender al fondo del abismo, también habrá de necesitar un tiempo para elevarse. Ese tiempo, Yo soy el único que puede proporcionárselo y se lo daré y pondré a su paso cuanto haya menester para la restauración y purificación de todo lo que destruyó y profanó en sí mismo. 8 Una corta porción escuchó mi palabra en este tiempo, mas nadie vaya a creer que éstos fueron privilegiados; ciertamente los escogí, pero no por justos, pues los hallé pecadores, como a todo el género humano. 9 Mańana, cuando la esencia de esta palabra llegue a todos los corazones, sabréis que mi testamento fue repartido en partes iguales para todos mis hijos, y que en cada uno de estos pensamientos hay un mensaje de amor y una caricia para cada uno de estos corazones. - 115 - 1 Bienvenidos seáis los que dejáis por unos instantes el mundo para venir a escuchar mi palabra. De cierto os digo que por uno de vosotros que aprendiera y practicara mi lección se salvaría una comarca, así como también si todo este pueblo se preparase alcanzaría a salvar a la humanidad. No es que vuestro número sea pequeńo sino que vuestro amor es aún muy reducido. Por ahora limpiad vuestro corazón, żQuién mejor que vosotros puede conocer sus defectos y sus manchas? Entonces, purificaos de todo aquello de lo que os reclame la conciencia. 2 Muchos hay que tratan de disculpar sus pecados ante el fardo que vienen cargando y Yo os pregunto: żPor ventura el Padre puso sobre el hijo ese fardo de trabajos y sufrimientos? No soy Yo quien ha venido en todos los tiempos a aligeraros vuestra carga? 3 A toda hora mi voz os llama al buen camino donde existe la paz, pero vuestro oído sordo, sólo tiene un instante de sensibilidad ante aquella voz, y ese instante es el postrero de vuestra vida, cuando la agonía os anuncia la proximidad de la muerte. Entonces es cuando querríais comenzar vuestra vida para reparar yerros, para tranquilizar a vuestra conciencia, para poder ofrecer algo digno y meritorio al Seńor. 4 Yo soy el camino, y ese camino os lo he mostrado desde los primeros pasos de la humanidad en la tierra. Decidme: żCuándo os he dejado sin camino o sin luz? żEn qué edad o en qué era he borrado mi ley de vuestra conciencia? Jamás he dejado de hablar a vuestro espíritu, por eso es que ahora vengo pidiéndoos la cosecha, aquí tenéis por qué a través de mi nueva comunicación os he reclamado con divino rigor y absoluta justicia, y os hago responsables de muchas cosas. 5 Os he nombrado discípulos a todos los que habéis escuchado esta palabra, pero es menester que lo demostréis con vuestra conducta y que extendáis esta buena nueva, para que la humanidad presente prepare el camino de las nuevas generaciones. No deben esos seres venir a apurar el cáliz de la amargura y del dolor desde los días de su infancia, porque ellos traen otra misión, mas si ese cáliz le dieseis a beber, de ello me responderéis. 6 ĄAh! Si supieseis vivir con la sencillez de las aves que viven amándose y que cuando sienten que el invierno se aproxima emprenden el vuelo en busca de mejores climas dejando sus nidos en los árboles para que sirvan de hogar a sus hermanos. El invierno de vuestra vida es la vejez, mas vosotros que sois hombres de poca fe, miráis en ese invierno la frialdad de la muerte y del fin, sin mirar que siempre después del invierno viene la primavera con sus renuevos, sus trinos y sus perfumes. 7 Esa poca fe en la resurrección espiritual después de esta vida, es lo que os hace ocuparos de lo humano, de lo material hasta el último instante de vuestra vida, sin preparar las alas del espíritu, para emprender el vuelo y sin dejar un nido formado con virtud y fe para los nuevos moradores. 8 No os semejáis a las aves porque vuestro mundo no es de paz, sois más bien soldados que luchan dentro de una batalla interminable y entonces os digo: luchad con nobleza, esgrimid armas de justicia, perseverad en el bien, el bien es la verdad; dejad preparados los caminos, para los nuevos soldados, dejadles libre y limpio el campo para que en él triunfen al fin la razón, el amor, la justicia, mientras vosotros llegáis a descansar en Mí. 9 Tengo que hablaros asi porque vuestro mundo vive envuelto en guerras de toda índole. Cuando las pruebas llegan al mundo siempre le sorprenden impreparado porque piensa y medita poco en lo eterno y gusta demasiado de las cosas del mundo y de la carne. Yo os digo, que si en este tiempo los hombres no limpian las manchas que han puesto en mi obra, vendrán los elementos como heraldos y trompetas anunciando mi justicia y mi gloria, y limpiando al mundo y al hombre de toda impureza. 11 Bienaventurados los hombres, las mujeres o los nińos, que al ver venir aquella justicia glorifiquen mi nombre sintiendo que el día del Seńor es llegado, pues su corazón les dirá que el fin del reinado del mal se acerca. Yo os digo, que éstos por su fe y su esperanza serán salvos, mas cuántos en esos días van a blasfemar. 12 Humanidad, que creéis que se necesitan grandes cosas y posesiones terrestres para conquistar al mundo y olvidáis a Cristo que nació en un pesebre y no tuvo nada en la tierra, sin embargo conquistó el corazón de la humanidad, hizo a los pueblos sus vasallos y fue proclamado rey y Seńor. Cuando lleguéis a comprender y sentir esto, veréis cuán fácil es para el espíritu seguir los pasos de su Maestro aun en las pruebas más duras. Haced cuanto esté de vuestra parte, Yo no os pediré más, y entonces habréis dejado preparado el camino para las nuevas generaciones, esos nińos que os recomiendo y os encargo para que les conduzcáis por el camino certero. 13 Congregad a los nińos y habladles de Mí, hablad a su corazón con amor y ternura. Buscad a los desheredado, aquéllos que viven perdidos entre miserias y vicios. Doy esencia a vuestras palabras para que ellas sean camino de salvación cuando broten de vuestros labios. Abrid delante de los inocentes mi libro de oro para que su conciencia despierte y su espíritu sea grande al penetrar en las revelaciones del Padre. Semejaos a vuestro Maestro y seréis escuchados. 14 Así como en aquel tiempo no busqué lugar para nacer y sí busqué corazones donde habitar, vosotros no vayáis en pos de un lugar que os haga notables, mas sí buscad la fibra sensible que hay en cada corazón, para que ahí depositéis mi semilla o mi bálsamo. 15 El lugar para nacer en cuanto hombre, me fue indiferente pero dí hasta la vida porque mi amor naciera en vuestro corazón. Ahora os digo: humanidad, la semilla de ese amor representada en mi sangre, cayó en el corazón de todos los hombres żPor qué ahora no amáis ni cultiváis lo que Yo con tanto amor sembré? 16 No seáis sordos a esta voz, abrid vuestros ojos a la realidad de este tiempo y emprended la jornada con plena conciencia y fe, pues de otra manera tendréis que despertar en el más allá, y Yo os he dicho que en aquella mansión no se debe penetrar con los ojos cerrados. 17 żPor ventura el Seńor os pide imposibles? Yo os digo,que sólo vengo a enseńaros a sembrar amor para que recojáis al final el fruto de la vida. Cultivad el corazón de los nińos os he dicho hoy, para que mańana les escuchéis hablar de las cosas del Espíritu Santo. 18 Velad por las rosas y los lirios que son el corazón de la juventud y mańana os deleitaréis con el florecimiento de la virtud; enseńad a orar con el espíritu, y os dirán vuestros hermanos que ésa es la comunicación perfecta, cuando sientan que su espíritu ha llegado a mi presencia y ahí se ha sustentado. 19 Hoy desciende mi rayo divino entre multitudes, mas recordad lo que oísteis en el ańo de 1916, cuando os decía: Ahí donde os reunáis dos o tres de mis hijos, ahí descenderé para daros mi palabra; desde entonces ha venido aumentando el número de mis oyentes hasta formar multitudes. 20 Si os cumplí mi promesa de volver, os cumpliré también mi voluntad de partir, aprovechad cumplidamente los instantes que restan y quedaréis preparados como discípulos. - 116 - 1 Jesús ha derramado su sabiduría entre su pueblo; María ha derramado su amor en vuestro corazón żY en dónde está ese amor y esa sabiduría que no me la presentáis? żQué hacéis con lo que recibís de la mano divina? żDudáis por momentos porque vengo en Espíritu? Sentidme de esta manera porque en verdad os digo que jamás me tendréis ya como hombre. 2 También por los labios del portavoz he hecho escuchar mi palabra de ley, y esta voz ha hecho el llamado a los que se habían perdido del camino, a aquéllos que creyendo encontrar en el mundo mejores lugares que los que el Padre tiene asignados para cada uno de sus hijos, han ido en pos de los honores, placeres y riquezas. Estos hijos han llegado ante mi presencia con la vestidura hecha girones, con el corazón hastiado y con las huellas que la embriaguez del mundo ha dejado en todo su ser. Cuando el Padre os pregunte por vuestra vestidura, entended que es la de la dignidad la cual es blanca y pura y asi debéis de presentármela siempre. 3 Muchos están volviendo hacia Mí, pero żAcaso será por amor a Mí? No, es que llegó el instante en que ya el mundo no pudo ofrecerles lo que le pedían, entonces se acordaron de que existo, pero Yo les recibo, porque aquí escuchándome van a arrepentirse de sus pecados y va a nacer en su corazón el amor hacia el Padre. La luz de mi palabra será en mis hijos como una nueva aurora y su pasado será como la noche cuando se ha ido. 4 Calmad completamente vuestra sed, pensad que muy pronto vuestra palabra tendrá que mitigar la sed de vuestro hermano. Si estando escuchándome y bebiendo de este vino aún sentís sed, es que vuestro corazón está, además, ambicionando las cosas del mundo. Sólo mi palabra pacientísima y amorosa podrá hacer el milagro de vuestra transformación y entonces sí podréis ser dignos de levantaros por los caminos dando mi enseńanza. A nadie haréis menos, a nadie le negaréis mi caridad; a ninguno distinguiréis porque no me iríais imitando. żPor ventura creéis que mi sangre derramada en la cruz haya dejado de caer en alguno de los pecadores' 5 Yo os digo que cuando Juan el Bautista anunció la venida inminente del reino de los cielos, su profecía fue para todos. Ese profeta y precursor de Cristo ha sido entre vosotros en este tiempo, vino antes de que mi rayo se comunicase por medio del entendimiento del hombre, y también vino a anunciaros que la llegada del Espíritu Santo estaba próxima. Su anuncio, su profecía, fue sin distinción para todos y lo conocisteis en este tiempo bajo el nombre de Elías, porque ese espíritu es el de aquel profeta que ha estado en todos los tiempos ante la humanidad, y es el que ha aparejado los caminos del Seńor porque es el Nuncio Divino, el precursor. Por eso os doy la bienvenida a todos porque a todos vine sin juzgar los pecados ni humillar al que más se haya manchado con el pecado. Estos serán de los que más ardientemente me amen porque fueron muchas sus faltas perdonadas. 6 La estrella que anuncia mi presencia y mi palabra ha sido contemplada tan sólo por los humildes; los reyes y los hombres de ciencia han dormido en su grandeza y no han sabido descubrir en el firmamento la luz divina para levantarse en pos de ella, como aquellos magos de oriente, que lo dejaron todo por llegar ante aquella luz del cielo que anunciaba al mundo la llegada del Salvador. Si los hombres de ciencia buscasen mi luz y los hombres que viven en la opulencia practicasen algo de mis enseńanzas, sentirían mi presencia dentro de su corazón. 7 Os dije en aquel tiempo que antes pasaría un camello por el ojo de una aguja, que un rico avaro en el reino de los cielos. Hoy os digo que será menester que esos corazones se despojen de su egoísmo y practiquen la caridad con sus hermanos para que su espíritu pueda pasar por la estrecha puerta de la salvación. No es menester despojaros de posesiones y riquezas, sino tan sólo de egoísmo. 8 Cuántos de vosotros fuisteis ayer dueńos de un caudal en la tierra y os olvidasteis de las miserias y necesidades de vuestros semejantes; cuando llegó a vuestro espíritu la hora de la liquidación, sentisteis que era tan grande vuestro volumen de pecados y la puerta espiritual tan estrecha, que comprendisteis que no podíais pasar. 9 Hoy, no es un caudal de bienes materiales los que debéis compartir con el necesitado; vuestro caudal en este tiempo es de luz y de saber espiritual, por lo cual podéis consideraros ricos de espíritu; mas pensad que si es grave falta ante Dios negar al hermano las cosas del mundo teniéndolas, żQué será negarle las cosas espirituales que nunca merman por mucho que de ellas se dé? żCómo será la justicia para estos ricos del espíritu que se muestran tan egoístas? 10 Os tengo destinados para dar por conducto vuestro grandes lecciones a la humanidad. Os digo en verdad que este pueblo no se ha formado al azar, ni ha llegado un solo corazón por mera casualidad; esos 144,000 que entre el pueblo han de levantarse, serán un libro abierto de luz, experiencia y restitución. Por eso estoy tocando con mi índice su conciencia y en verdad os digo, que si en el día no se convierten, se convertirán al anochecer, pero ellos levantarán su vista hacia el Padre y luego emprenderán con mansedumbre el camino. 11 Aún voy a daros un tiempo más para que meditéis en vuestra misión y preparéis vuestro corazón. Os envío en este tiempo para que déis testimonio de mi venida. El Sexto Sello habla, su luz se extiende, su misterio se aclara. Llamad a los hombres, mujeres y nińos, para que escuchen mi palabra, porque llegará el ańo de 1950 y dejará de repercutir mi voz en esta forma. - 117 - 1 Sobre la buena preparación de unos y la mala preparación de otros, Yo he descendido a manifestarme. Por sobre la buena intención de unos y la intención no limpia de otros ha estado presente mi Espíritu, porque nada puede impedir que mi voluntad se cumpla, mas ya responderán ante Mí, todos aquéllos que hayan mezclado a este manjar algo extrańo, y sobre si el agua que hayan bebido esas multitudes no fue cristalina y pura. 2 Mi ley es que vayáis a todos aquellos lugares en dones dejasteis de cumplir alguna misión. Los senderos están preparados, las tierras esperan la simiente. Preparáos y dejad que llegue la hora de vuestra lucha, entonces os daréis el abrazo fraternal, partiréis y dejaréis que sobre vosotros se haga mi voluntad. Nunca olvidéis que mi obra es pura y que debéis amarla hasta el fin. Haréis la caridad a lo largo de vuestra jornada, esa es vuestra misión. Un don espiritual tenéis para hacer la caridad en mil formas; si sabéis prepararos, haréis aun aquello que llamáis imposible. 3 La caridad que hagáis con una moneda, con ser caridad será la menos elevada que hagáis; amor, virtud, saber, paz, eso y muchas otras cosas deberéis llevar en vuestra alforja para que depositéis en el corazón de vuestros hermanos. No más fariseos ni hipócritas amparados en mi ley. 4 Quiero corazones que sientan el dolor de sus semejantes, todos los que se levanten con arrepentimiento Yo les perdonaré, no importa que secta o religión profesen. Entonces les haré contemplar con claridad el camino. 5 Benditos sean los que lleven mi luz a tierras extranjeras; pues mi manto y los ángeles guardianes los protegerán. Os he dicho que por un corazón preparado podrá salvarse una comarca; haceos dignos de esta gracia y mucho os concederé. 6 En muchas formas os hablo para que mi palabra tome forma en vuestro corazón y no vaya a flaquear vuestro ánimo, cuando más vaya a necesitar de la fe. 7 Amáos estando reunidos, amáos encontrándoos distantes, y sobre vuestra fraternidad descenderá la bendición de vuestro Padre. - 118 - 1 En vuestro desierto está descendiendo el maná celestial, mas cuando lleguéis a la casa de vuestro Padre, os sentaréis a su mesa a comer de sus manjares. El desierto extenso representa la expiación, y el camino, la evolución del espíritu. 2 Venid al Padre, quien habita en lo más alto de un monte; Él os dará huertos y campińas de las que existen en los contornos de ese monte. Los varones cultivarán el trigo, las mujeres, harán que los huertos y los valles se cubran de florecillas, y el canto de los nińos se unirá al de las aves para haceros dulce el trabajo. Hasta vuestras tierras no llegarán las vanidades humanas, ni el materialismo, porque ellos serían como plagas que destruirían vuestros frutos. Oyendo estas palabras, cuántos hombres podrían comprender lo mucho que se han apartado del camino trazado por mi índice. 3 Cuando un hombre llega a creer que sus faltas no tienen perdón, entonces se aparta más y más del sendero y se pierde en el abismo. ĄAh! Si supieran que un instante de sincero arrepentimiento puede salvarles, que por muy lejos que crean estar de mi Divinidad un solo paso les aparta, y ese paso es el de su arrepentimiento. żQué no oís mi voz? No sentís que llego como Padre amantísimo, como hermano carińoso, como amigo leal? Dormís, y por eso no escucháis mi llamado. żCómo queréis oír mis pasos si vengo sobre una nube? 4 Despertad, afinad vuestro oído y limpiad vuestras pupilas para que veáis mi promesa cumplida; Yo llamaré bienaventurados a los que despierten y me escuchen porque entonces pondré en su corazón la buena nueva de mi venida espiritual, y de sus labios brotarán palabras de ternura, de luz y de esperanza para los hombres. 5 Aires huracanados se avecinan, debéis fortalecer vuestra fe, tanto para que salgáis avante, como para que salvéis a cuantos podáis. También quiero que seáis como amigos, como hermanos entre la humanidad. 6 Este es el tiempo que vio y anunció Joel, en que los hijos de los hombres tendrían visiones y sueńos proféticos, en que sus bocas hablarían movidas por mi fuerza divina porque mi Espíritu estaría derramado sobre toda carne y sobre todo espíritu. 7 He aquí un pueblo que nace y crece en el silencio, y cuyos hijos vierten palabras del Espíritu Santo, transmiten la voz del mundo espiritual y con su vista traspasan los umbrales del Más Allá y miran cosas del futuro, pues os digo que esta simiente está regada en todo el mundo y nadie podrá ahogarla. 8 Por labios de hombres, mujeres y nińos habéis escuchado mi concierto divino, con éxtasis habéis penetrado por el deleite de oír la voz del Seńor y de sus ángeles. Mi palabra no es para un pueblo, es para todos los pueblos, para todas las creencias y religiones. 9 Sólo esta multitud sabe que este es el Tercer Tiempo, pero el mundo también lo sabrá, aunque antes negará todo cuanto he dicho, hecho y escrito. Nada es imposible para Mí, por lo que os digo que esta palabra llegará hasta los confines de la Tierra; Yo mostraré al mundo mis llagas como a Tomás, para que crea y se arrepienta, para que se lave en su llanto y después me siga fiel hasta el fin. Este maná divino descenderá sobre todo corazón y el camino que conduce a la casa del Padre le será descubierto a todo el mundo, a todo espíritu. Las aguas del pozo de Jacob se secaron y no calmaron la sed del espíritu de la humanidad. Yo se lo había dicho ya a la mujer samaritana: "En verdad te digo que Yo tengo una agua que quien de ella bebiere, sed no volverá a tener..." y es esa misma agua cristalina y pura la que derramé sobre el mundo para mitigar su sed abrasadora. 11 Elías, ha tiempo conduce mi rebańo entre la humanidad, invitando a todos a unírsele; ese rebańo tiene luz y potestad y sabrá dar en este tiempo la mano a la humanidad. 12 Los que oís estas cosas las sabíais, mas tendréis que extenderlas para que el mundo las conozca. También sabéis que en 1950 os quedaréis sin esta palabra pero que ello no será una pérdida que tengáis que lamentar sino un paso de adelanto que os pondrá frente a la lucha. Yo estaré cerca y mis emisarios también, Yo seguiré velando por los que doctriné y les hablaré por inspiración. 13 Nadie pretenda hacer que el Padre prolongue su estancia entre vosotros cuando Él ya os ha manifestado su voluntad y ha profetizado el ańo y el día, nadie arroje sobre sí una sentencia. 14 Él que ahora haya sido torpe para servirme y en aquel tiempo se prepare, perderá su torpeza, hablará grandes cosas y hará prodigios. - 119 - 1 ĄOh pueblo! que venís caminando desde el Primer Tiempo, uníos en una sola voluntad como entonces ahora que os encontráis en el Tercer Tiempo; asi podréis ver mis prodigios y decir: Dios nos ha perdonado, el Seńor nos ama. 2 Unos venís ocultos en un nińo, otros, en un mancebo o en una doncella, y otros en ancianos, ahí sólo mi mirada os descubre; sólo Yo sé la carga que cada uno trae y la expiación que está cumpliendo. Los cardos que se han clavado en vuestros pies sólo Yo los veo, y es mi mano la que los aparta, para sanar luego vuestras heridas. 3 Quiero que sea mi palabra la que os una a todos y no el dolor, pero mientras digáis: "en tal lugar, no es verdad lo que se entrega", estaréis cultivando en vuestro corazón la semilla de la división y de la discordia. Vuestro orgullo y vuestra vanidad os hace sentiros superiores y primeros entre los demás y de esa manera no estáis imitando al Maestro. He aquí que Cristo siendo uno con el Padre, renunció a su divinidad para hacerse hombre por amor a los pecadores, y vosotros no sabéis renunciar a vuestro orgullo, a vuestra falsa personalidad para amar a vuestros hermanos. 4 Estáis viendo que para comunicarme con este pueblo, he tenido que humanizar mi voz haciendo uso de un portavoz humano, el cual ni siquiera es limpio de entendimiento ni de corazón; y vosotros juzgáis los actos de vuestros hermanos y si los encontráis imperfectos les desconocéis y os alejáis de ellos. żA esto vine entre vosotros? żEsa es la enseńanza que os he dado? 5 Como a un nuevo Lázaro he dicho a este pueblo: "Levántate y anda", mas la vida que le he ofrecido ha sido para que la consagre a amar y servir a sus semejantes mas no tenéis aún la mansedumbre del Cordero; sois reacios de cerviz, duros de corazón y por eso hacéis guerras y división en vuestro seno imitando con ello a los pueblos que en guerra se encuentran empeńados. Recordad que os he dicho: "No juzguéis a vuestro hermano, porque en su tiempo vendrá vuestro Dios y Seńor a juzgaros" No imitéis los malos ejemplos de los hombres; imitad a vuestro Maestro, tenéis un ejemplo perfecto que imitar. 6 żQueréis que surjan entre vosotros aquellos profetas del Primer Tiempo que entre lamentaciones y gritando a voz en cuello por calles y plazas os amonestaban para que hicieseis penitencia y os arrepintieseis de vuestras faltas? Yo os digo de cierto que les juzgaríais extraviados de la mente y no les creeríais. Ya veréis surgir a esos profetas y aparecer hablando a las multitudes en los pórticos de todos los templos y recintos donde los hombres se congreguen a elevarme culto. Estos vendrán como en aquellos tiempos a descubrir la falsedad de los ídolos y a proclamar el culto que Dios quiere de sus hijos, mas ya veréis la suerte que éstos van a tener entre la humanidad. 7 Aquí entre vosotros, cada portavoz, cada facultad, cada vidente, ha sido un profeta, y sus voces unidas en una sola se han elevado para enseńar a este pueblo el camino, el culto, la oración. El camino de la caridad, el culto a través de vuestra vida y la oración de vuestro espíritu. żCómo es que perdéis a veces el camino cuando éste está trazado con sangre de amor divino? żEs posible que os confundáis con los caminos que con sangre de homicidios han trazado los hombres? 8 Vuestra conciencia sabe que tengo derecho para hablaros asi, mas vuestro corazón se resiente y cree que os hablo con excesiva dureza, entonces, llenos de contrición y llanto me preguntáis, si vosotros seréis de los que vayan a imprimir manchas en este camino o a manchar el corazón de vuestros hermanos.Yo os digo: no os confundiréis porque mi camino es claro y luminoso y quien abre los ojos y le busca, en verdad pronto le encontrará. 9 Yo levantaré mi palabra y más tarde vendrán hombres de tierras distantes a preguntaros si fue verdad que Dios vino entre vosotros a hablaros como Maestro. żQué contestaréis entonces y cuál será vuestro testimonio? Ha tiempo que estoy llamando a vuestro corazón y por eso decís que me tenéis cerca, mas no habéis abierto las puertas de vuestro corazón para que Yo pase a morar en vuestro interior. He permanecido fuera llamando pacientemente. 11 Uno de los defectos más repulsivos es el de la hipocresía; no pregonéis amor, mientras no seáis capaces de amarme en vuestros semejantes. Cuántos han juzgado el beso de Judas y ellos también en su interior vienen dando en su camino el beso de aparente fraternidad a su hermano y por su espalda le traicionan. Cuántos dicen estarse sacrificando por los necesitados cuando Yo veo que es a ellos a quienes sacrifican vendiéndoles la luz, la verdad, la caridad. Porque cuando alguien ha llegado a vuestra presencia y os ha impuesto temor con sus preguntas, habéis hecho como Pedro en sus momentos de flaqueza, negarme y afirmar que en verdad ni siquiera me habéis conocido? żPor qué teméis a la justicia humana y no teméis a la mía? En verdad os digo que entre la justicia divina y vuestros pecados se interpone la intercesión de María, vuestra Madre Celestial, mas no abuséis de tanta bondad divina. 12 He venido a enseńaros a guiar a las multitudes aun cuando ya desde el Segundo Tiempo os había enseńado a conducirlas sin que se fatigasen, reanimándolas con la dulzura de mi palabra, sustentándolas en el desierto y haciendo prodigios para encender en sus corazones la fe. 13 Yo os he dicho que para el ańo de 1950 levantaré mi palabra del entendimiento del portavoz, mas también os digo que antes de levantarla habrá portavoces que por su impureza y su falta de espiritualidad cerrarán su cerebro antes de tiempo y esto será para que no confundan a nadie. 14 Mi luz ilumina, mas no ciega ni turba; Yo soy la verdad, analizad esta palabra y esta manifestación y vuestra conciencia os dirá si es la verdad.   $%-./ŻqÎqśŒĂŒ$"2"}–~–ŇŮÓŮŒÚÚɝʝFćGć`ćaćŔ Á Ű Ü ‹SŒSŽSS‘SíÜĹł›Ĺ܇܇܇܇܇܇܇ÜrÜrÜrÜrÜhd\djh— °Uh— °jh— 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